jueves, 31 de octubre de 2013

Mundo-III Protocolo de la Convención sobre los Derechos del Niño- Video

31-x13 Save the Children

El III Protocolo de la Convención sobre los Derechos del Niño es un instrumento que permitirá a los niños y niñas denunciar cualquier vulneración de sus derechos. Solo queda un país en ratificarlo de los 10 necesarios para que el Protocolo entre en vigor.

Los niños y las niñas tienen que conocer sus derechos y todas las herramientas para protegerlos. De ahí, que sea importante explicarles la existencia de este nuevo Protocolo y como pueden utilizarlo. Hemos encontrado a un niño para que nos lo explique y con su voz, hemos creado este vídeo que os animamos a compartir.

¿Quién mejor que un niño para explicar los Derechos del Niño? 
Gran vídeo de Save the Children 
BAJAR VIDEO en    http://bit.ly/1cqwus0
http://www.youtube.com/watch?v=IrYVW8h1lbU&feature=youtu.be

UE-España- Guía de Sensibilización para jóvenes contra la trata de mujeres con fines de explotación sexual

31-x-13 Plataforma Infancia

Accede al documento pdf en
 http://www.aulaviolenciadegeneroenlocal.es/consejosescolares/archivos/Guia_de_sensibilizacion_para_jovenes_contra_la_trata.pdf

#Guía #Sensibilización #Juventud #TratadeMujeres #ExplotaciónSexual #PlataformadeInfancia



Arg- Atención de la Urgencia y Recomendaciones para Medios de Comunicación

31-x-13 MDS

En el marco del Día Mundial de la Salud Mental, el Ministerio de Salud de la Nación, presenta dos nuevas herramientas de trabajo para el abordaje intersectorial, interdisciplinario y comunitario en salud mental.

Como parte de la celebración del Día Mundial de la Salud Mundial, el Ministerio de Salud de la Nación presenta, a través de la Dirección Nacional de Salud Mental y Adicciones, dos nuevas herramientas de trabajo para el abordaje intersectorial e interdisciplinario: "Lineamientos para la atención de la urgencia en salud mental" y "Recomendaciones para el tratamiento de temas de salud mental en los medios". La primera tiene como objetivo constituirse en una referencia para los miembros de los equipos interdisciplinarios que integran los servicios de salud, tanto públicos como pri­vados, en todo el territorio nacional para el abordaje y resolución de situaciones de emergencia, ya que constituyen la vía de acceso al sistema de servicios de salud de aquellos casos que no han podido ser resueltos en otras instancias sociales.
La segunda, "Recomendaciones para el tratamiento de temas de salud mental en los medios", está dirigida a quienes desarrollan funciones en los medios de comunicación y tiene como propósito transformarse en una herramienta de trabajo para orientar y proporcionar recursos a la hora de comunicar sobre salud mental y su colectivo, desde una mirada integral, promoviendo un tratamien­to mediático con información adecuada, libre de estigmas y sin discriminación.
Ambos materiales fueron elaborados con la convic­ción de seguir trabajando para que el de­recho a la protección de la salud mental sea un hecho palpable y cotidiano a lo largo y a lo ancho de todo el país.

LINEAMIENTOS PARA LA ATENCIÓN
DE LA URGENCIA EN SALUD MENTAL
Formato: PDF
Tamaño: 2.466 mb


RECOMENDACIONES PARA EL TRATAMIENTO
DE TEMAS DE SALUD MENTAL EN LOS MEDIOS
Formato: PDF
Tamaño: 2.466 mb

bajar doc en
http://www.msal.gov.ar/saludmental/index.php?option=com_content&view=article&id=229%3Aatencion-de-la-urgencia-y-recomendaciones-para-medios-de-comunicacion&catid=4%3Adestacados-slide229

Arg- "Las voces de los adolescentes en villas y asentamientos de Buenos Aires" UNICEF

31-x-13 UNICEF Arg-Facebook

Los jóvenes que habitan en villas y asentamientos del Área Metropolitana de Buenos Aires reivindican su barrio, pese a que viven en condiciones de hacinamiento y precariedad, valoran a la familia y a los amigos, y saben que la escuela brinda posibilidades para un futuro mejor.
Conocé los resultados del relevamiento realizado junto a Techo - Argentina http://uni.cf/19SiUgW

 Bajar doc COMPLETO en
http://www.unicef.org/argentina/spanish/LasVoces_Techo_Unicef_Web2.pdf

https://www.facebook.com/UNICEFargentina

Arg- Estudio de UNICEF sobre Adolescentes en villas y asentamientos de Bs As

 31-x-13 Diarios: Tiempor Arg- Pagina 12- La Nacion
Importa destacar las DIVERSAS y SESGADAS LECTURAS que realizan 3 diarios sobre la misma noticia !!
PJ

Nueve de cada diez adolescentes que viven en las villas estudian- El 98,6% lee y escribe

Lo revela un relevamiento presentado ayer realizado por Unicef, que destaca, además, que la mayoría valora a su barrio como lugar de pertenencia y resalta a la violencia como un aspecto negativo con el que deben convivir.

Por: Gustavo Sarmiento- Tiempo Arg- 31-x-13
La mayoría de los adolescentes de villas y asentamientos de la Ciudad de Buenos Aires (CABA) y el Conurbano es optimista sobre el futuro de su país y su familia, nueve de cada diez estudian, y valoran a su barrio como lugar de pertenencia, aunque destacan a la violencia como aspecto negativo. Estos son algunos de los puntos del informe "Las voces de los adolescentes en villas y asentamientos de Buenos Aires", un relevamiento que apunta a las estigmatizaciones que recaen sobre los habitantes de estas zonas, dándoles voz sobre sus condiciones de vida, incluyendo el alto grado de acceso a consumos tecnológicos. En el trabajo, coordinado por Unicef Argentina, la organización TECHO y con asesoría de la consultora Analogías, más de 300 voluntarios encuestaron a 1100 chicos, tanto varones como mujeres, de entre 12 y 16 años, que residen en 128 villas y asentamientos del área metropolitana. El objetivo fue "tomar en cuenta las voces de los adolescentes más postergados como insumo para el diseño, la implementación y la evaluación de las políticas públicas".
El índice de hacinamiento refleja que hay 3,2 personas por ambiente en que se duerme, unas 6,4 por casa. El 89% de los encuestados es nacido en la Argentina, prácticamente todos (un 98,6%) saben leer y escribir, 9 de cada 10 poseen DNI, y únicamente 3 de cada 100 adolescentes tienen hijos (el 2,8%). Un 17% comparte su cama con otros, pero solo en el 2% de esos casos la otra persona es su pareja. El 36% no convive con su padre y el 32% está solo con su madre, un actor esencial en esos barrios. El 42% afirmó que (la madre) es la persona con la que más hablan sobre los temas que les interesan, y es la figura que mayoritariamente cena con ellos. También están presentes los hermanos y los abuelos. El padre, en cambio, es la cuarta persona buscada para dialogar, "tal vez porque las obligaciones laborales lo mantienen fuera del hogar en jornadas más extendidas". De hecho, manifiestan que casi no comparten comidas con él. "El rol protagónico evidenciado de las madres plantea el desafío de empoderar y capacitar a estas mujeres, siguiendo modelos como la Red de Madres contra el Paco", destaca el estudio.
Dos de cada diez no charlan sus problemas con la familia, y los que lo hacen abordan temas como la escuela (40,3%), las actividades del día (39,6%), y un 21,4% tocan la política y economía, del país y familiar, un número alto teniendo en cuenta la edad de los chicos. La inseguridad y la violencia sólo son tratadas en la familia por un 9,8% de los jóvenes, aunque en otra pregunta la citan ( a la violencia)como el aspecto más negativo del barrio (25%), seguido por el alcohol y la droga.
Casi 7 de cada 10 presenció alguna escena violenta en los últimos seis meses, y la mitad de los chicos considera que hay muchos o bastantes lugares inseguros en el barrio. "Ellos no ven en general al barrio como peligroso, sino que identifican 'zonas conflictivas' como una calle, pasajes oscuros, o una esquina", remarcó Ignacio Gregorini, director del Centro de Investigación Social en TECHO.
Un dato geográfico y de acceso a la educación se entrecruza con la violencia sufrida: cuanto más lejos queda la escuela de la casa, más casos de robo sufren los chicos en el camino. Más de la mitad del 8% que afirmó haber sido víctima de un robo o hurto camino al colegio se traslada más de 16 cuadras para ir a la escuela. Sin embargo, más del 75% que presenció escenas de inseguridad aseguró que le gusta su zona, aunque igualmente el 82% aspira a mudarse a otro barrio en el futuro, y la mitad lo haría hoy si pudiera. Los amigos y los vecinos son lo que más los lleva a no querer irse. De hecho, el desarraigo es uno de los reiterados reclamos de las familias de varios asentamientos precarios, como los linderos al Riachuelo, cuando les ofrecen la relocalización lejana adonde hoy viven.
Los amigos son con quienes concretan la mayoría de las actividades (60%), pero la falta de espacios públicos incide en que el deporte sea menos elegido que consumos tecnológicos, incluida la playstation. Para María José Ravalli (especialista en Comunicación de Unicef), "acá hay un montón de cosas relacionadas a la cotidianidad de los chicos que no siempre se reflejan. Los adolescentes usualmente están asociados a noticias sobre violencia como víctimas o victimarios."
La mitad de los chicos consideró buena o muy buena la situación actual del país, y nueve de cada diez es optimista con la realidad presente de su familia. Los futuros seis meses les resultan aun más esperanzadores. El 69% opinó que el país estará mucho mejor, mejor o igual de bien que ahora y el 94% dijo lo propio de su entorno. Los más optimistas son los que trabajan; y los varones que viven en la CABA que tienen entre 12 y 14 años.
El 89,6% de los adolescentes relevados está escolarizado actualmente (en los jefes de hogar es mucho menor), y la escuela como institución es muy valorada, donde aprenden mucho o bastante. El 95% afirmó que la escuela ayuda a tener una vida mejor en el futuro. "Es significativo que aún en los chicos que no asisten al colegio la valoración de la escuela es alta", destacó Ravalli.
Otro dato a tener en cuenta es el trabajo infantil. Casi el 40% de los adolescentes de 15 a 16 años manifestó estar trabajando o buscando trabajo. Un 9% de los menores de 15 ya está trabajando –más en Capital que en el Conurbano–, y existe una fuerte asociación entre el trabajo y la no concurrencia a la escuela: el 40% de quienes no van al colegio hoy trabaja, el 33% lo hace más de siete horas por día, al menos cinco días a la semana.
Casi tres de cada diez trabajan en el rubro construcción; luego vendedor en kiosco o almacén. Pero es interesante que, indagados por el trabajo que se imaginan a futuro, prevalecen el de docente, médico y policía.
"La participación en espacios comunitarios es, por lo general, muy baja, pero también lo es la oferta de espacios en donde hacerlo", continúa el informe. La institución líder es la iglesia o el templo, donde asisten casi la mitad, sobre todo los de menor nivel educativo. Segundo viene el club deportivo. "Me gustaría que el barrio tenga una sociedad de fomento más cerca, para que tengan juegos para los chicos y para que las madres se entretengan allá, que tengan clases de costura", cita el estudio a Gonzalo, de 12 años.
Esteban Fernández, coordinador de trabajo de campo de los voluntarios, relató: "Cuando llegabas y les decías a los chicos que querías oír su voz, tener sus testimonios, se emocionaban y querían participar, llamaban a amigos a que se sumen. Es notoria la importancia que le dan a ser escuchados y que puedan transmitir lo que piensan." «

