Vicepresidente de la Fundación Telefónica
En diciembre se darán a conocer los resultados de la nueva Encuesta Nacional sobre Trabajo Infantil impulsada por los ministerios de Desarrollo Social, del Trabajo y la OIT. Estudio relevante que nos dará a conocer la radiografía de una realidad flagrante de la que no tenemos información desde 2003, año en que un estudio similar determinó la existencia de 200 mil niños y niñas trabajadores en Chile.
Un menor de edad que trabaja es una herida en nuestra sociedad y marca un retroceso en cualquier plan de crecimiento que impulse el país. No existe desarrollo posible en una nación en que sus niños desarrollan labores remuneradas, menos aún si forman parte de una obligación forzada.
En Chile, según estudios recientes, el 25% de los niños y niñas que ingresan a trabajar lo hacen a los 9 años, muchos de ellos desertando del sistema educacional. De acuerdo a las estadísticas que manejamos en Fundación Telefónica sólo un 10% sigue al día en sus estudios, el 40% va atrasado y el porcentaje restante posterga su educación. Resulta difícil conciliar en los niños trabajo y estudio.
En más de 11 años de trabajo con PRONiño, de Fundación Telefónica, hemos visto que un menor que desarrolla ambas labores no logra superar sus dificultades de aprendizaje y no tiene el tiempo necesario para reforzar sus carencias. De esta forma los niños trabajadores repiten el círculo de la pobreza. Un menor trabajador que no se educa, que no se capacita ni adquiere los conocimientos básicos, se transforma en un perpetuador de la pobreza.
Si ese menor logra, en el mejor de los casos, ingresar después al mercado formal, como adulto no ganará más que el sueldo mínimo y se mantendrá ahí en un empobrecimiento estructural. Existe consenso global en que la educación es la que rompe el círculo de la pobreza e impulsa a las sociedades al desarrollo.
Sabemos que existe el argumento que los niños trabajan para contribuir a la economía familiar. No podemos ni debemos traspasarles esa responsabilidad; la pobreza de un país no se resuelve con el trabajo remunerado de sus niños y niñas.
Nuestro país cuenta con una política de protección social que se ha venido desarrollando durante varios años, en que la familia puede acceder a esa red de apoyo y subsidios que en su conjunto, permiten garantizar los derechos básicos y representan más que el dinero que los menores reciben en un mercado que se aprovecha de la informalidad e ilegalidad para pagar sueldos precarios.
Junto a ello, el trabajo infantil atenta contra la salud integral de los menores. No sólo nos referimos a la salud física por desarrollar, en la mayoría de los casos, labores inapropiadas para su edad. Un niño o niña trabajador deja de lado la infancia y renuncia a su principal derecho: vivir cada etapa de acuerdo a su edad. Una persona que vio postergada su infancia y adolescencia no tiene posibilidad de recuperarlas, con las consecuencias que ello significa para su desarrollo y salud psíquica y emocional.
El Pacto Global de Naciones Unidas define 10 principios que las empresas debemos impulsar, uno de ellos es la erradicación del trabajo infantil. Y aquí el llamado es esencialmente a las empresas para contribuir a una sociedad que se haga cargo de estos temas.
Si la empresa toma la decisión firme de no contratar menores de edad y asegurar que en toda la cadena productiva de sus proveedores no se contrate a niños ni niñas, estará rompiendo la cadena del trabajo infantil. Nosotros, como Fundación Telefónica, invitamos a todas las empresas a suscribir este compromiso como una forma concreta de favorecer y aportar a que la sociedad cuide a su infancia.
Este primer paso ha sido relevante y nos lleva a ser optimistas respecto a que en el futuro podamos pedir no sólo una declaración de que no existen niños en la cadena de producción de empresas y proveedores, sino que seamos capaces de avanzar hacia una certificación y auditoría de que aquello se está cumpliendo en una sociedad cada vez más global.
No ha sido un trabajo sencillo, pero en todos los años que hemos trabajado desde la Fundación Telefónica hemos logrado alianzas relevantes con otras empresas, una labor sostenida y relevante con la OIT, organizaciones no gubernamentales y la Iglesia Católica, así como también con el Ejecutivo, porque estamos convencidos de que el trabajo conjunto es el camino para avanzar hacia soluciones integrales y de largo alcance.
Erradicar el trabajo infantil es una tarea y compromiso de todos los adultos de nuestra sociedad.
http://www.biobiochile.cl
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