viernes, 7 de diciembre de 2012

Arg-CABA/ Prov Bs As- Por qué colapsaron los rellenos sanitarios


5-12-12 Veintitres

Con la basura al cuello

Uno de los principales problemas es que no se aplican las leyes vigentes. Soluciones para reciclar y tecnología para reducir la cantidad de desechos que se entierran en la provincia de Buenos Aires. Las dudas en torno la promesa que Macri le hizo a Scioli. 
El problema de la basura es tan antiguo como la civilización. El consumo desmedido y la industrialización agravaron la cuestión hasta extremos peligrosos, en especial en las grandes ciudades, donde se concentra mayor densidad de población. Aunque es un tema prioritario, porque mal administrado puede tener consecuencias graves para la salud y el medio ambiente, hasta ahora las autoridades de los distritos más poblados del país eludieron las soluciones de fondo. Especialistas y políticos consultados por Veintitrés coincidieron en que la solución es sencilla y está al alcance de todos los ciudadanos: separar los residuos antes de desecharlos. Una vez separados, la recolección también debe ser diferenciada, para garantizar que la tarea realizada en los hogares continúe luego en las plantas de reciclaje. Es decir, como en otros temas, también en este, la educación juega un papel preponderante. Un plan integral de gestión de los residuos urbanos es imposible sin una campaña educativa para que se lleve a cabo la separación en origen. Es el primer eslabón para lograr que disminuyan los residuos que se vuelcan a diario en los rellenos sanitarios ubicados en la provincia de Buenos Aires.
Como la capacidad del Complejo Ambiental Norte III, que recibe alrededor de 16 millones de toneladas diarias de residuos provenientes de la Capital Federal y el conurbano, está colmada, el problema de la basura regresó esta semana a las primeras planas de los matutinos. “Mi paciencia tiene un límite y los rellenos también”, le advirtió Daniel Scioli a Mauricio Macri. El gobernador le dio un ultimátum al alcalde porteño por varios motivos. Decidió ponerse a la vanguardia de un problema que preocupa a intendentes y legisladores provinciales no sólo para obtener rédito político de cara a 2013, sino para arrancarle un compromiso a los porteños. “Con ese objetivo cumplido, ahora será más fácil negociar un nuevo espacio para habilitar otro relleno”, afirmó una fuente con llegada al gobernador. Y explicó que lo ideal sería habilitar pequeños rellenos regionales, una meta que se había propuesto el Ceamse en sus orígenes, para evitar las consecuencias de tener grandes concentraciones de desechos en un solo lugar
Pero “hoy el problema es que los intendentes no quieren lidiar con la basura en sus municipios y para extender el relleno se necesita autorización del gobierno nacional”. Algo que por ahora parece inviable.
Con la promesa de Macri en la manga, tal vez Scioli tenga chances de solucionar el problema de espacio. Sin embargo, al cierre de esta edición abundaban las dudas sobre la veracidad del compromiso porteño, porque desde que Macri asumió al frente del Ejecutivo no sólo no hizo nada para reducir el volumen de desechos, sino que desarmó lo realizado durante la gestión de Aníbal Ibarra. 
Después del ultimátum de Scioli, las autoridades porteñas se comprometieron a reducir en 18 meses un 78 por ciento la cantidad de basura que envía la ciudad a los rellenos sanitarios de la provincia.Es una meta imposible de cumplir en esos plazos, sin separar en origen”, afirmó una fuente del Ceamse consultada para esta nota, en sintonía con la opinión de una especialista de Greenpeace en la materia, Lorena Pujo, quien insistió en que la solución es aplicar la Ley de Basura Cero aprobada en 2005 por la Legislatura porteña y la ley bonaerense 13.592. Ambas normas prevén la separación en origen de los residuos orgánicos de los secos (papel, latas, botellas), la recolección diferenciada y el posterior reciclado. Sólo el resto debería ir a parar al relleno sanitario. “Para bajar la cantidad de residuos hay que cumplir la ley. Si se hubiera cumplido y se hubiera invertido en plantas de tratamiento para reinsertar los secos en el circuito comercial el volumen de basura hubiera disminuido sustancialmente”, aseguró Pujo a esta revista.
En sintonía, el legislador porteño del Bloque Proyecto Sur, Rafael Gentilli, se preguntó: “Si Macri dice ahora que puede reducir la cantidad de residuos que envía la ciudad al Ceamse, por qué no lo hizo antes” y denunció que la Ley de Basura Cero no se cumple. “En 2010, el compromiso era generar 1.050.000 toneladas, pero se generaron 2.110.000 toneladas. Y en 2012, en lugar de las 750.000 toneladas prometidas se estiman 2.130.000 toneladas”, precisó el legislador. “A contrapelo de lo que fijaba la ley, se aumentó el volumen de basura que se entierra. Así no hay relleno que alcance”, confirmó Pujo. Estas cifras van a contrapelo de la Ley de Basura Cero, que preveía una disminución escalonada del volumen de los desechos que se vuelcan en los rellenos. Un 30 por ciento menos en 2010 (de lo que se había enterrado en 2004) y un 50 por ciento menos en 2012. Para alcanzar esas metas –antes y ahora– es imprescindible empezar por separar los residuos en origen. Un primer paso que hay que dar entre todos.