  
"quiero que el barrio mejore"
Jacqueline Daniela tiene 13 años, y vive en el Barrio Iapi, en Quilmes. "Ahora estamos sin agua en casa, el gas es con garrafa, y la luz está conectada de un poste." Son cinco integrantes en su familia: su abuela, su tía, su prima de once años, su hermano de siete, y ella, que dice optar por su abuela para hablar en la casa. Los temas que más le interesa charlar son los del barrio, la situación de sus otros dos hermanos que viven a cinco cuadras, y "los problemas que tengo en la escuela", donde cursa 8º año. Sus inconvenientes son las discusiones que mantiene con compañeros y también con profesores. "Me dicen que haga algo, y me encapricho y no lo hago." Y continúa: "A mí me preocupa que mis hermanos estén bien, que el barrio mejore, porque hay muchos que roban."
Igualmente, dice ser optimista de su familia, del futuro, de ella. Un aspecto de lo que cuenta coincide con la encuesta. No engloba a todo el asentamiento como un todo violento, sino que puntualiza los sitios que todos los vecinos asumen como peligroso. "Se drogan en la esquina de mi casa, el humo nos hace mal, tienen que sacarlos."
Se queja de que "ningún político viene hasta acá", pero se alegra de que el jueves pasado recibió la netbook en la escuela media 13 a la que asiste. "Hoy la usamos en la escuela con la de Dibujo, escribimos algo y después hicimos un dibujo con la computadora, un paisaje imaginario."
Todavía no la usó para entrar a Internet porque "no hay mucha conexión", aunque ya tenía la posibilidad de entrar desde su celular. "Pasa que mi celular se cayó y se rompió, lo mandé a arreglar, la otra semana lo tengo que retirar." Eso sí, cuando tiene acceso a Internet no para de estar en Facebook, tal como lo refleja la encuesta: "Entro todo el día, las 24 horas, veo lo que comentan los demás, quién está conectado, si están mis hermanos." Hoy sus días pasan más entre la familia, las amigas y las tecnologías.  


acceso a la tecnología
Otro dato importante del informe es el consumo de tecnología que tienen los chicos, como sentimiento de pertenencia, formación y posibilidad de hacerse oír. "Con respecto al celular, la computadora y las nuevas tecnologías encontramos resultados similares a los que se vienen realizando sobre los jóvenes en general", expresó María José Ravalli, especialista en comunicación de Unicef. El 66% tiene teléfono celular, en particular las chicas. Como es de esperar, el porcentaje aumenta en la franja de 15-16, llegando a un 78 por ciento. Seis de cada diez celulares cuentan con acceso a Internet, pero sólo el 34% lo utiliza para esa función, probablemente por el "factor económico", indica el estudio.
En cuanto a computadoras, el 63% tiene una en su casa. En las de Capital llega a un 79 por ciento. Y el texto agrega: "Otro dato relevante es la incidencia en estos números del programa Conectar Igualdad: el 32,8% accedió a su computadora a través de este plan, y en la CABA ese porcentaje llega al 54,5%." El 73% del total de los consultados generalmente usa Internet, con alto protagonismo de los cyber o locutorios en un 31 por ciento.
Las actividades que más realizan en Internet son la de entrar a redes sociales o chatear (81%), y la escuela (59%). Entre las redes sociales más utilizadas, se destaca ampliamente Facebook, con un 89%, seguido de Youtube, 39%, y Twitter, con el 12 por ciento.
Esta alta participación en el uso y la conectividad es "una oportunidad para la difusión y construcción participativa de políticas públicas y el acceso a la información por parte de las/os adolescentes", subraya el informe.


UN ESTUDIO MUESTRA COMO PIENSAN, SIENTEN Y VIVEN LOS ADOLESCENTES EN ASENTAMIENTOS DEL AREA METROPOLITANA

El informe que derriba mitos y estigmas de los chicos de las villas

Seis de cada diez cuentan con una computadora en su casa. El 80 por ciento de los de 15 y 16 años tiene celular. La mayoría valora mucho la escuela como institución. Y quieren ser maestros, médicos o policías. Un relevamiento de Unicef muestra la forma de vida de los chicos de entre 12 a 16 años de esos barrios.
Por Mariana Carbajal- Pag 12- 31-x-13
El 63 por ciento de los adolescentes que viven en asentamientos y villas del área metropolitana tiene una computadora en su casa y, si bien sólo el 39 por ciento tiene acceso a Internet en su domicilio, el 74 por ciento se conecta a la web; casi cuatro de cada diez lo hace desde un cíber o locutorio. Facebook es el sitio que más visitan. Los datos surgen de una encuesta coordinada por Unicef, la organización Techo y la consultora Analogías entre 1.100 chicos y chicas de 12 a 16 años que habitan en 128 de esos barrios. El relevamiento encontró que el impacto del Programa Conectar Igualdad es muy significativo: el 32 por ciento de los encuestados accedió a una notebook a través de ese plan en el conurbano, mientras que en la ciudad de Buenos Aires ese porcentaje llega a 54,4 por ciento.
El 6,4 por ciento no estudia ni trabaja. Ese porcentaje llega al diez por ciento de los varones y al 14 por ciento de las mujeres, en la franja de 15 y 16 años. Por otra parte, casi el 40 por ciento de los adolescentes mayores manifestó estar trabajando o buscando trabajo (ver aparte). La encuesta encontró por otra parte que el 66 por ciento tiene teléfono celular, la mayoría con acceso a Internet, aunque no suelen navegar –seguramente por una cuestión de costos– y lo usan fundamentalmente para mandar mensajes de texto.
El estudio apuntó a conocer cómo piensan, sienten y viven los adolescentes en villas y asentamientos del área metropolitana. Los chicos y chicas encuestados valoran mucho la escuela como institución –incluso el diez por ciento que no asiste a clases–, con la persona que más conversan es su mamá, y lo que menos les gusta de su barrio es el problema de la inseguridad, en primer lugar, y en segundo, las drogas y el alcohol, y especialmente el paco. Tienen una mirada optimista en relación con su situación personal y frente al contexto que los rodea. ¿Qué es lo que más les gusta del barrio y de la escuela? Los amigos. “Los resultados de la encuesta nos alejan de la estigmatización y el lugar común que se cae cuando tendemos a ver a los adolescentes de villas y asentamientos como casos especiales. La cotidianidad de la vida que tienen es muy similar a la de otros adolescentes. Antes que otra cosa son chicos y su comportamiento antes que cualquier otra caracterización es la de chicos”, destacó Andrés Franco, representante de Unicef Argentina, durante la presentación de la encuesta.
Franco estuvo acompañado por María José Ravalli, especialista en Comunicación de Unicef, e Ignacio Gregorini, director del Centro de Investigación Social de Techo (antes Un Techo para Mi País), entre otros referentes de las entidades.
El 60 por ciento de los encuestados vive con ambos padres, el 32 por ciento con su mamá y el 4 por ciento con su papá. El promedio de familiares por hogar es de 6,4 personas, y si bien las familias son numerosas, más del 60 por ciento de las viviendas tiene menos de tres habitaciones sin contar el baño y la cocina.
El nivel educativo del jefe/a del hogar es bajo: el 20 por ciento no completó la escuela primaria; el 34 por ciento tiene primaria completa; el 22 por ciento, secundaria incompleta; y sólo el 18,8 por ciento terminó la educación secundaria o más. Entre los que respondieron la encuesta, nueve de cada diez adolescentes está escolarizado.
En cuanto al trabajo, el estudio confirma una fuerte asociación entre el empleo de los chicos y la no concurrencia a la escuela. El 40 por ciento de quienes no van al colegio, trabaja, y si bien tres de cada diez lo hace en el rubro construcción, los chicos sueñan con otras profesiones. Cuando se les preguntó en qué se imaginaban trabajando “cuando fueran grandes”, mencionaron que les gustaría ser maestros, médicos y policías, en los primeros lugares.
De acuerdo con la encuesta, la distancia que recorren los y las adolescentes entre su casa y el colegio podría asociarse a la exposición a la inseguridad. De los chicos escolarizados, casi el diez por ciento fue insultado y el ocho por ciento sufrió un robo en los últimos seis meses en el camino a la escuela. Más de la mitad de estos adolescentes que afirmó haber sido víctima de un robo o hurto se traslada más de 16 cuadras. En el tres por ciento de los casos mencionaron haber recibido disparos o quedar atrapados en un tiroteo. “El de la violencia es otro tema importante para ellos. Pero cuando se refieren a ese problema no hablan del bullying en las escuelas, que es más alto en colegios de sectores medios y altos, sino de la violencia en la calle. Pero tampoco podemos caer en estigmatizar como si todo el barrio fuera violento, lo que muestra la encuesta es que tienen identificados los lugares o sectores de su barrio que son inseguros”, señaló Franco. Calles oscuras, ciertos callejones, algunas áreas son los que señalan los chicos y chicas como más problemáticos.
El otro aspecto que subrayó el representante de Unicef de los datos que surgen del estudio es “el alto acceso a la tecnología” observado entre los adolescentes relevados.
El uso del celular se eleva entre los 15 y los 16 años a ocho de cada diez. Si bien el 61 por ciento del total de celulares tiene acceso a Internet, sólo el 34 por ciento de los chicos utiliza las funciones de navegación para consultar sitios web, usar redes sociales, chatear o escuchar música online y ver videos. Las actividades en Internet más mencionadas fueron la participación en redes sociales y chats. La encuesta ratifica otras mediciones que ubican a Facebook como el sitio más utilizado por los chicos.
El trabajo lleva como título “Las voces de los adolescentes en villas y asentamientos de Buenos Aires”. Las encuestas fueron realizadas entre noviembre de 2012 y febrero de 2013 por más de 300 voluntarios, en 128 barrios precarios, de la Ciudad, y 29 municipios del primer, segundo y tercer cordón del conurbano. Esteban Fernández, coordinador del trabajo de campo, destacó la buena disposición que encontraron entre los chicos y chicas para responder. “Cuando les explicábamos que la encuesta era para conocer su voces se emocionaban, llamaban a algún amigo, se re entusiasmaban”, apuntó.
Unicef informó que los resultados del estudio fueron compartidos ya con referentes de la Secretaría de Niñez de la provincia de Buenos Aires, del Ministerio de Desarrollo Social del gobierno porteño y de varias intendencias.
http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-232556-2013-10-31.html

