miércoles, 17 de octubre de 2012

ARG: Perversos en la red

17-x-12 Alianza x tus derechos


Por María Noe Hinny
La web es uno de los territorios favoritos de los pedófilos, que con distintas estrategias se contactan con niños y adolescentes. Un peligro mayor, que los padres o responsables de los menores pueden evitar tomando precauciones concretas.
El acceso a los redes y las actuales formas de comunicación son para los chicos y jóvenes parte de su vida cotidiana, herramientas que les aportan accesibilidad a la información mundial y les brinda un intercambio cultural y social indiscutible.
Pero es importante recordar que Internet es un aliado para personas con pedofilia (tendencia de una persona sexualmente madura a fantasear y excitarse con niños o púberes). Es una aliado perfecto, ya que les brinda anonimato y la posibilidad de contactarse con niños, niñas o adolescentes según sus preferencias.
Ellos se autodenominan boylovers o amantes de los niños, y desde el comienzo de la utilización del ciberespacio se contactan entre ellos y hasta comparten el material extraído de los encuentros con sus “niños amados”.
Incluso han llegado a establecer organizaciones como NAMBLA (asociación norteamericana de amor entre hombres y niños), en las que defienden sus derechos a brindarles amor a los niños y acusan a los padres y a la cultura de reprimir la libre expresión sexual de sus hijos menores. También tiene blogs en los que publican imágenes de niños en posiciones sensuales o sexuales.
En ocasiones, son imágenes de niños que han sido subidas a la red por algún familiar, con la finalidad de compartir un cumpleaños, una fiesta familiar o algo totalmente inocente, y que han sido luego tomadas por los boylovers y trucadas hasta convertirlas en imágenes que les despiertan sus fantasías.
Una modalidad que suelen utilizar los pedófilos es la del “child grooming”, que consiste en el acoso a través del chat y en la inducción creciente a que el niño realice acciones frente a la cámara web, que despiertan el placer del acosador, sin que el niño perciba siquiera su verdadero rostro.
Al principio, la persona adulta implementa estrategias para ganarse la confianza del menor. Por lo general, el primer contacto es haciéndose pasar por alguien de la misma edad que el captado y pretendiendo tener los mismos gustos. Luego le solicitará que realice acciones frente a la cámara web para obtener imágenes comprometidas del menor o pretenderá un encuentro personal para obtener concesiones de índole sexual.
Este modalidad se ha ido incrementando en los últimos años también en nuestro país, y se ha ido sofisticando en sus modalidades. El año pasado tomé conocimiento de un acosador que se infiltraba en las conversaciones por chat entre los niños, en este caso, dos compañeritos de escuela de ocho años de edad, y haciéndose pasar alternativamente por uno o por el otro los inducía a llevar su conversaciones a planos sexuales explícitos.
Es frecuente que al principio, en sus primeros contactos, el acosador lo haga sentir al niño especial y comprendido, y que éste acceda aun confundido a alguno de sus pedidos. Si el pequeño captado comienza a negarse o pone límites a estas propuestas, los acosadores suelen utilizar amenazas y extorsiones por ejemplo, que va a enviar las fotos a sus compañeros de grado o que va a pasarle algo grave a sus padres.
Así, el niño termina atrapado en las manos del perverso.
No es necesario que haya contacto epitelial para que ocurra un abuso sexual, la víctima de grooming tiene las mismas graves secuelas psíquicas que otro niño abusado, con un agravante, que es el conocimiento de que las imágenes se reproducirán a perpetuidad en la red.
En los casos más graves, los acosadores propician el encuentro personal convenciendo a los chicos por medio de motivaciones tales como que les mostrarán el último juego de la play station o alguna novedad tecnológica que no pueden trasladar, para lograr así que el niño vaya a su casa.
El menor va al encuentro sintiendo que no corre ningún riesgo, que se encontrará con un par. En un caso de renombre ocurrido en el interior y en el que intervino la Interpol, el captador comercializaba en todo el mundo las imágenes que obtenía de los niños que inocentemente se habían acercado al ciber de su propiedad.
La pornografía infantil y la comercialización de imágenes relacionadas con ella es un delito que también encuentra en Internet un medio para su reproducción.

Medidas preventivas
Coincidiendo con Inda Klein, pionera en la investigación de estos riesgos, es indispensable tener conciencia de que éstos existen, para así resguardar a los chicos sin que esto suponga su alejamiento de las nuevas tecnologías.
Que sus hijos conozcan y manejen mejor que usted las nuevas tecnologías no lo desacredita para poder cuidarlos de los peligros en la red. Algunas sugerencias a los padres o cuidadores son las siguientes.
Es siempre preferible que la PC esté en algún lugar distinto al cuarto de los chicos y, mejor todavía, donde transiten adultos.
• Si acuden a un ciber, asegurése de que esté habilitado y de que descarguen contenidos usados anteriormente en la PC. También tiene que verificar que el lugar donde se ubiquen los menores esté cerca de una ventana y que no les den las máquinas que están en salas privadas.
• Establezca conversaciones con sus hijos acerca de los riesgos y de la existencia de los acosadores y “boylovers”. Procure generar un circuito de confianza al que puedan acudir si se sintieron incómodos ante alguna situación o propuesta mientras navegaban.
• Procure regular y negociar los horarios y el uso de Internet de forma clara. La red no puede ser usada como guardería.
• Si bien los chicos entablan una competencia acerca de la cantidad de contactos que tienen, pídale que le consulten antes de aceptar la solicitud de amistad de alguien que no conocen personalmente. También, antes de que brinden datos personales o familiares y que llenen formularios o realicen intercambios de archivos o fotografías.
• Mantenga actualizados los filtros de seguridad para páginas web.
• Si su hijo va a presentarse a un casting para el que se inscribió por Internet, acompáñelo.
• Invítelo a reflexionar acerca de no posar frente a la cámara web sin ropa ni acceder a ningún pedido que no les haga sentir cómodos. Dialogue respecto al uso responsable de las fotografías y actos que realice en la red; incluso de lo que publican con respecto a otros.
• Es importante brindarles herramientas para que puedan diferenciar el mundo público del privado. Los jóvenes, por razones evolutivas, pueden tener el impulso de exhibirse; procure que esto no se convierta en algo riesgoso para ellos.
“Cuidemos a los chicos para que puedan navegar por la red sin ahogar su inocencia” María Noe Hinny es licenciada en Psicología y se desempeña como psicóloga en la Dirección de Asistencia a las Víctimas de Delitos. Ministerio de Justicia. Provincia de Córdoba.
http://www.clarin.com/buena-vida/salud/Boylovers-red_0_790721147.html
http://alianzaportusderechos.org/article/argentina-perversos-en-la-red/

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