jueves, 10 de mayo de 2012

Becas- “Erasmus para todos”, también para América Latina

10-5-12 DWW
Erasmus, el programa europeo de movilidad estudiantil, se abre a terceros países, también a América Latina. La beca para una estadía en Europa allana el camino hacia otra cultura. ¿También hacia otro mercado laboral?
Los festejos por el medio siglo de Erasmus ponen la música de fondo al anuncio del nuevo concepto del programa de movilidad estudiantil más exitoso de la historia. Erasmus se internacionaliza y ahora también estudiantes de países de fuera de la UE podrán solicitar un subsidio mensual que apoye estadías de estudios. Los becados podrán pasar un año en una universidad europea, entrenarse en una empresa o perfeccionarse como educadores fuera de su país: de la EU, en China o Canadá, en Chile o Brasil. El camino, además, será bidireccional.

¿Un éxito global?
Los 2,5 millones de estudiantes europeos que han podido estudiar desde 1987 en otros países del ámbito de la UE, para el año 2020 deberán haberse duplicado. De salir todo bien, entre ellos habrá docentes y estudiantes, no sólo europeos. Ello se logrará fundiendo los fondos del exitoso y popular Erasmus, de su hermano Erasmus Mundus (máster conjunto), los de Comenius (becas para docentes) y los de Da Vinci (entrenamiento profesional). Así, a “Erasmus for all” –en su primer período de 2014 al 2020- se le augura un desarrollo si no feliz, por lo menos bastante satisfactorio, ¿para todos los implicados?

Perfeccionando el mundo laboral
En lo que toca a América Latina, si Erasmus Mundus y Alfa (cooperación entre universidades con 18 países latinoamericanos) ya habían tenido efectos positivos, del nuevo ampliado y, a la vez, simplificado programa –en el que confluyen también ciertos fondos de ayuda al desarrollo- se espera un significativo aporte a la internacionalización, a la movilidad transoceánica, a satisfacer los requerimientos de adaptabilidad profesional y de personal cualificado para las empresas europeas.
A pesar del actual desempleo juvenil que se registra en algunos países europeos, en el horizonte del 2020 se detecta la necesidad de 20 millones de especialistas en energía “verde”, siete millones en el campo de la salud, 700.000 en IT. ¿Es por eso que se incluye a América Latina en “Erasmus for all”? ¿Para adaptar e internacionalizar en años mozos en Europa a los profesionales extranjeros que requerirá su mercado?

¿Apoyando la fuga de cerebros?
“La pregunta que siempre me ponen es si apoyamos la fuga de cerebros. Con seguridad no, pero no se puede evitar su circulación. Se trata de un intercambio de conocimiento, de entrar en contacto con gente de otros países. Ahora tener un diploma de una universidad no significa nada. Los empleadores aprecian las características y habilidades que la gente gana en este tipo de experiencias”, responde a DW Androulla Vassilou, comisaria europea de Educación, Cultura, Multilingualismo y Juventud.
De de un aporte valioso de Erasmus a los “soft-skills” de los estudiantes europeos se habla: abrir los ojos, abrir la mente, ejercitarse en tolerancia a otras culturas, adiestrarse para manejarse en entornos diferentes. También de sentar las bases de una identidad europea. ¿Es esto también lo que deberá desarrollar un estudiante de otros continentes que estudie en Europa?
“Deben desarrollar su capacidad intercultural y otro idioma. Además deben poder enfrentarse a un entorno desconocido. Especialmente en estos días, la capacidad de adaptarse a nuevas circunstancias y continuar evolucionando en circunstancias diferentes es una de las características más apreciadas. Todas estas habilidades esperamos de los estudiantes de terceros países que vengan a Europa, pero también de nuestros estudiantes que vayan a esos países”, responde la comisaria Vassilliou.

Desarrollo, empresas y movilidad
Volviendo a las (des)ventajas de la movilidad: con respecto a la queja de que muchos estudiantes extranjeros intentan quedarse en los países en donde han estudiado, la comisaria resalta que la Comisión Europea explícitamente apoya el regreso del personal cualificado a sus lugares de origen, como parte de una política de cooperación al desarrollo. “Sin embargo, ahora más que nunca, la movilidad laboral debe ser vista como algo positivo”, añade.
Es más, no faltan políticos –como el ministro danés de Ciencia, Innovación y Educación Superior , anfitrión del festejo en Copenhague- que apoyan que los estudiantes formados en su país se queden y apoyen al empresariado local en su internacionalización.
También en este sentido, “Erasmus for all” actualiza al que nació en el 87: el nuevo concepto incorpora alianzas entre el empresariado europeo y las instituciones educativas para enfocar los programas a las necesidades del mercado laboral.
En este sentido, ¿aportan los tratados comerciales a estos programas de movilidad estudiantil? “En cierta medida todo acuerdo comercial allana el camino para la cooperación en educación y cultura, pues previamente todos tenemos que haber firmado la convención de Naciones Unidas de promoción de la diversidad cultural. En ese contexto, por ejemplo, tenemos muy buenos acuerdos con Chile y estamos avanzando con los países del Mercosur”, apunta la ministra subrayando que el programa es para todos, sí, pero que existen prioridades: entre ellas están Canadá, Estados Unidos y China. Y de América Latina, el Brasil.
Autora: Mirra Banchón
Editor: Pablo Kummetz

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