miércoles, 15 de marzo de 2017

Arg-Destrucción de empleos

15-2-17 Pag 12

Destrucción de empleos
Por Mariana L. González *

Durante el 2016 la recesión económica y los cambios impulsados en la economía tuvieron consecuencias muy negativas para los trabajadores: pérdida de poder adquisitivo del salario, disminución del empleo e incremento de la desigualdad. Conociendo este contexto, se destacan dos tendencias que subyacen a la caída del empleo registrado: la crítica situación de la ocupación industrial, por un lado, y la mayor expulsión de trabajadores en las grandes empresas respecto a las pequeñas, por otro. Vale aclarar que no se cuenta con información de este tipo para el empleo no registrado.
En el sector privado se destruyeron casi 128.000 puestos de trabajo registrados entre el 4° trimestre de 2015 y el 3° trimestre de 2016, lo que representa una caída de 2 por ciento en ese tipo de puestos, en un período en el cual la actividad económica se redujo 3 por ciento en términos desestacionalizados. Si bien en los últimos meses del año las reducciones fueron de menor magnitud, no es posible afirmar que se hayan detenido.
Entre los sectores de actividad que sufrieron las mayores destrucciones de empleo se destaca la industria manufacturera, con casi 40.000 puestos perdidos en el período señalado. Se trata de una reducción de 3,2 por ciento en el número de puestos de trabajo, y es una caída que de acuerdo con los últimos datos disponibles aún no encuentra su piso. 
Las mayores pérdidas de puestos de trabajo registrados se dieron en las actividades metalmecánicas, incluyendo la automotriz, donde el empleo se redujo en más de 16.000 puestos. Pero también fue significativa la disminución en el sector de alimentos y bebidas, en las industrias textil y del cuero, en el sector de edición e impresión. Todos los sectores al interior de la industria han mostrado una disminución en el número de puestos de trabajo, sin excepción.
Este comportamiento del empleo en la industria es una expresión de la situación crítica que atraviesa el sector y, peor aún, de las perspectivas negativas que existen hacia el futuro. Incluso si la economía mostrase un mejor desempeño en 2017, la progresiva apertura de la economía en un contexto de tendencia a la apreciación del tipo de cambio y aumento de los costos energéticos seguramente determinará la persistencia de la contracción de la actividad industrial. En el escenario económico planteado por la administración Cambiemos no hay lugar para la continuidad del desarrollo industrial: no sólo no se producirá un “lluvia de inversiones” en el sector, sino que lo más probable es que se asista al desmantelamiento progresivo de buena parte del tejido industrial existente.
La información de empleo registrado por tamaño de empresa revela que fueron las más grandes empresas las mayores expulsoras de empleo, a pesar de haberse comprometido a evitar despidos en la mesa de diálogo conformada por la CGT, los empresarios y el gobierno, mesa de la cual la CGT se retiró recientemente. Aquellas empresas que emplean más de 1000 asalariados dieron cuenta de una caída de 55.000 puestos, es decir, del 43 por ciento de las pérdidas ocurridas entre el 4° trimestre de 2015 y el 3° trimestre de 2016.
En el otro extremo, las empresas más pequeñas tendieron relativamente a preservar más los puestos de trabajo. En aquellas donde trabajan hasta 10 asalariados registrados se destruyeron alrededor de 10.000 puestos, el 7,8 por ciento del total. Esta menor tasa de destrucción de empleos se dio a pesar de que en el último año se perdieron 4000 de estas pequeñas empresas.
Estas últimas cifras son indicativas de la importancia que revisten las pequeñas y medianas empresas en la generación de empleo en Argentina e indican cómo en la actual coyuntura y, a pesar de los cierres de empresas, han resguardado en mayor medida los puestos de trabajo. De todas formas, de persistir la tendencia a una mayor apertura de la economía en los próximos años seguramente se verá una contracción aún mayor del empleo industrial y, ante esta apertura, son las pequeñas y medianas empresas las más expuestas.
* Investigadora de Cifra-CTA y Flacso-Conicet.

https://www.pagina12.com.ar/20230-destruccion-de-empleos

Arg- Informe Coyuntura -febrero 2017- CIFRA

Marzo 2017- CIFRA

Informe de coyuntura Nº 22
Febrero 2017
Equipo de investigación de CIFRA:
Nicolás Arceo, Mariano Barrera, Mariana González y Pablo Manzan


