Publicado en 03. dic, 2012 por Fundacion Telefónica en la categoría Protección de la infancia
Combate a la pobreza y al trabajo infantil
La Red Latinoamericana contra el Trabajo Infantil acaba de abrir un nuevo foro de discusión Políticas de combate a la pobreza y el Trabajo Infantil, moderado y dinamizado por el especialista Otto Rivera.
En América Latina se calcula que más de 14 millones de niñas, niños y adolescentes trabajan, la mayoría lo hace en condiciones que violan sistemáticamente sus derechos más esenciales, tomando como punto de partida que en primer término no deberían de trabajar y menos aún en situación de riesgo que atente para su desarrollo psicobiosocial.
Las condiciones de pobreza y pobreza extrema que afecta a la región prácticamente han expulsado a niñas, niños y adolescentes –NNA- de los contextos de sus hogares para insertarse a temprana edad en los mercados laborales en condiciones de desigualdad.
De acuerdo con organismos especializados tales como el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia –UNICEF- las condiciones de salud y desnutrición particularmente de la niñez en condiciones de pobreza y pobreza extrema se ha venido deteriorando aún más desde mediados de la década del año 2,000.
Como resultado de ello nos encontramos que para el año 2006, hace seis años las condiciones de desnutrición crónica de la región centroamericana era, para Guatemala 49%; Honduras 29%, Nicaragua 20%, El Salvador 19%, Panamá 10% y Costa Rica solamente 6%.
Sin embargo, estos indicadores son previos a los efectos de la crisis mundial que con particular énfasis se registran a partir del año 2008.
La ausencia de mecanismos efectivos por parte de los Estados para enfrentar la recesión económica ha traído como consecuencia que aumente el nivel de riesgo en que se encuentran las familias más vulnerables.
Como ejemplo de ello tenemos que en Guatemala la desnutrición crónica lejos de reducirse ha aumentado para el año 2012 a 52%.
En materia de educación, de acuerdo con UNESCO, aún se registran en el mundo 56 millones de niñas y niños que nunca han ido alguna vez a la escuela.
Para organismos tales como Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo –BID- para que una persona salga de la línea de pobreza se hace necesario que cuente con 10 años de escolaridad continua.
La región en general hizo un gran esfuerzo por aumentar la cobertura escolar durante la década 1996 – 2006, pero se descuidó el proceso de calidad educativa, por ello el Programa de Promoción de la Reforma Educativa en América Latina y el Caribe –PREAL- hacía un balance muy acertado en su informe “Cantidad sin Calidad.
Por otro lado, desde aprobada la Convención de los Derechos del Niño y ratificada por todos los países de la región, se ha logrado avanzar en materia legislativa a efecto de proteger a las niñas, niños y adolescentes, particularmente desde el momento del cambio de paradigma con el enfoque basado en derechos y la importancia del interés superior de las niñas y los niños.
Lamentablemente en donde poco se ha avanzado es en materia de cumplimiento de dicha normativa.
http://unpasomas.fundacion.telefonica.com/blog/2012/12/03/combate-a-la-pobreza-y-al-trabajo-infantil/
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