13-6-14 Telam
Programas como la AUH, Progresar, Argentina Trabaja y Fines, que comenzaron a aplicarse desde 2003 consiguieron a lo largo de la última década una drásticas reducción de dos tercios del trabajo infantil en la Argentina, concluyeron distintos analistas y organismos internacionales, como la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Comisión Económica para América Latina (Cepal)
La Asignación Universal por Hijo (AUH), el plan Progresar, el Argentina
Trabaja, el FINES, los regímenes de empleo rural y doméstico, y las
modificaciones legislativas para reforzar su erradicación han
contribuido desde 2003 a la fecha a "sacar" a los niños y niñas del
mercado laboral.
Al conmemorarse hoy el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, el
director del , Centro de Estudios y Desarrollo de Políticas (CEDEP)Lucas
Utrera, destacó que "desde 2003, en línea con los postulados de la
Organización Internacional del Trabajo (OIT), Argentina cuenta con una
política pública plasmada en los sucesivos planes nacionales para la
erradicación del trabajo infantil".
Precisamente, un reciente informe de la OIT señaló que "Argentina ha ratificado su compromiso por impulsar estrategias integrales a través de una combinación de políticas que logren erradicar el uso de los menores como fuerza laboral, entendiendo a esta lucha no como un objetivo de gobierno, sino como una cuestión de Estado".
Utrera afirmó que en la última década "se viene fortaleciendo la gestión en cuestiones legales, institucionales, educativas, sanitarias y sociales".
Remarcó que "un logro significativo es la sanción de la Ley 26.390 que colocó al país a la vanguardia en materia de edad mínima de acceso al empleo, al elevarla hasta los 16 años, además de regular el trabajo adolescente, entre los 16 y los 18".
Indicó que "a esto se suma, en abril de 2013, la Ley 26.847 que modifica el Código Penal, y establece que será reprimido con prisión `de uno a cuatro años` al que `aprovechare económicamente` el trabajo de un `niño o niña en violación de las normas nacionales que prohíben el trabajo infantil, siempre que el hecho no importare un delito más grave".
Por su parte, la investigadora y docente de la Universidad de Buenos Aires (UBA) Mariana Melgarejo indicó a Télam que "cuando se decide como Estado proteger los derechos de los niños es necesario generar las condiciones normativas y legales para que eso pase, pero para garantizarlos con las leyes solas no alcanza".
En ese sentido, sostuvo que "también hay que fortalecer a las familias más pobres para que dependan cada vez menos del ingreso que proporcionan los chicos".
"Por eso se necesitan políticas públicas integradas que mejoren las condiciones apuntando en dos sentidos: mejorar el ingreso y los niveles de escolarización", remarcó Melgarejo.
En tanto, Utrera también destacó "la inédita experiencia de la Red de Empresas contra el Trabajo infantil, formalizando el compromiso del sector empresarial en el combate a este flagelo".
"Todos estos avances se enriquecen con una serie de políticas públicas que permiten el abordaje multidimensional de la problemática y contribuyen con el fortalecimiento de la escolarización y el bienestar de los niños", afirmó el director del CEDEP.
Señaló
que "la AUH, el PROGRESAR, el FINES, la nueva normativa sobre el
trabajo doméstico y el rural, así como el fortalecimiento de las
inspecciones laborales, son sólo algunas de las acciones emprendidas que
le han dado mayor visibilidad al trabajo infantil".
Sobre la AUH, la CEPAL y la OIT ponderaron su efectividad en la reducción de la pobreza y del empleo infantil.
En el trabajo recientemente publicado "Los Programas de Transferencias Condicionadas y el mercado laboral", ambos organismos aseguraron que los recursos otorgados mediante estos planes "por lo reducido de los montos, no suelen incidir en una menor inserción laboral de los adultos en edad de trabajar, pero sí, tal como es su intención, de los niños".
Así, puntualizaron que los Programas de Transferencia Condicionadas "han logrado tener el efecto deseable de desincentivar el trabajo infantil".
políticas públicas
Lo expresó en su habitual encuentro con los periodistas acreditados en Casa Rosada, donde además sostuvo que “la Organización Mundial del Trabajo estima que existen 168 millones de chicos en el mercado mundial y 14 de millones en América latina y la tasa promedio es del 9 por ciento de trabajo infantil”.
