13-3-12 publicado por Luz de Levante
400 millones de niñxs esclavizados, un holocausto del que politicos y poderosos NO hablan
La esclavitud infantil es un problema
político. Como consecuencia de ella, cada minuto muere en el mundo un
menor por accidentes, enfermedades o graves traumas psicológicos,
íntimamente relacionados con el problema. Lo reconoce la OIT que dice
que esas muertes están ligadas a esas actividades.
En 2008 hicimos algún comentario sobre
la ONG Save the children (Salvar a los Niños) que acababa de publicar un
informe sobre el trabajo infantil, y la esclavitud doméstica de los
niños y niñas.
La introducción del trabajo ya producía
escalofríos: pero una observación, en solo 5 años los niños esclavos han
aumentado su número de 218 millones a la actual cifra de 400 millones.
De edades comprendidas entre los 5 y los 17 años. Más de la mitad de
ellos, unos 136 millones, realizan trabajos peligrosos y unos 10
millones y medio se ven atrapados en las peores formas de trabajo
ilegal, degradante y peligroso, en condiciones consideradas como
esclavitud.
El aumento de niños esclavos sube en
progresión geométrica, según los organismos internacionales formalistas y
nuestra experiencia. Ningún partido político en ninguna parte del mundo
hasta ahora, los ha tenido en cuenta, más que de pasada. O demagogia.
Prefieren más bien aprovecharse de los grandes problemas de la
humanidad: el hambre, el paro y la esclavitud infantil. Importa la
crisis aunque no se rebajen los salarios de muchos ceros.
Pero todos los empobrecidos de la Tierra
tienen derecho a dejar de serlo. No hay razón para que existan y menos
para que haya 5.000 millones de habrientos. Hambre, paro y esclavitud
infantil pueden y deben desaparecer.
La esclavitud infantil es sin embargo un
problema político. Como consecuencia de ella, cada minuto muere en el
mundo un menor por accidentes, enfermedades o graves traumas
psicológicos, íntimamente relacionados con el problema. Lo reconoce la
OIT que dice que esas muertes están ligadas a esas actividades, (el
trabajo de menores).
Las labores de riesgo pueden tener un
impacto muy severo en los cuerpos y mentes frágiles de los niños y los
sectores donde esto es más común son la agricultura, la pesca, el
servicio doméstico, la minería a cielo abierto, en las canteras y en la
venta ambulante.
Esto explica que todas las informaciones
reunidas de distintas partes del mundo del trabajo por la OIT indiquen
que la tasa de accidentes y muertes relacionadas con el trabajo sea
mucho más alta entre los niños que entre adultos. Los niños pagan el
pato. No estaremos de acuerdo con esa organización, pero eso se lo
reconocemos.
Del informe de la OIT y de otras
organizaciones ortodoxas hay algo con lo que Diáspora nunca comulgará y
es con la manipulación del lenguaje. De la hipocresía de las
instituciones y los organismos oficiales, cifras aparte, es preciso
desmarcarse. La desinformación que entraña el no querer dañar a entes
“respetables” o tratar con guante de terciopelo a las multinacionales es
algo atroz. En los documentos de la OIT, UNICEF y otras organizaciones
de la ONU nunca se ha hablado ni se hablará de niños esclavos sino de
niños trabajadores.
“Crimen Vergonzoso para los organismos
internacionales (ONU, UNICEF, FMI-Fondo Monetario Internacional-,
BM-Banco Mundial-, OIT-Organización Internacional del Trabajo-, …), que
están incapacitados por los enriquecidos para dar respuestas reales a
este problema” -dice con razón la web Solidaridad.net
Y, así fue -sin comprometerse a fondo,
ni llamar esclavo al niño esclavo- el llamamiento que la OIT
(Organización Internacional del Trabajo), hizo en 1999 el último año del
siglo pasado:
“La organización llama a combatir con decisión el trabajo infantil.
Un acuerdo ratificado por 173 de los 180
miembros de la OIT prohíbe ese tipo de trabajos peligrosos para niños
menores de 18 años. Gobiernos, empresarios y organizaciones de
empresarios deben colaborar para desarrollar condiciones para acabar con
el trabajo infantil”, dijo el director de la OIT, Juan Somavia. “La
continuación del trabajo infantil es una prueba de la falta de
sostenibilidad del modelo de crecimiento predominante” agregó. ¿Es que
la OIT acoge y protege a esos millones de niños que, aunque según sus
vocabulario sean también trabajadores? ¿Es que hay previsto un paquete
de sanciones por parte de las 173 países firmantes del documento de fin
del siglo XX de la OIT?
