miércoles, 29 de junio de 2011

Arg-TI- cifras -UCA- Observatorio Deuda Social Argentina

Universidad Católica Argentina- "Santa María de los Buenos Aires"
Observatorio de la Deuda Social Argentina
Buenos Aires, 13 de Junio de 2011

12 de junio, Día Mundial del Trabajo Infantil.
En la Argentina urbana el trabajo doméstico intensivo y/o en actividades económicas alcanzaba al 17,5% de la niñez y adolescencia entre los 5 y 17 años en 2010.
El Barómetro de la Deuda Social de la Infancia -UCA- le acerca un nuevo informe que aborda la temática del trabajo infantil en las grandes ciudades de la Argentina, correspondiente al tercer trimestre de 2010. El Boletín N°2 - Año Nº 7 (2011) “La estratificación social del trabajo infantil”, ha sido desarrollado con base en los micro datos de la Encuesta de la Deuda Social Argentina, Programa del Observatorio de la Deuda Social Argentina (UCA). Esta iniciativa ha sido promovida por Fundación Telefónica y acompañada por las Fundaciones Arcor y Minetti.
Con estas publicaciones la UCA continúa profundizando el estudio de la realidad social argentina, sus progresos y desafíos en el actual contexto económico y político del país. Entendemos que esta obra resultará de interés y agradecemos los comentarios que quiera formular, quedando a su disposición para ampliar la información que considere oportuna.
Sin otro particular, lo saludan con consideración,

Dra. Alicia Casermeiro Pereson
Directora General del Observatorio de la Deuda Social
Dr. Agustín Salvia
Coordinador General del Observatorio de la Deuda Social

Ver Informe completo: http://www.uca.edu.ar/uca/common/grupo68/files/trabajo-infantil.pdf