El trabajo, las ocupaciones- Del total de adolescentes encuestados, un 13 por ciento refirió trabajar, pero ese porcentaje fue mayor entre aquellos de 15 a 16 años (19 por ciento) en comparación con los de 12 a 14 años (9 por ciento). Entre los mayores, otro 19 por ciento dijo estar buscando trabajo. Del 12 por ciento que trabaja, casi 3 de cada 10 lo hace en el rubro construcción; luego aparecen ocupaciones como vendedor en un kiosco o almacén (15 por ciento); como empleada doméstica (6,6 por ciento) y niñera (6,6 por ciento). Entre los adolescentes que trabajan, el 40 por ciento no asiste a la escuela.     http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/subnotas/232556-65544-2013-10-31.html

Expectativas por el futuro- Se les preguntó a chicos y chicas “¿Cómo creés que es la situación del país hoy?”: la mitad consideró que es buena o muy buena y la otra mitad que es mala o muy mala. Esta percepción, en realidad, contrasta con el altísimo nivel de satisfacción respecto de la situación de sus familias al preguntarles “¿Cómo creés que es la situación de tu familia hoy?”: 9 de cada 10 sienten que es buena o muy buena. En ese sentido, al preguntarles sobre sus expectativas para el futuro del país y sus familias en los próximos 6 meses, casi 7 de cada 10 opinó que el país estará mucho mejor, mejor o igual de bien que ahora. “Esto quiere decir que hay mayor optimismo hacia el futuro que satisfacción con el presente del país (50 por ciento). Y las expectativas futuras sobre la familia son nuevamente más optimistas: el 94,6 por ciento considera que estará mucho mejor, mejor o igual de bien que ahora”, señala el estudio “Las Voces de los adolescentes en villas y asentamientos de Buenos Aires”. http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/subnotas/232556-65545-2013-10-31.html

Las relaciones con la familia- La familia es valorada por los y las adolescentes de villas y asentamientos del ámbito metropolitano sobre todo por la unión y la comunicación entre sus miembros. En la encuesta realizada por Unicef, Techo y Analogías surgió que los aspectos que menos les gustan de sus familias son “los castigos, que me reten, que no me den permiso para salir, que no me dejen jugar” (30 por ciento); la falta de armonía y violencia verbal (23 por ciento), la violencia física (2,8 por ciento). Entre los temas que habitualmente conversan en familia, la mayor cantidad de respuestas espontáneas mencionó la escuela (40 por ciento) y las actividades realizadas o a realizar durante el día (40 por ciento), también aparecieron temas familiares (29 por ciento), cosas que vieron en la televisión (22 por ciento) y temas de política y economía del país y familiar (21,4 por ciento). La importancia de las madres es muy notable: es la persona con quien más comparten. También con quien más conversan: el 42 por ciento de las menciones espontáneas indicó a la madre, en un lejano cuarto lugar aparece el padre, con 8,8 menciones. http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/subnotas/232556-65546-2013-10-31.html

La opinión de los adolescentes- http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/subnotas/232556-65547-2013-10-31.html

El 82,7% de los adolescentes de las villas desea mudarse de su barrio -La Nacion 39-x-13

El 70% presenció "escenas de violencia en los últimos seis meses"; surge de una encuesta de Unicef, la asociación civil TECHO y la consultora Analogías; se encuestaron a 1100 chicos
El 82,7 por ciento de los adolescentes que habita en villas de Capital Federal y el Gran Buenos Aires desea mudarse a otro barrio y el 50% lo haría hoy si pudiera. Sin embargo al 77% de los entrevistados le gusta mucho o bastante el barrio. Si bien esto puede parecer contradictorio, se explica en el apego de los adolescentes al barrio, al hogar, la familia y los amigos.
Así lo reveló una encuesta realizada por Unicef Argentina, la asociación civil TECHO y la consultora Analogías, para la cual entrevistaron a 1100 chicos entre 12 y 16 años de 128 villas, 11 de la ciudad de Buenos Aires y 117 del Conurbano.
Según el relevamiento, difundido en una conferencia de prensa celebrada en la sede porteña de Unicef, en la que participó DyN, el 51,4 por ciento de los adolescentes consultados considera que "hay muchos lugares inseguros" en las zonas en las que residen, como "los pasillos, los lugares en los que se consume droga, las esquinas y las calles mal iluminadas".
Ese porcentaje se eleva a 64 por ciento en el caso específicamente de los chicos que viven en las villas de la ciudad de Buenos Aires y baja a 47 por ciento en el primer cordón del Conurbano bonaerense.
Siete de cada diez entrevistados manifestó haber presenciado alguna "escena de violencia en los últimos seis meses" y, en el mismo lapso, el 26,3 por ciento sufrió "agresiones verbales" y el 14 por ciento padeció un ataque físico.

Vivir lejos del colegio

El 35,5 por ciento de los adolescentes se traslada a más de 16 cuadras para ir a la escuela y esa distancia "parece asociarse a la exposición a la inseguridad o la violencia: cuanto más lejos queda el colegio, más casos de robo o hurto sufren los menores en el trayecto".
El 56 por ciento de los chicos que dijo haber sido víctima de un robo o un hurto recorre más de 16 cuadras para ir a la escuela.
El 43,5 por ciento de ellos sufrió "agresiones físicas" y, en los casos más extremos, "mencionaron haber recibido disparos o que quedaron atrapados en medio de un tiroteo".
Por otra parte, el promedio de familiares por hogar es de 6,4 personas, mientras el 60 por ciento de los adolescentes vive con ambos padres, el 32 por ciento, con su madre; y el 4 por ciento, sólo con su padre.

Más del 60 por ciento de las viviendas tiene menos de tres habitaciones, sin contar el baño ni la cocina, y el índice de hacinamiento es de un promedio de casi tres personas por ambiente.
Agencia DyN- 

http://www.lanacion.com.ar/1633978-el-827-de-los-adolescentes-de-las-villas-desea-mudarse-por-la-inseguridad

La vida en las villas: el 83% de los chicos quiere mudarse a otro lugar

Según un relevamiento de Unicef y Techo, la mitad de los jóvenes teme por la inseguridad; la madre es la principal figura de la familia

Por   | LA NACION 31-x-13
La cifra habla por sí sola. El 83% de los adolescentes de entre 12 y 16 años que viven en villas o asentamientos de la ciudad y el conurbano bonaerense desean mudarse a otro barrio y, si fuera posible, la mitad de ellos lo haría hoy mismo. Por otro lado, y aunque parezca contradictorio, el 77% admite que le gusta vivir en su barrio, producto del sentimiento relacionado con el arraigo y la amistad.
Los datos surgen de la encuesta "Las voces de los adolescentes en villas y asentamientos de Buenos Aires", coordinada por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y la organización Techo.
En el relevamiento, el 51% de los jóvenes considera que la zona que habitan es insegura y ese porcentaje crece entre quienes viven en la Capital.
Para el 93% de los chicos consultados, la madre es la persona con mayor presencia en la familia. La figura paterna aparece en el quinto lugar en las consideraciones, detrás de la madre, hermanos, abuelos y tíos. En el 32% de los casos, los padres no viven con sus hijos.
Además, el 13% de los menores encuestados trabaja.
Los datos son el fruto de un relevamiento realizado entre noviembre de 2012 y febrero de este año, en el que unos 400 voluntarios entrevistaron a 1100 chicos y chicas que viven en villas y asentamientos del área metropolitana de Buenos Aires. Los resultados fueron presentados ayer por los representantes de ambas organizaciones con el objetivo de dar a conocer qué piensan los jóvenes del sector social más postergado.
"Lo más interesante de la alianza de Unicef y Techo es poder levantar la voz de los chicos que viven en situación de vulnerabilidad", dijo en la presentación María Julia Gabosi, directora social de Techo. "Los adolescentes se sintieron escuchados y ahora tenemos el poder de seguir funcionando como un amplificador de sus voces", agregó.

Me gusta, pero me voy

Según el relevamiento, la mitad de los entrevistados vivió siempre en el mismo lugar. Y a pesar de que la gran mayoría desea mudarse en un futuro, el 77,5% admitió que le gusta mucho vivir en su barrio. Aunque eso suene contradictorio, la respuesta encuentra explicación en el apego de los chicos al lugar que los vio nacer, a la familia y a los amigos.
Los aspectos menos valorados del barrio giran en torno a la inseguridad. Más del 75% de los entrevistados dijeron haber presenciado escenas de inseguridad y 7 de cada 10 manifestaron haber visto al menos un episodio de violencia en los últimos seis meses, como peleas entre vecinos o discusiones. Asaltos, robos y crímenes (27,6%); alcohol y drogas, principalmente el paco (12,4%), y problemas no violentos con los vecinos, como distanciamiento o falta de solidaridad (12%), son los aspectos más negativos en la consideración de los jóvenes. Sin embargo, estos parámetros no influyeron en una percepción similar sobre el barrio.
La encuesta -en la cual también trabajó la consultora Analogías- puso énfasis en la familia y arrojó, en ese punto, datos para tener en cuenta. El promedio de personas por hogar es de 6,4; el 59,5% de adolescentes viven con ambos progenitores; el 32% lo hace con la madre, pero sin el padre, y el 4% sólo con el padre. De los números totales se concluye que el 36% de los chicos no comparten la vivienda con los padres.
Esos guarismos dan sustento al hecho de que la madre aparezca como el miembro de la familia con principal presencia en el hogar: un 93% de los jóvenes la puso por encima de los hermanos (83,7%), los abuelos (82,8%) y los tíos (73,6%) en la preferencia. El padre recién aparece en el quinto lugar, con el 60,8 por ciento. "Este parámetro puede ser indicativo de la ausencia del progenitor como jefe de hogar por cuestiones de trabajo o porque, simplemente, no está en la familia", explicó Ignacio Gregorini, director del Centro de Investigación de Techo.

