viernes, 4 de noviembre de 2011
Brasil- Mujeres afrodecendientes del Brasil
Nosotras, Mujeres afrodecendientes del Brasil
Internacional, Voces de mujeres, Situación social de las mujeres, Mujeres del mundo, Género y desarrollo, Madrid, Viernes 4 de noviembre de 2011, por Redacción
Madrid, 04 noviembre 2011. “La ONU Mujeres también tiene que emprender esfuerzos en todos los campos de la vida de la mujer. Sacar a la mujer negra del lugar de víctima e incluirla como ciudadana, pensarla como parte del proceso de desarrollo, como parte de la construcción de la democracia, de la riqueza del mundo. Y en este sentido, trabajar para que las mujeres puedan vivir con dignidad, con plenitud, y con todos los derechos garantizados”, dijo Lúcia Xavier, ONG Criola.
De mayo a septiembre, cerca de 20 mujeres negras apuntarán los desafíos y las oportunidades para la inclusión de las dimensiones de género y raza en las políticas de desarrollo de Brasil. Surgieron importantes referencias para la actuación de la ONU Mujeres en el área de género y raza. Por medio de cinco ediciones, la serie “Nosotras, Mujeres Negras de Brasil” estableció un diálogo activo con algunas de las principales líderes del movimiento de mujeres negras brasileras, ampliando el debate sobre el enfrentamiento del racismo y sexismo en Brasil.
En esta última edición de la serie de entrevistas “Nosotras, Mujeres Negras de Brasil”, producida como conmemoración del Año Internacional de las y de los Afrodescendientes, charlamos con nueve mujeres negras líderes de organizaciones de la región Sudeste de Brasil: Nilza Iraci, del Instituto de la Mujer Negra – Geledés (São Paulo); Cleusa Aparecida da Silva, de la Casa Laudelina de Campos Melo (São Paulo); Maria Lúcia da Silva, del AMMA Psiquis y Negritud (São Paulo); Jurema Pinto Werneck y Lucia Xavier, de la ONG Criola (Río de Janeiro); Hildézia Alves de Medeiros, do Centro de Actividades Culturales, Económicas y Sociales (Río de Janeiro); Sandra Maria da Silva Andrade, da Coordinación Nacional de las Comunidades Quilombolas (Minas Gerais); y Surya Noara Januário, del Nzinga Colectivo de Mujeres Negras (Minas Gerais).
El Sudeste brasileño es la región más poblada y rica de Brasil. A los cuatro estados que la componen, Río de Janeiro, São Paulo, Espíritu Santo y Minas Gerais, les corresponde más de la mitad PBI (Producto Bruto Interno) del país. Conforme datos del Censo 2010, del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística, en la región, los/las afrodescendientes suman 35 millones de personas, aproximadamente 40 por ciento de la población.
En esta charla, las mujeres negras cuentan que Brasil necesita avanzar en la construcción de políticas de promoción de la igualdad racial. Según ellas, las políticas de combate a la pobreza se deben elaborar a partir de una perspectiva de justicia social y de género. Ellas comprenden que estas políticas solamente serán efectivas, si el gobierno reconoce el racismo como factor determinante de la exclusión socioeconómica de la población negra y, principalmente, de las mujeres negras.
¿Cómo se debería pensar las políticas de reducción de la pobreza?
Hildézia Alves de Medeiros (CACES): Para un programa efectivo de combate a la pobreza en Brasil, no podemos dejar de considerar que el rostro de la pobreza en Brasil es el de una mujer negra. Esta es una cuestión fundamental. Hasta hoy las políticas sociales no han sido pensadas a partir de la perspectiva de justicia de género y racial.
Maria Lúcia da Silva (AMMA Psiquis y Negritud): Creo que erradicar la pobreza lleva tiempo. Es necesario que el gobierno asuma la existencia del racismo institucional y estructural como elemento que impide que las mujeres tengan acceso a todos sus derechos. El racismo estructural es un impedimento para nuestro progreso y para el progreso del país. Si el gobierno consigue asumir esto efectivamente, podrá proponer políticas que puedan construir elementos y estrategias que nos ayuden a salir de esta situación.
Sandra da Silva (Conaq): Creo que es necesario crear un mecanismo para que las políticas lleguen a donde está la pobreza, es decir, en el interior de las capitales. Las políticas públicas de combate a la pobreza generalmente no llegan a las comunidades. Solamente quien las conoce, sabe las condiciones infrahumanas en las que viven esas familias.
¿Cómo evalúa las políticas públicas para el combate del racismo y sexismo en Brasil?
