jueves, 26 de julio de 2012
NICARAGUA: Niños abandonan las aulas
23-7-12 Alianza x tus Derechos
Por Tania Goussen
Estima que índice de deserción es del 22% en las zonas rurales
Según estadísticas del Ministerio de Educación, este año un millón 670 mil niños se matricularon, pero el Gobierno estima que hasta el mes de marzo, 200,000 no asistían a la escuela, de los cuales la mayoría se concentran en el área rural.
Los factores de deserción son el trabajo infantil, las deficiencias de la infraestructura educativa y falta de útiles escolares.
El presupuesto destinado este año a Educación es equivalente al 42.7% del gasto social, seguido por Salud con un 30.0%, viviendas y servicios comunitarios con 19.0%, pero el mismo “no alcanza” para evitar la deserción escolar.
En ese sentido, la Asociación de Trabajadores del Campo, ATC, estima en un 22% la deserción escolar, lo que debe ser motivo de preocupación de las autoridades.
Josué Schaedelin, trabajador social de Suecia y consultor de la Asociación de Trabajadores del Campo, expresó que el problema de la deserción escolar se incrementa en la zona rural, donde alcanza el 22% según el análisis que ha realizado en las escuelas del departamento de Carazo, tanto en primaria como en secundaria.
En este último sector es mayor porque los adolescentes abandonan las aulas para ayudar a sus padres en el ciclo agrícola, cortes de café, albañilería, carpintería y en el uso doméstico, y hasta se dedican al cuidado de sus hermanos pequeños.
Unas de las escuelas con más índice de deserción en San Marcos, según la ATC, son las ubicadas en las comarcas Dulce Nombre, San Pedro y Los Mojica.
“Es lamentable que la falta de ir a clase se vuelve rutinario, y ya no regresan a las escuelas por pereza, y los padres aceptan la decisión de sus hijos, se convierten en apañadores, ignorando que se va a aumentar el porcentaje de pobreza e ignorancia y no se superará su situación económica, sus vidas siguen igual porque se quedan vendiendo tortillas”, manifestó Schaedelin.
Obligados a estudiar
Según la Constitución Política de Nicaragua, la niñez tiene derecho a una educación gratuita y obligatoria y el Estado debe fomentar y mantener a los niños en las escuelas.
Mientras, el Código de la Niñez y la Adolescencia, en su artículo 43, establece que la educación pública es gratuita y obligatoria, en condiciones de igualdad.
El mismo Código, en el artículo 47, dice que el Estado deberá adoptar medidas para fomentar la asistencia regular a las escuelas y reducir las tasas de repetición y deserción escolar.
Pero a criterio del sociólogo, “esto no se está cumpliendo en Nicaragua, pues en los dos años que he estado en funciones realizando este diagnóstico, veo que al maestro lo obligan a buscar al niño que no asiste, pero deberían existir funcionarios del Mined, al estilo inspectores, asignados directamente en esa responsabilidad”.
En el departamento de Carazo existen 55 centros escolares en mal estado, de los cuales el Ministerio de Educación ha restaurado 30 en ocho municipios del departamento.
Hay un subregistro
Por su parte la psicóloga Yolanda Áreas, secretaria nacional de la mujer y coordinadora de la ATC en el departamento de Carazo, aseveró que es preocupante la deserción de niñas, niños y adolescentes del campo.
Agregó que hay un subregistro en el tema de la deserción escolar, porque en la zona rural el Ministerio de Educación pone un estimado de 40 alumnos por maestro, pero en el transcurso del año los niños se retiran de la escuela y el profesor no los reporta a las delegaciones, algunos lo hacen para conservar sus trabajos.
Otro problema señalado por el consultor de la ATC es el analfabetismo, el que de acuerdo con él sigue siendo un verdadero flagelo en Carazo. “No sé cómo declararon a Carazo ‘Zona Libre de Analfabetismo’ porque periódicamente veo en el campo a padres y abuelos que no pueden escribir ni su nombre”, apuntó el especialista.