Trabajo infantil

La ley 26.390, de prohibición del trabajo infantil y protección del trabajo adolescente, establece que la edad mínima de admisión del empleo es de 16 años. Y los adolescentes que trabajan deben hacerlo acompañados de un adulto.
Sin embargo, la encuesta demostró que el 13% de los 1100 entrevistados de entre 12 y 16 años manifestó tener un empleo y que sólo el 4,3% lo hace junto a un mayor. En resumen, 114 chicas y chicos trabajan sin haber alcanzado la edad mínima para hacerlo.
Un 19% de los chicos de entre 15 y 16 años consultados (84 de 440) admitió que está buscando trabajo. En tanto, 57 de 642 chicos de entre 12 y 14 años (el 9%) participantes en el estudio están en la misma búsqueda.
Tres de cada diez chicos tienen empleos relacionados con la construcción; le siguen vendedor en un quiosco o almacén (14,8%), empleada doméstica (6,6%) y niñera (6,6%).
En cuanto a cómo esperan ganarse la vida en el futuro, las profesiones universitarias fueron las más elegidas por los chicos encuestados, con un 23,7%; le siguieron docente (12,8%), y policía (9,9%). Al sumar otras opciones, casi un 25% piensa que tendrá un empleo relacionado con los servicios a la comunidad.

Acceso a la tecnología

Los adolescentes que viven en villas o asentamientos tienen un amplio acceso a teléfonos celulares, ya que 66% cuenta con al menos un aparato. Lo utilizan, principalmente, para enviar mensajes de texto, hablar y escuchar música.
Además, el 63% cuenta con acceso a una computadora en su casa, y el 66% cuenta con la posibilidad de conectarse a Internet. Casi el 90% de los jóvenes cuenta con una PC del programa Conectar Igualdad. El mayor uso que les dan a las computadoras es para navegar en las redes sociales y para estudiar.

Los números de una zona crítica

  • 40% De los chicos que trabajan no van a la escuela. Por otro lado, el 90% del total de la muestra dijo asistir a clases
  • 14% Es el porcentaje de jefa o jefe de hogar que se encuentra desocupado. El 77% de los encuestados dijo tener un empleo, mientras que el 4,3% ya es jubilado
  • 61,3% De las viviendas tienen menos de tres ambientes. El promedio de personas por ambiente es de 2,8, y de 3,2 por dormitorio o habitación en que se duerme
  • 21,4%De los jóvenes conversan con su familia de política y economía. Sólo el 2% habla del futuro y los proyectos familiares; además, el 16% debate sobre cuestiones del barrio
http://www.lanacion.com.ar/1634120-la-vida-en-las-villas-el-83-de-los-chicos-quiere-mudarse-a-otro-lugar?utm_source=n_tip_nota2&utm_medium=titularP&utm_campaign=NLCiu

miércoles, 30 de octubre de 2013

Mundo-El escándalo del hambre. El derecho a la alimentación, entre ecología campesina y producción agroindustrial

25-x-13 Biodiversidad en ALatina
Por José Carlos Bonino

La tierra puede ser vista como una superficie generatriz que nos da hospitalidad, con la cual dialogamos al interno de un proceso de reciprocidad e interdependencia, que se funde como proceso natural en la agricultura y tiene como escenario global la biosfera. O puede ser vista como un valor patrimonial, como un factor económico más de la producción de alimentos, induciendo artificialidad a los procesos naturales con practicas basadas en una visión compartimentada, mecanicista y a-biótica de la agricultura.



La agricultura de hoy, insuficiente e insostenible
Hoy por hoy, de las 200 mil especies vegetales selváticas según el bio-geografo Jared Diamond, solo algunas miles son idóneas para la alimentación humana y solo algunas centenas han sido adaptadas al consumo humano [1]. Tres cuartos de los productos alimenticios de todo el mundo derivan de siete especies de plantas: El trigo, el arroz, el maíz, la papa, la yuca, el sorgo y la cebada, y por lo que concierne al ser humano, la mitad del aporte calórico y proteico de los tres primeros cereales [2].

Por otro lado la tercera parte de las tierras del planeta son utilizadas para la cultivación y el pastoreo y a estas actividades se dedican 1,3 billones de personas, que representan la mitad de la fuerza de trabajo mundial [3]. La agricultura consume casi dos terceras partes del agua obtenida de lagos, ríos y fuentes acuíferas en todo el mundo.

Una tonelada de cereales producidos en régimen agroindustrial en monocultura con tecnología moderna, exige cerca de nueve veces más energía de la base ambiental (de la bio-capacidad del territorio en cuestión) que si se utilizaran métodos y técnicas agro sostenibles.

En la actualidad las practicas agrícolas no sostenibles sobre-utilizan la base ambiental global. El 90% de la energía utilizada directa o indirectamente en estas practicas, proviene de la utilización de productos químicos, maquinaria agrícola y sistemas de riego que aumentan las emisiones de CO2. Se prevé un aumento de la temperatura superficial global de 2,4° C en el periodo 2010 - 2020 [4], se pronostica además, que la degradación del clima erosione la producción global de alimentos en un 20%, a la vez que se prevé que el numero de personas que sufren hambre se incremente de los actuales 925 millones a 1200 millones para el 2025 [5].

El estrés ambiental que deriva del cambio climático, reduce la capacidad de respuesta tanto del sector agrícola industrial como del tradicional, ante al aumento de la demanda alimentaria global.

Además cerca del 10-12% de la producción mundial de cereales viene desviada de la autosuficiencia y seguridad alimentaria hacia la producción de agro-combustibles.


Técnica campesina, Revolución Verde y vulnerabilidad alimentaria

La producción agroindustrial vigente ha impulsado la modernización de la agricultura, empernándola en la extrema movilidad de los recursos para poderlos trasladar de una utilización a otra y así responder en modo flexible a las fluctuaciones de la demanda. En la agricultura la movilidad de los recursos es lenta. Los agricultores tradicionales son poseedores de recursos inamovibles en substancial desventaja con relación a la mayoría de las actividades económicas, y más aún, frente a la progresiva desmaterialización y transnacionalización de la economía. La Revolución Verde, volvió la agricultura menos eco-compatible en el afán de volverla mas industrializada, fraccionando el continuum de la producción de alimentos para convertirla en más movible. Los costos sociales de esta injerencia se han traducido en vulnerabilidad alimentaria para millones de personas en el mundo

La moderna producción agrícola, caracterizada por una fuerte mecanización, una producción en régimen de monocultura y orientada a mercados lejanos, afronta las adversidades ambientales, climáticas y agronómicas, recurriendo al uso intensivo de capital y de la manipulación bio química de los procesos de crecimiento en la producción de alimentos. Un ejemplo limite en el cual el ambiente circundante viene excluido casi del todo, se encuentra en la cultivación de verduras en viveros, sobre películas de agua con un grado de nutrientes controlado y un microclima recreado ad hoc.

En el extremo contrario, la técnica campesina tradicional se apoya en la diversificación de las especies cultivadas, destinadas muchas veces al auto-consumo, al uso de variedades diferentes de la misma especie, a la mano de obra familiar y a los mercados de proximidad, con tecnologías eco-compatibles adecuadas al contexto agroecológico, maduradas y perfeccionadas en el tiempo durante generaciones.

En el actual sistema alimentario las fases que llevan un producto agrícola desde el lugar de su cultivo en el campo hasta el lugar donde viene consumido son generalmente: siembra, cuido, cosecha, transporte primario, almacenamiento, transformación agroindustrial, comercio al por mayor, transporte secundario y comercio al detalle y al final consumo. Esta larga cadena de pasajes del llamado circuito largo, constituye uno de los puntos de fractura del moderno sistema de producción, circulación y consumo alimentario: el circuito largo ignora el calculo de la contaminación que puede verificarse en cada una de estas fases. En la actualidad cada producto viaja 50% más que en 1979, y nadie paga un impuesto por la contaminación que generan estos traslados. Cerca de tres cuartos del consumo de energía de la cadena alimentaria, se da fuera de las dos primeras y dos ultimas fases (transporte primario, almacenamiento, transformación agroindustrial, comercio al por mayor, transporte secundario) del sistema alimentario moderno.

Además, el circuito largo esta caracterizado por una elevada intermediación en el cual múltiples actores económicos explotan fragmentos de valor adjunto del articulado proceso que va del cultivo al consumo y en particular de la transformación agroindustrial.

Por lo que concierne a la distribución y al comercio de los alimentos, estos vienen monopolizados por 4 o 5 cadenas de supermercados [6], que se reparten el mercado y su poder crece en los países empobrecidos del hemisferio sur del mundo.

En este ámbito, la agricultura industrial en régimen de monocultura, con uso intensivo de capital e imput externos, destinado al circuito largo, tiene ventajas ante la producción familiar campesina a uso intensivo de trabajo, en régimen de policultura, con rotación de las cultivaciones y destinado al circuito corto.

La agricultura vista en una dimensión local, tiene una población o comunidad que pone en practica toda una serie conocimientos para interactuar con el entorno, conocimientos que progresivamente se van cimentando y acumulando un know how, constituido por experiencias almacenadas en la memoria autobiográfica primero y en la tradición local de la comunidad luego.

Observar el mundo rural a través de la óptica de la eficiencia económica y el productivismo no habla de los pequeños productores campesinos, (entre el 75-80% de la población sobrevive gracias a la producción de subsistencia de los pequeños productores [7]) los cuales trabajan la tierra para dar seguridad alimentaria a sus familias, producir sus propias semillas, plantas medicinales, alimentación para sus animales y materiales de construcción para sus casas. En este modo ellos garantizan su autosuficiencia alimentaria y un lugar en la comunidad en el cual ayudar y poder ser socorridos en los momentos de necesidad.

Los agricultores campesinos invierten sus ganancias en relaciones sociales y destinan parte de los productos de las cosechas o de la cría de animales, en fiestas, matrimonios y funerales en ofrendas al interno de la red comunitaria a la que pertenecen, para garantizarse un lugar en esa comunidad, en una praxis disciplinada por los mecanismos de control social orientados al conseguimiento del equilibrio, pero también nutridos por las transformaciones que derivan del conflicto social.

