Le Monde Diplomatique en español- Nº: 202
     
       
         Agosto
      
      
    
       2.012 
     
    
   Chávez en campaña
Ignacio Ramonet
    País: 
    
        Venezuela
    
Tema: Elecciones, Socialismo
Tema: Elecciones, Socialismo
   Es
 la decimocuarta. Desde que ganó sus primeras elecciones presidenciales 
en diciembre de 1998, Hugo Chávez se ha sometido ya –directa o 
indirectamente– trece veces al sufragio de los electores de Venezuela. 
Casi siempre ha ganado (1), en condiciones de reconocida legalidad 
democrática, avalada por las misiones de observadores enviadas por las 
instituciones internacionales más exigentes (ONU, Unión Europea, Centro 
Carter, etc.). 
El
 sufragio del próximo 7 de octubre constituirá pues la decimocuarta cita
 del mandatario con los ciudadanos venezolanos (2). Esta vez, lo que se 
juega es su reelección a la presidencia. La campaña electoral oficial 
arrancó el pasado 1 de julio con dos singularidades notables con 
respecto a precedentes votaciones. Primero, Hugo Chávez está saliendo de
 trece meses de tratamiento contra el cáncer detectado en junio de 2011.
 Segundo, la principal oposición conservadora apuesta esta vez por la 
unidad. Se ha reagrupado en el seno de una Mesa de la Unidad Democrática
 (MUD) que, después de unas primarias, eligió como candidato, el pasado 
12 de febrero, a Henrique Capriles Radonski, un abogado de 40 años, 
gobernador del Estado Miranda.
   Hijo
 de una de las familias más ricas de Venezuela, Henrique Capriles fue 
uno de los artífices del golpe de Estado del 11 de abril de 2002 y 
participó, junto con un grupo de putschistas, en el asalto a la
 embajada de Cuba en Caracas (3). Aunque procede de la organización 
ultraconservadora Tradición, Familia y Propiedad (4) y es apoyado por 
los sectores más derechistas (entre ellos los medios masivos de 
comunicación privados que siguen dominando ampliamente la información),
 Capriles hace hábilmente campaña reivindicando todos los logros 
sociales del gobierno bolivariano. Y hasta jura que su modelo político 
es el izquierdista del ex Presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva
 (5)... Pero, sobre todo, apuesta por el debilitamiento físico del 
Presidente Chávez (6).
  En
 esto se equivoca. El autor de estas líneas, presente el pasado mes de 
julio en Venezuela, siguió las dos primeras semanas de campaña del 
Presidente, conversó varias veces con él, asistió a algunos de sus 
extenuantes mítines multitudinarios. Y puede testimoniar de su buena 
salud y de su excepcional forma física e intelectual. 
   Desmintiendo las falsas noticias que han circulado en algunos medios de comunicación (The Wall Street Journal, El País)
 según los cuales, a causa de supuestas “metástasis en los huesos y en 
la espina dorsal”, le quedarían apenas “seis o siete meses de vida”, 
Chávez –que cumplió 58 años el 28 de julio– reveló para consternación de
 sus adversarios: “Estoy totalmente libre de enfermedad; cada día me 
siento en mejores condiciones”. 
   Y,
 a los que apostaban por una presencia virtual del líder venezolano en 
la campaña, les volvió a sorprender anunciando su decisión de “retomar 
las calles” y empezar a recorrer los rincones de Venezuela para alcanzar
 su tercer mandato: “Dijeron de mí: ‘Ese va a estar encerrado en 
Miraflores (el palacio presidencial) en una campaña virtual, por Twitter
 y vídeo’; se burlaron de mí como les dio la gana, pues aquí estoy de 
nuevo, retornando, con la fuerza indómita del huracán bolivariano. Ya 
extrañaba yo el olor de las multitudes y el rugir del pueblo en las 
calles”.
   Este
 rugir, pocas veces lo he oído tan poderoso y tan fervoroso como en las
 avenidas de Barcelona (Estado Anzoátegui) y de Barquisimeto (Estado 
Lara) que acogieron a Chávez los pasados días 12 y 14 de julio 
respectivamente. Un océano de pueblo. Una torrentera escarlata de 
banderas, de símbolos y de camisas rojas. Un maremoto de gritos, de 
cantos, de pasiones, de arrebatos. 
   A
 lo largo de kilómetros y kilómetros, en lo alto de un camión colorado 
que avanzaba hendiendo la multitud, Chávez saludó sin descanso a los 
centenares de miles de simpatizantes que acudieron a verle en persona 