jueves, 23 de junio de 2011

Pobreza y Desigualdad-Latino America

Si bien algunos datos sobre pobreza fueron mejorando en los últimos años, todavía existe un debate pendiente en la región. Por un lado, es necesario enfocar en el logro de mayor equidad, tomando en cuenta los desafíos específicos que impone la inclusión de las nuevas generaciones en los modelos de desarrollo, cuya tendencia no es la incorporación masiva. Por otro, es necesario considerar las formas específicas de experimentar la pobreza y la desigualdad en los distintos momentos de la infancia, por parte de diferentes grupos de niños, niñas y adolescentes, y las consecuencias diferenciales que genera en sus trayectorias vitales [1].
La propuesta de Equidad para la Infancia es el reenmarcamiento de la perspectiva de derechos de niños, niñas y adolescentes en una discusión sobre la pobreza que incluya la equidad como meta. En este sentido, consideramos que es necesario reflexionar sobre las maneras en que la desigualdad en América Latina genera desafíos específicos para la garantía de los derechos en la infancia y la adolescencia. Cabe señalar, por ejemplo, que niños, niñas y adolescentes indígenas y afrodescendientes, por su condición étnica, viven un conjunto de desventajas y restricciones en el acceso a sus derechos más básicos, que se expresa en tasas diferenciales de mortalidad y morbilidad, tasas más altas de abandono y fracaso escolar, y en una exponencial mayor prevalencia de la pobreza y la indigencia. Del mismo modo, las niñas de sectores campesinos y las mujeres y los varones adolescentes de sectores pobres urbanos son objeto de desigualdades que se expresan en tasas diferenciales de vulnerabilidad a la violencia sexual y la criminalidad.
Siguiendo a López [2], La noción de equidad, puede ser definida como una estrategia orientada a la búsqueda de la igualdad a partir del reconocimiento de las diferencias. Como bien señalan autores como Fitoussi y Rosanvallon (1996), la equidad y la igualdad no compiten como conceptos; por el contrario, la equidad es una estrategia para el logro de la igualdad. La equidad busca la igualdad, y la igualdad necesita de políticas de equidad.
Si bien es cierto que las más graves problemáticas que expresan la desigualdad requieren acciones urgentes (mortalidad prevenible, desnutrición, escolaridad reducida, violaciones y abusos sexuales, muertes por causas violentas), esto no debe opacar que las tasas de morbimortalidad de los sectores más vulnerables, expresan las desigualdades que son producto tanto de la apropiación de recursos materiales por parte de unos pocos, como de estrategias socio-culturales que siguen colocando a los más pobres en el lugar de “los diferentes”. La pobreza en la infancia afecta de manera distinta que en la adultez, y es en este sentido que las políticas de lucha contra la pobreza deben contemplar no sólo la situación de los/as niños/as y las políticas específicas, sino también las acciones dirigidas a mejorar las condiciones de equidad a nivel general [3].
La pobreza y la desigualdad suelen reproducirse de diferentes maneras. De acuerdo con Saraví, esta reproducción puede verse en las biografías de jóvenes que viven en condiciones de pobreza material donde se observa una especie de círculo de acumulación de desventajas. Las condiciones de vida en barrios marginados donde la infraestructura (de vivienda, salud, educación, recreación, etc.) es muy precaria [4], se suma a otras dificultades materiales como la falta de trabajo o las dificultades para obtenerlo, lo cual lleva a que sea cada vez más complejo salir de esta situación.
En los últimos tiempos, se puede observar un aumento en la preocupación por los temas que afectan a niños, niñas y adolescentes, tanto en la existencia de estudios académicos sobre infancia [5], como en la acción de organizaciones de la sociedad civil (OSC) que trabajan en pos del cumplimiento de sus derechos. Actualmente, quienes debaten sobre temas de políticas sociales se cuestionan sobre los alcances del principio de igualdad enunciado en la CDN, así como de su impacto directo en la infancia, debido a las graves condiciones de desigualdad arraigadas en la región [6].
Desde diferentes gobiernos se han desarrollado diversas políticas -algunas más ligadas a formas focalizadas de intervención- donde las condiciones de pobreza se toman de manera aislada y no se aborda de ninguna manera la inequidad. Por otra parte, más recientemente, han surgido programas de transferencias de ingresos que toman a las condiciones de vida de los/as niños/as de manera más amplia, y contemplan la situación de las familias, aspirando a una atención integrada con la educación y la salud. Pero más allá de estas acciones, aún estos programas son ciegos a expresiones de la desigualdad, por ejemplo en materia de género [7]. La centralidad en las mujeres madres y la falta de oferta de espacios de cuidado calificados para los/as niños/as pequeños por parte del estado, también reproducen las condiciones de pobreza y de inequidad.
El debate acerca de las mejores maneras de abordar la pobreza y la inequidad en la infancia ya está presente en la sociedad y llama a articular esfuerzos provenientes de diversos sectores tanto desde el estado, como desde la academia y de las OSC [8]. En medio de este debate, afrontar la desigualdad se hace cada vez más urgente. El desafío de la equidad sigue siendo uno de los grandes tópicos a abordar a la hora de pensar las condiciones de vida de la infancia y de la población en general en Latinoamérica.
En este sentido, redefinir el enfoque de derechos de niños, niñas y adolescentes desde la perspectiva de equidad implica repensar las definiciones de los problemas, superando el foco en los grupos pobres para considerar las relaciones que mantienen la pobreza y la estructura de desigualdad que la perpetúa.
______________
[1] http://www.equidadparalainfancia.org/alberto-minujin-como-representante-de-equidad-para-la-infancia-participo-de-la-presentacion-del-cuarto-informe-del-barometro-de-la-deuda-social-de-la-infancia-422/index.html
[2] http://www.equidadparalainfancia.org/las-nuevas-leyes-de-educacion-en-america-latina,-una-lectura-a-la-luz-del-panorama-social-y-educativo-en-la-region-735/index.html
[3] http://www.equidadparalainfancia.org/pobreza-infantil-conceptos-medicion-y-recomendaciones-de-politicas-publicas-474/index.html
[4] http://www.equidadparalainfancia.org/la-otra-inclusion-social-651/index.html
[5] http://www.equidadparalainfancia.org/los-derechos-y-las-politicas-para-la-infancia-en-la-formacion-de-posgrado-de-america-latina-698/index.html
[6] http://www.equidadparalainfancia.org/poblacion-infantil-y-juvenil-derechos-humanos-pobreza-y-desigualdades-610/index.html
[7] http://www.equidadparalainfancia.org/programas-de-transferencias-condicionadas-de-ingresos-quien-penso-en-el-cuidado-la-experiencia-argentina-501/index.html
[8] http://www.equidadparalainfancia.org/opportunities-and-challenges-in-promoting-policy--and-practice-relevant-knowledge-on-child-rights-643/index.html
Saraví, Gonzalo (2006). “Biografías de exclusión: Desventajas y juventud en Argentina”. En Perfiles Latinoamericanos 28. Julio Diciembre 2006

Pobreza y TI -America latina

Equidad para la Infancia America latina- Número 14-octubre 2010

http://www.equidadparalainfancia.org/newsletter.php?news=33&utm_medium=Email&utm_source=&utm_campaign=Pobreza+y+Desigualdad

