Según la organización internacional Save The Children, el índice alcanzó el 27,2 por ciento, contra el 26,2 de 2010.
Un informe de la Unicef local conocido en mayo, rescatado y actualizado
este mes por la organización internacional Save The Children, señala que
en el país viven 2.226.000 menores de 18 años por debajo de la línea de
pobreza. El trabajo del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia
que cubre el período 2012/2013 y se titula “El impacto de la crisis en
los niños” sostiene que “se trata de un tema que permanece prácticamente
invisible en el discurso político, social y mediático”. Yolanda Román,
integrante de la ONG fundada en 1919 en Inglaterra, ya había anticipado
en septiembre que “los índices son altamente alarmantes” y “viendo la
situación actual no pueden más que empeorar”.
El gobierno del Partido Popular (PP) liderado por Mariano Rajoy acentuó
las malas condiciones de vida de los niños españoles que, de por sí, ya
eran muy complicadas durante la gestión de José Luis Rodríguez Zapatero.
Entre 2009 y 2010, con la política de ajuste del primer ministro
socialista, la pobreza infantil pasó del 23,7 al 26,2 por ciento, según
Unicef. Hoy el índice llega al 27,2. Pese a ello, el PP, que ganó las
elecciones en noviembre del 2011, extendió los recortes en el
presupuesto de este año.
La reducción de aportes en áreas como “Atención a la infancia y las
familias” (un 42,5 por ciento menos); “Educación infantil y primaria”
(36,5); Educación Secundaria y Formación Profesional (FP) (28,9); más la
desaparición de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de la
partida para la cofinanciación del Plan Educa 3 que incrementaba la
cantidad y calidad de los servicios de enseñanza en la primera infancia,
fulminaron al sistema educativo.
Para 2013, Rajoy profundizará la tendencia con una baja del 12,3 por
ciento del presupuesto. La peor parte se la llevarán los programas de
educación compensatoria, que en España se destinan a los alumnos con
dificultades sociales o de aprendizaje: la partida pierde un 68 por
ciento. Cae de 116,5 a 53 millones de euros.
En ese contexto de ajuste sin anestesia se comprende lo que describió
Román, de Save the Children: “En junio ya había niños cuya única comida
en el día era la que hacían en el comedor del colegio”. Unicef también
denuncia en su informe que “hay más niños pobres, que además de ser más,
son más pobres. Al haber bajado los ingresos medios de los hogares en
España, se ha reducido el umbral de ingresos que se considera para medir
el riesgo de pobreza”. La deuda pública por cada menor nacido en la
Madre Patria asciende a 15.570 euros.
Más adelante el organismo detalla que “es muy significativo el dato de
que en los dos últimos años (2010 y 2011) los niños son ya el grupo de
edad que es más pobre en comparación con el resto (adultos en edad de
trabajar y mayores de 65 años), independientemente del indicador que se
utilice”. En España, a octubre pasado, la cifra de desocupados ascendía a
5.700.000, mientras que en 2007 había 1.856.000, casi un 200 por ciento
menos. Ahora, uno de cada cinco habitantes son pobres y el 21,1 por
ciento subsiste con menos de 7355 euros anuales.
Otro de los tópicos que comenta el trabajo de Unicef es el de las
ejecuciones hipotecarias y cómo afectan a la infancia: “El creciente
número de éstas desde 2007 hasta 2010 (de 25.943 hasta 93.636) hace
suponer que el impacto sobre los niños de la pérdida del domicilio
familiar ha sido muy importante”.
“Cuando se acentuó la crisis económica en 2010 –dice el informe–, una de
las primeras medidas de reducción del gasto público en España fue la
eliminación de la única ayuda universal a las familias con hijos que
existía en nuestro país: la prestación por nacimiento o adopción
aprobada por la Ley 35/2007. Esta prestación, conocida como ‘los 2500
euros’ sólo estuvo en vigor tres años y medio y su supresión fue
acompañada, en el mismo decreto, por la reducción de la prestación por
hijo a cargo de la Seguridad Social para menores de 3 años, de 500 euros
hasta 291”.
Esa conclusión de Unicef abonó otra más reciente y desalentadora, la de Save the Children. En palabras de Román –su responsable de Incidencia Política–, la ONG sostiene: “Por nuestro contacto con la realidad y nuestro trabajo diario en zonas rurales y en zonas urbanas con alto índice de exclusión, sabemos que la situación está empeorando”.
Los medios publicaron en octubre pasado una advertencia que hacía
Unicef: “Hay 760.000 hogares españoles donde ningún adulto trabaja,
46.000 más que en el año anterior. Además, hay un 14,4 por ciento de
niños que viven en hogares con un índice de pobreza alta frente al 13,7
por ciento de 2010”.
fuente: Página/12
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