9-8-12 ADN
En el Día Internacional de las Poblaciones Indígenas, ofrecemos un
breve repaso de la realidad de los originarios de su tierra a lo largo
de América Latina y, en particular en la Argentina.
Pensar a las poblaciones indígenas en un plano de igualdad con los
herederos del "hombre blanco" es una utopía a la luz de las luchas que
aún hoy surcan nuestra región.
En los días previos a la conmemoración del Día Internacional de las Poblaciones Indígenas, el sitio Radialistas sintetizaba esta realidad:
En estos días, los pueblos indígenas del Cauca, Colombia, están en pie de lucha defendiendo la autogestión de sus territorios con la única arma de sus cuerpos. En Chile, los mapuches de la Araucanía están bloqueando rutas para exigir buenas carreteras, tierras y soberanía. En Bolivia, las comunidades indígenas del oriente han marchado por segunda vez hacia La Paz para oponerse a la carretera que partiría en dos el área protegida del TIPNIS. En Ecuador, el pueblo kichwa de Sarayacu, después de una protesta de años, acaba de ganar una batalla histórica y será indemnizado por el Estado al no haber sido consultado sobre la explotación petrolera en sus tierras ancestrales. (1)
Este repaso da cuenta de un presente conflictivo en los países en donde
la presencia de los pueblos originarios sigue siendo una cuestión social
a resolver, incluso con ribetes políticos que logran penetrar en la
agenda del Estado.
Sociedades fragmentadas
De acuerdo a un estudio de la CEPAL y Latinobarómetro,
América Latina constituye un territorio en donde la discriminación
brota con crudeza en varios países. Incluso este comportamiento social
luce mucho más preocupante cuando se indaga en la realidad de los
jóvenes provenientes de comunidades aborígenes.
En países como Guatemala, Bolivia y Brasil, la principal causa de
discriminación se da por color de piel. En cuanto a niveles educativos,
el trabajo mostró que "solo el 35,10 por ciento de la población indígena
y afrodescendiente completó la educación secundaria, contra el 49,70
por ciento del total global de América Latina" y si observamos los
resultados en estudios terciarios, sólo el 7,4 por ciento de los jóvenes
latinoamericanos tiene estudios de ese tipo contra apenas del 2 por
ciento de los descendientes de pueblos originarios. Si indagamos en los
niveles de pobreza, se observa que el índice "era de 54,30 por ciento
entre los jóvenes de 15 a 29 años de origen indígena o afrodescendiente y
sólo del 33,60 por ciento entre la población no indígena". (2)
En la Argentina
La situación de los indígenas en nuestro país da cuenta de la
marginación y postergación que sufren, especialmente en el norte
argentino. Un trabajo realizado por la Red de Comunidades Rurales y la
Fundación Andreani, revelo en 2009 que "más del 80% de las escuelas
rurales ubicadas en el norte argentino que tiene entre sus alumnos a
niños de pueblos originarios no cuenta con docentes capacitados. Además,
la principal causa de ausentismo entre los alumnos está vinculada con
cuestiones de salud, pero la mitad de las comunidades analizadas no
tienen puestos sanitarios y una ambulancia puede tardar en llegar más de
una hora" (3)
De ese trabajo de indagación surgía que en las provincias del
noroeste, Catamarca, Jujuy, La Rioja, Salta, Santiago del Estero y
Tucumán, el 29% de las escuelas relevadas tiene alumnos pertenecientes a
comunidades aborígenes, que representan el 65% de la matrícula. Y en el
caso de las escuelas del noreste (Chaco, Formosa, Misiones y
Corrientes), sólo el 24% de los colegios tiene alumnos aborígenes y
representan el 57% del total de la matrícula.
Reconocerse indígena
De acuerdo a cifras del Censo Nacional de Población 2010, en el país hay
un millón de personas que se reconocen como indígenas. En más de 60 mil
hogares hay al menos una persona que se asume afrodescendiente. Y hay
unas 25 mil familias formadas por parejas del mismo sexo. (4)
Si bien los datos son reveladores, lo destacable es que el Censo 2010
fue el primero en la historia argentina en indagar sobre cuestiones
relacionadas con la vida de los pueblos originarios.
En aquel trabajo desplegado en todo el país, surgió que "la mayor parte
de los que se autorreconocen como indígenas pertenecen a los pueblos
mapuche y colla y residen en las provincias de Chubut, Neuquén y Jujuy".
Además, "la mayor parte de los afrodescendientes viven en la provincia
de Buenos Aires, especialmente en el conurbano".
Negar el presente de los pueblos originarios en la región y en la
Argentina es no reconocer a una importante porción de nuestra
sociedad. Seguramente nuestra cosmovisión devenida de los mandatos
culturales eurocentristas no nos permitió advertir esta realidad:
negarla hoy constituiría un acto de necedad aún peor. Abordarla,
analizarla y discutirla seguramente nos permitirá reconocer que la
herencia social que nos define como pueblo no solo vino en los barcos
llegado de Europa.
Fuentes:
http://www.adnarg.com.ar/2012/08/pueblos-indigenas-el-mapa-actual-de-las.html?utm_source=feedburner&utm_medium=email&utm_campaign=Feed%3A+AdnArgentino+%28ADN+argentino%29
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