Internacional | DWW- 23.06.2010
Es un extenso documento: lo ha publicado la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito y en más de 300 páginas demuestra que el crimen también se ha sumado a la globalización que caracteriza a nuestro tiempo.
Observando el mapa que aparece el informe La Globalización del Crimen, de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), llama la atención un flujo que discurre siempre en similar dirección: de sur a norte, de este a oeste.
El sur y el este ofrecen mujeres, el norte y el oeste las compran. El sur emite emigrantes, el norte los emplea barato. El sur ofrece drogas, el norte las compra. El este imita productos de lujo, el oeste los adquiere. El sur y el este mutilan a sus animales y talan sus bosques; casi siempre, el norte se adorna con los pedazos.
De los delitos transnacionales enumerados y descritos en el documento de la agencia (tráfico de personas, narcotráfico, tráfico con falsificaciones y recursos naturales, piratería), los menos se producen al contrario. Aunque, eso sí: las armas se venden de norte a sur y la delincuencia cibernética tiene lugar principalmente en los países desarrollados.
Las principales víctimas, las mujeres
Una media de dos años calcula la ONUDD que dura la pesadilla de las mujeres a las que las mafias internacionales obligan a prostituirse. Eso significa que, sólo para cubrir la demanda del mercado europeo, se requieren unas 70.000 nuevas víctimas por año.
Relata el informe que el 66 % de las personas que caen en las redes del tráfico con seres humanos son mujeres; el 13 % niñas. Y la mayoría, el 79%, de quienes padecen este tipo de delito acaba sufriendo la explotación sexual: pocos son los sometidos sólo con fines laborales comunes. Así, concluye el documento que aproximadamente una de cada siete trabajadoras sexuales en los burdeles y otros locales de Europa es víctima de la trata de mujeres.
"Para muchos, el mundo del sexo comercial es un terreno desconocido", escribe la agencia, lo que complica la persecución del delito. Conflictos y cambios políticos o económicos extremos pueden hacer florecer este negocio. El final de la Guerra Fría, la caída de la Unión Soviética y la desintegración de Yugoslavia potenciaron la llegada a Europa occidental de prostitutas forzadas procedentes del este del continente y los Balcanes.
Sin embargo, desde 2006 la ONUDD observa una reducción del número de rumanas, búlgaras o ucranianas y una diversificación de los orígenes de las víctimas en este ámbito, lo que incluye el registro de nuevas nacionalidades como, por ejemplo, la paraguaya. "Aunque el tráfico desde Sudamérica tiene lugar en un número mucho más reducido de países, allí donde acontece suele ser más severo", se lee. Los principales países de destino de las latinoamericanas son España, Italia, Portugal, Francia, Países Bajos, Alemania, Austria y Suiza.
La mayoría, mexicanos
Aproximadamente el 88% de los migrantes capturados en Estados Unidos en 2008 eran de nacionalidad mexicana y en los restantes casos se trataba en su mayoría de personas procedentes de América Latina, indica la ONUDD. La agencia estima que cada año unos tres millones de habitantes de la región centro y sur del continente cruzan ilegalmente la frontera con el norte. "Dado que el 90% de ellos lo hace recibiendo asistencia de mafias, se calcula que este delito genera ingresos del orden de los 7.000 millones de dólares anuales", se asegura en el informe.
No sólo el tráfico de mujeres con fines sexuales es uno de los crímenes que, sirviéndose de la desesperación humana, traspasa los límites nacionales. La migración es también para muchos un suculento negocio. Y, del mismo modo que existe un flujo de sur a norte en América, se da uno en idéntica dirección entre África y Europa. Aunque la peligrosidad del viaje mengua en este caso las cifras, la ONUDD describe: "En 2008, entraron ilícitamente en Europa unos 55.000 migrantes, lo que representó unos 150 millones de dólares para pequeños grupos de traficantes ubicados a lo largo de toda la ruta de ese momento".
Cocaína, heroína, armas e identidades: todo se vende y se compra en el mundo. ¡Siga leyendo!
