Lanzamiento de la revista digital Trafico de Experiencias
Editorial
En este número de apertura traficamos y mostramos un puñado de experiencias¹ que atraviesan las fronteras de la excepcionalidad, de la particularidad: lo hicieron algunos, es cierto. Les habla a muchos.
Al preguntamos qué tienen en común las experiencias acá reunidas pensamos que tratan de estar al acecho de aquello que puede hacer que lo caótico encuentre un lazo.Cómo encontrar la pregunta en el torbellino de Bruno; en las huidas de los chicos del hospital “psiquiátrico”, en el aparente aburrimiento dispersivo de los pibes, en la desidia frente a la “mugre”de la escuela. Porque la pregunta no se responde con el Club de juegos, o con el Ensamble Musical. Tampoco con el impulso organizado para hacer más habitable una escuela, ni con el proyecto destinado a sostener a Bruno en una trama grupal.
La pregunta no se responde; se efectúa en todos esos intentos. La efectuación no pretende transformar el mundo sino hacer mundos. El tráfico hace mundo. El Club de juegos hace mundo, El ensamble lo hace, la “limpieza” colectiva… y así. Sólo que esos mundos no se reducen a los confines de la anécdota, de la actividad concreta. Llamemos mundo a los intercambios pensantes del ritmo que brota en cada experiencia y en el hilván que las aproxima. Extrayendo nuevas consecuencias; expandiendo otras preguntas. Politizando.
La pregunta es el hilo de Ariadna que nos saca del atolladero de la soledad desausiada. En todo caso la ”respuesta” está en los modos variables de trazar territorios afines. En encontrar una pregunta adecuada para procesar un kilombo, para darle paso a otra movida (menos solitarias, un toque más vitales).
Caotizados e incomodados ¿Qué hacer? ¿Cómo hacer algo con ese caos sin anular lo que él hace presente? Hacer algo distinto a un mero ordenamiento disciplinar
Ver manifiesto: http://t-d-x.com.ar/a/nosotros/#continuacion
(1) Dice el filósofo Giorgio Agamben que “la experiencia es incompatible con la certeza, y una experiencia convertida en calculable y cierta pierde inmediatamente su autoridad”.
Número 1
Torbellino (de ideas)
Un huracán recorre la escuela -se
llama Bruno…-. ¿Destruye, su agite, o moviliza? La normalización de los
díscolos era tarea esencial del paradigma disciplinario; aún la sombra
disciplinar todavía tiñe la escolaridad, proliferan situaciones donde
“los díscolos” son tomados más bien como oportunidad para que la escuela
explore ella misma sus posibles formas no normales.
“Las expectativas tienen algo autoritario”
¿Qué es enseñar, qué es aprender, cuál
es la función de un maestro? ¿Qué es la escuela para los pibes, cómo se
hace en el aula algo que sea significativo para ellos? Federico Mercado
es maestro de Música en una escuela primaria porteña (Distrito 13,
barrio Cildáñez, a metros del Indoamericano). Lejos de la representación
identitaria tradicional, disciplinaria, del rol docente, sin sancionar,
sin examinar, sin dar cátedra, sin garantizar programas, sin, incluso,
saber qué es lo que a los pibes les tiene que pasar, y después de
probar, fracasar y tantear, arma en la escuela un territorio de
experiencia vital, de crecimiento existencial, conmovedor y concreto.
Jugar a ser (pequeños)
Un escape no es un escape, un golpe no
es un golpe, un llanto no es un llanto, según cómo se lo mire –y la
mirada es una invitación-. Aquí, una experiencia de la agilidad, la
potencia y la fertilidad de la percepción equívoca, realizada en espacios de “diagnóstico” y encierro.
La mugre nuestra de cada día
La escuela está sucia. Nos molesta;
¿qué nos molesta? ¿A qué da lugar este malestar? Esta nota muestra un
ejercicio de escucha. ¿Qué hay en la queja? Cuando la molestia deja de
serlo. Crónica de un pequeño desplazamiento subjetivo.
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