Es complejo ubicar un momento histórico en el que haya surgido el trabajo infantil como tal, es decir, como un tipo de trabajo realizado por un sujeto diferente, el niño, y que por lo mismo tal actividad resultaba diferenciable del trabajo adulto. Sin embargo es posible ubicar en Europa a partir de la primera Revolución industrial, las primeras conceptualizaciones sobre al trabajo en la infancia como una forma de explotación. Anteriormente no era considerado un problema, sino parte del proceso de aprendizaje y socialización de los niños y las niñas. Por distintas vías se comienza a constituir como problemática, y hacia inicios del siglo XX tanto higienistas como educadores coincidían en señalar los daños en la salud y la moral del trabajo no regulado (extensísimas jornadas laborales, incluso en duras actividades como la minería, la cosecha, la industria). El acceso a la educación estaba fuertemente limitado por la pertenencia a una determinada clase social e inicialmente, a un sexo (a las niñas les estaban reservadas las letras religiosas). Aquellos que no accedían a la educación debían aprender habilidades para la vida, al interior de la familia o incorporándose al mundo del trabajo [1]. El avance en la universalización relativa de la educación en los países latinoamericanos, así como en el sistema de salud pública y en la protección y regulación legislativa del trabajo, comenzaron a problematizar más seriamente la situación. Hacia 1908, Argentina lideraba la protección y limitación del trabajo de mujeres y niños mediante una de las primeras leyes de la región.
El trabajo infantil es un problema social multideterminado. Entre los varios factores y condiciones socio-políticas que se interrelacionan generando las condiciones para que exista el trabajo infantil en una determinada sociedad, se destacan la pobreza, los patrones culturales tanto de género como intergeneracionales, la permisividad social, la falta de oportunidades, la falta de cobertura, calidad y cumplimiento de la obligatoriedad de la educación, en ocasiones en combinación con situaciones intrafamiliares. Además, se suma la incapacidad institucional y/o la ausencia de medidas enérgicas y duraderas por parte de los países para combatirlo.
De todos estos factores, nos interesa profundizar en la pobreza como uno de los principales determinantes del trabajo en la infancia y también señalar las características específicas que ésta adquiere en la niñez. A nivel mundial, la mayor parte de los pobres son niños/as. A su vez, los/as niños/as experiementan de modo particular la pobreza, siendo uno de los grupos sociales más afectados por la misma[2].Vale resaltar que la pobreza infantil-adolescente se distingue de la pobreza adulta por tener diferentes causas y efectos, especialmente por su impacto de larga duración en los/as niños/as y adolescentes. Es particularmente importante examinar el concepto de pobreza infantil-adolescente más allá de los cánones tradicionales con los cuales se analiza la pobreza, como son los bajos niveles de ingreso de los hogares o los niveles de bajo consumo [3]. “Los niños y niñas que viven en la pobreza sufren una privación de los recursos materiales, espirituales y emocionales necesarios para sobrevivir, desarrollarse y prosperar, lo que les impide disfrutar sus derechos, alcanzar su pleno potencial o participar como miembros plenos y en pie de igualdad en la sociedad […]”[4]. Por esto, la pobreza infantil ya no puede ser analizada exclusivamente a través de enfoques monetarios, y la insuficiencia económica pasa a ser entendida desde una perspectiva multidimensional e interrelacionada, como parte de un conjunto factores que conforman y caracterizan la pobreza tal como la experimentan los/as niños/as.
A través de un estudio que evaluó la magnitud y calidad del trabajo infantil en América Latina, se constató algo ya conocido, esto es, la intrínseca vinculación entre el trabajo infantil y la pobreza. Esta relación se expresa a través de una doble relación de causalidad: Por un lado el trabajo infantil está directamente asociado con la pobreza (aquí considerada en tanto insuficiencia de ingresos) en el hogar. Dicho de otra manera, la pobreza en el hogar es un factor determinante del trabajo infantil. Así, el trabajo infantil atiende en la mayoría de los casos a la necesidad de generar ingresos para los hogares pobres. Por otra parte, la pobreza es una consecuencia del trabajo infantil, es decir, el trabajo infantil tiende a reproducir las condiciones de pobreza. Esto debido a que limita las posibilidades de que los/as niños/as y adolescentes tengan un pleno desarrollo y, así, puedan tener acceso a oportunidades para salir de la condición de pobreza. Asimismo, se constata que los ingresos provenientes del trabajo infantil no son suficientes para sacar a los hogares de la pobreza.Es mínima la proporción de hogares que superan el umbral de la pobreza por insuficiencia de ingresos a partir del trabajo infantil[5].
Coherentemente, otro importante dato a tener en consideración es que las tasas de asistencia y matrícula escolar son menores entre niños/as trabajadores/as. A su vez, las tasas de trabajo infantil son más bajas cuando hay mayor gasto público social per cápita y en educación. Esta relación inversa hace evidente que para reducir sustancialmente la situación de pobreza y el trabajo infantil, es imprescindible aumentar la inversión pública en los sectores sociales, y, especialmente en la educación.
Es posible distinguir dos tipos de trabajo: uno visible y otro invisible. El visible es aquel que realizan a cambio de una remuneración. En la actualidad, se podría vincular con el trabajo que se realiza en la calle, relacionado con la marginalidad y la pobreza, El invisible, es el que se lleva a cabo puertas adentro del hogar familiar. Cuidando a los hermanitos más pequeños, realizando tareas domésticas, es como también trabajan los niños. Según algunos estudios, en la actualidad para muchos es causa de deserción escolar y ausentismo.