Aunque de vez en cuando hay valientes
excepciones. Y así la Corte Comunitaria de Justicia de la Comunidad de
Estados de África Occidental (ECOWAS) declaró al Estado de Níger
culpable por no haber protegido a la africana Hadijatou Mani de la
esclavitud. Eso fue saludado como un gran triunfo en toda África. Pero
el ejemplo no cunde y en Asia aún menos.
Hablar técnicamente o disponerse a
impartir información sin estar dispuesto a cuestionarse la infravida de
otros seres humanos, es basura. Debemos hablar de rostros, manos,
nombres y vidas reales que están sufriendo atrozmente ahora. Es difícil
transmitir siquiera un poco del drama de los niños esclavos. Podemos
recordar al usuario a niños que fabrican nuestra ropa, que han
recolectado el café que tomamos todas las mañanas, o confeccionado
juguetes mecánicos baratos “Made in China”. Muchos de ellos víctimas de
nuestra falta de acción política solidaria. Lo pensemos o no, formamos
parte del pie que les está aplastando.
Los organismos internacionales coinciden
en admitir que aumentan las cifras que hemos dado al principio. Los
números no se pueden ocultar. Terminan por salir. Aumenta la esclavitud
infantil en cifras y en la gravedad de las condiciones de explotación.
Esto es lo verdaderamente importante: los de la OIT han visto la
tendencia, el dinamismo galopante del mundo de la esclavitud infantil,
aunque se sirvan de eufemismos para condenarla. Según toda predicción,
aumenta.
Las organizaciones están de acuerdo en
algo: esos niños son menores de 7 años, trabajan más de 8 horas diarias,
más del 90% se ocupan en oficios peligrosos o vejatorios que no vamos a
nombrar otra vez, aunque se les llame de otra manera.
Así que DIASPORA ha preferido utilizar
el lenguaje de los sin voz: son niños y niñas esclavos, violados
sistemáticamente a cambio de un plato de lentejas, o de nada. Lo que
eufemísticamente se llama turismo sexual no es sino legiones de niñas o
niños violados por turistas occidentales. ¿Qué otra cosa son los viajes
turísticos de amigotes a Singapur o Vietnam o Santo Domingo?. ¿Van a ver
el paisaje…?
Un mundo en guerra
Lo que está pasando con millones de
niños en este planeta es un auténtico holocausto. El holocausto que
perpetraron los nazis con 6 millones de judíos fue horrible. Y así
aparece en los libros de historia y en películas y DVD en los que se
denuncia y se da a conocer el sufrimiento de las víctimas. Ante este
hecho la gente se pregunta ¿cómo pudieron volverse locos pueblos enteros
bajo la batuta nazi para cometer y apoyar aquella salvaje e inhumana
masacre? ¿Cómo podían haberlo perpetrado quiénes eran ciudadanos más
bien indiferentes y pacíficos que se plegaron a las crueldades de sus
jefes y de los dictadores y copiaron sus métodos?.
No vamos a hacer comparaciones, el
holocausto de la infancia esclava hoy supera en mucho, en cifras, al
holocausto nazi. 400 millones de niños esclavos. La crueldad es
incontestable no idéntica. Nadie se siente el patrono que utiliza el
látigo sobre un niño exhausto de 7 años. Pero estamos en el mismo bando
que ese señor, el bando vencedor, el que necesita al niño para poder
tener artículos baratos en “todo a 100″.
En Asia está el 60% de los niños esclavos del planeta, que trabajan para todos nosotros
Por poner algunos ejemplos más
conocidos, en Pakistán los niños tejedores de alfombras se pasan horas y
días en posturas que les impiden el desarrollo normal y terminan
deformados. Sufren tortura física y psicológica, son niños como los
nuestros o como nuestros hermanos menores… La mayoría padecen problemas
respiratorios por inhalación de polvo de fibra y algodón.
