11-6-12
ODNA Salta
Por Adrian Ragno
En la Argentina de inicios del siglo XX, el trabajo infantil era un fenómeno no sólo
habitual sino también considerado natural, especialmente entre los
niños de los sectores trabajadores. En el ámbito urbano, los primeros
datos censales realizados en la ciudad de Buenos Aires en 1904 señalan
la existencia de mano de obra infantil en todo el espectro del sector
industrial y comercial. En las ciudades del interior del país,
trabajaban mayoritariamente en los rubros de la construcción y de la
alimentación. Asimismo, era común el trabajo de las niñas en el servicio
doméstico y de los niños en la calle, como lustrabotas, vendedores
ambulantes, etc.. En el medio rural, los niños solían trabajar en el
sector azucarero, la explotación del tanino, la cosecha del tabaco, los
yerbatales (MTEySS, 2005; OIT, 2006-b).
En 1907 se sanciona la Ley
5.291 sobre “Trabajo de mujeres y menores”, sobre la base del proyecto
del diputado socialista Alfredo Palacios. Esta ley determinaba que los
menores de 10 años no podían ser objeto de contrato, como así tampoco
los mayores de esa edad que no hubieran completado su instrucción
obligatoria, salvo autorización expresa del defensor de menores del
distrito. Asimismo, establecía que los menores de 16 años no podrían ser
ocupados en las industrias peligrosas o insalubres o en trabajos que
pudiesen dañar su salud, instrucción o moralidad. En un principio, la
legislación no contempló la regulación del trabajo en la vía pública, la
propiedad rural y el domicilio propio o ajeno, modalidades que se
incluyeron recién en 1924 con una nueva ley (Nº 11.317) que,
fundamentalmente modificó la edad mínima de admisión a cualquier clase
de trabajo por cuenta ajena en todo el país y prohibió la ocupación de
niños menores de 12 años en el ámbito urbano y en el rural (aunque
ex-ceptuó el realizado en explotaciones familiares). Además, subió a 18
años la edad de admisión al trabajo en industrias peligrosas o
insalubres.
Una recorrida por la historia para conocer un poco mas
sobre esta problematica que requiere de nuestro compromiso. Si leiste
hasta aqui, mil gracias.
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