domingo, 12 de febrero de 2012

Mundo- Niñas Soldados—La Otra Cara de la Explotación Sexual y de la Violencia Sexual

12-2-12 Publicado por Enrique Stola
Por
Waltraud Queiser Morales-  2008

Introducción al Problema

UN SIMPLE análisis de los cientos de recursos en línea sobre los "niños soldados" revelará que en la primera década del siglo XXI algunos de los peores abusos y explotaciones están en proceso.1 Durante los últimos trescientos años, el hombre ha logrado progresos extraordinarios en cuanto a la sensibilidad y la concienciación, al igual que determinación de políticas y leyes contra muchas de las violaciones más atroces a los derechos humanos que van desde agresión y tortura hasta la esclavitud total. Tanto la ley internacional humanitaria como la ley internacional de derechos humanos han reconocido oficial y explícitamente los derechos de los niños y han extendido protecciones especiales.2 Recientemente, más gobiernos han accedido al Protocolo Opcional de la Naciones Unidas a la Convención sobre los Derechos del Niño relativo a la Participación de los Niños en Conflictos Armados.3
No obstante, en este mismo momento, según peticiones recientes por las organizaciones no gubernamentales (ONGs) tales como World Vision (Visión Mundial), la International Rescue Commission (Comisión Internacional de Rescate) y la Coalition to Stop de Use of Child Soldiers (Coalición para Acabar con el uso de Niños Soldados) y organizaciones intergubernamentales (OIGs) importantes, inclusive las Naciones Unidas y agencias especializadas tales como el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF, por sus siglas en inglés), millones de niños alrededor del mundo no son tan sólo víctimas de conflictos violentos y de la guerra, sino que han sido obligados a convertirse en niños soldados. El Comité de Rescate Internacional ha descrito las atrocidades sistemáticas contra los niños del mundo como nada menos que un "genocidio" u "holocausto" lento que aún tiene que captar la completa atención del mundo y una reacción organizada.4

Causas Subyacentes y Consecuencias
de las Niñas Soldados
Las condiciones de la guerra civil y el conflicto armado socavan las capacidades de familias y comunidades de proteger a jóvenes de ambos sexos, pero especialmente a niñas muy jóvenes que son restringidas social, cultural, y a menudo religiosamente inclusive en tiempos de paz. Además, un gran número de estas niñas víctimas del caos social y de la violencia se convierten en huérfanas y refugiadas, y luchan desesperadamente por sobrevivir el hambre, dolor y enfermedad que el terrorismo, la revolución, y la guerra traen consigo. En un ciclo de abuso, esas niñas son presa fácil. Los conflictos globales les arrebatan su niñez, humanidad y sus propias vidas. Fuentes calculan que más de 300.000 niños menores de dieciocho años han sido arrastrados en más de treinta conflictos globales.5 De esos, un cuarenta por ciento o 120.000 niños soldados son niñas, cuya situación a menudo pasa desapercibida ya que la comunidad internacional se ha enfocado en gran medida en los niños soldados.6 En general, cuando la gente habla de "niños soldados" la imagen popular es de niños en lugar de miles de niñas que constituyen los "ejércitos fantasmas" en conflictos alrededor del mundo. Las niñas no tan solo sirven como combatientes activas, sino que también llevan a cabo otros servicios militares desde inteligencia y apoyo médico hasta de limpiar y cocinar. Peor aún, una alta cifra de niñas jóvenes, inclusive prepubescentes, es usada como esclavas sexuales al servicio de las fuerzas o coaccionadas en supuestos matrimonios con los comandantes de grupos armados.7
Según las Naciones Unidas y Save the Children (Salven a los Niños), entre los lugares claves de conflictos donde el trágico problema de niños y niñas soldados ha sido y permanece agudo en la actualidad se encuentran la República Democrática del Congo, Colombia, Sri Lanka, Timor del Este, Uganda, Filipinas, Pakistán, y el oeste y el norte de África.8 Sin embargo, las atrocidades inducidas por los conflictos contra niños y niñas no son totalmente nuevas. Históricamente en las guerras y en conflictos modernos, tales como Afganistán, Chechenia, la antigua Yugoslavia, Haití, Liberia, Perú, Ruanda y Sierra Leone, el reclutamiento y abuso de niños soldados ha ocurrido. Al igual que los niños, típicamente la mayoría de las niñas soldados son secuestradas o reclutadas a la fuerza en grupos armados regulares e irregulares que van desde paramilitares apoyados por el gobierno, milicias y fuerzas de autodefensa hasta grupos opuestos al gobierno y de facción a menudo con base en afinidades ideológicas, partisanas, étnicas, o religiosas. Una minoría de las niñas, especialmente, parecen unirse "voluntariamente" a ejércitos irregulares, pero la mayoría no tiene ninguna opción y están desesperadas por escapar de la violencia y abuso en torno a ellas y alistarse sencillamente para sobrevivir.