bajar Informe pdf en
http://www.centrocifra.org.ar/docs/IC%2022.pdf

Arg- Inflación y salarios-

15-3-17 Diario Pagina 12


Inflación y salarios
Por Mariana L. González *

La inflación en 2016 fue superior al 40 por ciento, muy por encima del 25 anunciado por el Gobierno. De acuerdo con el IPC provincias de Cifra-CTA, el aumento anual promedio en el nivel general de precios fue de 41,1 por ciento. Otros índices como el IPC de la Ciudad de Buenos Aires arrojan valores similares. El aumento anual no sólo resultó significativamente superior al de 2015 sino que fue el más alto desde 1990, a la salida de la hiperinflación. 
Los aumentos se vieron impulsados por distintos factores. En primer lugar, la fuerte devaluación implicó subas en los costos y en los precios de los bienes transables, mientras que la quita de derechos de exportación impulsó también la suba de precios de los bienes exportables, particularmente alimentos. Los importantes incrementos en las tarifas de servicios públicos también tuvieron una incidencia significativa en la explicación de la inflación. 
Así, del 41,0 por ciento interanual que arrojó el IPC de la Ciudad de Buenos Aires, 8,8 puntos se explican por el rubro Vivienda, en el que sobresale el aumento promedio de 282,8 por ciento en agua, 253,3 en electricidad y 147,2 en gas. Transporte explica 5,2 puntos de esa inflación, con incrementos en los pagos por transporte público automotor y ferrocarril superiores a 60 por ciento en el primer caso y 70 en el segundo. Y finalmente, aunque en absoluto menos importante, 5,9 puntos del aumento del IPC se explican por el rubro Alimentos y bebidas, donde los productos exportables llevaban la delantera, como aceites y grasas (78,7 por ciento), vinos (68,9) y lácteos (43,2).
Si bien es cierto que los aumentos tuvieron una desaceleración desde el segundo semestre de 2016 respecto de los valores extraordinarios de los primeros meses, no es posible afirmar que el problema de la inflación haya sido superado. Más aún, los aumentos de precios y tarifas ya previstos y anunciados para los primeros meses de 2017 permiten avizorar que este año la inflación estará sustantivamente por encima del objetivo máximo de 17 por ciento fijado por el Gobierno. El dato publicado de febrero ya muestra esta tendencia.
Desde el punto de vista de los trabajadores, la inflación es un problema sobre todo en tanto implique pérdida de poder adquisitivo en los ingresos. Lo relevante no es sólo que en 2016 la inflación haya sido superior al 40 por ciento sino que los salarios registrados crecieron en el año alrededor de 33 puntos. De este modo, se verificó una caída en el poder adquisitivo del salario registrado de aproximadamente el 6 por ciento. Para verlo en términos gráficos, es como si a cada trabajador le hubiesen pagado unas tres semanas de trabajo menos en el año. La pérdida resultó considerablemente mayor entre los asalariados no registrados.
Ante este escenario, es de esperar que en las negociaciones paritarias de 2017 los gremios busquen, no sólo adelantarse a la inflación esperada, sino también compensar las pérdidas sufridas en cada caso en 2016. De otro modo, quedaría consolidado y perpetuado un menor nivel salarial hacia el futuro. Por ello, la estrategia del gobierno que, como en el caso de la negociación de la provincia de Buenos Aires con los docentes, busca otorgar aumentos salariales en línea con la inflación a medida que se vaya registrando, implica desconocer y, por esa vía, asegurar esta pérdida. Aun si la aplicación de tales aumentos pudiese compensar totalmente los ajustes de precios durante el año, este esquema esconde la trampa de sostener un menor poder adquisitivo del salario y una matriz distributiva más regresiva.
* Investigadora de Cifra-CTA y Flacso-Conicet.

https://www.pagina12.com.ar/25785-inflacion-y-salarios

Obras completas de Michael Foucault

marzo 2017 Laberintos del Tiempo

Obras completas de Michael Foucault

Hoy en Laberintos del Tiempo, les traigo las Obras completas de Michael Foucault. Poitiers, Francia, 1926-París, 1984) Filósofo francés. Estudió filosofía en la École Normale Supérieure de París y, ejerció la docencia en las universidades de Clermont-Ferrand y Vincennes, tras lo cual entró en el Collège de France (1970). Influido por Nietzsche, Heidegger y Freud, en su ensayo titulado Las palabras y las cosas (1966) desarrolló una importante crítica al concepto de progreso de la cultura, al considerar que el discurso de cada época se articula alrededor de un «paradigma» determinado, y que por tanto resulta incomparable con el discurso de las demás. Del mismo modo, no podría apelarse a un sujeto de conocimiento (el hombre) que fuese esencialmente el mismo para toda la historia, pues la estructura que le permite concebir el mundo y a sí mismo en cada momento, y que se puede identificar, en gran medida, con el lenguaje, afecta a esta misma «esencia» o convierte este concepto en inapropiado.
En una segunda etapa, Foucault dirigió su interés hacia la cuestión del poder, y en Vigilar y castigar (1975) realizó un análisis de la transición de la tortura al encarcelamiento como modelos punitivos, para concluir que el nuevo modelo obedece a un sistema social que ejerce una mayor presión sobre el individuo y su capacidad para expresar su propia diferencia.
De ahí que, en el último volumen de su Historia de la sexualidad, titulado La preocupación de sí mismo (1984), defendiese una ética individual que permitiera a cada persona desarrollar, en la medida de lo posible, sus propios códigos de conducta. Otros ensayos de Foucault son Locura y civilización (1960), La arqueología del saber (1969) y los dos primeros volúmenes de la Historia de la sexualidad: Introducción (1976) y El uso del placer (1984).
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domingo, 12 de marzo de 2017

Arg- Pobreza en Argentina Urbana- ODSA-UCA

9-3-17 ODSA-UCA

Presentación de Informes sobre Pobreza (2010-2016)

El Observatorio de la Deuda Social Argentina tiene el agrado de informar que se encuentran disponibles los siguientes informes de avance:
Los informes, presentados el 9 de marzo de 2017, tienen como objetivo dar continuidad al estudio de la pobreza por ingresos desde un enfoque de derechos, a través de indicadores que permiten evaluar los cambios en el nivel de bienestar económico según distintas características socio-social y socio-demográficas de la población.

En un contexto en donde las estadísticas oficiales se encuentran en proceso de reconstrucción, los informes que ofrece el Observatorio de la Deuda Social Argentina permiten complementar y dotar de comparabilidad al estudio de los problemas sociales que aquejan a nuestra sociedad.

http://www.uca.edu.ar/index.php/site/index/es/uca/observatorio-de-la-deuda-social-argentina/cartelera/presentacion-de-informes-de-avance-2017/

miércoles, 8 de marzo de 2017

Peru- Cómo perciben los niños, niñas y adolescentes el rol del Estado?. Reflexiones a partir de los servicios de educación y salud

Niños del Milenio

Cómo perciben los niños, niñas y adolescentes el rol del Estado?. Reflexiones a partir de los servicios de educación y salud


Utilizando información cualitativa del estudio longitudinal Niños del Milenio de los años 2007, 2008 y 2011, este documento investiga las percepciones de niños, niñas y adolescentes —de contextos rurales y urbanos— acerca de los servicios educativos y de salud, para, sobre esa base, conocer su percepción acerca del rol que cumple el Estado peruano. Además, y gracias a la naturaleza longitudinal del estudio, se analizan las percepciones acerca de las mejoras y los riesgos respecto a los entornos en los que estos niños están creciendo, lo que permitirá ampliar la discusión sobre el ejercicio ciudadano y la infancia.