El mundo rural ha sido regulado a lo largo de su historia por una relación de reciprocidad, redistribución e intercambio [8]. Con la irrupción del la modernización de la agricultura, e este triangulo eco-compatible ha sido extrapolada una de las esquinas: El intercambio y a partir de este, ha sido reelaborado el todo. Ha sido realizado un reordenamiento en el cual la ganancia a través del intercambio se ha convertido en el ethos de las relaciones alimentarias. Las lógicas subyacentes a la reciprocidad y a la redistribución, han sido reelaboradas junto a su capital simbólico como son el prestigio, la confianza y solidaridad, sucesivamente monetizadas y disciplinadas por el crédito y la deuda. La visión moderna de la agricultura y su lógica no desaparecen lo existente, lo reelaboran y reordenan (como en este caso) instalando una nueva lógica hegemónica acorde a sus intereses, en el lugar de la lógica intrínseca que sustentaba el mundo rural.

El empresario agroindustrial tiene bien claro su objetivo: enriquecerse produciendo alimentos y tratando de obtener la máxima productividad inmediata de la tierra, se trata de dos racionalidades dicotómicas: El saber ecológico-campesino y la lógica económica-empresarial [9].


La globalización y el epistemicidio de los saberes campesinos tradicionales

Las comunidades campesinas representan un problema para el modelo agroindustrial dominante y para la doctrina económica que lo fundamenta. Estas comunidades se encuentran en una línea de frontera comportamental, se encuentran en una línea de confín ilegible con los instrumentos de la economía moderna formal: Prefieren la propiedad comunitaria a la propiedad individual, compran y venden poco, no tienen cuentas en el banco, ni tarjetas de crédito, son números inútiles para las cuentas del gran capital.

Los promotores de la globalización (en el mismo modo en el que convirtieron la agricultura en más fragmentada con la Revolución Verde) han reservado para los campesinos del hemisferio sur del mundo, un complejo procedimiento de ingeniería social [10].

Este, según las diferentes zonas del planeta comenzó hace tres o cuatro décadas y se agudizó con el Consenso de Washington [11] en 1989, en coincidencia con el final del bipolarismo. Este mecanismo inició con el abandono estatal de las políticas de crédito y ayuda a los pequeños productores campesinos, escenario que tuvo su continuidad en el éxodo rural, que ha alimentado la descampesinización y la progresiva urbanización. Sucesivamente estos trabajadores de la tierra llegados a las metrópolis fueron amontonados en las ciudades en forma desordenada, con la intención de convertirlos en consumidores de mercancías y sobre todo de servicios, precedentemente privatizados por el consenso de Washington. Su llegada ocasionó el derrumbe de los salarios urbanos, que incrementó la mano de obra a bajo costo, abriendo las puertas al modelo maquilero en el ámbito de la internacionalización industrial: mercancías que viajan por el mundo en busca de -en su jerga institucional- paraísos laborales, con bajos salarios, débil legislación laboral y gobiernos conniventes. Paralelamente transfieren también la sobre-producción agrícola del norte, altamente subvencionada para competir con la producción local con poco valor adjunto y muy debilitada con el abandono estatal del campo.


Una revolución hecha a costa del hemisferio sur del mundo

A la mitad de los años 70 las Naciones Unidas dieron su apoyo a la Revolución Verde en la reunión mundial de la alimentación en 1974 “para eliminar el hambre en el mundo en una década”. La Revolución Verde fue propuesta como la mejor forma de proveer alimentos a una población mundial en crecimiento constante y prometió además el aumento de los rendimientos gracias al uso intensivo de la química. Una parte considerable de los pequeños agricultores obtuvo rendimientos más elevados gracias a la Revolución Verde, pero este resultado fue conseguido a costa de la perdida de la biodiversidad, de la contaminación de los suelos, de los cuerpos hídricos y de la atmosfera. Además, la agricultura industrial barrió las diferentes agriculturas y ecologías locales en el planeta y produjo una mayor dependencia económica, tecnológica y alimentaria de los países empobrecidos en relación a los países ricos y por consecuencia aumento la deuda externa.

Para pagar los intereses de la deuda externa estos países se vieron obligados a orientar su producción hacia la agricultura industrial en régimen de monocultura para la exportación, sacrificando la soberanía alimentaria y la producción interna e incrementando la importación de alimentos básicos para sus poblaciones. Además los países empobrecidos se vieron obligados a liberalizar sus economías. Tres motivos empujaron a estos países a liberalizar:

Algunos países necesitaban crédito internacional y en cambio aceptaron los programas de ajuste estructural promovidos por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Otros abrieron sus mercados para entrar a los acuerdos de libre comercio, por miedo a quedar al margen de la “globalización” o porque convenía a la elite local de turno al poder. Otros, liberalizaron en el contexto del Consenso de Washington [12] visto entonces como la solución a la crisis de la deuda del sur del mundo en los anos ochenta [13].

En la fase de las liberalizaciones, los países redujeron sus tarifas y eliminaron las cuotas que protegían la producción autóctona. Privatizando las instituciones estatales que se ocupaban de proteger a los pequeños productores, alimentaron de hecho la incapacidad de las políticas publicas internas de incidir en los modelos de oferta alimentaria, ya que buena parte de los instrumentos abolidos, como los subsidios, el poder de compra-venta estatal de cereales para incidir en los precios del mercado y la creación de techos de precios para los productos agrícolas presentes en las canastas básicas de los diferentes países, prácticamente desaparecieron y las políticas sectoriales en este ámbito fueron subordinadas al alcance de los equilibrios macroeconómicos, decididos en los grandes institutos financieros del norte del mundo.

La factura social fue pagada por los países de baja renta, donde la agricultura es la base principal de subsistencia para el 50-90% de la población [14], esto responde al hecho que los países del hemisferio sur del mundo son más vulnerables, ya que utilizan entre el 70-80% de la renta en gastos ligados a la alimentación, es decir que ante variaciones de su poder de adquisición su rentase erosiona más rápidamente, mientras que en los países ricos utilizan en la alimentación entre el 10-15%.


Las corporaciones y la privatización de la naturaleza

“En marzo de 1998 el ministerio (estatal) norteamericano de la agricultura y una empresa privada la Delta and Pine Land depositaron la patente de una técnica de transgénesis llamada Control de la expresión de los genes: en realidad una planta genéticamente manipulada que produce una semilla estéril. Dos meses después la Monsanto compró esa empresa y su patente que luego depositó en mas de 80 países” [15].

Hecho que representa un parte aguas y el inicio de la privatización de la biomasa y la reserva biogenética. No se puede vender a un campesino lo que ya produce (las semillas) o lo que dispone en abundancia en la naturaleza. Este representa el punto de fractura a-biótico porque para privatizar una patente por medio de un programa genético (una variedad de maíz presente en el campo del campesino) es necesario prohibir al agricultor que siembre el grano que cosecha, es decir que realice la practica fundadora de la agricultura, expropiando así un bien común propiedad de toda la humanidad [16]. La esterilidad del grano permite a las transnacionales que su programa genético sea prisionero, es decir que se autodestruya en el campo del campesino.

Las transnacionales que se dedican al negocio de la mercerización de la reserva biogenética tienen un poder cada día más incisivo sobre la seguridad alimentaria; este poder además esta concentrado en pocas transnacionales: Las tres más grandes (Monsanto, Dupont, Syngenta) controlan el 47% del mercado mundial de semillas patentadas [17].

En la actualidad se asiste al tentativo de los grandes carteles internacionales de la alimentación, de decidir que producir y en que cantidades, ejerciendo su poder factico en el frágil sistema alimentario mundial sobre todo en los países más pobres caracterizados por vulnerables realidades locales, muchas veces semi-analfabetas, de trabajo artesanal y comercio informal.

De este modo, ellos disponen de un recurso casi igualmente peligroso y estratégico que las armas: el acceso a la alimentación.

Hace tres décadas eran miles las compañías de distribución de semillas, instituciones publicas de mejoramiento de simientes, hoy existen solo diez grandes corporaciones que controlan más de dos tercios de la venta de semillas.

De decenas de industrias de abono que operaban en el mercado hace tres décadas, hoy tres controlan el 90% de las ventas de agroquímicos en el planeta [18].

De casi mil industrias en el sector de la biotecnología hace quince años, actualmente diez concentran más de tres cuartos de las ganancias, con una posición hegemónica en el mercado.

Según la FAO [19] 30 millones de dólares al año serían suficientes para reducir antes del 2015 a la mitad el numero de personas que sufren de hambre, es decir, menos de una decima parte de las subvenciones acordadas para la agricultura de los países ricos del hemisferio norte [20]. Las estimaciones de la FAO afirman que al final del 2010 eran 925 millones de personas con desnutrición de las cuales el 98% en los países empobrecidos.

Se trata de un problema estructural, de la dificultad en el poder de compra de esa tercera parte de los habitantes del planeta que ganan menos de dos dólares al día, al mismo tiempo según Jean Ziegler, ex relator de las Naciones Unidas para el derecho a la alimentación, afirma que la agricultura actual podría alimentar a doce billones de personas, el doble de la población actual.

Las tendencias centrifugas de la globalización expulsan cada día a más personas del contrato social en el ámbito del desmantelamiento del estado nacional, de la privatización de sus sectores estratégicos y de la transnacionalización de la economía [21], situación que no favorece la tutela de la soberanía económica y alimentaria. En este contexto, los estados-nación se han convertido en un actor más en el cuadro geopolítico de una basta gama de redes transnacionales. El ingreso de grandes transnacionales en el mercado terriero ha provocado una fractura en la soberanía nacional. La agenda agrícola rural en la actualidad esta siendo dictada por los intereses del agrobusinnes y esta alimentando el global land grab [22], una especie de subarrendamiento de millones de hectáreas de tierras nacionales (en países como Etiopia, Camboya, Mali, Filipinas) que están terminando en manos de inversionistas privados en colusión con las elites gobernantes de estos y otros países empobrecidos del sur del mundo.


Los fertilizantes sintéticos y el abandono de la policultura

La modernización de la economía agrícola y la Revolución Verde han llevado a la utilización masiva de fertilizantes sintéticos y al abandono progresivo de la policultura. Las consecuencias han sido numerosas: Fractura del ciclo natural por la sobreutilización de la tecnología, intensificación del uso de agua, de la energía y del suelo; perdida de la agro diversidad; de pauperización de los conocimientos campesinos, éxodo rural y sucesiva descampesinización, crecimiento demográfico urbano, concentración de la propiedad y proletarización de la clase campesina, interdependencia alimentaria entre el hemisferio norte y sur del mundo, y consecuente vulnerabilidad del tríptico: seguridad, autosuficiencia y soberanía alimentaria.