Una vez militarizados y endurecidos por la brutalidad, los niños de ambos sexos a menudo son obligados a portar un arma y matar—a veces a otros niños e inclusive miembros de su propia familia y parientes. En entrevistas horrorizantes, ex-niños soldados han revelado que su única opción era matar o que los mataran. A menudo los comandantes de grupos armados prefieren niños soldados porque los niños, especialmente las niñas, son más obedientes, vulnerables y dóciles y sus códigos morales no están formados y son más fáciles de manipular. Los niños pueden ser indoctrinados temprano para convertirse en la próxima generación de terroristas y rebeldes, y una base de apoyo simpatizante en la sociedad civil. Y en vista de que a la mayoría de los niños no se les paga un salario y se les puede dar menos alimentos, ellos proporcionan un poder guerrero económico y rápido al momento. Con la proliferación de armas ligeras, pero letales, inclusive las niñas pueden servir como soldados combatientes. En un informe de Coalición para Acabar con el abuso de Niños y Niñas Soldados, un trabajador humanitario en Liberia casi al final de la guerra civil de diez años en el 2003 reportó haber visto "una niña soldado tan pequeña que estaba arrastrando el cañón de su fusil".9 Tanto los niños como las niñas muy jóvenes pueden llevar a cabo funciones esenciales de apoyo permitiendo que guerreros hombres adultos y con más experiencia desempeñen otras funciones. Por consiguiente, las niñas soldados, no menos que los niños soldados, se han convertido en alimento desechable para los cañones en los frentes de batalla de los ejércitos tercermundistas, grupos terroristas y rebeliones de las guerrillas.
Las condiciones de inestabilidad política y social y la violencia a menudo son ocasionadas por, o acompañadas de, la sobre población, escasez y devastación ambiental tales como sequías, inundaciones, hambruna y otros desastres naturales u ocasionados por el hombre.10 Algunas de las peores devastaciones ecológicas y abusos a los derechos humanos han ocurrido en los "estados fracasados" de África, sin embargo, el Oriente Medio, Europa Central y del Este, Asia y América Latina tienen su ración de violencia entre estados. Hans Magnus Enzensberger denominó el término "guerra civil molecular" para describir el colapso del estado y las guerras civiles fuera de control en la que niños jóvenes y desesperados hacen víctimas de los otros y los desvalidos.11 En su opinión, esas guerras irregulares son no solamente dominantes en un mundo en desarrollo con desventajas económicas, sino también se expresan en la violencia brutal de las pandillas y en guerras urbanas que plagan a sociedades industrializadas y posmodernas importantes alrededor del mundo. Los expertos también han notado que esos "conflictos armados de baja intensidad cambian gradualmente a terrorismo y al tráfico ilícito de armas y drogas", diamantes ensangrentados, minerales ricos y esclavitud humana y sexual.12 Esas condiciones no sólo hacen víctimas de los jóvenes, sino que fomentan una cultura de violencia y anarquía que podría convertirse en una alternativa atractiva, y quizás la única viable, para niños y niñas jóvenes quienes serán traumatizados y más fácilmente "socializados" en la siguiente generación de rebeldes, fuerzas de apoyo y guerreros. Globalmente, generaciones completas de niños ya han sido diezmados por esta crisis, especialmente las niñas jóvenes—en un entonces las futuras madres, cuidadoras y anclas de familia dentro de esas sociedades.
Los "Ejércitos Fantasmas" de Niñas
En las violencias incontenibles y las guerras civiles en África, los expertos indican que mitad de la tropa de paramilitares a favor del gobierno y soldados rebeldes son niños soldados reclutados o secuestrados, y alrededor de la mitad de ellos son niñas soldados.13 Por ejemplo, en Uganda, las organizaciones de derechos humanos han documentado el secuestro durante la noche de decenas de miles de niños aterrorizados de aldeas pobres y su inicio en ejércitos rebeldes de la guerrilla como el Ejército de Resistencia del Señor (Lord’s Resistance Army–LRA por sus siglas en inglés) que opera al norte. El Comité de Rescate Internacional (RESCATE) documenta que más de 30.000 niños han sido forzados en esclavitud militar durante las guerras civiles que han durado décadas y que aún son incontenibles en el país contra el gobierno, y que 1.7 millones de personas o aproximadamente un ochenta por ciento de la población ha sido desalojada. En medio de esta confusión migratoria, las niñas jóvenes que huyen de sus casas y comunidades, están especialmente en riesgo ya que rutinariamente son ultrajadas y obligadas a convertirse en esclavas sexuales de los comandantes rebeldes y las tropas en general.
