Jueves 22 de diciembre de 2011, por Isabel Pérez de Sierra
Montevideo,
22 dic. 11. AmecoPress/SEMlac.- En la región de Sudamérica se ha
actuado activamente para la promoción de la igualdad de género y el fin
de la violencia contra las mujeres, pero la voluntad formal no ha
alcanzado el grado de efectividad en la vida cotidiana de ellas.
Así
lo admite el informe "Sistema de indicadores comparables a nivel
regional sobre violencia doméstica basada en género en el Mercosur",
resultado de una consultoría realizada por dicha instancia regional.
El documento
fue discutido durante la XXVI Reunión Especializada de la Mujer (REM)
del Mercosur, realizada en Montevideo del 9 al 11 de noviembre, y en su
ejecución participaron cuatro países -Argentina, Brasil, Paraguay y
Uruguay- miembros del Mercosur y con representación en la REM.
Según el
informe, los estados participantes "han actuado activamente para la
promoción de la igualdad de género y el fin de la violencia contra las
mujeres en sus contextos nacionales, en la región y en el continente".
Sin embargo, y
si bien así lo han expresado en la ratificación de los tratados
internacionales correspondientes, la voluntad formal no ha alcanzado,
según lo deja explícito el propio estudio, el grado de efectividad en la
vida cotidiana de las mujeres.
La igualdad, en
estos casos, no es un hecho. Se presenta pues una brecha entre el
derecho formal y el derecho real a vivir una vida sin violencia.
A su vez, el
informe da cuenta detallada de las debilidades de las leyes regionales
de combate a la violencia doméstica o familiar, en tanto todas plantean
como respuesta al delito medidas de sanción de tipo civil y no penal.
Armonías y disonancias
Tanto en
Argentina, como en Paraguay y Uruguay, los trabajos de los estados en
materia de violencia contra las mujeres involucran a los sectores salud,
seguridad y justicia, contando a su vez con la coordinación de los
mecanismos de género existentes en el país.
Según el
estudio, los países de la región comparten deficiencias en el abordaje
de la temática, fundamentalmente desde el punto de vista estadístico,
por la falta de sistemática, lo que impide generar series históricas
sobre la incidencia real del tema.
La perspectiva
de la consultoría, que pretendía dar cuenta del panorama del área para
la generación de indicadores regionales dirigidos a unificar los datos
sobre violencia doméstica basada en género, parece estar aún muy lejos.
De hecho, uno
de los aportes finales explicita las debilidades encontradas para
alcanzar dicho objetivo: "Las experiencias relatadas se encuentran en
diferentes fases de desarrollo, implementación y también poseen
cobertura territorial variable".
Según el
documento, "la multiplicación de sistemas de registros de informaciones,
la tentativa de implementar un Registro Unificado en Argentina y la
estandarización de las fichas en los servicios de Uruguay, constituyen
avances importantes para las políticas de enfrentamiento a la violencia
basada en género en toda la región".
El informe
concluye sin embargo que, tras analizar comparativamente los sistemas
disponibles en los cuatro países, estos "no permiten que se vislumbre un
indicador sobre violencia doméstica basada en género que pueda ser
aplicado para los cuatro países en la región".
Entre las
limitaciones que aparecen se encuentra la alta variación entre el origen
de los datos primarios (atención directa o centrales telefónicas), la
cobertura del servicio (nacional, departamental, local), además de las
diferencias en la forma de registro y la ausencia, en algunos casos, de
informatización de los datos.
http://www.amecopress.net/spip.php?article8516
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