Los resultados de este estudio cualitativo sugieren que los niños, niñas y adolescentes comprenden que el Estado llega a la localidad urbana o rural donde vive el ciudadano —en este caso, los propios niños—, pero sin equidad ni transparencia. Las instituciones estatales parecen dar el mensaje de que no están allí para velar por el beneficio común, sino todo lo contrario; es decir, que sus autoridades y funcionarios se benefician del servicio —sueldo, estatus, prebendas, coimas, etcétera— a costa de los usuarios —niños, niñas y adolescentes—, sin reconocer ni respetar su ciudadanía. Entonces, el tipo de Estado que perciben es un Estado débil, con un carácter democrático también débil, en el que prima la sensación de inseguridad. Esto evidencia que, desde sus primeras experiencias de relación con las instituciones públicas, estos actores están en un proceso constante de formación de una ciudadanía incompleta.

OIT- Desempleo e informalidad de las mujeres en América Latina y el Caribe: un reto clave para el futuro del trabajo

6-3-17 OIT

Desempleo e informalidad de las mujeres en América Latina y el Caribe: un reto clave para el futuro del trabajo


Un artículo del Director Regional de la OIT, José Manuel Salazar-Xirinachs

La incorporación de las mujeres al mercado de trabajo de América Latina y el Caribe ha sido una tendencia constante y positiva durante las últimas décadas. Pero en 2017, en tiempos de aumento del desempleo y la informalidad, nuevamente surge la necesidad de insistir en la igualdad de género para generar más y mejores empleos para las 255 millones de mujeres en edad de trabajar que viven en esta región.
  
Casi la mitad de esas mujeres, 126 millones, ya forman parte de la fuerza laboral, lo cual es un logro importantísimo alcanzado a lo largo de muchos años. Una vez más, sin embargo, es importante recalcar que no podemos bajar la guardia.
Durante el último año, cuando la marejada de crecimiento lento o en algunos casos de franca contracción económica que azota la región impactó de frente al mercado laboral, produciendo una abrupta alza del desempleo y también el deterioro de algunos indicadores de la calidad del empleo, fue evidente que la situación afectaba en mayor medida a las mujeres.La tasa de desocupación promedio regional de las mujeres subió a niveles que no se veían desde hace más de una década en América Latina y el Caribe, a 9,8%, es decir al borde de los dos dígitos. Si se mantienen los pronósticos de falta de dinamismo económico este año la tasa promedio puede pasar del 10% en 2017.
Esa tasa de desocupación de las mujeres subió 1,6 puntos porcentuales, por encima de la variación de los hombres, que aumentó 1,3 puntos porcentuales. De los 5 millones de personas que se incorporaron a las filas de desempleo, 2,3 millones eran mujeres. Esto significa que hay unas 12 millones de mujeres que están buscando empleo en forma activa, pero no lo consiguen.  
La participación de las mujeres en la fuerza laboral continuó aumentando durante el último año. A nivel nacional (rural+urbano) la tasa de participación de las mujeres pasó de 49,3% a 49,7%. Esto es siempre una buena noticia. Pero aún así continúa muy por debajo de la de los hombres, que es de 74,6%. 
La contrapartida negativa fue que la tasa de ocupación de las mujeres, que mide el nivel de demanda de mano de obra, disminuyó de 45,2 a 44,9%. La de los hombres también experimentó una baja parecida, aunque es bastante más elevada en 69,3%. 
El último informe Panorama Laboral de América Latina y el Caribe de la OIT, también destacó que la menor actividad económica se ha reflejado en tendencias a la disminución del número de trabajadores asalariados, aumento de los empleados por cuenta propia, disminución en los salarios formales, que forman parte de las señales de un aumento en la informalidad. 
Las estimaciones más recientes disponibles sobre informalidad de las mujeres indican que casi la mitad de la fuerza laboral femenina está en estas condiciones, que habitualmente implican inestabilidad laboral, bajos ingresos, falta de protección y derechos. 
A lo largo de los últimos años se han identificado algunas características a tener en cuenta al analizar la participación laboral de las mujeres. Como por ejemplo que alrededor de 70% se desempeña en el sector de servicios y comercio, donde las condiciones precarias aparecen con facilidad, incluyendo la carencia de contratos..
Además unas 17 millones de mujeres realizan trabajo doméstico. Son más de 90% de las personas dedicadas a esta actividad. En esta ocupación los niveles de informalidad siguen siendo demasiado elevados, en torno a 70%. 
Esta descripción de las características de la inserción laboral de las mujeres en el mercado de trabajo no estaría completa sin hacer notar un aspecto muy destacable que surgió en un informe regional sobre “Trabajo Decente e igualdad de género” de varias agencias de Naciones Unidas presentado en 2013: en esta región 53,7% de las mujeres trabajadoras alcanza más de diez años de educación formal, en contraste con solo 40,4% por ciento de los hombres.
Por otra parte, 22,8 por ciento de las mujeres en la fuerza laboral cuenta con educación universitaria (completa e incompleta), por encima del 16,2 por ciento de los hombres.
Sin embargo, esto no impide que haya una brecha salarial importante. Un informe de la CEPAL advertía en 2016 que según los datos disponibles las mujeres recibían 83,9% de lo que ganaban los hombres en empleos similares. La brecha es más grande en el caso de niveles educativos mayores.Todas estas estadísticas son un llamado a la acción.
Este tema ya forma parte de los objetivos de desarrollo sostenible trazados para todos los países en la Agenda 2030. En particular en el Objetivo #5: “Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas”, y es clave para el Objetivo #8 sobre crecimiento económico y trabajo decente. Para la OIT la igualdad de género es un objetivo transversal, que está presente en todas sus actividades.
Estamos frente a un desafío estructural que implica cambios económicos, sociales y como sabemos también culturales. Es necesario que tanto los gobiernos como los actores sociales mantengan como una prioridad esencial promover una mayor igualdad entre mujeres y hombres.
Hay que buscar fórmulas para mejorar la productividad de las mujeres impulsando su participación en sectores más dinámicos de productividad media y alta, y al mismo tiempo identificar las causas de la segregación.
Para continuar avanzando en la igualdad laboral es necesario recurrir a una combinación de acciones que tengan en mira la igualdad de género, incluyendo entre otras: políticas activas de empleo; redes de infraestructura de cuido y nuevas políticas para el cuidado de los niños y personas dependientes; estrategias para promover la división de responsabilidades familiares; mejoramiento de la formación profesional y la educación; promoción de las emprendedoras; aumento en la cobertura de la seguridad social; y una acción decidida para prevenir y combatir la violencia contra las mujeres, incluida la violencia en los lugares de trabajo. 
La igualdad en el empleo fue un desafío enfrentado en el pasado, continua vigente en el presente, y es uno de los retos más importantes para lograr un mejor futuro del trabajo en la región.