En Pakistán es común la venta del niño a
los más acomodados o ricos patrones, supuestamente a cambio de una vida
mejor y una formación profesional. El niño va acumulando con el dueño
del taller o fábrica una deuda en concepto de alojamiento, manutención…
que no puede pagar en vida y se perpetúa en la familia, incluso por
generaciones o entre hermanos. Hacen alfombras para nuestros países,
para que nosotros pisemos mullidamente.
Hoy vamos a contar el caso de Roshni,
una niña de diez años de un pueblo de la región Thar, Pakistán. Tras
sufrir problemas financieros, su padre se vio obligado a pedir un
préstamo a un patrón y tuvo que dejar a Roshni, a su hermano y a su
hermana trabajando en el telar de alfombras del prestamista-patrón.
“Quería recibir educación a toda costa y
convertirme en médico. Desgraciadamente, esto no ocurrió. Trabajamos en
el telar, de sol a sol. Al principio fue muy difícil tener que estar
sentada tanto tiempo sin cambiar de postura, pero ya estoy acostumbrada.
Después de trabajar en el telar durante ocho meses mi sueldo por día de
trabajo es de 40 rupias (menos de 40 céntimos de euro). También hacía
bordado por la noche. Todos mis ingresos se destinan a cubrir los gastos
de los nueve miembros de mi familia”. Roshni intentó ahorrar un poco
para ayudar a uno de sus hermanos pequeños para que estudiase pero no
pudo. La única salida para ganar algo era la prostitución, pero ella
sigue tejiendo.
En Arabia Saudita los niños se importan
de otros países cercanos para hacer sirvientes o de jockeys en las
carreras de camellos. Niños de 6 años convertidos en jockeys, atados
fuertemente al camello, sosteniendo el equilibrio como pueden, con sus
gritos y patadas, medio muertos de miedo, obligan al animal para que
corra más deprisa y llegue primero a la meta. A veces antes de la
carrera, si el niño se niega o se muestra reacio se le somete a
descargas eléctricas para excitarlo o se le dan unos latigazos.
Niños con tanta dignidad como nuestros
hijos, pero ningún gobierno o político del país saudí lo ha denunciado.
Ningún escritor lo ha siquiera novelado aunque sea medio ficción. Un
best seller que ponga en peligro a un sultán o a sus matones sería
temerario. La ficción se reserva para los harem, para los afrodisíacos,
para el número de esposas del jeque de las que se muestra orgulloso.
Ningún organismo oficial se atrevería a hablar de los niños-jockey o… de
las prostitutas de 13 años del harem. Forbidden.
En Nepal, India, Tailandia, los niños
engordan las arcas de los mercaderes del sexo, sirviendo los placeres de
los nativos y también de los turistas occidentales. Niñas de 7 años
esperan a que se acabe su jornada laboral para ir a jugar a las muñecas.
Exhaustos, agotados, nos recuerdan a los presos de campos de
concentración nazis. Así están 400 millones de niños. El capítulo de la
explotación sexual es de los más terribles y extendidos. En Asia hay más
de un millón de niños esclavos sexuales. Camboya, China, Laos, Vietnam…
cuentan con redes en las que más que a menudo están implicados la
policía y los políticos. En países de Europa se anuncia en folletos
turísticos que las mujeres más sexys del Brasil y verdaderos bombones
siempre a la orden…
En Camboya el 35% de los explotados
sexualmente son niñas entre 12 y 17 años. Gracias al proceso de paz y la
demanda de gente afín a la ONU, en Phnom Penh (la capital) de 1991 a
1992 se multiplicó por más de tres el número de prostitutas (de 6.000 a
20.000).!!! El Pol-Pot se acabó¡¡¡. No hay nada que temer.
En Santo Domingo tampoco hay que temer a
dictadores como” el “Benefactor” Rafael Leonidas Trujillo y hay
libertad incluso para acostarse con niñas como las que a él (o su
extensa corte de lacayos les gustaban). El 25% de los turistas de países
europeos o norteamericanos prefieren Sto. Domingo como destino y se
inclinan, según ellos mismos, por la oferta turístico-sexual de menores
latinoamericanas que antes eran exclusivas de Trujillo o de Somoza o
Pérez Jiménez.