Subrayó que Argentina “tuvo un reducción abrupta del 56%" debido a una serie de acciones que fueron promovidas por parte de diseño de políticas de Estado y la sanción de la ley 26.390, de 2008, en cuanto a que los niños tienen el derecho fundamental de no trabajar hasta los 16 años y prohibición de efectuar tareas peligrosas hasta los 18 años".
Recordó que en 2011 se sanciono la ley 26.727 que “modificó el régimen de trabajo agrario y obligó al empleador a habilitar espacios de cuidado y contención adecuados a fin de atender a los menores a cargo del trabajador durante todo el tiempo que dure la jornada laboral”.
Agregó que en ese trabajo “existen familias rurales que generan esta actividad y en consecuencia es necesario por parte de los empleadores generar la cobertura correspondiente para que tengan un nivel de contención e inclusión adecuada”.
Señaló que en 2013 se aprobó el proyecto de ley que “tipifica la explotación del trabajo infantil como delito penal y se impone de uno a cuatro años de cárcel y constituye un precedente para la región y amplía el abanico de normas vigentes para el país".
"Además en 2013 se promulgó la ley que prohíbe la contratación de trabajo en casas particulares de menores de 16 años y establece los límites en la franja de 16 a 18 años”, detalló.
Remarcó por último, que “está prohibido el trabajo sin retiro por debajo de los 18 años” y que el Gobierno dictó “un conjunto de iniciativas reconocidas a nivel mundial” destinadas a la protección social como un derecho humano.
Precisamente, un reciente informe de la OIT señaló que "Argentina ha ratificado su compromiso por impulsar estrategias integrales a través de una combinación de políticas que logren erradicar el uso de los menores como fuerza laboral, entendiendo a esta lucha no como un objetivo de gobierno, sino como una cuestión de Estado".
Utrera afirmó que en la última década "se viene fortaleciendo la gestión en cuestiones legales, institucionales, educativas, sanitarias y sociales".
"Se pasó de 6,4 por ciento de empleo infantil en niños menores de 13 años en 2004 a 2,2 en 2012, lo que representa una disminución de 66 por ciento"Precisó que "como resultado, se pasó de 6,4 por ciento de empleo infantil en niños menores de 13 años en 2004 a 2,2 en 2012, lo que representa una disminución de 66 por ciento, tanto para trabajo doméstico y autoconsumo, como en actividades productivas".
Remarcó que "un logro significativo es la sanción de la Ley 26.390 que colocó al país a la vanguardia en materia de edad mínima de acceso al empleo, al elevarla hasta los 16 años, además de regular el trabajo adolescente, entre los 16 y los 18".
Indicó que "a esto se suma, en abril de 2013, la Ley 26.847 que modifica el Código Penal, y establece que será reprimido con prisión `de uno a cuatro años` al que `aprovechare económicamente` el trabajo de un `niño o niña en violación de las normas nacionales que prohíben el trabajo infantil, siempre que el hecho no importare un delito más grave".
Por su parte, la investigadora y docente de la Universidad de Buenos Aires (UBA) Mariana Melgarejo indicó a Télam que "cuando se decide como Estado proteger los derechos de los niños es necesario generar las condiciones normativas y legales para que eso pase, pero para garantizarlos con las leyes solas no alcanza".
En ese sentido, sostuvo que "también hay que fortalecer a las familias más pobres para que dependan cada vez menos del ingreso que proporcionan los chicos".
"Por eso se necesitan políticas públicas integradas que mejoren las condiciones apuntando en dos sentidos: mejorar el ingreso y los niveles de escolarización", remarcó Melgarejo.
En tanto, Utrera también destacó "la inédita experiencia de la Red de Empresas contra el Trabajo infantil, formalizando el compromiso del sector empresarial en el combate a este flagelo".
"Todos estos avances se enriquecen con una serie de políticas públicas que permiten el abordaje multidimensional de la problemática y contribuyen con el fortalecimiento de la escolarización y el bienestar de los niños", afirmó el director del CEDEP.
Sobre la AUH, la CEPAL y la OIT ponderaron su efectividad en la reducción de la pobreza y del empleo infantil.
En el trabajo recientemente publicado "Los Programas de Transferencias Condicionadas y el mercado laboral", ambos organismos aseguraron que los recursos otorgados mediante estos planes "por lo reducido de los montos, no suelen incidir en una menor inserción laboral de los adultos en edad de trabajar, pero sí, tal como es su intención, de los niños".