La República Democrática del Congo (DRC), donde recientemente el conflicto se ha vuelto a encender, también ha experimentado horrendos abusos de sus niños relacionados con la guerra. Y a pesar del fin oficial de la guerra civil del 1998–2003 entre cuatro facciones rebeldes en competencia, una década de luchas, erupciones volcánicas, brotes del letal virus del ébola y desalojos masivos de refugiados tanto internamente como hacia países vecinos han proporcionado las condiciones conducentes a los secuestros y abusos rutinarios de niñas jóvenes como niños soldados y esclavas sexuales. Todos los grupos combatientes han reclutado y secuestrado niños soldados que constituyen alrededor del cuarenta por ciento de los grupos armados. Al menos 30.000 niños han participado en combates activos en el DRC. Miles de niñas, actualmente tanto como 12.500, pertenecen a grupos armados y también sirven a estas fuerzas irregulares del Congo en funciones de apoyo y sexuales.14 Mientras que continúe la lucha, el proceso de desarme y desmovilización de niñas (y niños) soldados estará estancado.
La región Darfur del Sudán es otra área crítica de guerra interna y abusos contra mujeres y niñas y de secuestro a la fuerza de niños soldados. Todos los esfuerzos por parte de gobiernos nacionales y agencias tanto privadas como internacionales para resolver la crisis y proteger a los jóvenes y personas vulnerables no han tenido éxito. Desde el brote de la reanudación de la rebelión en el 2003, ataques brutales contra grupos de campesinos por parte de los janjaweed, una milicia apoderada a favor del gobierno de árabes nómadas, más de 200.000 personas han muerto y 2.5 millones han huido y buscado refugio en los campamentos de refugiados.15 En 2004, aproximadamente 17.000 niños sirvieron en las fuerzas del gobierno, milicias armadas y grupos de oposición; tan sólo de 2.500 a 5.000 niños soldados sirvieron en el Ejército Popular de Liberación del Sudán (SPLA, por sus siglas en inglés) a pesar del hecho que el grupo rebelde alega haber desmovilizado 16.000 niños soldados, inclusive alrededor de 600 niñas, entre el 2001 y el 2004.16 También en Liberia, durante la guerra civil entre 1989 y 1997, se calcula que alrededor de 21.000 niños formaban parte de grupos armados; y alrededor de 5.000 niñas combatían de manera activa en la guerra. El conflicto se reanudó en el 2000 y para fines del 2003 el número de niñas soldados habían aumentado a 8.500 a medida que la violencia arrasaba en los países vecinos, a pesar de un acuerdo de paz en agosto del 2003.17
Para inicios del 2008, nuevos conflictos en Kenya y Chad estaban degenerándose en una anarquía caótica de ejércitos voraces gubernamentales y privados del Congo o Liberia y los genocidios tribales y étnicos en Rwanda. En Kenya, un país de relativa prosperidad y estabilidad, pandillas ambulantes de hombres jóvenes y niños azotando machetes habían cometido atrocidades contra grupos étnicos rivales, matando mujeres y niños en la rica región del Valle Rift.18 Ejércitos de "niños callejeros oledores de goma de pegar" en los volátiles barrios pobres de las ciudades principales cernían a través de la destrucción, producto de los saqueos y violencia de las pandillas. Hasta la fecha, unas 800 personas han sido asesinadas y al menos 300.000 desalojadas. A menos que las condiciones se estabilicen, esos jóvenes violentos, y niños y niñas sin hogares constituyen ejércitos de niños en espera.19 En Chad, uno de los países más pobres e inestables en África a pesar de sus ganancias del petróleo, las luchas entre los grupos rebeldes en contra del gobierno, y una guerra de cuatro años, no declarada por fuerzas substitutas entre Chad y el Sudán, tiene el potencial de intensificarse y convertirse en un conflicto regional más amplio. Con una frontera porosa y divisiones políticas y étnicas similares, la crisis de Chad es una extensión del conflicto en Darfur. El ejército del presidente autoritario de Chad ha incorporado niños soldados a sus filas, algunos tan jóvenes como de nueve años de edad y a duras penas más altos que las armas automáticas que portan. Un informe del Human Rights Watch del 2007 confirmó que niños y niñas han sido presionados a luchar para los ejércitos del gobierno y rebeldes.20