Mientras, Marianela Gutiérrez, delegada departamental del Mined, minimizó los señalamientos de la ATC y aseguró que en los ocho municipios del departamento de Carazo, apenas el 1% de estudiantes ha desertado en lo que va del año lectivo.
http://www.elnuevodiario.com.ni/nacionales/258324-ninos-abandonan-aulas
Según estadísticas del Ministerio de Educación, este año un millón 670 mil niños se matricularon, pero el Gobierno estima que hasta el mes de marzo, 200,000 no asistían a la escuela, de los cuales la mayoría se concentran en el área rural.
Los factores de deserción son el trabajo infantil, las deficiencias de la infraestructura educativa y falta de útiles escolares.
El presupuesto destinado este año a Educación es equivalente al 42.7% del gasto social, seguido por Salud con un 30.0%, viviendas y servicios comunitarios con 19.0%, pero el mismo “no alcanza” para evitar la deserción escolar.
En ese sentido, la Asociación de Trabajadores del Campo, ATC, estima en un 22% la deserción escolar, lo que debe ser motivo de preocupación de las autoridades.
Josué Schaedelin, trabajador social de Suecia y consultor de la Asociación de Trabajadores del Campo, expresó que el problema de la deserción escolar se incrementa en la zona rural, donde alcanza el 22% según el análisis que ha realizado en las escuelas del departamento de Carazo, tanto en primaria como en secundaria.
En este último sector es mayor porque los adolescentes abandonan las aulas para ayudar a sus padres en el ciclo agrícola, cortes de café, albañilería, carpintería y en el uso doméstico, y hasta se dedican al cuidado de sus hermanos pequeños.
Unas de las escuelas con más índice de deserción en San Marcos, según la ATC, son las ubicadas en las comarcas Dulce Nombre, San Pedro y Los Mojica.
“Es lamentable que la falta de ir a clase se vuelve rutinario, y ya no regresan a las escuelas por pereza, y los padres aceptan la decisión de sus hijos, se convierten en apañadores, ignorando que se va a aumentar el porcentaje de pobreza e ignorancia y no se superará su situación económica, sus vidas siguen igual porque se quedan vendiendo tortillas”, manifestó Schaedelin.
Obligados a estudiar
Según la Constitución Política de Nicaragua, la niñez tiene derecho a una educación gratuita y obligatoria y el Estado debe fomentar y mantener a los niños en las escuelas.
Mientras, el Código de la Niñez y la Adolescencia, en su artículo 43, establece que la educación pública es gratuita y obligatoria, en condiciones de igualdad.
El mismo Código, en el artículo 47, dice que el Estado deberá adoptar medidas para fomentar la asistencia regular a las escuelas y reducir las tasas de repetición y deserción escolar.
Pero a criterio del sociólogo, “esto no se está cumpliendo en Nicaragua, pues en los dos años que he estado en funciones realizando este diagnóstico, veo que al maestro lo obligan a buscar al niño que no asiste, pero deberían existir funcionarios del Mined, al estilo inspectores, asignados directamente en esa responsabilidad”.
En el departamento de Carazo existen 55 centros escolares en mal estado, de los cuales el Ministerio de Educación ha restaurado 30 en ocho municipios del departamento.
Hay un subregistro
Por su parte la psicóloga Yolanda Áreas, secretaria nacional de la mujer y coordinadora de la ATC en el departamento de Carazo, aseveró que es preocupante la deserción de niñas, niños y adolescentes del campo.
Agregó que hay un subregistro en el tema de la deserción escolar, porque en la zona rural el Ministerio de Educación pone un estimado de 40 alumnos por maestro, pero en el transcurso del año los niños se retiran de la escuela y el profesor no los reporta a las delegaciones, algunos lo hacen para conservar sus trabajos.
Otro problema señalado por el consultor de la ATC es el analfabetismo, el que de acuerdo con él sigue siendo un verdadero flagelo en Carazo. “No sé cómo declararon a Carazo ‘Zona Libre de Analfabetismo’ porque periódicamente veo en el campo a padres y abuelos que no pueden escribir ni su nombre”, apuntó el especialista.