OIT- Hacia un futuro mejor para las mujeres en el trabajo: la opinión de las mujeres y de los hombres

8-3-17 OIT

Día Internacional de la Mujer

Hacia un futuro mejor para las mujeres en el trabajo: la opinión de las mujeres y de los hombres – Resumen de las principales conclusiones


La OIT, en colaboración con Gallup, encuestó en 2016 a hombres y mujeres a fin de comprender sus percepciones sobre las mujeres que trabajan. Los resultados, basados en entrevistas a cerca de 149.000 adultos en 142 países y regiones, sugieren que las mujeres pueden encontrar apoyo en su búsqueda de empleo productivo y trabajo decente. Un apoyo que proviene de una fuente bastante inesperada: los hombres.
Si bien la igualdad de género aún está lejos de ser alcanzada, y las conclusiones constatan que persisten disparidades reales en muchas regiones del mundo, los resultados también muestran que la actitud de los hombres y las mujeres – y de los gobiernos, las organizaciones de empleadores y de trabajadores – no están tan distantes como la creencia general podría hacer presuponer.
A nivel mundial, la mayoría de las mujeres preferiría trabajar, y los hombres están de acuerdo.
El 70 por ciento de las mujeres y un cercano 66 por ciento de los hombres preferirían que las mujeres tuviesen empleos remunerados. Cada una de estas cifras duplica con creces el porcentaje de quienes prefieren que las mujeres se queden en el hogar.
El 70 por ciento de mujeres que desearía tener un empleo remunerado evidentemente incluye una gran parte de mujeres que actualmente no forman parte de la fuerza de trabajo. Pero aún más importante, esto es cierto en casi todas las regiones del mundo, incluso en diversas regiones donde la participación de las mujeres en el mercado laboral es tradicionalmente baja, como en los Estados Árabes.
La mayoría de los hombres y las mujeres piensan que es aceptable que las mujeres de sus familias tengan un empleo remunerado fuera del hogar si así lo desean.
La mayoría de las mujeres y de los hombres en todas las regiones del mundo están de acuerdo en que el trabajo fuera del hogar es aceptable para las mujeres de sus familias, aunque en general las mujeres están un poco más propensas a expresar esta opinión que los hombres. Aún en África del Norte, donde las actitudes de las mujeres y los hombres se distancian más, 79 por ciento de las mujeres y 57 por ciento de los hombres consideran aceptable el trabajo fuera del hogar.
Las familias desempeñan un papel importante en la configuración de estas actitudes: En los hogares donde no es aceptable que las mujeres trabajen fuera del hogar, 61 por ciento de las mujeres dijo que preferían quedarse en casa. Poco más de una tercera parte (36 por ciento) desearía tener un empleo remunerado.
De manera casi universal, los hombres y las mujeres citan el “equilibrio entre el trabajo y la familia” como uno de los principales desafíos que enfrentan en sus países las mujeres que trabajan.
De hecho, las personas en la gran mayoría de los países mencionan el “equilibrio entre el trabajo y la familia” como uno de los mayores retos que afrontan las mujeres que trabajan en empleos remunerados en sus países. Con pocas excepciones, las mujeres y los hombres en la mayoría de las regiones del mundo identifican en sus países los mismos grandes desafíos para las mujeres que trabajan.
Al mismo tiempo, las mujeres enfrentan diferentes retos en diversas partes del mundo. Conciliar el trabajo y la familia es el n.o 1 en las economías desarrolladas y emergentes, mientras que un trato injusto en el trabajo es la preocupación mencionada con más frecuencia en las economías en desarrollo. La falta de servicios de cuidado asequibles para los niños y los familiares es un desafío mayor en las economías emergentes y en desarrollo que en las desarrolladas. La desigualdad salarial encabeza la lista sólo en las economías desarrolladas.
En el caso que una mujer y un hombre tengan educación y experiencia similares, las mujeres y los hombres en todo el mundo responden con mayor frecuencia que ella tiene la misma posibilidad de encontrar un buen empleo en la ciudad o región donde viven.
Las mujeres y los hombres comparten opiniones semejantes sobre el empleo femenino: Alrededor de cuatro de cada diez piensan que las mujeres tienen las mismas oportunidades de encontrar buenos empleos, mientras que al menos uno de cada cuatro considera que las mujeres tiene mejores o – en el otro extremo del espectro – peores oportunidades.
Estas actitudes, sin embargo, varían de una región a otra, y considerablemente según el nivel de estudios y de participación en la fuerza laboral. En todo el mundo, mientras más alto es el nivel educativo de las mujeres, es menos probable que perciban mejores oportunidades en el mercado de trabajo para las mujeres que tienen las mismas cualificaciones que los hombres. La opinión de los hombres no cambia mucho según su nivel de estudios.
A nivel mundial, la mayoría de las mujeres empleadas declara que su salario es, al menos, una contribución importante al ingreso del hogar. Cerca de una tercera parte de las mujeres dice que ellas proveen el principal ingreso de sus hogares. Pero todavía es más probable que los hombres declaren que ellos constituyen la principal fuente de ingresos del hogar.
Este patrón se observa en todas las regiones del mundo, a excepción de Asia Oriental. En esta subregión, la mayoría de las mujeres empleadas (61 por ciento) considera que su contribución es una fuente de ingresos pequeña, y sólo 35 por ciento que su salario es una contribución al menos significativa a los ingresos del hogar.
En todas las regiones, sin embargo, la disparidad de género disminuye con la educación. La distancia entre las mujeres y los hombres empleados que declaran que aportan una contribución pequeña al ingreso de su hogar es también menor entre quienes tienen niveles de educación más altos.
Si bien las tendencias mundiales indican que las mujeres y los hombres tienen puntos en común en cada uno de estos ámbitos, las mujeres enfrentan desafíos singulares en cada región y en cada contexto demográfico. El próximo informe proporcionará detalles sobre estos desafíos (así como los logros) y mostrará a través de los datos el camino que queda por recorrer y la magnitud de la tarea a realizar para alcanzar una mayor igualdad en el mundo del trabajo.