En relación con lo recién planteado, una de las caras de la problemática del trabajo infantil son los diferentes roles de género asumidos por niños y niñas. Diversos estudios afirman que las niñas se dedican principalmente a las tareas no remunerativas vinculadas a las actividades domésticas. Por su parte los varones se dedican a tareas remunerativas fuera del hogar. Una de las consecuencias de estos diferentes roles es que se profundizan y reproducen las relaciones de género dominantes, donde las mujeres se dedican a las tareas puertas adentro de los hogares y los varones se van desarrollando como trabajadores. Además, para el caso de las niñas, al quedar dentro de los ámbitos privados, se exponen a riesgos “puertas adentro”, como la sobreexplotación, el maltrato y el abuso. En cambio en otras investigaciones, esta división de tareas entre niños y niñas, puede, no obstante, significar para ellas la posibilidad de compatibilizar las tareas domésticas con la continuidad de sus estudios, en cambio para los varones continuar estudiando a la par que trabajan, resulta un desafío por demás exigente y de difícil alcance[6].
La magnitud del trabajo infantil requiere ser considerada tanto de manera global como de manera local y específica, dado que si bien la mirada regional aporta a la perentoriedad del tema, no todos los contextos nacionales encuentran las mismas determinantes específicas ni adoptan los mismos perfiles. El análisis de las tasas de trabajo infantil para la población de 5-14 años de 17 países latinoamericanos, a partir de los resultados de encuestas de hogares entre 1999-2005, muestran en relación a las tasas en cada uno de los países estudiados, y focalizando los/as niños/as de 5-11 años, que Perú es el país que presenta las mayores tasas de trabajo infantil (20,7%), seguido por Bolivia (15,6%) y República Dominicana y Ecuador (11,4% y 10,1%, respectivamente). Entre la población de 12-14 años, el país con mayor tasa de trabajo infantil es Guatemala (34,5%), seguido de Bolivia (29,8%), Perú y Ecuador (28% en cada uno)[7]. Por otro lado, si lo que está en foco es el tamaño de la población afectada, las cifras del Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE) revelan que del total de niños/as de 5-11 años trabajadores/as en 17 países de la región, cerca de un 20% son peruanos, muchos otros, mexicanos y alrededor de un 16% brasileños. Así, prácticamente tres de cada cinco niñas y niños latinoamericanos trabajadores/as pertenecen a esos tres países. Asimismo, de los niños, niñas y adolescentes de 12-14 años que trabajan, casi la mitad son brasileños y mexicanos (25% cada uno) y un 10%, peruanos. Otra vez, el 60% de los niños, niñas y adolescentes trabajadores son brasileros, peruanos y mexicanos. Es interesante detenerse en la construcción del rango etario de las investigaciones. Independientemente de las dificultades que impone a la construcción de un acuerdo sobre tal rango, el hecho de que diferentes países establecen un mínimo diferente (14, 16, 12), se requiere problematizar conceptualmente la diferencia que adopta el trabajo cuando se trata de un niño/a o de un adolescente.
Es de señalar que se percibe una potencial vinculación entre las altas tasas de trabajo infantil y la presencia de naciones y pueblos originarios que reivindican el mismo como parte de la socialización de las nuevas generaciones en su cultura. En el caso de Perú es importante resaltar además la presencia de un movimiento de niños trabajadores. En estas situaciones, la complejidad de la situación aumenta, dado que la pertenencia comunitaria, la inclusión social y la identidad están vehiculizadas por tales mecanismos de socialización que incluyen formas de trabajo. Al mismo tiempo, el hecho de que estas prácticas de trabajo infantil se desarrollen en contextos modernos, y no comunitarios y tradicionales, agrega dimensiones excluyentes a la desigualdad que afecta especialmente a las y los miembros de naciones originarias. Finalmente, las prácticas tradicionales de género y generacionales no son neutras respecto a las diferencias de poder, y constituyen también formas de reproducción de desigualdades al interior de los grupos sometidos.
La institucionalización de organizaciones internacionales de gobierno y la consolidación del sistema de Naciones Unidas ha contribuido a la problematización internacional de la situación de los niños y niñas que trabajan. Las principales acciones llevadas a cabo por los países de la región para lograr la erradicación del trabajo en la infancia, se desarrollan en torno a la adecuación legislativa y ratificación de convenios internacionales, programas específicos orientados a la difusión y sensibilización, becas escolares y subsidios familiares. A la vez de acuerdo a la OIT se entiende que la educación Universal y de tiempo completo es fundamental para lograr la erradicación del trabajo infantil.
Algunas herramientas legales de derecho internacional empujaron a los estados a adaptar su legislación e implementar políticas públicas que atendieran la problemática del trabajo en la infancia.
La Convención Internacional sobre los Derechos del Niño: derecho a ser protegido contra el trabajo infantil (Art. 32)[8].
El Convenio N138 de la OIT obliga a los Estados ratificantes a fijar una edad mínima para la admisión al empleo o al trabajo y a seguir una política nacional que asegure la abolición efectiva del trabajo de los niños y eleve progresivamente la edad mínima de admisión al empleo a un nivel que haga posible el más completo desarrollo físico y mental de niños y niñas[9].
La Recomendación núm. 146 que complementa este Convenio, define el marco general y las medidas normativas esenciales para la prevención del trabajo infantil y su erradicación.
El Convenio N182 de la OIT establece la necesidad de fijar políticas de erradicación inmediatas que eliminen las peores formas de trabajo infantil.
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[1] www.equidadparalainfancia.org/los-ninios-y-el-trabajo-reconstruyendo-la-historia-del-trabajo-infantil-durante-el-siglo-xx-480/index.html
[2] Pobreza Infantil. Conceptos, Medición y Recomendaciones de Políticas Públicas. Minujín, A.;Delamónica, E.; Davidziuk, A., FLACSO, 2006.
[3] Boletín desafíos publicado en el sitio: http://www.equidadparalainfancia.org/desafios--trabajo-infantil-en-america-latina-y-el-caribe-su-cara-invisible-240/index.html
[4] Estado Mundial de la Infancia 2005, Minujín UNICEF, 2005; 18.
[5] OIT, 2007 Op. Cit.
[6] Minujin 2005 Op. Cit.
[7] OIT, 2007 Op. Cit.
[8] http://www2.ohchr.org/spanish/law/crc.htm
[9] http://white.oit.org.pe/ipec/pagina.php?seccion=16&pagina=104