Mientras, Marianela Gutiérrez, delegada departamental del Mined, minimizó los señalamientos de la ATC y aseguró que en los ocho municipios del departamento de Carazo, apenas el 1% de estudiantes ha desertado en lo que va del año lectivo.
http://www.elnuevodiario.com.ni/nacionales/258324-ninos-abandonan-aulas
MEXICO: Niños migrantes son vulnerables a trata, explotación laboral y sexual
23-7-12 Alianza x tus derechos
Por Diario del Sur
Al lanzar su campaña para recolectar fondos con la intención
de adquirir alimentos y atender a niños en situación de calle, la
organización civil “Todo por ellos” reconoció que debido a las “marañas
legales”, los infantes migrantes son vulnerables a explotación sexual y
laboral y victimas de trata en esta frontera sur.
Expuso que el albergue “Todo por Ellos”, a cargo de Ramón Verdugo, comenzó a dar alimentación a los menores de edad, pero en el camino se encontraron con retos mayores, pues las condiciones de vida los convierte en una población altamente vulnerable a la explotación laboral, sexual, a ser victimas de trata, tráfico y el alto consumo de drogas.
La ONG, detalló que no sólo trabaja con adolescentes que viven en las calles, también con adolescentes migrantes no acompañados que se encuentran en las calles atrapados en la frontera, por una maraña de leyes que antes que facilitar la regularización y facilitar el acceso a los derechos los mantiene en un limbo legal y emocional.
Ante esto, aseguró que “Todo por Ellos” brinda un un ambiente familiar y da acompañamiento en los procesos legales, para aquellos jóvenes que no pueden regresar a sus lugares de origen por diferentes motivos y evitar que puedan ser victimas de diferentes delitos.
Ante estas labores, se informó que “Todo por Ellos” busca alcanzar la estabilidad económica, para continuar con las tareas que realizan, mejorarlas y ampliarlas.
http://www.oem.com.mx/eloccidental/notas/n2625672.htm
Expuso que el albergue “Todo por Ellos”, a cargo de Ramón Verdugo, comenzó a dar alimentación a los menores de edad, pero en el camino se encontraron con retos mayores, pues las condiciones de vida los convierte en una población altamente vulnerable a la explotación laboral, sexual, a ser victimas de trata, tráfico y el alto consumo de drogas.
La ONG, detalló que no sólo trabaja con adolescentes que viven en las calles, también con adolescentes migrantes no acompañados que se encuentran en las calles atrapados en la frontera, por una maraña de leyes que antes que facilitar la regularización y facilitar el acceso a los derechos los mantiene en un limbo legal y emocional.
Ante esto, aseguró que “Todo por Ellos” brinda un un ambiente familiar y da acompañamiento en los procesos legales, para aquellos jóvenes que no pueden regresar a sus lugares de origen por diferentes motivos y evitar que puedan ser victimas de diferentes delitos.
Ante estas labores, se informó que “Todo por Ellos” busca alcanzar la estabilidad económica, para continuar con las tareas que realizan, mejorarlas y ampliarlas.
http://www.oem.com.mx/eloccidental/notas/n2625672.htm
CHILE: Violencia sexual infantil: en el territorio de los derechos
23-7-12 Alianza x tus derechos
Por Mónica Contreras Jacob
Coordinadora Programa de Desarrollo Social Universidad Central de Chile.
El año 2011 ingresaron al Ministerio Público 24.741 denuncias por delitos sexuales. De ellas, un 72% correspondieron a menores de edad, es decir 17.944 compatriotas que a temprana edad, sufrieron violencia sexual.
Detrás de estas cifras se teje un sin fin de historias y detalles que develan que el abuso sexual en nuestro país es un problema social que transita entre diversas manifestaciones, estratos sociales y protagonistas. No obstante su complejidad, variados estudios han ido confirmando ciertas tendencias que es importante compartir y que permiten prefigurar el relato que hay detrás de los casos.
Imaginemos un niño víctima de violencia sexual. Su agresor generalmente es un adulto que logró, por diversas circunstancias, establecer una relación de poder sobre él, y que a partir de ese hecho, ha cometido un delito que la ley tipifica como “Abuso Sexual”. Este delito está definido como cualquier contacto sexual de un adulto (conocido o no) con un niño o una niña, realizado mediante amenaza, uso de la fuerza o engaño, para concretar una o más de las siete figuras penales que asume: violación, incesto, estupro, sodomía, abuso sexual, pornografía infantil y/o explotación sexual comercial.