La situación también es crítica para las niñas a lo largo de Asia. En el sur y sudeste de Asia las niñas se unen a grupos armados "para huir de la servidumbre doméstica, matrimonios obligados y otras formas de discriminación basadas en el sexo".21 Por ejemplo, en Sri Lanka, donde recientemente se ha reanudado la rebelión separatista de los Tigres de Liberación de Tamil Eelam (LTTE, por sus siglas en inglés), un 43% ó 21.500 de los 51.000 niños soldados involucrados en el conflicto son niñas.22 Según se informa, en un ataque por parte del gobierno en el que murieron 180 guerrilleros de los Tigres Tamil, 128 eran niñas.23 La guerra civil se ha intensificado durante los últimos dos años con bombardeos y ataques reanudados, uno por una niña suicida en febrero de 2008.24 En las Filipinas, las niñas también son reclutadas regularmente como soldados en varias guerrillas rebeldes que han estado activas durante décadas en el país. Sin embargo, tanto en Sri Lanka como en las Filipinas, las niñas reclutas generalmente no son abusadas sexualmente como en otros grupos armados. Las relaciones íntimas entre hombres y mujeres jóvenes está prohibida sin el consentimiento de la mujer/niña y el comandante del grupo armado.25 Por otra parte, en Afganistán, las niñas han sido obligadas a casarse con los guerreros en milicias de facción y basadas en los clanes y grupos armados.26
En Nepal, tanto rebeldes maoístas armados y fuerzas del gobierno han reclutado, secuestrado y torturado a niños. El Ejército Maoísta Popular de Liberación (PLA, por sus siglas en inglés) reclutó a la fuerza a niñas (y niños) jóvenes en su "Guerra Popular", secuestrándolos de las escuelas y sometiéndolos al adoctrinamiento político. En algunos casos, las niñas y los niños nunca fueron liberados, sino se les dio entrenamiento en las armas y fueron desplazados a zonas de combate, o empleados en funciones de apoyo. Unos 2.000 a 4.000 niños fueron reclutados entre 1996 y 2004; una cifra alta era de niñas soldados, quienes, en algunos casos, reportaron ser víctimas de abuso sexual. A su vez, las fuerzas gubernamentales secuestraron, interrogaron y torturaron a niños y niñas soldados como terroristas sospechosos.27
Aunque el problema no es ni tan difundido ni tan nocivo como en África y Asia, en Latinoamérica desde la década de los años sesenta, tanto grupos de la guerrilla como paramilitares han incorporado a sus filas niños soldados, inclusive niñas jóvenes de grupos campesinos e indígenas, ya sean tentándolos o coaccionándolos. Durante las décadas de los años ochenta y noventa, el movimiento guerrillero Sendero Luminoso en el Perú contaba con un contingente femenino significativo, algunas reclutadas a la fuerza. Diferentes grupos revolucionarios y guerrilleros en El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua incluyen niñas soldados. Al terminar las rebeliones en algunos países, muchas de las niñas han pasado a formar parte de pandillas juveniles. En varios casos, puede que esas niñas hayan sido reclutas voluntarias atraídas por una causa popular y buscando huir de la pobreza y el conflicto, o como represalias por parte de las fuerzas de seguridad del estado y los paramilitares. Sin embargo, el alistamiento voluntario no siempre las protegía del abuso y la explotación, ni tampoco eran libres de abandonar el grupo. Lamentablemente, las estadísticas no son fáciles de conseguir porque ni los líderes de las fuerzas ni tampoco los del ejército publican el papel que desempeñan los niños soldados, mucho menos las niñas, por temor a ser enjuiciados por crímenes de guerra.