OIT- La mayoría de las mujeres prefiere trabajar y la gran parte de los hombres están de acuerdo

8-3-17 OIT

Día Internacional de la Mujer

La mayoría de las mujeres prefiere trabajar y la gran parte de los hombres están de acuerdo, según un informe OIT-Gallup


Un nuevo e histórico informe muestra claramente que las preocupaciones relacionadas con la igualdad de género y un mejor equilibrio entre la vida familiar y profesional tienen resonancia en todo el mundo.

GINEBRA / WASHINGTON (OIT Noticias – Gallup) – El informe OIT-Gallup “Hacia un futuro mejor para las mujeres en el trabajo: la opinión de las mujeres y de los hombres ” (Towards a better future for women and work: Voices of women and men ), presenta por primera vez un balance de los comportamientos y las actitudes de las mujeres y los hombres en relación a las mujeres en el trabajo. Los resultados provienen de la Encuesta Mundial Gallup que fue realizada en 142 países y territorios y entrevistó a casi 149.000 adultos. Es representativa de más de 99 por ciento de la población adulta mundial.

Las conclusiones son reveladoras: un total del 70 por ciento de las mujeres y una proporción similar de 66 por ciento de los hombres, preferirían que las mujeres tuviesen un empleo remunerado. Estas cifras equivalen a más del doble del porcentaje de quienes prefieren que las mujeres se queden en el hogar. En todo el mundo, las mujeres preferirían trabajar en empleos remunerados (29 por ciento)1  o estar en situaciones que les permitiesen trabajar y cuidar de sus familias (41 por ciento), según el informe conjunto OIT-Gallup. Sólo 27 por ciento de las mujeres desea permanecer en el hogar.

El 70 por ciento de mujeres que quisiera tener un empleo remunerado incluye en particular una mayoría de mujeres que actualmente no forman parte de la fuerza de trabajo2 . Aún más importante, esto es cierto en casi todas las regiones del mundo, incluso en diversas regiones donde la tasa de participación de las mujeres en la fuerza de trabajo es tradicionalmente baja, como en los Estados y territorios Árabes.

Los puntos de vista de las mujeres y de los hombres convergen

El informe también señala que las opiniones de los hombres son muy similares a la de las mujeres en la mayoría de los casos.

Al 28 por ciento de los hombres le gustaría que las mujeres de su familia tuviesen empleos remuneraros, 29 por ciento quisiera que se quedaran en casa y 38 por ciento preferirían que pudiesen trabajar y cuidar del hogar. A nivel mundial, es más probable que las mujeres que trabajan a tiempo completo para un empleador (más de 30 horas a la semana, según la definición de Gallup) prefieran situaciones que les permitan conciliar el trabajo con las obligaciones de la familia/el hogar. Las mujeres y los hombres con niveles de educación más altos son más propensos a preferir que las mujeres trabajen en empleos remunerados y proporcionen cuidado.

“Esta encuesta muestra con claridad que la mayoría de las mujeres y de los hombres de todo el mundo prefieren que las mujeres tengan empleos remunerados. Las políticas de apoyo a la familia, que permiten que las mujeres permanezcan en el empleo remunerado y progresen profesionalmente estimulando a los hombres a asumir el justo porcentaje de responsabilidad en el trabajo de cuidado, son indispensables para alcanzar la igualdad de género en el trabajo”, declaró Guy Ryder, Director General de la OIT.

Además de sondear las preferencias sobre las mujeres y el trabajo, a las personas encuestadas se les preguntó si era aceptable que las mujeres de su familia tuviesen empleos remunerados. Las mujeres eran más propensas a considerar el empleo remunerado completamente aceptable (83 por ciento), mientras que la proporción de hombres fue un poco inferior (77 por ciento).

Las familias desempeñan un papel importante en la formación de estas actitudes: en los hogares donde no es aceptable que las mujeres trabajen fuera del hogar, alrededor de una de cada tres mujeres desearía tener un empleo remunerado. A nivel mundial, es probable que los adultos sean un poco menos favorables a aceptar que las mujeres de sus familias trabajen fuera del hogar cuando en la familia hay niños menores de 15 años.