Si bien el riesgo de que un niño, niña o adolescente sufra abuso sexual siempre estará presente, basándonos en el viejo dicho la oportunidad hace al ladrón, podríamos señalar que la misión social está en reducir las oportunidades que pudiese tener un agresor sexual para cometer el delito. El niño abusado, casi seguramente, sufrió el atropello de su dignidad antes de llegar a la pubertad. Según el último estudio del Ministerio del Interior (2008) sobre el tema, un 56% de los abusos se producen entre los 8 y 12 años. Asimismo, es probable que su agresor sea alguien emocionalmente significativo para él, considerando que el 29% del total de abusos, es de tipo intrafamiliar.
El niño de la historia, ha sido profundamente dañado, pero la evidencia empírica indica que, además, su entorno se encuentra en riesgo y que su historia tiene altas probabilidades de no ser aislada. Dentro de él, sus amigas, por ser mujeres, tienen tres veces más probabilidades de sufrir esta misma violación de derechos, y si una de ellas es discapacitada, este riesgo aumenta a cuatro veces.
Si el agresor fue descubierto y denunciado, se confía que se hará justicia. Pero ello no siempre ocurre en medida satisfactoria ya que los estudios señalan que por cada delito de agresión sexual intrafamiliar denunciado, 12 quedan en la impunidad. Si el agresor es un conocido, la cifra baja a siete, y si es un desconocido, a tres.
El final de esta historia permanece abierto. El niño ingresa a un programa especializado en reparación, pero el proceso es lento, porque existen dificultades de cobertura y acceso, sobre todo si él vive en un sector rural, donde la red de protección del Estado aún no es capaz de llegar con oportunidad y eficacia.
La prevención del abuso sexual, un escenario posible
La Convención de los Derechos del Niño establece en su artículo 34 el derecho a ser protegido de la explotación y abusos sexuales, y exige a los Estados Partes, establecer mecanismos de garantía. Con las últimas iniciativas legislativas como el registro de pedófilos, nuestro país avanza hacia el cumplimiento de esta norma. No obstante ello, los énfasis han estado puestos en la penalización y no en la prevención. Si bien el riesgo de que un niño, niña o adolescente sufra abuso sexual siempre estará presente, basándonos en el viejo dicho la oportunidad hace al ladrón, podríamos señalar que la misión social está en reducir las oportunidades que pudiese tener un agresor sexual para cometer el delito.
Asumiendo una vida moderna que frecuentemente aleja a los menores de sus figuras protectoras, surgen tres estrategias: empoderarlos (as) a temprana edad, entregando herramientas de autocuidado y formación de su condición de sujetos de derechos. En segundo lugar socializar a las familias y comunidades para que cumplan un rol consciente de garante co-responsable de derechos, para lograr control social y denuncia. Y, finalmente, hacer frente al hecho de que Chile es el único país latinoamericano que no cuenta con una Ley de Protección Integral de Derechos de la Niñez y Adolescencia, generando una norma que permita a los distintos ministerios involucrados financiar programas concretos de apoyo a las familias en esta labor. Exigiendo su pronta discusión, estaríamos en vías de conseguir que la agenda gubernamental oriente de manera efectiva todos sus recursos y servicios al interés superior de la protección de nuestros niños, niñas y adolescentes.
http://www.elmostrador.cl/opinion/2012/07/22/violencia-sexual-infantil-en-el-territorio-de-los-derechos/
El año 2011 ingresaron al Ministerio Público 24.741 denuncias por delitos sexuales. De ellas, un 72% correspondieron a menores de edad, es decir 17.944 compatriotas que a temprana edad, sufrieron violencia sexual.
Detrás de estas cifras se teje un sin fin de historias y detalles que develan que el abuso sexual en nuestro país es un problema social que transita entre diversas manifestaciones, estratos sociales y protagonistas. No obstante su complejidad, variados estudios han ido confirmando ciertas tendencias que es importante compartir y que permiten prefigurar el relato que hay detrás de los casos.
