Abril 24, 2013- BM
- América Latina y el Caribe han tenido un buen desempeño en los nueve Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM).
- Sin embargo, la región aún va a la zaga en lo que se refiere a salud y saneamiento.
- El desafío de luchar contra la pobreza recae tanto en las zonas urbanas como en las rurales.
Georgia Santos pasó de la tierra al cielo en
menos de un año. La madre de tres niños de Salvador, Bahía, se mudó con
su familia a una casa de ladrillo y cemento, con agua y luz constantes,
dejando atrás la precaria vivienda de madera que tenía en Sao
Bartolomeu, un barrio pobre de la ciudad. Este cambio radical es
cortesía de un esfuerzo gubernamental por crear infraestructura
sostenible para 200,000 familias pobres de la zona.
“Mi familia estaba bajo riesgo constante de deslizamientos de tierra y aparte eso, no teníamos saneamiento ni la escritura de la casa”, señala Georgia, admitiendo que ahora sí puede dormir tranquila.
Su caso ilustra con elocuencia que la urbanización es un motor importante para sacar a la gente de la pobreza y promover el desarrollo, tal como afirma el Informe sobre Seguimiento Mundial (ISM) 2013 que evalúa el avance de los países hacia los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM).
En vista de que más del 80% de los bienes y servicios mundiales se produce en las ciudades, los países con niveles altos de urbanización, desde China hasta América Latina, han desempeñado un papel crucial en la reducción de la pobreza. El reporte advierte, sin embargo, que si la urbanización no se maneja adecuadamente también puede generar el crecimiento descontrolado de tugurios, contaminación y delincuencia.
A nivel regional, América Latina ha mostrado un desempeño notable con los nueve ODM, de acuerdo al estudio. No obstante, al igual que otras regiones, también está retrasada considerablemente en las metas relacionadas con salud materna y acceso a saneamiento
“Mi familia estaba bajo riesgo constante de deslizamientos de tierra y aparte eso, no teníamos saneamiento ni la escritura de la casa”, señala Georgia, admitiendo que ahora sí puede dormir tranquila.
Su caso ilustra con elocuencia que la urbanización es un motor importante para sacar a la gente de la pobreza y promover el desarrollo, tal como afirma el Informe sobre Seguimiento Mundial (ISM) 2013 que evalúa el avance de los países hacia los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM).
En vista de que más del 80% de los bienes y servicios mundiales se produce en las ciudades, los países con niveles altos de urbanización, desde China hasta América Latina, han desempeñado un papel crucial en la reducción de la pobreza. El reporte advierte, sin embargo, que si la urbanización no se maneja adecuadamente también puede generar el crecimiento descontrolado de tugurios, contaminación y delincuencia.
A nivel regional, América Latina ha mostrado un desempeño notable con los nueve ODM, de acuerdo al estudio. No obstante, al igual que otras regiones, también está retrasada considerablemente en las metas relacionadas con salud materna y acceso a saneamiento
"Mi familia estaba bajo riesgo constante de
deslizamientos de tierra y aparte eso, no teníamos saneamiento ni la
escritura de la casa
Georgia Santos
Avances y retrasos
Aunque en este último año 32 millones de personas seguían viviendo con menos de US$1,25 diarios, la región logró reducir de 12% (en 1990) a 6% (en 2010) la proporción de personas que viven en extrema pobreza. En este sentido 72 millones de personas dejaron de ser pobres y 50 millones pasaron a las filas de la clase media.
A nivel de cada país, se puede decir que los más urbanizados – como Argentina, Brasil, Chile, México y Perú – han tenido mejores resultados en materia de los ODM.
Según el informe, ningún país ha alcanzado el objetivo relativo a salud materna y solo Perú logró el de mortalidad infantil. Sólo 14 países tienen hoy el nivel propuesto en acceso a agua potable y 10, en acceso a saneamiento. Esto se debe principalmente al magro avance de los últimos años. Proyectos como el que beneficia los moradores de Sao Bartolomeu todavía no son la regla, sino una excepción. Además, el balance de un conjunto de 30 países muestra que únicamente 18 consiguieron la paridad de género en educación primaria.
Doble desafío
Globalmente, hubo una acelerada disminución de la pobreza extrema en muchos países. Sin embargo, el Banco Mundial estima que en 2015 aún habrá 970 millones de personas que vivan con US$1,25 al día.