¿Qué opinan las personas acerca de las mujeres y el trabajo?

Equilibrio trabajo-familia

Sin embargo, conciliar el trabajo con el cuidado de la familia representa un importante desafío para las mujeres que trabajan en todo el mundo. De hecho, tanto las mujeres como los hombres en la gran mayoría de los países y territorios encuestados mencionaron “el equilibrio entre el trabajo y la familia” como uno de los principales problemas que enfrentan las mujeres que tienen empleos remunerados.

Otras cuestiones como el trato injusto, los abusos, el acoso en el lugar de trabajo, la falta de empleos bien renumerados y la desigualdad salarial, también figuran entre los principales problemas en diversas regiones del mundo.

En África Subsahariana, por ejemplo, el número de personas que menciona motivaciones que pertenecen a la categoría de respuesta “trato injusto/discriminación” en el lugar de trabajo (19 por ciento) es casi igual al que menciona el “equilibrio trabajo-familia” (18 por ciento). En Europa del Norte, Meridional y Occidental, un número mayor menciona el equilibrio trabajo-familia, pero la igualdad salarial también es considerado un importante desafío.

En América del Norte, es más probable que las personas citen la desigualdad salarial (30 por ciento), seguido por el equilibrio trabajo-familia (16 por ciento) y el trato injusto/discriminación (15 por ciento). En África del Norte, África Subsahariana y los Estados Árabes, “los miembros de la familia no aprueban que las mujeres trabajen” figura entre los cinco obstáculos más mencionados que enfrentan las mujeres trabajadoras.

Los factores que las mujeres perciben como obstáculos a los cuales las mujeres trabajadoras tienen que hacer frente cambian en función de la edad. Es más probable que las mujeres jóvenes entre 15 y 29 años mencionen el trato injusto, el abuso y el acoso en el trabajo que las mujeres mayores. Por otra parte, las mujeres de entre 30 y 44 años están más propensas que las de otros grupos de edad a mencionar la falta de servicios de cuidado asequible para sus niños y familias. A medida que las mujeres avanzan en edad, es más probable que mencionen la diferencia de remuneración en relación a los hombres.

Los ingresos y el empleo de la mujer: ¿hemos progresado en la igualdad?

A nivel mundial, la mayoría de las mujeres empleadas dice que su salario es una contribución importante al ingreso del hogar (30 por ciento) o es la fuente principal (26 por ciento). Pero los hombres son todavía más propensos a declarar que ellos proveen la fuente principal de ingresos dentro del hogar.

No obstante, entre las mujeres y los hombres empleados con niveles de educación más altos, la disparidad en relación a su contribución al ingreso familiar es menor.

A escala mundial, las mujeres y los hombres comparten opiniones similares sobre las oportunidades de empleo de las mujeres. El informe constató que, si una mujer tiene un nivel de educación y experiencia similar a la de un hombre, las mujeres y los hombres de todo el mundo están más propensos a decir que ella tiene la misma oportunidad de encontrar un buen empleo en la ciudad o la región donde vive. En todo el mundo, 25 por ciento de las mujeres y 29 por ciento de los hombres dicen que las mujeres tienen mejores oportunidades de encontrar un buen empleo. No obstante, la evidencia muestra la existente desigualdad de género en los mercados laborales de todo el mundo.

Estas actitudes, sin embargo, varían de una región a otra, y mucho en función del nivel de estudios y de participación en la fuerza de trabajo. América del Norte, por ejemplo, lidera otras regiones en términos de la percepción de igualdad de oportunidades. En esta región, la mayoría (55 por ciento) dijo que una mujer con calificaciones similares a las de un hombre tiene la misma oportunidad de encontrar un buen empleo. Los hombres (60 por ciento) están más propensos que las mujeres (50 ciento) a percibirlo de esta manera.

Por otra parte, Europa del Norte, Occidental y del Sur así como Europa Oriental, lidera otras regiones en términos de percibir peores oportunidades para las mujeres que tienen experiencia y cualificaciones similares a los hombres.

En todo el mundo, mientras más alto es el nivel educativo de las mujeres, es menos probable que perciban mejores oportunidades en el mercado de trabajo para las mujeres que tienen las mismas cualificaciones que los hombres. La opinión de los hombres no varía mucho según su nivel de estudios.

“El mundo debe promover la igualdad de género y empoderar a las mujeres en el trabajo. No sólo en beneficio de las mujeres, sino para el bien de toda la humanidad”, declaró Jim Clifton, Director Ejecutivo de Gallup.



1  La pregunta formulada tomó en consideración que las mujeres tienen diferentes realidades, en función de la edad, el estado civil, la presencia de niños en el hogar, el nivel de educación y si viven en un contexto rural o urbano. Un número de estos factores podría influenciar sus preferencias. La expresión “empleo remunerado” no definía si era un empleo asalariado o ingresos generados por un trabajo por cuenta propia, o si estos empleos eran en la economía formal, en la de tipo informal o si las condiciones de trabajo eran buenas.

2  Las personas encuestadas que estaban fuera de la fuerza laboral no habían trabajado en los siete días anteriores, bien sea para un empleador o por cuenta propia, no buscaban empleo Y/O no estaban disponibles a comenzar a trabajar. Los encuestados pueden ser estudiante a tiempo completo, jubilados, personas con discapacidad o personas que se dedican a las labores del hogar, sin embargo, algunos de los encuestados podría no corresponder a ninguna de estas situaciones.