Así, puntualizaron que los Programas de Transferencia Condicionadas "han logrado tener el efecto deseable de desincentivar el trabajo infantil".
http://www.telam.com.ar/notas/201406/66970-destacan-que-gracias-a-las-politicas-publicas-el-trabajo-infantil-se-redujo-en-un-66-en-la-ultima-decada.html
Afirman que la AUH y el programa Argentina Trabaja son dos políticas pilares en la reducción del trabajo infantil
En el
marco del Día Mundial contra el Trabajo Infantil la investigadora y
docente de la UBA y de la Universidad Nacional de General Sarmiento
Mariana Melgarejo destacó las políticas kirchneristas de la última
década.
La Asignación Universal por Hijo (AUH) y el programa "Argentina Trabaja" son dos políticas públicas del kirchnerismo que influyeron de manera directa en la notoria reducción que experimentó la cantidad de niños expuestos a tener que trabajar, concluyó la investigadora y docente de la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA) y de la Universidad Nacional de General Sarmiento, Mariana Melgarejo.
"En estos años estuve investigando dos políticas que confluyen, porque la mayoría de las veces coinciden en los destinatarios, ya que apuntan a mejorar los ingresos de las familias más pobres: la AUH y el programa Ingreso Social con Trabajo, o "Argentina Trabaja", destacó Melgarejo a Télam.
La antropóloga realizó sendos estudios con el apoyo del Ministerio de Salud de la Nación y la Universidad Nacional de General Sarmiento.
Al respecto, precisó que "en ambos casos hay un gran porcentaje de mujeres que reciben o administran el ingreso, y además ambas políticas son compatibles" ya que, subrayó, "las mismas personas que están inscriptas en Argentina Trabaja pueden recibir la AUH por sus hijos".
A su criterio, "esto permite que los chicos puedan sostener la escolaridad, porque el ingreso que ellos podrían proveer está garantizado por estas políticas".
"Esto, sin dudas, mejora las condiciones de escolaridad, no sólo porque en el caso de la AUH es una exigencia para el cobro, sino porque está demostrado en varias investigaciones -realizadas en distintos lugares del mundo- que mejorar el ingreso y el nivel educativo de las madres en familias pobres mejora las condiciones de vida de todo el grupo familiar, la escolaridad de los hijos y los indicadores de nutrición y salud", remarcó Melgarejo.
Puntualizó que "en la investigación sobre Argentina Trabaja quedó demostrado que la preocupación más grande de las madres inscriptas en el Programa es el cuidado de los niños pequeños mientras ellas trabajan", porque indicó que "los que están en edad escolar están yendo a la escuela, pero para los más chiquitos hay pocos lugares de cuidado y contención, y en gran medida dependen de redes familiares o vecinales".
"Así como la AUH colaboró con garantizar un ingreso mínimo fijo y regular, otras políticas como el Argentina Trabaja también fueron un complemento que permitió a los grupos familiares dejar de requerir el ingreso proporcionado por el trabajo infantil", afirmó la antropóloga.
Luego remarcó que "en ambos casos tienen que ver con un refuerzo de las trayectorias escolares para los niños, los adolescentes y las madres, dado que `Argentina Trabaja` permite como contraprestación terminar la educación secundaria a través del Fines, igual que el Programa Ellas Hacen, que es otra política de Ingreso Social con Trabajo".
Melgarejo concluyó que "la mayoría de las mujeres entrevistadas en el marco de esta investigación tienen entre 35 y 55 años, contaban sus propias historias de trabajo infantil, y en general coinciden en insistir que no quieren eso para sus hijos, que quieren que estudien y tengan `una vida mejor`".
http://www.telam.com.ar/notas/201406/67008-afirman-que-la-auh-y-el-programa-argentina-trabaja-son-dos-politicas-pilares-en-la-reduccion-del-trabajo-infantil.html La Asignación Universal por Hijo (AUH) y el programa "Argentina Trabaja" son dos políticas públicas del kirchnerismo que influyeron de manera directa en la notoria reducción que experimentó la cantidad de niños expuestos a tener que trabajar, concluyó la investigadora y docente de la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA) y de la Universidad Nacional de General Sarmiento, Mariana Melgarejo.
"En estos años estuve investigando dos políticas que confluyen, porque la mayoría de las veces coinciden en los destinatarios, ya que apuntan a mejorar los ingresos de las familias más pobres: la AUH y el programa Ingreso Social con Trabajo, o "Argentina Trabaja", destacó Melgarejo a Télam.
La antropóloga realizó sendos estudios con el apoyo del Ministerio de Salud de la Nación y la Universidad Nacional de General Sarmiento.