En Colombia después del surgimiento de los movimientos principales de la guerrilla en las décadas de los años sesenta y setenta, un número creciente de niñas soldados y personal femenino se unieron o fueron obligadas a unirse a las filas de la guerrilla, los narcoterroristas y los grupos paramilitares.28 Los grupos armados más prominentes incluyen los rebeldes anti gobierno de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las fuerzas sustitutas a favor del gobierno de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), respectivamente.29 De aproximadamente 14.000 niños soldados reclutados por los paramilitares y los grupos armados de la oposición, la cifra de mujeres y niñas fue bastante alta. Por ejemplo, en las filas de las FARC y el ELN, las mujeres y las niñas conformaban hasta el 50 por ciento de todos los reclutas. En el 2001, un funcionario de las Naciones Unidas condenó el uso de más de 2.500 niñas soldados, principalmente en las FARC, y su ultraje y abuso sexual por parte de los comandantes.30 Aunque los paramilitares tienden a tener menos mujeres y niñas en sus filas, las niñas soldados unidas a los grupos armados en todas las partes de la guerra civil han sido tratadas cruelmente y reportaron que a menudo fueron obligadas a usar contraceptivos y someterse a abortos.31
Todas las partes en la guerra civil colombiana de 40 años de duración alegaron que respetaban las leyes internacionales de derechos humanos, inclusive las que tenían que ver con mujeres y niños, sin embargo, la táctica de la guerra irregular en sí ha deteriorado la diferencia entre combatientes y civiles.32 Además, los campesinos indefensos y los indígenas (inclusive de países vecinos) han sido víctimas de ejércitos privados saqueadores que quieren conquistar y adueñarse de territorios y recursos. Ha habido masacres en todas las partes―especialmente de mujeres y niños―y hay millones de colombianos desalojados, tanto refugiados internos y en campamentos en estados fronterizos. De esos, más de la mitad son menores de dieciocho años y pueden ser considerados niños bajo las leyes vigentes de derechos humanos.33 De hecho, durante los peores días de las guerras de las drogas en Colombia, los niños eran reclutados en pandillas juveniles de sicarios para servir como "alimento para los cañones del cartel de Medellín" y proporcionaban apoyo logístico, de inteligencia y de propaganda.34 Los paramilitares continuaron esta práctica y reclutaban sistemáticamente a niños soldados en sus milicias urbanas, muchas de las cuales se han convertido en pandillas de droga tipo mafia. Además, olas de campañas violentas de "limpieza social" han atacado a delincuentes "urbanos" y niños de la calle, inclusive niñas jóvenes han sido obligadas a la prostitución.35 Después del incremento en los secuestros en la década de los años noventa, las mujeres y las niñas, a quienes las guerrillas colombianas mantenían prisioneras por meses y años como una forma de extorsión y para financiar su causa, algunas veces se convertían en reclutas y compañeras sexuales y "esposas" de los soldados y los comandantes.36
Los Retos Especiales de Desarmar
y Rehabilitar a las Niñas Soldados
Estos casos muestran que durante la guerra interna y externa, la violencia basada en el sexo, o la violencia que ataca de manera desproporcionada a las mujeres y a las niñas, es empleada por ejércitos irregulares (e inclusive hasta los regulares) sistemática e intencionalmente como un instrumento de terror eficaz, guerra psicológica en contra de comunidades y limpieza étnica abierta.37 La violencia basada en el sexo puede dirigirse en contra de niñas y mujeres de todas las culturas y clases socioeconómicas―aunque las pobres y desahuciadas son atacadas más fácilmente. Las mujeres y las niñas son atacadas porque por lo general son las más vulnerables e indefensas, especialmente en países subdesarrollados y en países tercermundistas repletos de conflictos. Especialmente en África, por ejemplo, los trabajadores de derechos humanos han sido testigos de violencias sistemáticas y atroces contra mujeres y niños muy pequeños, y se han tropezado con víctimas de ultraje tan jóvenes como de 14 meses. En situaciones desesperadas por sobrevivir, las niñas soldados pueden ser obligadas a traficar sus servicios sexuales para evitar mayores abusos o mutilación o sencillamente para permanecer vivas otro día o semana. De hecho, el Comité de Rescate Internacional y las organizaciones de derechos humanos de las Naciones Unidas recalcan el uso de ultraje, esclavitud sexual, prostitución forzada y "matrimonio", y la violencia y mutilación en general como armas típicas empleadas en contra de niñas soldados en todo el mundo. Claramente, esas tácticas escalan a abusos de derechos humanos mayores y crímenes de guerra en algunas situaciones, pero también son una amenaza contra la salud y seguridad de las poblaciones donde ocurren.38 En África, como en los demás lugares, la pandémica del virus del VIH/SIDA, al igual que otras enfermedades transmitidas sexualmente, ha sido provocada por la violencia indiscriminada basada en el sexo. Otras consecuencias negativas han sido las tasas altas de mortalidad infantil y materna (inclusive suicidios subsiguientes de madres) y el abandono de niños no deseados.39