por vez primera desde su enfermedad. Con lágrimas de emoción y besos de 
agradecimiento hacia un hombre y un gobierno que, respetando las 
libertades y la democracia, han cumplido con los humildes, pagado la 
deuda social y dado a todos, por fin, educación gratuita, empleo, 
seguridad social y vivienda.
   Para
 despojar a la oposición de la mínima esperanza, Chávez, en los largos 
discursos electorales que pronunció sin dar muestras de fatiga, empezó 
diciendo: “Soy como el eterno retorno de Nietzsche, porque en realidad 
yo vengo de varias muertes... Que nadie se haga ilusiones, mientras Dios
 me dé vida estaré luchando por la justicia de los pobres, pero cuando 
yo me vaya físicamente me quedaré con ustedes por estas calles y bajo 
este cielo. Porque yo ya no soy yo, me siento encarnado en el pueblo. Ya
 Chávez se hizo pueblo y ahora somos millones. Chávez eres tú, mujer. 
Chávez eres tú, joven, Chávez eres tú, niño; eres tú, soldado; son 
ustedes, pescadores, agricultores, campesinos y comerciantes. Pase lo 
que me pase a mí, no podrán con Chávez, porque Chávez es ahora todo un 
pueblo invencible”.
 En
 sus intervenciones, no dudó incluso en criticar duramente a algunos 
gobernadores y alcaldes de su propio partido que han fallado en sus 
compromisos con los electores: “Me he convertido en el primer opositor”,
 declaró. Aunque también advirtió: “Uno puede criticar a la revolución, 
pero no puede votar a la burguesía; eso sería traición. A veces podemos 
fallar, pero tenemos en el corazón amor de verdad por el pueblo”.
 Orador
 fuera de serie, sus discursos son amenos y coloquiales, ilustrados de 
anécdotas, de rasgos de humor y hasta de canciones. Pero son también, 
aunque no lo parezcan, verdaderas composiciones didácticas muy 
elaboradas, muy estructuradas, preparadas de manera muy seria y 
profesional, con objetivos concretos. Se trata, en general, de 
transmitir una idea central que constituye la avenida principal de su 
recorrido discursivo. En esta campaña va exponiendo y explicando 
metódicamente su programa (7). 
 Pero, para no aburrir, ni ser pesado, Chávez se aparta a menudo de esa avenida principal y realiza lo que podríamos llamar excursiones
 en campos anexos (anécdotas, recuerdos, chistes, poemas, coplas) que no
 parecen tener nexo con su propósito central. Sin embargo, siempre lo 
tienen. Y eso le permite al orador, después de haber aparentemente 
abandonado por bastante tiempo su curso central, regresar a él y 
retomarlo en el punto exacto donde lo dejó.  Lo cual, de modo 
subliminal, produce un prodigioso efecto de admiración en el auditorio. 
Esa técnica retórica le permite declamar discursos de muy larga 
duración.
 En
 sus recientes discursos electorales, Chávez compara las políticas de 
demolición del Estado de bienestar (cita, en particular, los brutales 
recortes realizados por Mariano Rajoy en España) que se están llevando a
 cabo en varios países de la Unión Europea y los importantes logros 
sociales de su gobierno empeñado en seguir “construyendo el socialismo 
venezolano”.
 En
 sus catorce años de existencia (1999-2012), la Revolución Bolivariana 
ha conseguido, en el ámbito regional, considerables avances: creación de
 Petrocaribe, de Petrosur, del Banco del Sur, del ALBA, del Sucre 
(sistema único de compensación regional), de la Unasur, de la Celac, el 
ingreso de Caracas en el Mercosur... Y tantas otras políticas que han 
hecho de la Venezuela de Hugo Chávez un manantial de innovaciones para 
avanzar hacia la definitiva independencia de América Latina.
 Aunque
 agresivas campañas de propaganda pretenden que, en la Venezuela 
bolivariana, los medios de comunicación están controlados por el Estado,
 la realidad –verificable por cualquier testigo de buena fe– es que 
apenas un 10% de las emisoras de radio son públicas, el resto, o sea el 
90%, son privadas. Y únicamente el 12% de los canales de televisión son 
públicos, el resto, o sea un 88%, son privados o comunitarios. En cuanto
 a la prensa escrita, los principales diarios El Universal y El Nacional, son privados y sistemáticamente hostiles al Gobierno.
 La