OIT- Poner fin al trabajo infantil de niñas y adolescentes mujeres nos acercará a un mundo sostenible y sustentable

8-3-17 IPEC-OIT Boletin Encuentros


«Las mujeres en un mundo laboral en transformación: hacia un planeta 50-50 en 2030»Poner fin al trabajo infantil de niñas y adolescentes mujeres nos acercará a un mundo sostenible y sustentable

Cada 8 de marzo tenemos el deber de alzar más fuerte nuestra voz para unirnos y hacer visible nuestro compromiso con los derechos de todas las mujeres, en especial de las niñas y adolescentes mujeres que viven en condiciones vulnerables y que son víctimas del trabajo infantil peligroso y de sus peores formas.
Conmemoramos el Día Internacional de la Mujer porque nos recuerda la lucha de las mujeres trabajadoras para conseguir condiciones laborales y salariales más justas, mejores oportunidades, acceso a la educación y formación profesional y para rechazar el trabajo infantil. Esta causa constituye una base sólida para un planeta 50-50, pues hasta el día de hoy en el mundo del trabajo se ven manifestaciones de discriminación y exclusión que afectan el desarrollo profesional y personal de las mujeres y amenaza el futuro de las niñas y adolescentes mujeres. 
En América Latina y el Caribe todavía existen millones de niñas que no han alcanzado la edad mínima para trabajar pero que se ven expuestas a situaciones de violencia y acoso al realizar tareas domésticas durante extensas jornadas en sus propios hogares, o al trabajar en casas de terceros. Adolescentes mujeres que son víctimas de las peores formas de trabajo infantil, explotadas sexual y/o laboralmente o víctimas de redes de trata.
Aún son varios los retos que se tienen para asegurar que niñas y adolescentes mujeres accedan a una vida con igualdad de oportunidades. Uno de los principales, es hacer visibles a las niñas y adolescentes mujeres en las estadísticas de trabajo infantil, ello permitiría diseñar intervenciones más efectivas y sostenibles para mejorar sus condiciones de vida y asegurar el pleno respeto de sus derechos.
Si se facilita a las mujeres, igualdad en el acceso a la educación, atención médica, un trabajo decente y representación en los procesos de adopción de decisiones políticas y económicas, se contribuye no solo a la reducción del trabajo infantil, sino también a la construcción de una sociedad más equitativa y justa para hombres y mujeres.
Continuemos el camino emprendido en la lucha que empezó hace más de 100 años en pro de la igualdad de derechos y oportunidades, de la no discriminación ni violencia, de la búsqueda de la justicia social y de la paz.

Pensemos con especial cuidado en las niñas y adolescentes mujeres que trabajan, o que están en riesgo de hacerlo, para así cortar de raíz el círculo de reproducción de la pobreza y la desigualdad, y generar acciones concretas que hagan realidad la meta 8.7 de la Agenda para el Desarrollo Sostenible al 2030: Poner fin al trabajo infantil en todas sus formas. 

http://white.lim.ilo.org/ipec/alcencuentros/interior.php?notCodigo=2209

Arg- Preparacion IV Conferencia Mundial sobre Trabajo Infantil

febrero 2017 Boletin Encuentros IPEC-OIT

En el marco del compromiso de los Estados Miembros de la Organización Internacional del Trabajo, la región hace frente al trabajo infantil.Finalizó primer día de reunión de los países de las Américas que se preparan para la IV Conferencia Mundial sobre Trabajo Infantil

Los países de la región se dan cita desde hoy hasta mañana en Buenos Aires – Argentina – para alinear su participación en la próxima IV Conferencia Mundial sobre la Erradicación sostenida del trabajo infantil que tendrá lugar en noviembre en la misma ciudad. Consideran prioridad realizar un análisis de las políticas y de los programas de inclusión social y económica vinculados con el trabajo infantil, trabajo forzoso y la creación de empleos de calidad para los jóvenes, temas a tratar en la IV Conferencia en noviembre de este año en Argentina. Poder compartir su experiencia con el resto del mundo y colaborar con el establecimiento de nuevos pasos será su meta.
La doble jornada tiene el propósito de reconocer, a través del diálogo social, los desafíos comunes en torno a estos tres temas y concebir una agenda continental que permita definir a los países los enfoques estratégicos y de mayor interés que deban ser abordados durante la IV Conferencia. Esto será clave para la búsqueda de soluciones innovadoras que impulsen y acerquen a la región al crecimiento sostenido, inclusivo y sostenible.
Cifras de trabajo infantil
Son 12,5 millones de niños, niñas y adolescentes que trabajan en la región.
9,6 millones realizan trabajo infantil peligroso.
2,6 millones tienen menos de la edad mínima permitida para trabajar.
Un número indeterminado son víctimas de delitos en modalidades de explotación económica.
Previo al inicio del encuentro, se realizó un foro de discusión sectorial sobre trabajo infantil en las Américas, donde los representantes del grupo gubernamental, trabajador y empleador debatieron sobre su rol, enfoques de interés y expectativas para esta reunión preparatoria.
Posteriormente, el evento fue inaugurado por Ernesto Leguizamón, Jefe de Gabinete del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de Argentina; Laerte Teixeira, Secretario de Políticas Sociales de la Confederación Sindical de Trabajadores/as de las Américas (CSA), en calidad de Representante Regional de Trabajadores;  Octavio Carvajal, Punto Focal Regional de Empleadores de la Iniciativa Regional; Gerardina González, Directora Regional Adjunta de la Oficina de la OIT para las Américas; y, Gustavo Zlauvinen, Representante de la Cancillería de Argentina.
Al respecto, la Directora Regional Adjunta de la OIT señaló que esta reunión es una consulta positiva para que el continente llegue muy bien preparado a noviembre y muestre al mundo sus avances. Asimismo, recordó que, gracias al esfuerzo y trabajo compartido de los últimos 20 años entre los gobiernos, las organizaciones de trabajadores y de empleadores, la sociedad civil y la cooperación internacional, América Latina y el Caribe ha logrado que más de 7,5 millones de niños, niñas y adolescentes dejen de trabajar, siendo una de las regiones del mundo que más ha avanzado en este objetivo.
Para ejemplo de ello, en el panel “Desde Oslo hasta Buenos Aires”,  Elena Montobbio, de la Secretaría Técnica de la Iniciativa Regional América Latina y el Caribe libre de trabajo infantil, narró los esfuerzos, obstáculos y desafíos que colaboraron con el avance en la prevención y erradicación del trabajo infantil en la región. Para ver su presentación haz click aquí.
Para el segundo día la agenda contempla el desarrollo de tres talleres; el primero será sobre prevención y erradicación sostenida del trabajo infantil; el segundo sobre erradicar el trabajo forzoso y la trata de personas; y, el tercero está enfocado en los desafíos para la generación de empleo joven. Al finalizar la jornada se compartirán los alcances de estos en una sesión plenaria.