Imaginemos un niño víctima de violencia sexual. Su agresor generalmente es un adulto que logró, por diversas circunstancias, establecer una relación de poder sobre él, y que a partir de ese hecho, ha cometido un delito que la ley tipifica como “Abuso Sexual”. Este delito está definido como cualquier contacto sexual de un adulto (conocido o no) con un niño o una niña, realizado mediante amenaza, uso de la fuerza o engaño, para concretar una o más de las siete figuras penales que asume: violación, incesto, estupro, sodomía, abuso sexual, pornografía infantil y/o explotación sexual comercial.
Si bien el riesgo de que un niño, niña o adolescente sufra abuso sexual siempre estará presente, basándonos en el viejo dicho la oportunidad hace al ladrón, podríamos señalar que la misión social está en reducir las oportunidades que pudiese tener un agresor sexual para cometer el delito. El niño abusado, casi seguramente, sufrió el atropello de su dignidad antes de llegar a la pubertad. Según el último estudio del Ministerio del Interior (2008) sobre el tema, un 56% de los abusos se producen entre los 8 y 12 años. Asimismo, es probable que su agresor sea alguien emocionalmente significativo para él, considerando que el 29% del total de abusos, es de tipo intrafamiliar.
El niño de la historia, ha sido profundamente dañado, pero la evidencia empírica indica que, además, su entorno se encuentra en riesgo y que su historia tiene altas probabilidades de no ser aislada. Dentro de él, sus amigas, por ser mujeres, tienen tres veces más probabilidades de sufrir esta misma violación de derechos, y si una de ellas es discapacitada, este riesgo aumenta a cuatro veces.
Si el agresor fue descubierto y denunciado, se confía que se hará justicia. Pero ello no siempre ocurre en medida satisfactoria ya que los estudios señalan que por cada delito de agresión sexual intrafamiliar denunciado, 12 quedan en la impunidad. Si el agresor es un conocido, la cifra baja a siete, y si es un desconocido, a tres.
El final de esta historia permanece abierto. El niño ingresa a un programa especializado en reparación, pero el proceso es lento, porque existen dificultades de cobertura y acceso, sobre todo si él vive en un sector rural, donde la red de protección del Estado aún no es capaz de llegar con oportunidad y eficacia.
La prevención del abuso sexual, un escenario posible
La Convención de los Derechos del Niño establece en su artículo 34 el derecho a ser protegido de la explotación y abusos sexuales, y exige a los Estados Partes, establecer mecanismos de garantía. Con las últimas iniciativas legislativas como el registro de pedófilos, nuestro país avanza hacia el cumplimiento de esta norma. No obstante ello, los énfasis han estado puestos en la penalización y no en la prevención. Si bien el riesgo de que un niño, niña o adolescente sufra abuso sexual siempre estará presente, basándonos en el viejo dicho la oportunidad hace al ladrón, podríamos señalar que la misión social está en reducir las oportunidades que pudiese tener un agresor sexual para cometer el delito.
Asumiendo una vida moderna que frecuentemente aleja a los menores de sus figuras protectoras, surgen tres estrategias: empoderarlos (as) a temprana edad, entregando herramientas de autocuidado y formación de su condición de sujetos de derechos. En segundo lugar socializar a las familias y comunidades para que cumplan un rol consciente de garante co-responsable de derechos, para lograr control social y denuncia. Y, finalmente, hacer frente al hecho de que Chile es el único país latinoamericano que no cuenta con una Ley de Protección Integral de Derechos de la Niñez y Adolescencia, generando una norma que permita a los distintos ministerios involucrados financiar programas concretos de apoyo a las familias en esta labor. Exigiendo su pronta discusión, estaríamos en vías de conseguir que la agenda gubernamental oriente de manera efectiva todos sus recursos y servicios al interés superior de la protección de nuestros niños, niñas y adolescentes.
http://www.elmostrador.cl/opinion/2012/07/22/violencia-sexual-infantil-en-el-territorio-de-los-derechos/
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