Cleusa Aparecida da Silva (Casa Laudelina): Pienso que para nosotras, mujeres negras aún no existen las políticas de igualdad racial. Y si de hecho ellos quieren promover la igualdad racial en este país, para erradicar la pobreza, tienen que primeramente tener una política contundente de enfrentamiento al racismo, al sexismo, a la lesbofobia. Es imposible combatir la pobreza y promover la igualdad racial sin una reforma política seria, que piense en Brasil de una forma más igualitaria. Es necesario aumentar el porcentaje de mujeres y hombres negras/os en los espacios políticos, para de hecho consolidar nuestra democracia.
Jurema Pinto Werneck (Criola): Yo estoy de acuerdo con lo de que no existe ninguna política de promoción de igualdad racial, pero creo que debe existir una política de igualdad racial que tenga en cuenta las necesidades de cambiar la vida de las mujeres negras, que redireccione al Estado brasileño, eliminando de ese Estado todas las herramientas de racismo patriarcal que existen hasta hoy. La política de promoción de la igualdad para las mujeres negras es el sendero por donde pasa el tren de la vida cotidiana, económica e institucional. Podemos imaginarla como un tren muy largo que va por esa vía, que sigue ese camino. Quien conduce ese tren son nuestras necesidades como mujeres negras, nuestros derechos y nuestros deseos. Este tren tiene que seguir para que haya igualdad racial que contemple el derecho que tenemos de ser tratadas como igual derecho que tenemos a ser feliz en Brasil.
¿Qué es lo que las mujeres negras esperan del trabajo de la ONU Mujeres?
Jurema Pinto Werneck (Criola): Espero que la ONU Mujeres cumpla con su obligación de ser una institución que tiene como mandato trabajar en nombre de las mujeres y para las mujeres. Su obligación es también tenernos como conductoras del destino de la ONU Mujeres, para consultas cotidianas en un diálogo más próximo.
Lúcia Xavier (Criola): La ONU Mujeres también tiene que poner en marcha proyectos en todos los campos de la vida de la mujer. Sacar a la mujer del lugar de víctima e incluirla como ciudadana, pensarla como parte del proceso del desarrollo, como parte de la construcción de la democracia, de la riqueza del mundo. Y en este sentido, trabajar para que las mujeres puedan vivir con dignidad en plenitud y con todos los derechos garantizados. Si la ONU Mujeres parte del principio de que esas mujeres son las víctimas del proceso y no parte de la solución de todas las desigualdades que ellas enfrentan, pueden caer en el error de producir nuevas desigualdades, producir una dirección en la que la mujer sea una vez más víctima de la discriminación de las desigualdades. Recordemos que la ONU Mujeres no es en sí la guardiana del proceso de vida y de los derechos de la mujer, sino que es un instrumento, una herramienta en este proceso. Y como herramienta no puede ejercer ese mandato sin escuchar a las mujeres, apoyarlas y darles voz.
Hildézia Alves de Medeiros (CACES): Veo que la ONU Mujeres puede llevar al espacio de las Naciones Unidas la preocupación hacia las mujeres como algo absolutamente estructurante de aquello que la ONU entiende como su tarea. Lo que yo espero de la ONU Mujeres, como espacio orgánico, es que tenga como un criterio de selección privilegiar a las mujeres negras del mundo entero.
Maria Lúcia da Silva (AMMA Psiquis y Negritud): Estoy de acuerdo y creo que si la ONU Mujeres reconoce al racismo como aquello que estructura las desigualdades, ella también tiene que pensar en acciones sistemáticas y continuas para caminar en la dirección de establecer relaciones ecuánimes e igualitarias.
Nilza Iraci (Geledés): Las mujeres, a lo largo de estos últimos tiempos, no han sido vistas como sujetas de derecho. Queremos algo más que comer. Queremos educación de calidad, acceso a una diversión como Dios manda, queremos tener una vida digna. Entonces creo que en este sentido, la ONU Mujeres puede tener una acción mucho más efectiva de sensibilización de sus pares para garantizarles estos derechos a todas las mujeres sin hacer distinciones.
Cleusa Aparecida da Silva (Casa Laudelina): A mi modo de ver, la ONU Mujeres sabe donde están las mujeres negras en Brasil y en América Latina. Por lo tanto, es necesario que tengan esta centralidad de pensar y contribuir al desarrollo e ir más allá de los asuntos económicos. Que podamos pensar en un desarrollo que de hecho nos incluya a todas las mujeres, en especial a las mujeres negras, a las jóvenes, a las indígenas que están en la base de la pirámide del desarrollo. Es necesario que la ONU Mujeres haga el ejercicio de incidir donde está de hecho concentrada la desigualdad. Pienso que el eje central tiene que ser el enfrentamiento al racismo, al patriarcado, para poder de hecho tener equidad en este país
AmecoPress. - http://www.amecopress.net/spip.php?article8132
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