http://www.equidadparalainfancia.org/enfoque-integral-de-derechos-y-trabajo-infantil-oportunidades-y-desafios-432/index.html

http://www.equidadparalainfancia.org/trabajo-infantil-en-america-latina-y-el-caribe-su-cara-invisible-142/index.html

miércoles, 15 de junio de 2011

MEXICO: OIT - Niños trabajadores vulnerables al crimen organizado:

15/06/2011 La Organización Internacional del Trabajo señala en el país hay tres millones de niños entre 5 y 13 años de edad que se encuentran laborando en trabajos del campo, la construcción y la minería, considerados de alta peligrosidad
Los niños trabajadores son vulnerables a ser reclutados por el crimen organizado que los utiliza para transportar droga, ser explotados sexualmente o para cometer delitos en general y esta situación es cada vez más visible.
Por ello, la coordinadora del Programa Internacional de la Erradicación del Trabajo Infantil de la Organización Internacional del Trabajo Victoria Cruz consideró urgente buscar acciones para frenar la inclusión de niños en actividades laborales.
Dijo que ante este panorama a quien hay que perseguir es a quienes utilizan a los menores para ese tipo de actividad, por ello insistió en la necesidad de que autoridades y sociedad presten atención en esa problemática porque la alternativa para los adolescentes no debe ser el crimen organizado.
Por ello aseveró que resulta fundamental que se proporcione información sobre todas las problemáticas relacionadas con el trabajo infantil y es que apuntó es la mejor manera para tomar decisiones acertadas sobre dónde priorizar y cómo actuar.
Asimismo consideró necesario desarrollar políticas públicas para reducir la vulnerabilidad de los niños, niñas y adolescentes pues dijo que el hecho de que niños y niñas estén en la escuela y esta sea una opción de calidad, es un punto de partida fundamental.
Detalló que en el país hay tres millones de niños entre 5 y 17 años de edad que se encuentran laborando la mayoría en trabajos del sector agrícola, la construcción y la minería, trabajos considerados de alta peligrosidad.
Esto significa que 10. 7 por ciento de la población de niños y niñas en México trabaja. “Prácticamente estamos hipotecando parte de nuestro futuro”, abundó.
Victoria Cruz puntualizó que de ese total, 900 mil niños y niñas tienen entre 5 y 13 años de edad, “es decir ni siquiera deberían estar en el trabajo”.
Por ello, aseveró que el trabajo infantil constituye una violación severa a los derechos de los niños, niñas y adolescentes.
“Vemos involucrados muchos derechos del sano crecimiento, el derecho a la educación, a la cultura, el derecho a estar protegidos contra la explotación económica tenemos que empezar a verlo como una violación de derechos de la cual todo somos responsables y todos tenemos que dar una respuesta”.
Reveló que de acuerdo a las últimas estimaciones en el mundo 115 millones de niños, niñas y adolescentes entre los 5 y 17 años realizan actividades peligrosas, “actividades que dañan su salud, seguridad, actividades que ponen en grave peligro su vida”.
La organización internacional del trabajo Impartirán un taller en coordinación con el DIF estatal y la secretaría del trabajo para buscar alternativas conjuntas para definir acciones y procesos para resolver esta problemática.

