lunes, 12 de diciembre de 2011

BOLIVIA: Diferenciar la trata de algunas costumbres andinas


12/12/2011
El cónsul de Bolivia participó como disertante en el I Seminario Internacional sobre Trata y Tráfico de Personas, organizada por el Colegio de Abogados de Jujuy. Explicó las acciones que se llevan adelante para evitar la problemática en la zona limítrofe de Argentina.



VALERIA ALFARO

¿Cómo observa la problemática tratada, teniendo en cuenta la situación de frontera en la provincia?
Desde el Gobierno intentamos mencionar los convenios interinstitucionales que tiene Bolivia con Argentina en cuanto a la problemática. Son convenios bilaterales, en los cuales hemos podido enfocar y dar mayor énfasis a la difusión del programa “Patria Grande”. Este programa permite regularizar la situación migratoria de los ciudadanos bolivianos de manera que puedan obtener su residencia legal en Argentina, y no sea confundida su estadía con la trata o tráfico de personas. A tal fin, se dispone implementar un nuevo criterio de radicación basado en la acreditación de la nacionalidad de uno de los países de la región y adoptando la buena fe como principio rector del programa.

¿Cuáles fueron los logros obtenidos?
Hemos podido verificar con claridad que miles de ciudadanos bolivianos que se encontraban indocumentados en Argentina, en especial en la provincia de Jujuy, pudieron participar del programa. Ellos hoy por hoy cuentan con documentos de radicación temporaria o definitiva, y eso nos permite recuperar los mínimos derechos de un ciudadano boliviano que un ser humano pueda tener, como un derecho a la vivienda, a la educación y el derecho a la libre circulación por la provincia. Esto permite también que los inmigrantes no tengan problemas en el ámbito del trabajo, en la salud y otros.

¿Alrededor de cuántos bolivianos se encontraban en situación ilegal?
Son alrededor de veinte mil ciudadanos bolivianos que participaron del programa, y estamos hablando de familias enteras. De manera que no es poco el trabajo realizado para evitar los problemas limítrofes, son gestiones en donde lo más importante son los resultados, que demuestran que el programa “Patria Grande” dio sus frutos en esta temporada.

¿Ello contribuye a disminuir la trata de personas?
Sobre el asunto de la trata de personas, hemos sido muy puntuales en el sentido de dar a conocer claramente el asunto de la cosmovisión andina, que es muy diferente al de otros sitios. A Jujuy vienen principalmente ciudadanos de Chuquisaca, Potosí, Tarija, y allí existen comunidades donde la cultura es arraigada, y son cerradas, con costumbres donde todos son una gran familia aunque no compartan el apellido. Hay personas que vienen a la provincia con niños y demás, que muchas veces no son sus familiares directos, y al ingresar al país, la situación es tomada como trata de personas. Esto es algo que no es verdad. Hubo muchos casos en donde pudimos demostrar que forma parte de las costumbres de la zona que un ciudadano boliviano esté trasladando a niños, sin el objetivo de explotarlos, sino porque forma parte de su familia.

¿Hubo casos en los que sí detectaron que hubo trata de personas?
Nosotros hacemos el seguimiento de los casos que se presenten, y remitimos la información directamente al Ministerio de Relaciones Exteriores para que tengan conocimiento sobre los pasos que damos. Inmediatamente, si se detienen personas presas de la trata, se restituyen a sus familiares, estén donde estén.

¿Con qué fin se trasladaba a las personas presas de la trata?
Detectamos en la mayoría personas que iban a trabajar a algunas fincas en donde se encontraban familias enteras, que no tenían un derecho a la vivienda, ni de ser parte de la sociedad, o simplemente poseer un salario justo. La mayoría de las personas son utilizadas para la explotación en el trabajo.

¿Cuál es el rango de edad de las víctimas?
La mayoría son niñas y niños, y son muchos los casos durante el año. Son alrededor de veinte o treinta casos. Se trata de niños y adolescente que van desde Bolivia hacia Jujuy. Pero son más los casos en donde se trasladan niños, sospechando que son víctimas de trata, pero que pasan la frontera con el consentimiento de sus padres y llegan a vivir a la provincia sin ser explotados. La justicia actúa favorablemente, cuando demostramos y explicamos que no se trata de un tráfico ilegal.

http://www.eltribuno.info/

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