Además, se empieza a hablar de “epistemicidio de los saberes milenarios campesinos” [23] ligados a la producción de alimentos. La agronomía y las políticas de desarrollo se han edificado en el desconocimiento de los saberes tradicionales, que se pierden a medida que el éxodo rural quiebra el nexo entre campesinos y tierra; como resultado el 70% de la población mas pobre en el mundo, vive y trabaja en áreas rurales [24].

La lógica económica neoliberal imperante, ha promovido una agricultura en régimen de monocultura, esta lógica, ha provocado una fractura en el ciclo natural, obstaculizando la lucha contra los parásitos de las plantas ya que ignora la tendencia de la naturaleza a sostener la biodiversidad, provocando la desaparición de los antagonistas naturales. Las monoculturas son raras en la naturaleza, además de ser verdaderos paraísos para las enfermedades de las plantas y la proliferación de los insectos. Actualmente estas enfermedades destruyen el 13% de las cultivaciones del planeta, los insectos el 15% y las yerbas infestantes el 12%, para llegar a un total de cerca del 30% [25].

Como respuesta al aumento de la resistencia de las plantas a los pesticidas y al empobrecimiento del suelo, los mismos que promovieron la revolución verde hoy proponen una solución a través de la nanotecnología [26], la ingeniería genética y la biología sintética [27]. Esta revolución genética tiene como objetivo la expropiación y el monopolio del acceso y control de los recursos vivos, además del conocimiento asociados a patentes. En la visión de sus promotores, la combinación del aumento de la población y el colapso de los ecosistemas nos ponen ante una situación de “emergencia tecnológica”, donde las corporaciones agroalimentarias y sus centros de investigación deben tener la libertad de usar la ingeniería genética y la biología sintética como instrumentos de bio-seguridad, con el objetivo de adaptar los cultivos y los animales de cría a las variables condiciones climáticas. Al mismo tiempo que se deben desarrollar los agro-combustibles para proteger el status quo ante la crisis que se producirá por la eminente fin del petróleo, sobre el cual ha sido fundado nuestro desarrollo y nuestra tecnología.

Como resultado tenemos la mercerización de la biomasa que según Path Mooney del movimiento canadiense ETC, más de un cuarto de esta ya es mercadería [28].

En los últimos siete años en efecto, la especulación de los alimentos han contribuido a afligir la compleja geografía del hambre planetario. Luego de la crisis de los mutuos que ha puesto al descubierto la crisis financiera en el hemisferio norte, ha ocurrido el derrumbe de las acciones, títulos y formas de inversión tradicionales.

Después de una intensa campaña conducida por los Lobby de los bancos, políticos liberales y fondos de inversión, las materias primas en particular las alimentarias más seguras (donde por seguras se entiende aquellas indispensables para la sobrevivencia) se han convertido para los inversionistas de la bolsa en un “bien refugio” come sucede con el oro en periodos de carestía, ocasionando por consecuencia la inestabilidad de los precios. Los instrumentos financieros derivados como los future, inventados como instrumentos de cobertura contra los riesgos comerciales, se han vuelto un medio para apostar sobre la tendencia de los precios de los alimentos, que han pasado de ser alimentos para nutrirnos a un asset financiero.

Los grandes bancos implicados (Goldman Sachs, Bank of America, Citibank, Deusche Bank y Hsbc [29]) que realizan intermediaciones entre el producto real y los especuladores, obtienen grandes ganancias, mientras la seguridad alimentaria está a merced de los negocios de pocos. Entre los instrumentos financieros derivados y la economía real de los pequeños productores tradicionales (que en el mundo garantizan la alimentación de entre el 75-80% de la población [30]) se interpone una distancia sideral, cuanto entre una pequeña parcela de tierra de un país en el extremo sur del mundo y las oficinas con sus relucientes pisos de mármol de la bolsa de Chicago, donde en fracciones de segundos se mueven virtualmente miles de toneladas de granos básicos, arroz, maíz, trigo, sin que un solo grano se mueva de los conteiner donde están almacenados. Un reciente informe de la FAO y del OCSE afirma que el precio de las materias primas en la próxima década tenderá a crecer entre un 15% y un 40% en el periodo entre 2010 y 2019 respecto al periodo 1997-2010 [31].


¿Fantasías románticas?

Hoy en día entrados a la curva descendente de la producción y disponibilidad mundial de petróleo, la agricultura industrial viene privada de su elemento fundante, carburante fósil a bajo precio, prepararse al cambio dirigiéndose hacia una agricultura post-fósil [32] podría ser el inicio de la solución. Donde el uso de la química no sea necesario, gracias a la rotación de los cultivos y a la diversidad de las especies en la misma parcela. Donde se tenga mayor cuidado a la interdependencia entre los diferentes tejidos vitales del ecosistema donde se cultiva, una migración paradigmática hacia sistemas agrícolas bio-diversificados y respetuosos de las especificidades locales.

Criticar el modelo industrial de producción agrícola no presupone un regreso romántico a la tierra, ni una invitación a convertirnos todos en campesinos, mas bien, reflexionar sobre los efectos alterantes que la agricultura industrial ha ocasionado en un planeta con recursos limitados, un llamado a asumir nuestras responsabilidades individuales ante la agricultura y la sostenibilidad. Lo que sucede en la agricultura tiene efectos en la nutrición, en la salud, en la igualdad de genero y en la estabilidad social. En nuestro tiempo se esta asistiendo al desmantelamiento de la agricultura sostenible, de los sistemas alimentarios locales y del entramado social y comunitario en las cuales reposan, situación que esta empujando poblaciones enteras hacia la vulnerabilidad alimentaria y por ende social.

Nos encontramos ante dos modelos antitéticos de subsistencia, que la Via Campesina ha sintetizado como el Episteme del conocimiento científico versus la Mentis de los agricultores locales. Dos modelos agrícolas y alimentarios en el que uno debe prevalecer sobre el otro, la decisión es política y antes que política, ética. El problema del derecho a la alimentación como el de todos los derechos humanos “no es justificarlos, cuanto protegerlos, no es un problema filosófico sino político” [33] por esto sus soluciones no serán científicas, ni técnicas, sino políticas.

El hambre, enfermedad psicofísica invalidante, es el fragmento de un rompecabezas mas complejo, en el cual convergen las vulnerabilidades de nuestro tiempo.
24/10/13

Por José Carlos Bonino
Notas:

[1] Jared Diamond, Guns, Germs and Steel, The Fates of Human Societies, 1997; Armi, acciaio e malattie, Einaudi, Italia 2005.

[2] Paul Hawken, Amory Lovins e Hunter Lovins, Capitalismo Naturale Edizioni Ambiente, Italia, 2001

[3] Luca Colombo, Fame produzione di cibo e sovranità alimentare, Jaca Book, Italia, 2002

[4] Intergovernmental Panel on Climate Change: http://www.ipcc.ch/

[5] Fao, The State of Food Insecurity in the World 2010, scaricabile dal sito www.fao.org.

[6] Stéphane Parmentier, Improvvisamente apparve la fame, Le Monde Diplomatique, Italia, 2009

[7] Riccardo Bocci, Giovanna Ricoveri, Agri-Cultura. Terra Lavoro Ecosistema, Bologna Emi, Italia, 2006

[8] Karl Polanyi, La grande trasformazione, Giulio Einaudi editori s.p.a. Italia, 1974.

[9] Víctor M. Toledo, La racionalidad ecológica de la producción campesina. En E. Sevilla Guzmán y M. González Molina (eds), Ecología, Campesinado e Historia. La Piqueta, España, 1993.

[10] Vandana Shiva, The violence of the green revolution: Third World agriculture, ecology, and politics, 1992, pag. 20.

[11] El llamado «Consenso de Washington» es producto de un acuerdo consensuado entre representantes del complejo político-económico-militar- intelectual (BM, FMI, BID, Reserva Federal EUA, Agencias Económicas del Gobierno EUA, funcionarios del Gobierno EUA, miembros del Congreso y grupo de expertos) con relación a diez instrumentos de política que se pueden agrupar en cinco ámbitos: El paquete fiscal (disciplina fiscal, focalización del gasto público y reforma tributaria); el paquete financiero (liberalización financiera y prudente supervisión); el paquete del sector externo (tipos de cambio competitivos, políticas comerciales liberalizadas, eliminación de los aranceles y fomento a la inversión extranjera directa), y el paquete de la Reforma del Estado (privatización de las empresas públicas, desregulación de la economía y garantía para los derechos de propiedad intelectual) (Moreno, 2004).

[12] Si veda: ver aquí

[13] ibidem.

[14] Wolfgans Sachs, Tilman Santarius, Commercio e agricoltura. Dall’efficienza economica alla sostenibilità sociale e ambientale, Emi, Italia, 2007

[15] Jean Pierre Berlan (ed.) La guerra al vivente, organismi geneticamente modificati e altre mistificazioni scientifiche, Editorial Bollati Boringhieri, Italia, 2001,

[16] ibídem.

[17] Gruppo ETC, De quien es la naturaleza: El poder corporativo y la frontera final en la mercantilización de la vida. Noviembre 2008.

[18] ibídem.

[19] En www.fao.org.

[20] Stéphane Parmentier, Improvvisamente apparve la fame, Le Monde Diplomatique- Il Manifesto, Italia, 2009

[21] Saskia Sassen. Critique de l’état, Territoire, Autorité et Droits, de l’époque médiévale à nos tours. Editorial, Demopolis, France, 2009.

[22] Del verbo to grab, agarrar, arrebatar.

[23] Silvia P. Vittoria, Via Campesina 2009.

[24] Wolfgans Sachs, Tilman Santarius, Commercio e agricultura. Dall’efficenza economica alla sostenibilità sociale e ambientale,. Emi, Italia, 2007.

[25] Paul Hawken, Amory Lovins e Hunter Lovins, Capitalismo Naturale. Edizioni Ambiente, Italia, 2001.

