junio 11, 2014 La ciudad de las Diosas
Las familias pobres de Egipto
consideran la mutilación genital femenina como una forma de preservar la
castidad de las niñas. Crédito: Amr Diab/IPS
Saber Abd El Mawgoud comenzó su carrera castrando ovejas y cabras, antes
de pasar a los seres humanos. Su primer experimento fue con un niño que
intentó circuncidar en 1999 ante la insistencia del padre.
El niño murió a los pocos días de una infección posoperatoria, cuenta
Mawgoud, de 67 años y oriundo de la provincia de Al Monofiya, 60
kilómetros al norte de El Cairo.
Mawgoud continuó ejerciendo como cirujano, con la asistencia de una enfermera durante algunos años y luego solo.
“Solía hacer un promedio de 10 operaciones por semana, de gira por los
pueblos, y en poco tiempo me hice muy famoso”, relató a IPS. “A veces
los jeques anunciaban en las mezquitas que había llegado, para que los
aldeanos me fueran a buscar”.
Pronto comenzó a operar sobre todo a niñas. “Después de mi mala
experiencia con la circuncisión de varones, me especialicé en la
mutilación genital femenina y realicé miles de operaciones. Algunas
murieron, especialmente cuando había epidemias”.
“Más de una vez me enfrenté a los tribunales porque los padres me
denunciaban, pero me liberaban después de pagar una multa por ejercer
sin licencia, sobre todo porque los padres terminaban admitiendo que
habían aceptado que yo realizara la operación”, explicó Mawgoud.
En 2010 la cantidad de cirugías que practicaba cayó, cuando el
Ministerio de Salud lanzó una campaña educativa para que la población
acudiera a personal médico y no a curanderos.
Solo entonces Mawgoud comprendió que venía operando a las niñas de una
manera incorrecta, cuando una paciente sufrió una gran hemorragia y su
padre la llevó al hospital.
Mawgoud no tiene reparos, sin embargo. “Los padres mutilan a sus hijos
por costumbre. Se considera apropiado que lo hagan, para evitar la
desgracia de los padres cuando sean ancianos”, señaló.
Pero Mawgoud reconoce que no operó a sus nietas. Les pidió a sus madres
que las llevaran a un hospital, por temor a hacerles daño.
La ablación es perjudicial en muchos aspectos, según la médica El Naglaa
Shabrawy, jefa del departamento de obstetricia y ginecología de la
Facultad de Medicina Al Azhar.
“Es una costumbre tradicional de nuestra sociedad ignorante. Se remonta a
la era de los faraones y no tiene beneficios de salud ni ningún tipo de
fundamento religioso en el Islam”, aseguró a IPS. “También tiene
efectos negativos en las mujeres, que sufren hemorragias mortales,
retenciones urinarias severas e infecciones”.
Otros problemas son de índole psicológica. “Puede afectar las relaciones
sexuales y causar problemas que duran toda la vida. La mutilación
provoca apatía emocional en las mujeres debido a que se corta parte de
un órgano humano creado por Dios”, expresó.
Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), más de 125 millones de niñas y mujeressufrieron algún tipo de mutilación genital en 29 países de África y Medio Oriente. Treinta millones de niñas más corren el riesgo de padecerla en las próximas décadas.
“En Egipto, el apoyo general a la mutilación genital femenina está
disminuyendo, y la práctica se reduce lentamente”, según Shabrawy. Pero
el descenso ha sido mínimo en este país de 83 millones de habitantes.
“La prevalencia disminuyó de 76 por ciento en 2005 a 74 por ciento en
2008 para las niñas de 15 a 17 años. Se requieren esfuerzos colectivos
para avanzar hacia la eliminación de esta práctica nociva”.
De hecho, las mutilaciones continúan a pesar de que fueron prohibidas en
2007, cuando una niña de 11 años murió en una clínica privada mientras
se sometía a la operación.
La ley prevé hasta tres años de cárcel por desfigurar y dañar el cuerpo humano.
La Encuesta Demográfica y Sanitaria de Egipto realizada en 2005 indicó
que las familias pobres de las zonas rurales del Alto Egipto son las más
propensas a la práctica.
La encuesta indica que 80,7 por ciento de las jóvenes de 15 a 19 años
habían sido mutiladas, y esa proporción aumenta a 87,4 por ciento entre
las mujeres de hasta 24 años.
La mutilación acabó con el matrimonio de Abeer Masoud, de 30 años y oriunda de Al Monofiya.
“He decidido no volver a casarme debido a la presión física y psíquica
que pasé, sobre todo después de que mi situación se divulgó en el
pueblo”, dijo a IPS. “Nadie me propuso casamiento desde que me
divorcié”.
Las mujeres mutiladas viven con sus consecuencias para toda la vida.
La ablación
“consiste en seccionar cuatro zonas de los genitales externos de la
mujer. Una de ellos, el clítoris, es el principal responsable de la
sensibilidad durante el coito, y su ausencia es lo que causa problemas
maritales”, explicó Shabrawy.
“La mutilación impide el placer sexual, y el coito con frecuencia
termina en congestión pélvica, dolor y secreciones vaginales, además de
tensiones emocionales y psicológicas”, agregó la experta.
Por Hisham Allam
Fuente: IPS
http://laciudaddelasdiosas.blogspot.com.ar/2014/06/curanderos-mutilan-millones-de-ninas-en.html
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