Al respecto, precisó que "en ambos casos hay un gran porcentaje de mujeres que reciben o administran el ingreso, y además ambas políticas son compatibles" ya que, subrayó, "las mismas personas que están inscriptas en Argentina Trabaja pueden recibir la AUH por sus hijos".
A su criterio, "esto permite que los chicos puedan sostener la escolaridad, porque el ingreso que ellos podrían proveer está garantizado por estas políticas".
"Esto, sin dudas, mejora las condiciones de escolaridad, no sólo porque en el caso de la AUH es una exigencia para el cobro, sino porque está demostrado en varias investigaciones -realizadas en distintos lugares del mundo- que mejorar el ingreso y el nivel educativo de las madres en familias pobres mejora las condiciones de vida de todo el grupo familiar, la escolaridad de los hijos y los indicadores de nutrición y salud", remarcó Melgarejo.
Puntualizó que "en la investigación sobre Argentina Trabaja quedó demostrado que la preocupación más grande de las madres inscriptas en el Programa es el cuidado de los niños pequeños mientras ellas trabajan", porque indicó que "los que están en edad escolar están yendo a la escuela, pero para los más chiquitos hay pocos lugares de cuidado y contención, y en gran medida dependen de redes familiares o vecinales".
"Así como la AUH colaboró con garantizar un ingreso mínimo fijo y regular, otras políticas como el Argentina Trabaja también fueron un complemento que permitió a los grupos familiares dejar de requerir el ingreso proporcionado por el trabajo infantil", afirmó la antropóloga.
Luego remarcó que "en ambos casos tienen que ver con un refuerzo de las trayectorias escolares para los niños, los adolescentes y las madres, dado que `Argentina Trabaja` permite como contraprestación terminar la educación secundaria a través del Fines, igual que el Programa Ellas Hacen, que es otra política de Ingreso Social con Trabajo".
Melgarejo concluyó que "la mayoría de las mujeres entrevistadas en el marco de esta investigación tienen entre 35 y 55 años, contaban sus propias historias de trabajo infantil, y en general coinciden en insistir que no quieren eso para sus hijos, que quieren que estudien y tengan `una vida mejor`".
políticas públicas
Capitanich anunció reducción abrupta del 56% del trabajo infantil
El jefe de Gabinete afirmó que la reducción se logró a partir de la aplicación de “un conjunto de iniciativas políticas de Estado que están reconocidas a nivel mundial”, al conmemorarse hoy el Día Mundial contra el Trabajo Infantil.Lo expresó en su habitual encuentro con los periodistas acreditados en Casa Rosada, donde además sostuvo que “la Organización Mundial del Trabajo estima que existen 168 millones de chicos en el mercado mundial y 14 de millones en América latina y la tasa promedio es del 9 por ciento de trabajo infantil”.
Subrayó que Argentina “tuvo un reducción abrupta del 56%" debido a una serie de acciones que fueron promovidas por parte de diseño de políticas de Estado y la sanción de la ley 26.390, de 2008, en cuanto a que los niños tienen el derecho fundamental de no trabajar hasta los 16 años y prohibición de efectuar tareas peligrosas hasta los 18 años".
Recordó que en 2011 se sanciono la ley 26.727 que “modificó el régimen de trabajo agrario y obligó al empleador a habilitar espacios de cuidado y contención adecuados a fin de atender a los menores a cargo del trabajador durante todo el tiempo que dure la jornada laboral”.
Agregó que en ese trabajo “existen familias rurales que generan esta actividad y en consecuencia es necesario por parte de los empleadores generar la cobertura correspondiente para que tengan un nivel de contención e inclusión adecuada”.
Señaló que en 2013 se aprobó el proyecto de ley que “tipifica la explotación del trabajo infantil como delito penal y se impone de uno a cuatro años de cárcel y constituye un precedente para la región y amplía el abanico de normas vigentes para el país".
"Además en 2013 se promulgó la ley que prohíbe la contratación de trabajo en casas particulares de menores de 16 años y establece los límites en la franja de 16 a 18 años”, detalló.
Remarcó por último, que “está prohibido el trabajo sin retiro por debajo de los 18 años” y que el Gobierno dictó “un conjunto de iniciativas reconocidas a nivel mundial” destinadas a la protección social como un derecho humano.
http://www.telam.com.ar/notas/201406/66976-capitanich-anuncio-reduccion-abrupta-del-56-del-trabajo-infantil.html
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