http://www.hoyveracruz.com.mx

AR: Abren línea gratuita nacional contra la trata de personas

15/06/2011 El Ministerio del Interior y de Justicia inauguró hoy la Línea Gratuita Nacional contra la Trata de Personas 01 8000 52 2020.
El propósito principal es brindar información sobre los procesos migratorios intra y transfronterizos, convirtiéndose así en un instrumento de prevención contra este delito, como también en una herramienta que facilite los procesos de asistencia y remisión de presuntos casos a las entidades correspondientes para su investigación y judicialización.
Igualmente, esta línea constituye una fuente de información importante sobre la dinámica del fenómeno de la trata de personas en Colombia, permitiendo así tener mayor conocimiento sobre este en el país, y lograr la promoción de políticas públicas por parte del Estado para enfrentar y combatir este delito.
Los operadores que atenderán las llamadas en la línea 01 8000 52 20 20 ofrecerán información general sobre la trata de personas, sus modalidades y dinámica, recomendaciones para antes y después de viajar, con el fin de prevenir posibles situaciones de este flagelo. Así mismo, se promoverá la migración ordenada y regular, evitando los riesgos propios de la migración. A la línea 01 8000 52 20 20 puede acudir cualquier ciudadano o ciudadana para consultar sobre una oferta de trabajo demasiado atractiva, para preguntar sobre la ruta de asistencia a una víctima o para conocer el proceso de una denuncia.
La Línea Gratuita Nacional contra la Trata de Personas 01 8000 52 2020 opera en el marco de un Convenio de Cooperación, suscrito entre el Ministerio del Interior y de Justicia y la Organización Internacional para las Migraciones- OIM, y funciona las 24 horas del día, durante los 7 días de la semana.

http://www.radiosantafe.com

URUGUAY: 8,5% de niños realiza trabajos peligrosos

El trabajo infantil afecta según la OIT a 115 millones de niños en el mundo y Uruguay no es la excepción. Vulnera el derecho de niños y niñas a recibir una educación de calidad y los expone a peligros relacionados con las actividades que realizan.
15/06/2011 Matías Rótulo
Niños en la calle. Buscando algo para reciclar y sin concurrir a la escuela. Una realidad no resuelta en nuestro país.
Niños en la calle. Buscando algo para reciclar y sin concurrir a la escuela. Una realidad no resuelta en nuestro país.
Uruguay quiere saber cuál es la situación de los niños que trabajan. Por eso ayer se presentó la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil (ENTI) realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
La encuesta presentada en la Torre Ejecutiva se realizó en base a la entrevista de 10 mil niños de 5 a 17 años de edad, en 6.131 hogares desde el año 2009 a mayo 2010. Allí se relevó que el 13% de los niños entre 5 y 17 años realizan trabajo infantil remunerado y es en el área rural donde se ve la mayor incidencia.
En la encuesta del INE se preguntó a los niños sobre educación, tareas domésticas, tareas económicas, salud, búsqueda de empleo y situación de mendicidad. El 11,6% de los niños realizan actividades económicas (remuneradas) siendo el área rural (21,1%), la que mayor requiere la mano de obra infantil frente a un 10% en la zona urbana. Las actividades remuneradas se realizan mayoritariamente en el día en un 92% de los casos, aunque también prevalece un 27% de niños que trabajan en la noche. Niñeras o vendedoras de comestibles para las niñas y la construcción y establecimientos ganaderos para los varones, son los trabajos más declarados por parte de los encuestados. Los varones son quienes realizan la mayor cantidad de trabajo con un 15% de los varones y 11,4% de las niñas en los sectores netamente productivos (no domésticos). Pero lo que más preocupa a las autoridades es la prevalencia de los trabajos peligrosos que tiene una alta incidencia particularmente en los niños entre 5 y 14 años en Uruguay. La OIT advierte que el trabajo peligroso es aquel que pueda causar daños morales o físicos a los niños. Los niños que realizan trabajo peligroso, mayor a 36 horas.
El 8,5% de los niños y adolescentes realizan este tipo de tareas, según el INE. Esto incluye las tareas de cargar peso, manejar máquinas, entre otros y aquellos trabajos que son peligrosos por el solo hecho de realizarlos. Este tipo de trabajo es realizado por el 6,4% de los niños, niñas y adolescentes. El trabajo peligroso compromete la dignidad y la salud de los niños. La recolección de residuos, la explotación sexual, y tareas relacionadas con el trabajo callejero figuran entre la lista de actividades que realizan los niños uruguayos que se encuentran en peligro a partir de su trabajo. Tras cinco años se dieron a conocer nuevos resultados sobre el trabajo de niños, y niñas tanto de manera remunerada como no remunerada. Esta es la primera encuesta especializada en la materia que realiza Uruguay siguiendo los parámetros internacionales. La directora del INE Laura Nalbarte dijo que "no fue fácil hacer las entrevistas porque no es fácil entrevistar a los niños más aún frente a los adultos adelante", y aclaró que "si bien existieron otras encuestas en años, no son comparables con esta encuesta y sus resultados pues se cambiaron los parámetros de estudio".


EN NUMEROS
36 Horas. Es lo que dijo trabajar el 14,9% de los niños y adolescentes.
5,6% Niños. Declaró haber buscado trabajo la semana pasada.

