25/04/2011 “Me gustaría disfrutar la vida como lo hacen los demás niños de mi edad, a veces cuando estoy vendiendo en el Boulevard veo que llegan con sus padres a divertirse y les compran lo que sus hijos les piden”, sostiene Milagritos.
El trabajo infantil se da porque los propios niños quieren trabajar para ayudar a su familia y en otros casos son obligados. La mayoría de estos pequeños no tienen la presencia de un padre en su casa y asumen el papel de ellos, ya que son los que deben llevar el dinero y sustentar a su familia.
Escribe: Katty Riveros Montalván
El trabajo infantil según las últimas estadísticas se ha elevado considerablemente en nuestra región. Además, las razones por las cuales un niño trabaja son por mejorar su calidad de vida y la de su familia pues la mayoría son de condición humilde. La mayoría de niños que no gozan de una buena condición económica, dejan a un lado sus juegos para que se dediquen a trabajar y ser el sustento de su familia.
La extrema pobreza hace que las familias en general carezcan de las condiciones necesarias de subsistencia y hace que los niños trabajen para mantener la economía familiar. Aunque muchas veces el trabajo infantil se da por presión del grupo de padres de familia. Algunos niños y adolescentes trabajan por acompañar a sus amigos, sus ganancias son utilizadas para cubrir sus propias necesidades, pero por el gusto de manejar dinero se van quedando mayor tiempo en las calles, adaptándose a las vivencias de la calle. El trabajo infantil también se da cuando los niños son huérfanos y no tienen como sostenerse.
Se debe erradicar el trabajo infantil
El Director Regional de Trabajo y Promoción del Empleo, Emerson Leveau Delgado señaló que están realizando varios proyectos para concientizar a los padres de familia sobre el trabajo infantil ya que la mayoría de ellos son los que obligan a sus hijos a trabajar para que tengan más sustento en la casa. “La tendencia del trabajo infantil es por el índice de la pobreza en la región, ya que son los padres en algunos casos los que prácticamente obligan a sus hijos a trabajar y en otros casos ya no los dejan ir a la escuela. Nosotros como institución estamos elaborando proyectos para que se disminuya el trabajo infantil que ahora se ve muchos niños en las calles trabajando por querer ayudar a sus padres. Es una pena que aun no tengamos las cifras exactas del incremento del trabajo infantil, pero de que lo vamos a erradicar será con apoyo de todos y de las autoridades, debemos trabajar en conjunto”.
Norma Timana, directora de empleo y promoción de la DRTPE, indicó que varias instituciones vienen apoyando para que se erradique el trabajo infantil en Iquitos. Dijo que se está realizando un plan de desarrollo que empezará en el mes de mayo, dicha actividad estaban trabajando coordinadamente con la ONG CHS, Defensoría del Pueblo, Demuna, entre otras instituciones. “En un último estudio se pudo ver que en el distrito de Iquitos y Punchana el trabajo infantil ha aumentando y tenemos la tarea de sensibilizar a los padres de que no obliguen a sus hijos a trabajar hasta altas horas de la noche, la labor que empezaremos será trabajar con los cuatros distritos de la ciudad para sensibilizar”, finalizó.
Trabajo para ayudar a mi familia
Niño vende manzana acaramelada
Este es el caso de Antonio Tuanama Silva, un niño de tan solo 11 años de edad que todos los fines de semana llega hasta el Boulevard para vender sus manzanas acarameladas junto a si tía. Según nos contó, hace más de un año que se gana la vida trabajando en el Boulevard para que ayude en su casa a su tía, quienes son muy pobres y carecen de casi todo. “Yo vengo todos los fines de semana a vender las manzanas acarameladas en el Boulevard porque quiero ayudar en mi casa, tengo dos hermanitos pequeños y no quiero que nada les falte, regreso a mi casa a las 10 de la noche junto con mi tía. Yo estudio, no he dejado la escuela, sé que mi familia es pobre, mi mamá no trabaja y a veces ella también vende lo mismo que yo”, contó el niño.
Pro & Contra Llegó hasta la casa de Antonio Tuanama que se ubica en el asentamiento humano 25 de Mayo, distrito de San Juan. Su zona se encuentra inundada por la creciente. En el lugar, Diana Silva, madre del niño, comentó que le gustaría cambiar el estilo de vida de su hijo y darle todo lo que le falta sin necesidad de que vaya a trabajar a su corta edad. “Me gustaría que mi hijo no trabaje, pero lastimosamente somos muy pobres y tenemos que trabajar para traer un pan a casa, el agua de la creciente ya está entrando a nuestra humilde vivienda, ahora tenemos que ver cómo haremos para hacer un altillo ya que no tenemos maderas”, dijo la madre.
Vendo chicles para ayudar en casa
Milagros vende chicles en el Boulevard
Milagros Rojas Guerra es una niña de tan solo 8 años de edad, quien hace más de dos años trabaja junto con sus dos hermanitos vendiendo chicles en el Boulevard y en la Plaza de Armas hasta las 11 de la noche. Milagritos nos contó que ella por ser la mayor vende en el Boulevard y sus dos hermanos lo hacen en la Plaza de Armas. Llegan a sus labores a las 7 y se regresan a su casa a las 11 de la noche, sin medir el peligro de las calles. Milagritos vive en el asentamiento humano Puerto Salaverry, otra de las zonas que se encuentran inundadas por la creciente. Los padres de la niña no trabajan y también venden en su vivienda algunas golosinas. “Me gusta trabajar porque de esa manera apoyo a mi familia y llevo un dinero a mi casa, yo y mis hermanitos estudiamos, a veces no tenemos para comer y debemos trabajar vendiendo algunas golosinas”, señaló la pequeña.
“Me gustaría disfrutar la vida como lo hacen los demás niños de mi edad, a veces cuando estoy vendiendo en el Boulevard veo que llegan con sus padres a divertirse y les compran lo que sus hijos les piden”, sostiene Milagritos.
http://proycontra.com.pe/2011/04/20/el-trabajo-infantil-que-nunca-acabara/
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