 gran fuerza del Presidente Chávez es que su acción concierne ante 
todo a lo social (salud, alimentación, educación, vivienda), lo que más 
interesa a los venezolanos humildes (75% de la población). Consagra el 
42,5% del presupuesto del Estado a las inversiones sociales. Ha dividido
 por la mitad la tasa de mortalidad infantil. Erradicado el 
analfabetismo. Ha multiplicado por cinco el número de maestros en las 
escuelas públicas (de 65.000 a 350.000). Venezuela es hoy el segundo 
país de la región con mayor número de estudiantes matrículados en 
educación superior (83%), detrás de Cuba pero delante de Argentina, 
Uruguay y Chile; y es el quinto a escala mundial superando a Estados 
Unidos, Japón, China, Reino Unido, Francia y España.
 El
 gobierno bolivariano ha generalizado la sanidad y la educación 
gratuitas; ha multiplicado la construcción de viviendas; ha elevado el 
salario mínimo (el más alto de América Latina); ha concedido pensiones 
de jubilación a todos los trabajadores (incluso a los informales y a las
 amas de casa) y a todos los ancianos pobres aunque nunca hayan 
cotizado; ha mejorado las infraestructuras de los hospitales; ofrece a 
las familias modestas alimentos, mediante el sistema Mercal, un 60% más 
baratos que en los supermercados privados; ha limitado el latifundio a 
la vez que favorece la producción del doble de toneladas de alimentos; 
ha formado técnicamente a millones de trabajadores; ha reducido las 
desigualdades; ha rebajado en más del triple la pobreza; ha disminuido 
la deuda externa; ha acabado con la antiecológica pesca de arrastre; ha 
impulsado el ecosocialismo... 
 Todas
 estas acciones, llevadas a cabo desde hace casi 14 años de manera 
ininterrumpida, explican el apoyo popular a Chávez, el cual promete en 
su campaña: “Todo lo que hemos hecho es pequeño con respecto a lo que 
vamos a hacer”.
 He
 sido testigo de que millones de personas humildes lo veneran como a un
 santo. Él  –que fue un niño muy pobre, vendedor ambulante de dulces por
 las calles de su pueblo–, repite con calma: “Soy el candidato de los 
humildes, y me consumiré al servicio de los pobres”. Seguramente lo 
hará. Una vez, la escritora Alba de Céspedes le preguntó a Fidel Castro 
cómo podía haber hecho tanto por su pueblo: educación, salud, reforma 
agraria, etc. Y Fidel simplemente le dijo: “Con gran amor”. A propósito 
de Venezuela, Chávez podría responder lo mismo. ¿Y qué contestarán los
 electores venezolanos? Respuesta el 7 de octubre. 
(1) Sólo perdió, por ínfimo márgen, el referéndum del 2 de diciembre de 2007 sobre un “proyecto de reforma constitucional”.
(2)
 Además de Hugo Chávez,  otros seis candidatos se presentan a las 
eleciones del 7 de octubre: Henrique Capriles Radonski, por  Mesa de la 
Unidad (MUD), Orlando Chirinos, por el Partido Socialismo y Libertad 
(PSL), Yoel Acosta Chirinos por el partido Vanguardia Bicentenaria 
Republicana (VBR), Luis Reyes Castillo por la “Organización Renovadora 
Auténtica” (ORA), María Bolívar por el Partido Democrático Unidos por la
 Paz y la Libertad (Pdupl) y Reina Sequera por el partido Poder Popular 
(PP).
(3) Léase Gilberto Maringoni, “En Venezuela, Chávez sigue favorito”, Le Monde diplomatique en español,
 mayo de 2012. Léase también: Romain Mingus, “Henrique Capriles, 
candidat de la droite décomplexée du Venezuela”, Mémoire des luttes, 28 
de febrero de 2012. 
http://www.medelu.org/Henrique-Capriles-candidat-de-la
(4) Fue cofundador de su rama venezolana.
(5)
 Lula le envió, el pasado 6 de julio, a Chávez, un mensaje público en el
 que le aportó pleno apoyo en su campaña electoral, afirmando: “Tu 
victoria será nuestra victoria”.
(6)
 A mediados de julio pasado, las principales encuestas de opinión daban 
un ventaja a Chávez de entre 15 a 20 puntos sobre el candidato de la 
derecha Henrique Capriles.
(7) Propuesta del candidato de la patria Comandante Hugo Chávez para la gestión bolivariana socialista 2013-2019, Comando Campaña Carabobo, Caracas, junio de 2012.
http://www.monde-diplomatique.es/?url=editorial/0000856412872168186811102294251000/editorial//?articulo=07565b0a-6c2a-4560-8e9f-2d217334b9df
 
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