No tienen interés en la escuela
La OIT recomienda que los adolescentes no trabajen hasta terminar el ciclo educativo obligatorio o después de los quince años de edad. Según la encuesta del INE, el 16,5% de los varones dicen no tener interés en la escuela o en estudiar. Esto coincide con que los niños y niñas ocupados presentan las mayores tasas de repetición y abandono del sistema educativo en nuestro país, según el INE. El 91% de los niños y adolescentes concurren a la educación lo que representa que unos 57,8 mil niños y adolescentes no estudian. Muchos de ellos a causa del trabajo infantil. El 42% de los niños y adolescentes que no estudian sólo hace tareas domésticas y el 7,2 no hace ninguna actividad, mientras que el resto trabaja. En el servicio doméstico no remunerado dentro de su hogar, las tareas domésticas (ordenar el cuarto por ejemplo), la realiza un 84,6% de los niños en todo el país (unos 5.795 niños en total).

http://www.larepublica.com.uy/comunidad/457087-uruguay-85-de-ninos-realiza-trabajos-peligrosos

AR-TI- El TI afecta al 17,6 % de los chicos argentinos

martes 14 de junio de 2011
MISIONES ON LINE

El 17,6% de los niños argentinos de 5 a 17 años realiza algún tipo de trabajo. El número es un promedio de lo que ocurre a nivel nacional en grandes centros urbanos, pero hay regiones, como el Gran Tucumán, en donde la situación es mucho peor: allí llega al 24,6 por ciento.

Los datos son del segundo semestre de 2010 y surgen del Observatorio de la Deuda Social de la Infancia de la Universidad Católica Argentina (UCA), que midió a seis mil hogares de todo el país para abordar la temática del trabajo infantil en las grandes ciudades de Argentina.
El universo de chicos que trabajan se divide en dos grupos: los que realizan actividades domésticas en forma intensiva (limpian, lavan, cuidan a los hermanos, hacen la comida todos los días, juntan agua, leña), o actividades económicas (ayudan a sus familiares u otras personas en un trabajo, hacen alguna actividad para ganar dinero por su cuenta como empleado a aprendiz) y existen contrastes según la edad: entre los 14 y los 17 años el promedio de chicos que trabajan es de 32,4 por ciento, mientras que entre los chicos de 5 y 13 años, ese número es del 10,6 por ciento.
La investigación resume datos referidos al trabajo infantil urbano en el país, quedando afuera la realidad de los chicos que trabajan en ámbitos rurales, donde la situación en general es más preocupante y donde se encuentran más a menudo casos de explotación laboral. Una situación que hace más urgente la aplicación de políticas públicas para prevenir y erradicar un problema que, como se ve en este informe, afecta a miles y miles de chicos y adolescentes en todo el país.
El trabajo en la niñez y adolescencia afecta la inclusión educativa, aumenta la probabilidad de rezago educativo y de ausentismo escolar. Tanto es así que entre los 5 y 17 años, período en que la escolarización es obligatoria, la no asistencia a la escuela alcanza a nivel nacional el 9,1 por ciento entre los niños y adolescentes trabajadores, mientras que entre los no trabajadores es de 3,9 por ciento.
Es decir, que la propensión a no asistir a la escuela es de más del doble entre los niños y adolescentes que trabajan. La situación más preocupante es en los adolescentes: entre ellos, la no asistencia a la escuela es del 14 por ciento entre los trabajadores, frente al 8,6 por ciento de sus pares que no trabajan, según cifras a nivel nacional.
Las desigualdades son mayores cuando se trata de rezago educativo, esto es la probabilidad de repetir de grado u año y transitar el ciclo educativo con mayor edad que la correspondiente al año en curso. Entre los niños/as de 5 a 14 años la probabilidad de rezago educativo se duplica entre los niños/as trabajadores respecto de sus pares que no trabajan, mientras que entre los adolescentes no llega a duplicarse pero pasa de 21% entre los adolescentes que no trabajan a 35% en los trabajadores.
http://www.argenpress.info/2011/06/el-trabajo-infantil-afecta-al-176-de.html

viernes, 10 de junio de 2011

OIT- Dia mundial contra TI

Día Mundial contra el Trabajo Infantil
OIT pide tomar medidas urgentes para combatir el trabajo infantil peligroso
que afecta a 115 millones de niños