Cocaína latinoamericana, heroína asiática
"Declinando en términos de volumen de cocaína, incrementándose en términos de violencia", así valora la ONUDD la situación en el ilegal mercado de la cocaína. El organismo acaba de dar a conocer un informe de monitoreo en el que Perú aparece en el primer puesto del ranking de cultivo de coca, desbancando del lugar a Colombia. Unas 170.000 hectáreas calculan los expertos de Naciones Unidas que se destinan a hacer crecer esta planta, situadas todas ellas en la región andina de América Latina.
El informe de la ONUDD confirma que, como se viene advirtiendo desde hace ya algunos años, las rutas del tráfico de cocaína han variado y se han tornado más diversas. México sigue siendo la principal puerta de entrada para las 196 toneladas que se calcula consumen al año los estadounidenses, seguido del Caribe, vía Venezuela. También el Caribe y Venezuela se continúan utilizando para el envío de las 124 toneladas que demanda Europa (dato estable, tras un tiempo continuadamente al alza). Pero ahora coexisten con éstos nuevos caminos, como el que circula de Venezuela y Brasil a África occidental y desde allí hasta suelo europeo, o va directamente de los países andinos al sur de África para retomar en esta zona el largo viaje hacia Europa.
La mayoría de los extranjeros detenidos en España por tráfico de cocaína eran colombianos, constata el documento. La heroína, sin embargo, cuenta con escasa implicación latinoamericana. En su mayor parte, esta droga procede de Afganistán (principal país productor, seguido de Birmania) y alcanza Europa y Estados Unidos, sus primeros mercados, utilizando rutas mucho más complejas: a través de Asia Central y Rusia o de Pakistán, Irán, Turquía y Europa del este, o cruzando la península arábica, el continente africano, la India y otras amplias regiones de Asia.
Armas de fuego, un tráfico de norte a sur
"El tráfico de armas de fuego es diferente a muchos de los analizados en este informe porque se trata de un bien duradero", puede leerse al comienzo del capítulo. Y el tráfico de armas es distinto porque, además, fluye en sentido contrario al habitual, se indica más adelante. Estados Unidos (sobre todo Texas, California y Arizona) es el principal vendedor ilegal de armas, México su comprador número uno. El resultado: el norte nutre al sur de la materia prima que lo carteles de droga necesitan para librar sus guerras y propagar la violencia.
Y más allá de la compraventa de armas con fines criminales, existe otra motivada políticamente. Ésta es peligrosa porque otorga medios a grupos que pueden desestabilizar países, o a países sometidos a embargos por motivos tal vez de peso.
Aún así, indica el documento que "es difícil robar y traficar clandestinamente con armas en cantidades suficientes como para que esta actividad resulte rentable […] la mayor parte del tráfico de armas a gran escala se basa en la corrupción". Bajo el manto de aparente legalidad que ofrecen documentos falsificados y pagos a funcionarios y a otros empleados del Estado circulan las armas por el mundo.
Marfil, Gucci y la piratería
El campo del tráfico internacional es, sin embargo, mucho más amplio. La madera serrada ilegalmente forma, por ejemplo, parte de él, así como el marfil de elefantes africanos y los cuernos de rinoceronte, que se encuentran entre los negocios ilícitos al alza. También en aumento está la venta de marcas falsas, que transcurre principalmente, y como es de suponer, de China a Europa, y de copias de medicamentos, cuyos productores máximos son chinos e indios y que se comercian mayoritariamente dentro del mismo continente asiático.
Pero existe además otro tipo de delincuencia que recorre el planeta, en esta ocasión de ordenador a ordenador: la cibernética. A través de Internet se roban identidades (de 1,5 millones de personas, según lo cuantificado por la ONUDD hasta el momento) o se distribuye pornografía infantil (a un ritmo de 50.000 nuevas imágenes al año).
Y la piratería no es sólo virtual: también se da físicamente, con su punto álgido frente a las costas somalíes. Aquí, "no hay contrabando envuelto, no se ofrece ningún tipo de intercambio ilícito. Se trata de más bien de un crimen violento que genera importantes beneficios, y es transnacional porque los barcos están considerados territorio soberano del país bajo cuya bandera navegan", explica el informe.
Con el asalto a barcos y computadoras acaba la descripción que la ONUDD hace de los delitos sin fronteras, todos ellos ataques que reportan grandes sumas de dinero, y causan una cuantía similar de estragos políticos y sociales allí donde se perpetran.
Autor: Luna Bolívar Manaut
Editora: Emilia Rojas-Sasse
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