viernes, 13 de junio de 2014

Arg- La Cepal y la OIT destacaron la efectividad de la AUH para reducir la pobreza y el empleo infantil

26-5-14 Telam


Ambas organizaciones internacionales rechazaron que la Asignación Universal por Hijo que se otorga en la Argentina sea un incentivo para no buscar trabajo. Sobre los Programas de Transferencia Condicionadas que se aplican en la región, consideraron que están contribuyendo a "reducir la pobreza en el corto plazo".
En el trabajo recientemente publicado "Los Programas de Transferencias Condicionadas y el mercado laboral" (posteado por separado) , la CEPAL y la OIT aseguraron que los recursos otorgados mediante estos planes "por lo reducido de los montos, no suelen incidir en una menor inserción laboral de los adultos en edad de trabajar, pero sí, tal como es su intención, de los niños".
Así, puntualizaron que los Programas de Transferencia Condicionadas "han logrado tener el efecto deseable de desincentivar el trabajo infantil".
Con todo, subrayaron que "los resultados de una evaluación de la Asignación Universal por Hijo de la Argentina muestran que el programa no tuvo impactos significativos sobre la participación laboral, la tasa de ocupación o las horas trabajadas por parte de los adultos en edad de trabajar destinatarios del programa".
"Hay que dar cuenta de los argumentos según los cuales estos programas estarían creando dependencia en vez de fomentar el esfuerzo individual", señalaron los organismos, al tiempo que precisaron que "de acuerdo con estos argumentos, los programas constituirían un desincentivo a la oferta de trabajo de los adultos en edad de trabajar de las familias destinatarias y, por lo tanto, un freno para la inclusión laboral de las personas que viven en condición de pobreza".
Remarcaron que, según la idea que pretenden instalar los sectores que se oponen a la AUH, "la razón es que las transferencias que reciben los hogares que se encuentran en situación de pobreza redundarían en que estas familias redujeran la premura con que buscan empleo, como resultado de tener garantizado un determinado nivel de ingresos".
Ambos organismos señalaron que "con frecuencia estos argumentos están asociados a una visión de acuerdo con la cual las personas que viven en la pobreza se encuentran en esta condición por falta de esfuerzo".
Sin embargo, la CEPAL y la OIT pusieron de relieve que "difícilmente las familias pobres que participan en los Programas de Transferencia Condicionadas pueden quedarse con los brazos cruzados, pues los montos de las transferencias monetarias que reciben no son muy altos y por lo general poseen una limitada capacidad de cubrir su déficit de ingresos".
Por lo tanto, concluyeron que "aun recibiendo transferencias, las familias seguirán dependiendo de su propio esfuerzo para salir de la condición de pobreza y mantenerse fuera de ella".
Aseguraron que "en estudios y evaluaciones de impacto disponibles de países tan diversos como la Argentina, Brasil, Chile, Honduras, México, Nicaragua y Paraguay no se ha encontrado evidencia empírica sobre la existencia de los supuestos desincentivos de los Programas de Transferencias Condicionadas a la inclusión laboral de sus destinatarios".
Por el contrario, destacaron que "la creación de empleo que se ha observado en el último decenio, el fortalecimiento de la protección social y la implementación de novedosos programas sociales han sido factores relevantes para la reducción de la pobreza".
Puntualizaron que estos planes están contribuyendo a "reducir la pobreza en el corto plazo, mediante el aumento del consumo de las familias pobres, favorecido por las transferencias monetarias, así como en el largo, por el fortalecimiento del capital humano de los niños, impulsado por las condicionalidades", que en el caso de la AUH son asistir a la escuela y a chequeos médicos regulares.

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