LIMA (Noticias de la OIT) - La OIT pidió hoy tomar medidas urgentes para erradicar el trabajo infantil peligroso que en este momento afecta a unos 115 millones de niños en todo el mundo.
En un informe difundido con motivo del Día Internacional contra el Trabajo Infantil que se conmemora el 12 de junio, OIT destaca que ese número representa más de la mitad de todos los trabajadores infantiles en el mundo, que se estiman en 215 millones.
El informe "Niños en trabajos peligrosos: Lo que sabemos, lo que debemos hacer", basado en estudios realizados tanto en países desarrollados como en desarrollo, dice que cada minuto del día en algún lugar del mundo hay un niño trabajador que sufre un accidente, enfermedad o trauma sicológico relacionado con su trabajo.
El informe también dice que si bien el número total de niños entre 5 y 17 años en trabajo peligroso declinó entre 2004 y 2008, el número de aquellos entre 15 y 17 años aumentó en 20 por ciento, de 52 a 62 millones.
"A pesar de los importantes logros obtenidos la última década, continúa siendo demasiado alto el número de niños que trabajan, y en especial el de aquellos que realizan trabajo peligroso", dijo el Director General de la OIT, Juan Somavia.
"Gobiernos, empleadores y trabajadores deben unir fuerzas para liderar el diseño y la aplicación de políticas y acciones destinadas a erradicar el trabajo infantil", agregó. "La persistencia del trabajo infantil es reveladora del modelo de crecimiento que tenemos en la actualidad. Ahora es urgente terminar con trabajos que afectan la seguridad, la salud y la moral de los niños".
El año pasado la OIT publicó un Informe Global sobre Trabajo Infantil en el cual advertía que se estaban debilitando los esfuerzos por combatir las peores formas de trabajo infantil y que la crisis económica podría detener el avance hacia la meta de su erradicación para el 2016. Un año después, la OIT sigue estando muy preocupada por el impacto de la crisis sobre los niños.
El nuevo informe pide insistir en los esfuerzos por garantizar que todos los niños reciban educación al menos hasta cumplir la edad mínima de empleo, y solicita a los países que establezcan una lista de los trabajos peligrosos, tal como lo requieren los Convenios de la OIT. Destaca que también es necesario ocuparse de los niños que han cumplido la edad mínima para el empleo pero que están en situación de riesgo en el lugar de trabajo, quienes deberían tener acceso a capacitación y organización que les permita asumir mejor cuáles son sus riesgos, sus derechos y sus responsabilidades:
El informe añade que la exposición a situaciones peligrosas tiene un impacto especialmente fuerte en los niños, cuyos cuerpos y mentes aún están desarrollándose incluso cuando son adolescentes. El documento incluye una mirada en detalle a seis sectores de la economía: agricultura, pesca, servicio doméstico, minería y canteras, y ventas ambulantes.

América Latina
Los datos que consigna el estudio dicen que en América Latina realizan actividades peligrosas más de 9 millones de niños y niñas. lo que significa alrededor del 7% del total de esta población.
El estudio destaca que el problema de los niños en trabajos peligrosos no está limitado a los países en desarrollo. Hay evidencias en Estados Unidos y en Europa de alto grado de vulnerabilidad de los jóvenes a accidentes en el lugar de trabajo:

El informe también dice que:
· Una serie de estudios han aportado evidencias de que los niños tienen tasas más altas de accidentes y muertes en el trabajo que los adultos
· Es significativo el número de niños que trabajan largas jornadas, lo cual aumenta el riesgo de accidentes.
· El mayor número de niños que realiza trabajos peligrosos está en Asia y el Pacífico. Sin embargo la mayor proporción de niños en esta situación como parte del total de la población infantil se encuentra en África Subsahariana
· La mayor disminución en el número de trabajadores infantiles en condiciones peligrosas se registra entre las niñas
· Más de 60 por ciento de los trabajadores infantiles que realizan trabajo peligroso son niños.
· El trabajo peligroso se detecta con más frecuencia en la agricultura, incluyendo sectores como la pesca, forestal, pastoreo y acuicultura, además de los cultivos de subsistencia y comerciales
El informe de la OIT concluye que si bien es necesario mejorar la salud y seguridad laboral de todos los trabajadores, deben tomarse medidas especiales para salvaguardar aquellos que están entre la edad mínima de empleo y los 18 años, lo cual requieren de una acción importante y coordinada por parte de organizaciones sindicales y empresariales, y de la inspección del trabajo.
Hasta el momento 173 de los 183 Estados Miembros de la OIT se han comprometido a abordar la necesidad de erradicar el trabajo infantil peligroso mediante la ratificación ratificar el Convenio 182 de la OIR sobre las peores formas de trabajo infantil.

Para mayor información sobre trabajo infantil en América Latina o para solicitar entrevistas contacte al Programa Internacional para la Eliminación del Trabajo Infantil (IPEC) en +511-6150327, +511-6150388, +511-998559293 o vía email: nunez@oit.org.pe.
Sistema de Información Regional sobre Trabajo Infantil (SIRTI)
Oficina Internacional del Trabajo (OIT)

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Coordinación
Pilar Nuñez Ulloa, nunez@oit.org.pe
Tel. (511) 615 0327, Fax: (511) 615 0400

martes, 7 de junio de 2011

Disculpas por la ausencia

Compañerxs: he tenido dificultades para seguir subiendo notas al Blog RDVTI
Algunxs de Udes por suerte, lo han hecho...Vuelvo a reiterar que este es un Blog de TODXS!!! ergo, si algunx se ausenta, bueno sería que cualquiera pueda subir noticias sobre el TI, a nivel Latinoamericano y Mundial...para seguir informadxs!!!
El objetivo fue siempre, la creación de un espacio COMUN- CREADO ENTRE TODXS!!!
NO OLVIDEMOS LAS CONSIGNAS DE ORIGEN!!!
Espero la participación de TODXS!!!
Con cariño,
PJ