martes, 22 de febrero de 2011

Ar-¿Jaque al trabajo esclavo? La revalorización del peón

Los avances para garantizar los derechos de los trabajadores rurales representan para la corporación mediática financiada por el agronegocio una nueva ofensiva del gobierno argentino en contra de los intereses del sector.
Por Fernando Glenza | Desde la Redacción de APM 19|02|2011

En Argentina suele denominársele peón a un “trabajador no calificado”, ya sea del ámbito rural o urbano. Según el Diccionario de la Real Academia Española, el peón es un “jornalero que trabaja en cosas materiales que no requieren arte ni habilidad”. Calificaciones inexactas si consideramos que el peón es un trabajador con gran conocimiento empírico, fundamental para llevar adelante diversos trabajos. En el ámbito rural, es el peón el encargado de llevar adelante tareas de gran especialización, como filetear, afilar, herrar, pastorear, ordeñar, esquilar, alambrar, palear, estibar, podar, sembrar y cosechar.
Tal vez se considere que el del peón rural no es un trabajo calificado porque no ha aprendido en una escuela o en una universidad. Sin embargo ha aprendido sus artes de otra forma, se trata del aprender haciendo, con la guía experimentada de sus padres, hermanos y compañeros de trabajo. Su ductilidad le permite llevar a cabo variadas tareas con eficacia y precisión, resolviendo de manera integral los quehaceres del campo. ¿Qué haría el patrón de estancia sin el peón?
El peón rural es la base fundamental que sostiene el trabajo agrario, aún hoy con el auge de sofisticadas tecnologías se lo necesita, por ejemplo, para la delicada tarea del “desflore del maíz” para la producción de semillas híbridas. Actividad que dio cuenta de las infrahumanas condiciones de trabajo a que eran sometidos los peones por parte de empresas semilleras transnacionales en inspecciones llevadas a cabo por el Ministerio de Trabajo y la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).
La supuesta ofensiva del gobierno en contra el campo, además de fiscalizar las condiciones de trabajo del peón rural, promueve la creación de un nuevo organismo que reemplace al Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores (RENATRE), ente autárquico integrado por el sindicato Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE), y cuatro patronales del agro: la Sociedad Rural Argentina (SRA), la Federación Agraria Argentina (FAA), la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (CONINAGRO) y Confederaciones Rurales Argentinas (CRA).
Creado por Ley 25.191 en 1999, el RENATRE tiene la responsabilidad de registrar a todos los trabajadores y empleadores rurales del país, administrar los aportes del fondo de desempleo que deben hacer los empleadores, velar por el cumplimiento de las leyes laborales y brindar al trabajador rural las prestaciones sociales correspondientes.
Para el gobierno, estas obligaciones del RENATRE fueron incumplidas, dado que el trabajo en negro alcanzaría al 60 por ciento, superando el 90 por ciento en algunas provincias. Para las organizaciones patronales del campo y la UATRE, la creación de este nuevo organismo supondría una estrategia para avivar el estado de crispación permanente que distancia al gobierno nacional del sector agropecuario. Según el RENATRE, existen aproximadamente 800.000 empleados registrados y se estima que unos 600.000 están fuera de regla. Esto implicaría millones de pesos en evasión en seguridad social.
Sin embargo, el gobierno no hace más que aplicar las leyes nacionales vigentes y los convenios firmados en el marco de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en el fortalecimiento de la inspección del trabajo como instrumento fundamental para garantizar los derechos laborales. En 1947 la OIT adoptó el Convenio Nº 81 sobre la Inspección del Trabajo, y en 1969 el Convenio Nº 129 sobre la Inspección del Trabajo en la Agricultura. En 2008, con la Declaración sobre Justicia Social para una Globalización Equitativa, estos convenios pasaron a ser considerados prioritarios.
Esta iniciativa que reemplazaría al RENATRE, que recauda cerca de 5 millones de pesos mensuales y está actualmente conducido por el Secretario General de UATRE, Gerónimo Venegas -aliado al precandidato a presidente opositor, Eduardo Duhalde-, está plasmada en un proyecto de ley que plantea la creación de un organismo que funcionaría dentro de la órbita del Ministerio de Trabajo. Si se aprobara este proyecto los fondos del RENATRE pasarían a manos del Estado.
"El proyecto es una propuesta malintencionada. Quieren quedarse con todo. Es parte de la pelea que tiene el gobierno con el campo y con el gremialismo opositor. El gobierno no quiere entender que, para que haya trabajo, tiene que haber empleadores", expresó recientemente Venegas al diario opositor La Nación.
"El RENATRE tiene que estar en manos del Estado y no del sector empresarial y sindical. Queremos avanzar en la eliminación de la precariedad y desprotección de los empleados rurales", señaló al mismo matutino el Ministro de Trabajo, Carlos Tomada.
"Existe trabajo ilegal y también trabajo esclavo en condiciones infrahumanas. Se reproducen situaciones de los siglos XVIII y XIX. Por eso, sería bueno que el Parlamento argentino pusiera en su agenda el tratamiento del nuevo Estatuto del Peón Rural", sugirió la presidenta Cristina Fernández recientemente.
Con la apertura de las sesiones legislativas, el Congreso discutirá distintos proyectos para modificar el actual Régimen Nacional de Trabajo Agrario (RNTA), creado en 1980 durante la dictadura cívico-militar. Una norma que ni siquiera contempla la jornada laboral de ocho horas y permite el pago del salario en especies.
Sumada a la propuesta oficial, existe en el Congreso otro proyecto que mantiene sin cambios el RENATRE, en una iniciativa impulsada por el opositor Peronismo Federal y la Unión Cívica Radical (UCR). "Nuestro proyecto está más avanzado y es el que va a caminar. No le tengo miedo al Gobierno. Del RENATRE me sacan con los pies para adelante", amenazó Venegas, al criticar el proyecto oficial.
Además de concentrar el poder en el RENATRE y la UATRE, Venegas dirige la Obra Social del Personal Rural y Estibadores de la República Argentina (OSPRERA), perteneciente al mismo gremio, con cerca de 1,5 millones de afiliados. El sindicalista estaría implicado en la denominada “mafia de los medicamentos”, un tema altamente sensible por la propia gravedad del caso y por la particular condición de salud de los peones rurales, actualmente afectados por su trabajo con creciente uso de agrotóxicos que supone la agricultura industrial, según consta en múltiples denuncias acompañadas por médicos y toxicólogos.
En el juego del ajedrez, el peón es la pieza más débil y numerosa, representa a la infantería. Sin embargo, el peón tiene la virtud de convertirse en cualquier pieza una vez que ha llegado al final del tablero, a esto se denomina coronación y representa un tema importante a considerar en la táctica y estrategia del juego.
La acción del peón es decisiva, si el rey está en la línea de coronación un peón puede ponerlo inmediatamente en jaque, y hasta en jaque mate. Así mismo, podemos encontrarnos muchos casos en que el juego finaliza entre peones y reyes sin ninguna pieza más sobre el tablero, con lo que estos adquieren otra dimensión.
Dicho esto, así como el peón es el alma del ajedrez, el peón rural es el alma del campo, un alma que deberíamos revalorizar.

fglenza@prensamercosur.com.ar
http://www.prensamercosur.com.ar/apm/nota_completa.php?idnota=4976

No hay comentarios:

Publicar un comentario