[26] ¿Qué pasa con la nanotecnología? Regulación y geopolítica. Grupo ETC; vigilando el poder, monitoreando la tecnología, fortaleciendo la biodiversidad. ver aquí (pdf)

[27] La biología sintética representa un salto cuántico en biotecnología, mucho más allá de transferir genes entre especies: busca construir microorganismos vivos auto-replicantes, completamente nuevos, que tengan el potencial (parcialmente probado / parcialmente teórico) de convertir cualquier biomasa o insumo de carbono en cualquier producto que pueda fabricarse a partir de carbono fósil, y mucho más. En otras palabras, desde la perspectiva de la biología sintética, el recurso base para el desarrollo de materiales comercializables y “renovables“ (que no sea petróleo) no lo encontramos solamente en el 23.8 % de la biomasa terrestre que ya se usa y comercializa anualmente, sino también en el restante 76.2% de biomasa que ha permanecido hasta hoy fuera de la economía del mercado. LINK: ver aquí (pdf)

[28] Los amos de la biomasa en guerra por el control de la economía verde, Junio 2012, ver aquí (pdf)

[29] Andrea Baranes (ed.), Scommettere sulla fame, crisi finanziaria e speculazioni su cibo e materie prime. Fondazione Culturale responsabilità Etica, Dicembre 2010, Italia.

[30] Riccardo Bocci, Giovanna Ricoveri, Agri-Cultura. Terra Lavoro Ecosistema, Emi, Italia, 2006.

[31] Oecde and Fao, Average commodity prices to rise in 2010-2019, ver aquí

[32] Commercio e agricoltura: dall’efficienza economica alla sostenibilità sociale ambientale (a cura di) Wolfgans Sachs, Tilman Santarius. Emi Italia, 2007.

[33] Norberto Bobbio, L’età dei diritti, Einaudi editore, Italia, 2005.
Fuente: Rebelión
http://www.biodiversidadla.org/Principal/Secciones/Documentos/El_escandalo_del_hambre._El_derecho_a_la_alimentacion_entre_ecologia_campesina_y_produccion_agroindustrial

Mundo- Las plantas transgénicas producen proteínas distintas a lo que era de esperar. Entrevista al Dr. Thierry Vrain

25-x-13 Biodiversidad en ALatina

El Dr. Thierry Vrain, exbiólogo del suelo y científico genético, trabajó en el Ministerio de Agricultura de Canadá durante 30 años. Fue designado portavoz de seguridad de los cultivos transgénicos. Desde que se retiró hace 10 años, después de reconocer las pruebas científicas que antes ignoraban los promotores de la Industria Biotecnológica y las Agencias de regulación del Gobierno, el Dr. Vrain ha cambiado su posición y ahora advierte de los peligros de los transgénicos.


Tsiporah Grignon: ¿ Se produjo algún acontecimiento crucial para que cambiase su posición sobre los transgénicos?

Dr. Thierry Vrain: Como científico que trabajaba para el Gobierno, yo no cuestionaba el status quo ni los dogmas. Hacía mi trabajo y fui la persona designada por el Instituto para tranquilizar al público, de modo que estaba muy ocupado. Cuando me jubilé, mi esposa y yo comenzamos a cultivar una granja ecológica, y fue cuando empecé a descubrir nuevas cosas sobre la biología del suelo, algo que nunca me habían enseñado en la escuela de posgrado. Al no estar en nómina, pude leer diferentes fuentes y mirar la Ingeniería Genética desde otro punto de vista. Así fue como me di cuenta de que los transgénicos no eran ni perfectos ni pintaban un mundo de color rosa.

Tsiporah Grignon: Es asombroso que la gente no cuestione la idea de alterar el ADN. Cuando Monsanto y otras empresas afirman que un organismo modificado genéticamente es sustancialmente equivalente a las planta convencional, no dejo de pensar en lo ilógico de esto, porque cuando se altera el ADN, la planta entera se altera. No es lo mismo, y ciertamente no es algo natural.

Dr. Thierry Vrain: Eso depende de su visión del mundo. Como científico, cuando se añade el gen de una bacteria a una planta o un gen vegetal a un pez, o un gen humano al maíz, o se cultivan 10.000 hectáreas de maíz para producir insulina, lo considero un progreso. Así que si una planta tiene un gen bacteriano, todavía se parece mucho a una planta de tomate. Mucho se podría decir sobre el sabor de ese tomate, pero es fácil creer en la equivalencia sustancial.

Tsiporah Grignon: ¿Qué piensa de las afirmaciones de la Industria Biotecnológica al decir que tiene respuesta a la alimentación en el mundo, con el aumento del rendimiento de los cultivos y la disminución en el uso de pesticidas y herbicidas, y la disminución en los costes?

Dr. Thierry Vrain: Charles Benbrook ( Corrección de GMWatch: debe referirse al Dr. Doug Gurian-Sherman), jefe de la Unión de Científicos Preocupados de California, que elaboró las estadísticas de la USDA para comprobar el aumento de los rendimientos, y descubrió que no hay aumento en el rendimiento, y de hecho, hay una ligera disminución, ya que algunos cultivos transgénicos no son tan buenos como los cultivos convencionales. El uso de herbicidas está aumentando. Los agricultores también están preocupados por la aparición de malezas resistentes a esta tecnología. Los herbicidas usados en los cultivos transgénicos resultan inútiles cuando las malas hierbas se vuelven resistentes. Esto ya fue predicho hace 25 años. Lo mismo ocurrió con la resistencia de los insectos. […] Ahora se anima a los agricultores a rociar insecticidas en los cultivos BT para que los insectos no se hagan resistentes a la tecnología de la Ingeniería Genética… ¡Es una locura!

Tsiporah Grignon: Como biólogo del suelo, ¿cuáles son los efectos de los cultivos transgénicos en el suelo?

Dr. Thierry Vrain: Roundup (el herbicida de Monsanto) es un quelante, de modo que retiene el manganeso, el magnesio y algunos otras minerales, así que la planta, básicamente, se muere de hambre. Es posible que también se las prive de otras sustancias necesarias, pero no creo que esté documentado.

Tsiporah Grignon: ¿Ha leído la investigación del Prof. Huber sobre el glifosato, el principal ingrediente activo del herbicida Roundup de Monsanto?

Dr. Thierry Vrain: Don Huber estudió el efecto de Roundup en la disminución de los nutrientes en la planta. Pasé un tiempo con él hace dos años, así que estoy bastante familiarizado con lo que ha escrito. Es interesante constatar el efecto de la planta modificada genéticamente en el suelo. La planta modificada genéticamente es una planta con un nuevo gen que se ha insertado en algún lugar y por lo general con un gen que la dota de un nuevo rasgo, por ejemplo, un gen bacteriano que produce una proteína que mata a las orugas. Pero se trata de un proceso aleatorio. Usted necesita una forma de insertar ese gen en la planta. Y hasta hace poco, la manera de hacerlo era insertar otro gen, un gen resistente a los antibióticos, por lo general genes bacterianos. Y ese gen de resistencia a los antibióticos se encuentra en el genoma, por tanto en las raíces, de modo que puede ir al suelo, y ser recogido por la bacterias del suelo. Hay una publicación en China, de la Universidad de Sichuan, en la que los investigadores demuestran que todos los ríos de donde se cogió agua contenían genes de resistencia a los antibióticos, que con toda probabilidad provenían de las plantas transgénicas cercanas.

Tsiporah Grignon: ¿Qué descubrió el Proyecto del Genoma Humano?

Dr. Thierry Vrai: En todas las células de todos los organismos vivos se encuentran los tres principales tipos de moléculas: hidratos de carbono, que se producen por fotosíntesis en las plantas gracias a la radiación solar, los lípidos y las proteínas. Los hidratos de carbono y los lípidos no se mueven, sino que se asientan en un lugar. Las proteínas hacen el trabajo porque se desplazan. Cada molécula de proteína se puede mover, y de ese movimiento se puede obtener algo. Esa molécula puede provocar una reacción en otras moléculas y afectar a la célula. Eso es lo que hacen las proteínas. Las proteínas son las que dan vida, porque la vida es movimiento. Así que cuando se quiere diseñar una planta, lo que realmente se está haciendo es Ingeniería de una proteína, para que esa proteína haga algo nuevo en la planta, tales como la resistencia a herbicidas o a los insectos.
El Proyecto Genoma Humano finalizó en 2002. Se tardaron 10 años en obtener la secuencia de todo el genoma de una persona. Todo el genoma está descifrado. Fue algo muy importante, ya que las funcionen del cuerpo humano son mantenidas por cerca de 100.000 proteínas. Ya se conocía desde la década de 1940 que el ADN sintetiza proteínas, y la hipótesis de esa década era que cada gen sintetizaba una determinada proteína. Así que si tenemos 100.000 proteínas en nuestro cuerpo, deberíamos tener 100.000 genes o más. Pero cuando se completó el Proyecto del Genoma Humano, nos dimos cuenta de que sólo teníamos 20.000 genes en nuestro cuerpo. ¿Y 20.000 genes pueden producir 100.000 proteínas? Las matemáticas no cuadran y eso es a lo que me refiero. De hecho, en 2002, el dogma de una gen una proteína se terminó, y se vio que las cosas no funcionan de esa manera.
Lo que hemos descubierto es que el genoma de cualquier organismo vivo es un ecosistema mucho más complejo, en el que el 95% del ADN regular el otro 5% que codifica las proteínas. El resto no tenemos ni idea de cómo funciona. Cuando estaba en la Universidad, y cuando más tarde fui Ingeniero Genético, se le denominó ADN basura. Cuando un Ingeniero Genético pone un gen extraño en una planta, ese gen va a producir una proteína, gen que puede ir a cualquier parte de la planta, ya que no hay control sobre ello. Puede ir a cualquier parte del genoma, a cualquier parte del cromosoma. Y ese gen está ahora bajo una secuencia reguladora que no estaba regulada naturalmente con anterioridad.
Hay un buen número de estudios que muestran ahora que las plantas transgénicas producen unas proteínas que son muy diferentes de las proteínas que se esperaban, llamadas proteínas anormales. Esas proteínas pueden funcionar como proteínas que matan las orugas, por ejemplo, pero puede que no. Son proteínas diferentes, y esas diferencias no se han estudiado. El dogma sería: usted inserta un gen y obtiene la proteína que desea. Tanto es así, que las agencias de regulación, cuando quieren poner a prueba la seguridad de los cultivos transgénicos, todo lo que necesitan es mostrar que la proteína que se insertó en la planta es segura, pero no prueban la nueva proteína que en realidad se ha creado en la planta.

Tsiporah Grignon: Entonces, estas secuencias no deseadas ni siquiera se observan, se ignoran por completo.

Dr. Thierry Vrain: Totalmente.

Tsiporah Grignon: Entonces, ¿cómo se puede decir que los transgénicos son seguros?

Dr. Thierry Vrain: Antes de que finalizase el Proyecto Genoma Humano, un gen una proteína, esa era la teoría. Los científicos pensaban que simplemente se cogía un gen de una bacteria y se ponía en otra bacteria, y así se obtenía la proteína deseada. De ahí que se considerase sustancialmente equivalente.

