sábado, 19 de noviembre de 2011

La renta básica, un derecho fundamental - Luigi Ferrajoli • et alteri

16/10/11 Sin Permiso Hace cuatro años, a inicios de la actual crisis global, Ulrich Beck observó: “Debemos poner al orden del día las siguientes cuestiones: ¿cómo se puede llevar adelante una vida sensata incluso si no se encuentra un empleo?, ¿cómo garantizar la democracia y la libertad más allá del pleno empleo?, ¿cómo podrán las personas convertirse en ciudadanos conscientes sin un trabajo remunerado? Necesitamos una renta básica de ciudadanía. No es una provocación. Es una exigencia política realista”. Ante esta crisis infinita, que genera una desocupación y una pobreza cada vez mayores, antes la incapacidad de las clases dirigentes para intervenir y reducir los daños sociales, es el momento de relanzar una exhortación a favor de una renta básica incondicionada. Se trata, por un lado, de una alternativa concreta dirigida a garantizar de manera inmediata a las personas que de manera más dramática padecen la inseguridad y el empobrecimiento la posibilidad de una vida digna. Por otro lado, en una perspectiva más amplia, se trata de una alternativa orientada a promover y a realizar otra idea de sociedad. Los movimientos ciudadanos que se movilizan para responder a la crisis han incorporado una exigencia difusa de transformación de las políticas públicas. Reclaman intervenciones más garantistas, que consagren derechos sociales universales, contra y más allá de la financiarización de la economía. Como en la “Gran Transformación” de los años 30 y 40 del siglo XX, la lucha por el cambio de las políticas públicas se ha convertido en algo fundamental. La crisis no deja alternativa: es necesario definir nuevos derechos capaces de garantizar la igualdad y la dignidad de todas las personas. La renta básica es uno de ellos. Se trata de una reivindicación ligada al derecho fundamental a la vida. De un derecho social, pero también de una garantía de libertad que permite eludir el chantaje de la pobreza, de la inseguridad, de la precariedad y de la exclusión social. Una garantía de libertad, además de un derecho social, que favorece una nueva idea de participación en el trabajo y que puede contribuir a que este sea el fruto de una elección libre y no una simple mercancía desvalorizada a placer por el capital. El reconocimiento de una renta básica permitiría repensar el papel de la democracia en el combate contra la financiarización de la economía y no ya contra los sistemas de bienestar y la calidad de vida y del trabajo. Una renta básica incondicionada permitiría responder a las situaciones de urgencia actuales y al mismo tiempo cuestionar el actual modelo de desarrollo, convergiendo así con los movimientos europeos que el 15 de octubre saldrán a las calles de toda Europa a reivindicar la justicia social, la dignidad y una nueva democracia. Por todo ello, y retomando la campaña a favor de un ingreso incondicionado impulsada por la Red Renta Básica de Italia y por la Red Mundial para la Renta Básica (BIEN, en inglés) invitamos a las fuerzas sociales, políticas y sindicales todavía sensibles a la tutela de la dignidad de las personas, a convertirse en portavoces de esta demanda, más necesaria que nunca. Y a hacer de esta reivindicación de la renta básica como derecho fundamental una consigna que, ligada a la de democracia real ya, resuene en todas las calles de Italia y de Europa, también el 15 de octubre. Luigi Ferrajoli es un reconocido jurista y filósofo del derecho italiano de prestigio internacional. Firman también este escrito: Giuseppe Allegri, Piero Bevilacqua, Giuseppe Bronzini, Arturo Di Corinto, Luigi Ferrajoli, Andrea Fumagalli, Luciano Gallino, Stefano Giubboni, Sandro Gobetti, Fausta Guarriello, Maria Rosaria Marella, Cristina Morini, Giovanni Orlandini, Mauro Palma, Stefano Rodotà, Chiara Saraceno, Rachele Serino, Luca Santini, Guido Viale Traducción para www.sinpermiso.info: Gerardo Pisarello http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=4499

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