El papel activo para nuestro consumo,
nuestras agencias y nuestros políticos es de nuevo, propio del bando más
fuerte en esta guerra sucia. Sus mujeres y sus niñas, para nosotros,
los hoy vencedores. España es el 4º importador mundial de niños para el
comercio sexual (detrás de Alemania, Italia y Canadá). Pero las mafias
están en el mercado con sobre todo niñas brasileñas, dominicanas,
portuguesas, checas, marroquíes o de Europa del este.
En la industria se explota a miles de
niños. En muchos lugares de Latinoamérica e India los niños fabrican
ropa. En nuestros armarios cuelgan prendas de Zara, Levi Strauss, Nike,
Lee… y muchas otras marcas que fabrican en el tercer mundo para abaratar
costos y conseguir mayor oferta y sometimiento de sus empleados.
Para muchos niños del mundo los juguetes
son una pesadilla. En China se fabrican juguetes de marcas como Mattel,
Chicco o Lego, siendo conocidos casos de explotación y condiciones
infrahumanas, como en una fábrica de Chicco que ardió, muriendo allí
cientos de trabajadoras en su interior. Horas y horas empastando el
plástico, vertiéndolo en moldes vigilados por capataces. Las pagas son
miserables. Los niños esclavos que cosen balones Nike, Adidas, Reebok en
Pakistán cobran 75 ptas al día por fabricar balones que se venden a
10.000.
También los niños hacen calzado en
India, Indonesia, Tailandia… En las estanterías de los grandes almacenes
lucen orgullosas etiquetas de estas empresas. Nosotros, como ciudadanos
tenemos en las manos con indiferencia sus productos. En nuestros medios
se permiten los anuncios de las multinacionales que se enriquecen a
costa de la esclavitud.
Pero en China las cosas van por mal
camino -según parece- peor que antes. Un informe de The New York Times
asegura que varias de las principales empresas norteamericanas fabrican
sus productos en ese país abusando de condiciones laborales extremas de
la juventud. Los empleados trabajan más de 12 horas diarias, 7 días a la
semana, y tienen una alta tasa de suicidios. Jóvenes de todas las
edades.
Según el informe del NYT, uno de los
proveedores de Apple en el este de China sufrió dos explosiones por no
aplicar las medidas de seguridad necesarias en la utilización de un
tóxico para pulir las pantallas de los iPhones. Uno de estos accidentes
dejó un saldo de cuatro muertos y 77 heridos.
Sin embargo, Apple no es el único
gigante tecnológico señalado en el preocupante informe, sino que el
periódico norteamericano también nombra a Dell, Hewlett-Packard, IBM,
Lenovo, Motorola, Nokia, Sony y Toshiba, entre otros.
Por su parte, la ONG China Labour Watch
investigó las condiciones de trabajo en la fábrica Merton (situada en la
ciudad de Sangyuan, este) y que abastece a McDonald´s, Disney, Mattel y
Warner Brothers. En la sección de coloreado, por ejemplo, las jornadas
eran de 14 horas diarias de media. Los equipos de pulverización del
´Buzz Lightyear´ ganaban unos 13 centavos de dólar por hora (0, 1 euro),
y durante las entrevistas los empleados se quejaron de quemaduras en
las manos, causadas por disolventes químicos, y de mareos crónicos..
Miles de niños dejan su vida en las
terribles minas y canteras de África, Asia y América. Como los
prisioneros del campo de concentración de Austzwitch, que picaban piedra
o construían carreteras. Estos niños no suelen llegar a viejos.
Fuente: es.globedia.com
kaosenlared.net
- ONG advierte que crisis alimentaria puede afectar a 450 millones de niños La Organización no Gubernamental (ONG) Save the Children presentó un informé este miércoles, en el que advierte que 450 millones de niños de todo el mundo sufrirán retrasos en su...
- Unicef solicita 54 millones de dólares para atender a niños de Haití TeleSUR _ Hace: 06 horas Compartir: Unicef solicita 54 millones de dólares para atender a niños de Haití Población de Haití no se recupera del devastador sismo ocurrido hace dos...
- Niños sin techo, 1,6 millones, el nuevo rostro de la pobreza en Estados Unidos Viven en asilos para pobres o en edificios abandonados, también en bancos de parques o en automóviles: son los niños sin techo, el nuevo rostro de la pobreza estadounidense. Un...
No hay comentarios:
Publicar un comentario