Pero si bien la separación es clave, no basta para solucionar el problema. También es imprescindible garantizar la recolección diferenciada para que la basura separada, en orgánicos y secos, vaya a plantas de tratamiento distintas para ser reutilizada. La planta de tratamiento que prometió Macri con tecnología MBT salió carísima y le seguirá costando carísima a la ciudad, que pagará el doble por el traslado de los residuos, ya que los camiones llevarán allí toda la basura sin separar y luego tendrán que trasladar por segunda vez los residuos que no se puedan reciclar. Por el traslado de los mismos residuos se pagará dos veces”, explicó el especialista del Ceamse. 
Otra experta, directora política de Greenpeace, dijo que la nueva planta tendrá “bajo nivel de recuperación porque trabaja con basura mezclada”. También, la fuente del Ceamse reveló en diálogo con Veintitrés que esa empresa gestionada por la ciudad y la provincia “está desfinanciada”, es decir, carece de los recursos necesarios para operar con mayor efectividad. “El tratamiento de una tonelada de basura cuesta aproximadamente 270 pesos, pero los intendentes pagan sólo 25 pesos por tonelada. Para que no puteen se financia con partidas camufladas para obras. La diferencia se dibuja hace 30 años. Así se financia a los intendentes y así administra también las partidas el Gobierno de la Ciudad”, denunció la fuente. Además, insistió en que el verdadero problema son los basureros a cielo abierto que hay en otros lugares del país que nadie mira, donde ni siquiera se tratan los líquidos que penetran directo en las napas de agua.
La separación permite reciclar los secos para introducirlos nuevamente en el mercado y los orgánicos para la producción de abono. Para reciclar los orgánicos hay que invertir en centros verdes, donde con técnicas sencillas se pueden lograr grandes resultados. El resto, sólo el resto, es lo que debería terminar en el relleno sanitario. Actualmente sólo en un área de la planta Norte III se recupera metano del relleno sanitario y en La Matanza, donde para reducir el enterramiento se emprendieron obras para la instalación del primer Centro Ambiental de Recomposición Energética. Allí se transformarán residuos en combustible. La planta funcionará en un predio de 5 hectáreas en González Catán, donde también se prevé rellenar la primera tosquera con materiales recuperados (arena, cascotes y ramas).
En otros lugares del mundo, donde no hay espacio para enterrar más basura y donde, como en la Argentina, está prohibida la incineración por sus consecuencias nocivas para la salud, ya se aplican dos tecnologías desconocidas en el país: las antorchas de plasma y el encapsulado. Se trata de métodos sin chimeneas. En el primer caso, las antorchas de plasma, el convertidor de plasma es una antorcha aplicada a la basura que, mediante un gas y electrodos, crea plasma, un cuarto estado de la materia, un gas que se consigue a temperaturas altísimas. A esas temperaturas las moléculas de la basura se rompen y sólo quedan los remanentes elementales de las moléculas. Las moléculas orgánicas se transforman en gases y el resto se derrite y se mezcla creando un remanente vítreo. Con esta tecnología se pueden tratar todo tipo de residuos, incluso contaminantes, según explicaron especialistas a esta revista. Por otro lado, el encapsulado es un método utilizado en Brasil y en Europa para generar energía. La basura se tritura y se coloca en bolsones de plástico con ventilación para tomar los gases. No debe tener contacto con el medio ambiente. Después de siete años, el remanente puede ser reutilizado como abono.
Para aplicar estas y otras tecnologías es necesaria voluntad política. Las 500 mil toneladas mensuales de basura que generan los habitantes de la región metropolitana siguen siendo una de las asignaturas pendientes de ambas jurisdicciones. “El Ceamse está desaprovechado y es necesario refundarlo”, confiaron fuentes del organismo que reclaman “una planificación conjunta” de ambos distritos para reducir el tsunami de desechos que desborda los rellenos. Todas las voces consultadas rechazaron la incineración y apuestan a la separación como primer paso. Disminuir la cantidad de basura es posible. Varios países lo demostraron. Italia, Australia y Brasil, por ejemplo, no sólo redujeron el volumen sino que hace años extraen energía de la basura. ¿No es hora de confiarles a los ciudadanos acciones responsables para cuidar el planeta? ¿No es hora de reclamar políticas de gestión de residuos en las campañas previas a las elecciones?

http://veintitres.infonews.com/nota-5872-sociedad-con-la-basura-al-cuello.html

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