Debido a que los Objetivos del Milenio reflejan las necesidades básicas de todos los ciudadanos, el desafío de luchar contra la pobreza y mejorar las condiciones de vida de los pobres recae tanto en las zonas urbanas como en las rurales.
Las ciudades grandes y otras más pequeñas se están transformando rápidamente en el emplazamiento de los barrios marginales más extensos del mundo. Si el proceso de urbanización no es manejado correctamente, los tugurios pueden proliferar.
En Asia reside el 61% de los 828 millones de habitantes que viven en estos barrios; en África, el 25,5% y en América Latina, el 13,4%. Uno en cuatro latinoamericanos vive en tugurios, y la peor parte se la llevan las mujeres – como la brasileña Georgia Santos – y los niños.
Campo y ciudad
En las zonas rurales, a su vez, vive el 76% de los 1.200 millones de pobres del mundo en desarrollo. Por eso, subsanar las disparidades entre el campo y la ciudad también es fundamental para lograr las metas de los Objetivos del Milenio.
Aunque no será fácil abordar los desafíos del desarrollo rural, la tarea se puede lograr con políticas complementarias de desarrollo rural-urbano, agrega el informe.
Donde los habitantes se concentran en ciudades pequeñas y tienen pocas perspectivas de trasladarse, por ejemplo, las medidas para conectar mejor las actividades de las aldeas con las economías de las grandes urbes adquieren una importancia enorme para la creación de empleos no agrícolas.
http://www.bancomundial.org/es/news/feature/2013/04/24/latin-america-millenium-development-goals?cid=EXT_BoletinES_W_EXT
Aunque en este último año 32 millones de personas seguían viviendo con menos de US$1,25 diarios, la región logró reducir de 12% (en 1990) a 6% (en 2010) la proporción de personas que viven en extrema pobreza. En este sentido 72 millones de personas dejaron de ser pobres y 50 millones pasaron a las filas de la clase media.
A nivel de cada país, se puede decir que los más urbanizados – como Argentina, Brasil, Chile, México y Perú – han tenido mejores resultados en materia de los ODM.
Según el informe, ningún país ha alcanzado el objetivo relativo a salud materna y solo Perú logró el de mortalidad infantil. Sólo 14 países tienen hoy el nivel propuesto en acceso a agua potable y 10, en acceso a saneamiento. Esto se debe principalmente al magro avance de los últimos años. Proyectos como el que beneficia los moradores de Sao Bartolomeu todavía no son la regla, sino una excepción. Además, el balance de un conjunto de 30 países muestra que únicamente 18 consiguieron la paridad de género en educación primaria.
Doble desafío
Globalmente, hubo una acelerada disminución de la pobreza extrema en muchos países. Sin embargo, el Banco Mundial estima que en 2015 aún habrá 970 millones de personas que vivan con US$1,25 al día.
Debido a que los Objetivos del Milenio reflejan las necesidades básicas de todos los ciudadanos, el desafío de luchar contra la pobreza y mejorar las condiciones de vida de los pobres recae tanto en las zonas urbanas como en las rurales.
Las ciudades grandes y otras más pequeñas se están transformando rápidamente en el emplazamiento de los barrios marginales más extensos del mundo. Si el proceso de urbanización no es manejado correctamente, los tugurios pueden proliferar.
En Asia reside el 61% de los 828 millones de habitantes que viven en estos barrios; en África, el 25,5% y en América Latina, el 13,4%. Uno en cuatro latinoamericanos vive en tugurios, y la peor parte se la llevan las mujeres – como la brasileña Georgia Santos – y los niños.
Campo y ciudad
En las zonas rurales, a su vez, vive el 76% de los 1.200 millones de pobres del mundo en desarrollo. Por eso, subsanar las disparidades entre el campo y la ciudad también es fundamental para lograr las metas de los Objetivos del Milenio.
Aunque no será fácil abordar los desafíos del desarrollo rural, la tarea se puede lograr con políticas complementarias de desarrollo rural-urbano, agrega el informe.
Donde los habitantes se concentran en ciudades pequeñas y tienen pocas perspectivas de trasladarse, por ejemplo, las medidas para conectar mejor las actividades de las aldeas con las economías de las grandes urbes adquieren una importancia enorme para la creación de empleos no agrícolas.
http://www.bancomundial.org/es/news/feature/2013/04/24/latin-america-millenium-development-goals?cid=EXT_BoletinES_W_EXT
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