Sobre la IV Conferencia Mundial
En la IV Conferencia Mundial los países podrán compartir e intercambiar experiencias de políticas, programas y modelos de intervención eficaces que ejecutaron para acelerar la reducción del trabajo infantil. La discusión de alto nivel que se genere buscará consolidar el compromiso mundial y conjunto con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 8, que indica “Promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos”, y la meta 8.7 que nos insta a poner fin al trabajo infantil de aquí a 2025 y erradicar el trabajo forzoso para 2030.


Revisa la presentación de la Secretaría Técnica de la Iniciativa Regional: https://prezi.com/sl64npvjur6t/desde-oslo-hasta-buenos-aires/?utm_campaign=share&utm_medium=copy&webgl=0#
http://white.lim.ilo.org/ipec/alcencuentros/interior.php?notCodigo=2207


La Iniciativa Regional América Latina y el Caribe libre de trabajo infantil aperturó la jornada de hoy.Concluyó el Taller 1 sobre la prevención y erradicación sostenida del trabajo infantil en el marco de la reunión preparatoria a la IV Conferencia
Los y las participantes de la reunión preparatoria a la IV Conferencia Mundial sobre Trabajo Infantil iniciaron su encuentro con el Taller 1 “Prevención y Erradicación Sostenida del Trabajo Infantil”; el cual tuvo como objetivo debatir, bajo un contexto regional, acerca de la situación en la que viven los 12,5 millones de niños, niñas y adolescentes víctimas de esta realidad, de tal manera que pudiesen identificar y definir los temas u enfoques prioritarios para implementar el Marco Acelerador de Políticas propuesto por la Iniciativa Regional y lograr una América Latina y el Caribe libre de trabajo infantil de aquí a 2025. 
El panel de expertos estuvo conformado por Elena Montobbio, de la Secretaría Técnica de la Iniciativa Regional; Susana Santomingo, Punto Focal de la Confederación General del Trabajo de Argentina para la Iniciativa Regional;y, Marisol Linero, Punto Focal del Consejo Nacional de la Empresa Privada para la Iniciativa Regional. 

Andrés Espejo, Consultor de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), tambien fue parte del panel de expertos. Vale precisar que actualmente la CEPAL viene trabajando de la mano con la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para crear un modelo predictor que identifique las zonas en donde existe mayor riesgo de trabajo infantil y así abrir la posibilidad a que las intervenciones multisectoriales de los países sean más concentradas y efectivas. En esta línea, Andrés Espejo explicó a mayor detalle el Marco Acelerador de Políticas para poner fin al trabajo infantil, construído previamente bajo esta alianza OIT-CEPAL.  

Luego del panel los y las participantes iniciaron el trabajo en grupo para responder, de acuerdo a su experiencia como país y sector, tres preguntas clave entorno a: 1) cómo mejorar el financiamiento de programas y servicios para reducir el trabajo infantil y proteger el trabajo adolescente permitido, 2) cómo lograr que los ministerios de desarrollo social y de educación se vinculen de manera más efectiva en las acciones y 3) cuál debería ser el papel de la sociedad civil para contribuir efectivamente con la reducción del trabajo infantil y la protección del trabajo adolescente permitido en la región. Al final, cada equipo expuso sus conclusiones a los otros grupos. 
Al respecto, Sandra Edibel Guevara, Ministra de Trabajo y Previsión Social de El Salvador, representó a su grupo durante la exposición y señaló, entre otras cosas, que es importante alinear los recursos a través de la cooperación internacional; generar alianzas interinstitucionales con el sector educación y el de desarrollo social, teniendo en cuenta que parte de sus recursos deberían ser asignados a prevenir el trabajo infantil; y que la participación de la sociedad civil es importante para el abordaje integral y tripartito del trabajo infantil.

Sobre el Marco Acelerador
El Marco acelerador propuesto por la Iniciativa Regional América Latina y el Caribe libre de trabajo infantil es una respuesta que busca mejorar y fortalecer la articulación de acciones en un contexto regional donde predomina el estancamiento de las cifras de reducción del trabajo infantil.
El Marco Acelerador reconoce que es necesario atender urgentemente a los niños, niñas y adolescentes en esta situación. Además, hace énfasis en la necesidad de una acción preventiva intencional y planificada, que interrumpa la trayectoria del trabajo infantil, identificando a los niños, niñas y adolescentes en riesgo y que incluya el ofrecimiento de los servicios de protección social existentes, tanto a ellos como a sus familias, para evitar que ingresen prematuramente al mercado laboral. Y cuando cumplan con la edad mínima permitida de admisión al empleo, lo hagan en alguno con condiciones permitidas y adecuadas para su edad. 

¡Mira el video sobre el Marco Acelerador de la Iniciativa Regional!: https://www.youtube.com/watch?v=kVVLCt6hClQ&t=3s
http://white.lim.ilo.org/ipec/alcencuentros/interior.php?notCodigo=2208