Tsiporah Grignon: ¿Se han ignorado los resultados del Proyecto Genoma Humano?

Dr. Thierry Vrain: Creo que las consecuencias del Proyecto Genoma Humano son convenientemente ignoradas. Tan pronto como se empiece a cuestionar esto, que puede haber más proteínas en la planta que las deseadas, usted coge los reglamentos de la FDA, que son muy claros: si usted pone en el mercado algo que no es sustancialmente equivalente, algo que es diferente, algo que tiene una nueva proteína o proteínas algo diferentes, o los nutrientes son diferentes, entonces de modo automático se deben hacer estudios. Desde 1996, ha renunciado por completo a esta responsabilidad, diciendo que son sustancialmente equivalentes, alegando que no hay diferencias, de modo que las empresas ni siquiera tienen que hacer prueba alguna de seguridad.

Las grandes empresas de Biotecnología compran Tribunales, Gobiernos y Parlamentos (Parte II)

Tsiporah Grignon: En el documental “El mundo según Monsanto” se expusieron las puertas giratorias entre la Industria Biotecnológica y los Gobiernos.

Thierry Vrain: He leído que al Dr. Shiv Chopra le ofrecieron un millón de dólares a cambio de que cerrase los ojos en el asunto de la hormona de crecimiento bovino recombinante (RGBH), pero se negó y fue despedido por no callarse. (Nota del editor de GMWatcfh: Los doctores Shiv Chopra, Margaret Haydon y Gérard Lambert fueron los científicos despedidos del Servicio de Salud de Canadá por insubordinación en el año 2004, después de haber manifestado públicamente serias reservas sobre la aprobación de estos productos al creer que se producirían daños en la cadena alimentaria y eso iba a repercutir en la salud de las personas. Tiene previstas el Dr. Vrain una serie de conferencias por Canadá con el Dr. Chopra, actualmente en fase de planificación, pero que seguramente sean en la segunda quincena de noviembre).

Tsiporah Grignon: ¿Sigue en contacto con alguno de sus colegas de de Ingeniería Genética y son conscientes de su giro?

Thierry Vrain: No, y uno se da cuenta ahoro cómo los científicos ignoran las principales fuentes de información.

Tsiporah Grignon: ¿Cómo pueden los científicos actuar de forma independiente cuando su sueldo depende de apoyar o no un determinado punto de vista?

Thierry Vrain: Cuando empecé hace 30 años, trabajé como asistente técnico en un laboratorio y con un presupuesto muy escaso, y básicamente consistía en trabajo de laboratorio y en la publicación del mayor número posible de artículos. En aquella época decíamos: publicar o perecer. Pero hace 25 años, la cosa cambió. Cuando empecé no se permitía el patrocinio de las Corporaciones. No se podía acudir a Monsanto y decir: “¿Está usted interesado en que haga un trabajo para usted en mi laboratorio a cambio de una pequeña subvención?”. Pero hace 25 años, eso se permitió y alentó la financiación por parte de las empresas. Cuanto más interesada estuviese la Industria en el proyecto, más dinero entraba. Eso quería decir que se estaba haciendo un buen trabajo, de modo que con los fondos adicionales el Gobierno no tenía que aportar fondos para el laboratorio. Y poco a poco se convirtió en algo normal, y había grandes cantidades de dinero para la Biología molecular. Otros se quejaron de que todo el dinero iba hacia la Biología molecular en los años 80 y principios de los noventa. No sólo eso, si se realizaba un buen proyecto los resultados se podían patentar. Así que de publicar o perecer pasamos a patentar y hacerse rico.
Ahora muchos científicos reciben subvenciones de las empresas de Biotecnología. Cuando se consigue una subvención de un millón de dólares, se tienen cinco estudiantes de posgrado, tres doctores y un gran laboratorio, ahora es usted un gran profesor porque tiene un laboratorio enorme y mucho dinero que fluye. Pero si publicase resultados que no fuesen aceptables para empresas como Monsanto, las ayudas de las Corporaciones se iban a cortar.

Tsiporah Grignon: He leído en “Semillas de la decepción” sobre la inserción aleatoria de genes, ya que no hay forma de ser preciso, lo que usted ya ha confirmado anteriormente. Entonces, ¿por qué los científicos afirman que alteran genéticamente con precisión la naturaleza?

Thierry Vrain: Por dinero. Es muy importante para la empresas de Biotecnología acallar los estudios que no confirman su línea corporativa o cuestionan la seguridad. Pero aún es más sencillo. La mayoría de los inversores en las empresas de Biotecnología lo que quieren es ganar dinero… eso es lo fundamental. Si pueden llegar muy lejos con las ventas, ¿por qué no hacerlo?

Tsiporah Grignon: ¿Se siguen saliendo con la suya?

Thierry Vrain: Se siguen saliendo con la suya. Usted puede cuestionar lo que hacen, usted puede intentar evitar los transgénicos, y quizás estemos desgastando un poco a estos gigantes. Pero en realidad, con toda franqueza, ya que no tienen vergüenza, compran Tribunales, Gobiernos y Parlamentarios.

Tsiporah Grignon: Pero no dominan absolutamente todo, por ejemplo en Europa, donde hay una fuerte resistencia.

Thierry Vrain: No, no dominan toda Europa, pero seguro que lo intentarán. Son cinco los países en todo el mundo que acaparan la totalidad de los cultivos transgénicos: India, Argentina, Canadá, Estados Unidos. Y quizás un par de ellos más, y son 20 los países que no exigen el etiquetado por la presencia de transgénicos en los alimentos y no imponen ningún tipo de restricciones. Si se etiquetase no habría más transgénicos, porque la gente no los quiere.

Tsiporah Grignon: En Canadá estamos luchando por detener la alfalfa transgénica o la manzana que no se oscurece.

Thierry Vrain: La manzana que no se oscurece comenzó a desarrollarse en mi laboratorio, en Summerland. Alguien tuvo la brillante idea de cómo podíamos ganar dinero. Estábamos en el país de la manzanas, así que ¿ qué tal si silenciábamos el gen que oscurece las manzanas y conservan su aspecto? Sin embargo, los productores están en contra de ella y los productores ecológicos están en pie de guerra.

Tsiporah Grignon: Usted ha hecho referencia a un estudio de 120 páginas titulado “Mitos y Verdades sobre los transgénicos”, que fue hecho público en junio de 2012.

Thierry Brain: Es un documento que fue elaborado por Ingenieros de genética, Dr. Michael Antoniou y el Dr. John Fagan con Claire Robinson, periodista de investigación. Consiste en una recopilación de artículos e informes de los Gobiernos, la mayoría de los cuales cuestionan la seguridad de los transgénicos. Fue publicado en junio, por lo que el estudio de Séralini todavía no había aparecido. Representa una gran cantidad de trabajo, la mayoría realizado por laboratorios independientes de Europa, y se asegura que los cultivos transgénicos no pueden dan mayor rendimiento. Entra en lo que yo denomino contaminación genética; los cultivos transgénicos liberan su polen y los genes al medio ambiente, ya se trate de bacterias u otras plantas.

Tsiporah Grignon: Si tiene genes Terminator, ¿polinizan?

Thierry Vrain: Los genes Terminator forman parte de una tecnología de interferencia en la que las semillas o el polen se vuelven no fértiles.

Tsiporah Grignon: O sea, ¿que es posible transmitir la infertilidad?

Thierry Vrain: Sí, lo es. Este es el motivo por el que muchas personas están preocupadas. Imagínese si usted tiene un campo de maíz con el gen de la infertilidad y se extiende por toda la superficie agrícola y se transmite a otros cultivos.

Tsiporah Grignon: En otras palabras, el polen de una planta Terminator puede convertir a otra planta también en Terminator… ¿ Eso podría ser el fin de la vida en la Tierra tal y como la conocemos?
Thierry Vrain: Ese fue el motivo por el que se detuvo a Monsanto, que quería probarlas y comercializarlas. Los cultivos transgénicos están patentados, de modo que las empresas no quieren que la gente tenga sus propias semillas, los agricultores las suelen guardar, ya que el titular de la patente pierde dinero. Usted tiene que comprar las semillas año tras año. Al ser las semillas estériles, nadie conserva estas semillas. Estamos hablando de hambre… otra locura. Pero Monsanto ha adquirido la tecnología Terminator y puede volver a intentarlo.


Tsiporah Grignon: La gente interesada en alimentos de calidad y en su cultivo, ¿tiene esperanzas?
Thierry Vrain: Mi esposa tiene un herbolario… porque creemos que una dieta saludable es muy importante. Existe una conexión entre lo que comemos y lo que somos. Si vas a la tiende y compras la comida más barata llena de calorías pero con pocos nutrientes, entonces vas a enfermar.

Conclusión
Esta conversación con un antiguo informante de los transgénicos fue muy aleccionadora. Ahora conocemos verdades incómodas sobre los transgénicos y la empresas de Biotecnología, que se benefician de ellos. En esta entrevista, nos enteramos de que la Ingeniería Genética es muy imprecisa, carece de pruebas de seguridad, que los cultivos transgénicos contaminan otros cultivos, y la forma en que el mundo científico se pudre por el dinero. El Dr. Thierry Vrain cambió y ahora es un agricultor ecológico. Se dio cuenta de que la forma de alimentar al mundo es la de crear y apoyar las explotaciones sostenibles, trabajando conforme a la naturaleza.
Es nuestro deber detener este crimen biotecnológico contra la naturaleza. Infórmese y participe. No estamos solos. Millones de personas están llamadas a participar en el Día Mundial de Acción contra los transgénicos en más de 600 ciudades de todo el mundo el próximo 12 de octubre. Es el mayor evento en la historia para oponerse a la empresas de Biotecnología: Más información aquí

Información
Libre de Transgénicos y Greenpeace Vancouver han publicado “Alimentos modificados genéticamente y salud humana”, donde comparten preocupaciones sobre los alimentos modificados genéticamente. El Dr. Thierry Vrain es un ex científico genético del Departamento de Agricultura de Canadá, durante 30 años; el Dr. Chopra es un científico que trabajo en el Servicio de Salud de Canadá durante 35 años, un protector incansable de los alimentos en todo el mundo.
Por Noticiasdeabajo
Entrevista realizada por Tsiporah Grignon
Common Ground, octubre de 2013
 http://www.biodiversidadla.org/Principal/Secciones/Documentos/Las_plantas_transgenicas_producen_proteinas_distintas_a_lo_que_era_de_esperar._Entrevista_al_Dr._Thierry_Vrain