El informe de 2005 por el fondo Save the Children, Forgotten Casualties of War: Girls in Armed Conflict (Bajas de guerra olvidadas: las niñas en conflictos armados), recalca no tan sólo el terrible abuso en contra de las niñas, sino las dificultades especiales en corregir las consecuencias de las violaciones a los derechos humanos y reintegrar nuevamente a las niñas a la comunidad. Programas de "desarme, desmovilización y reintegración" (DDR, por sus siglas en inglés) han tenido menos éxito con las niñas soldados porque por lo regular las mujeres se tropiezan con censura y rechazo. Están atrapadas en una tierra de nadie donde están "atrapadas entre la recriminación del grupo armado si lo abandonan y de la comunidad si regresan a sus hogares".40 Muchas niñas, según el informe, tienen "demasiado miedo de quedarse y de abandonar" los grupos armados y muchas nunca tienen una opción.41 Las familias y las comunidades las rechazan como "impuras" e "inmorales" o inclusive como "prostitutas" que han manchado el honor de la familia y de la comunidad. Esas niñas que regresan con hijos encontraron un resentimiento y aislamiento aún mayor en sus comunidades. Una vez que las niñas son estigmatizadas como promiscuas y problemáticas, y sin una red social de apoyo ni como ganarse la vida, el ciclo de seguir siendo víctimas y de abuso basado en el sexo a menudo continuó a medida que las niñas que eran antiguas niñas soldados eran obligadas al intercambio de sexo para poder sobrevivir. Sin la protección de la comunidad o intervención internacional puede que estén en mayor riesgo de ser reclutadas nuevamente por los grupos armados.
El desarme y la rehabilitación de las niñas soldados ha sido lento y difícil en Colombia. Un investigador concluyó que aproximadamente el 25 por ciento de los miembros de las guerrillas rehabilitadas entre 1988 y 1994 eran mujeres, aunque pocas de ellas participaron en las luchas y en funciones de alto riesgo.42 Y si bien menos niñas soldados y mujeres han muerto en la guerra civil, más mujeres han sido desalojadas y se han convertido en víctimas triples. Han sufrido violencia en contra de ellas o sus familias, han soportado la pérdida de sus medios para subsistir y han sido social y emocionalmente extirpadas.43 Al igual que con niñas soldados y mujeres víctimas en otros lugares, el que hayan sido víctimas dificulta desmovilizarlas y reintegrarlas nuevamente a la sociedad. Por un motivo u otro, las mujeres son estigmatizadas más fácilmente por la sociedad como "responsables de sus propias desgracias".44
Además de los impedimentos psicológicos, culturales y sociales, en el informe Forgotten Casualties of War: Girls in Armed Conflict, también se destaca la escasez crónica de fondos en los programas DDR en comparación con la enorme necesidad, especialmente en África. El estudio revela que tan sólo en Sierra Leone más de 20.000 niños tenían derecho a un paquete DDR que incluía dinero para tres años de escuela o cuotas para adiestramiento. Sin embargo, solamente 4.2 por ciento de las niñas soldados en Sierra Leone y 2 por ciento en la República Democrática del Congo recibieron los beneficios del proceso DDR.45 Muchas niñas entrevistadas por Save the Children temían el escudriño y la estigma y no se sentían a gusto con la orientación militarizada del proceso. Lamentablemente, el éxito del programa se medía en gran medida por la cantidad de armas decomisadas. Y a medida que los fondos comenzaron a escasear, solamente las niñas que podían comprobar que sabían disparar un arma eran ayudadas con paquetes escasos—por lo regular un poco de comida, agua, coberturas plásticas para refugiarse y algunas veces un pago de una sola vez y un viaje a casa. Además, mientras los conflictos continuaban, esas niñas no podían ni estudiar ni trabajar, pero a menudo estaban sujetas a más violaciones y al re-reclutamiento a la fuerza; de hecho, las fuerzas irregulares rutinariamente atacaban escuelas y centros de adiestramiento como los lugares principales para "acechar" nuevos niños soldados.
Papel Importante que Desempeña
la Comunidad Internacional
El informe, Forgotten Casualties of War: Girls in Armed Conflict, critica los esfuerzos internacionales a favor de las niñas soldados. Un problema fundamental ha sido la discriminación por el sexo. Las niñas "enfrenta discriminación a diario—por parte de los otros soldados, los comandantes, conciudadanos y gobiernos—y quizás lo más asombroso de todo—de la comunidad internacional".46 Las mismas niñas identificaron maneras claves de como la comunidad internacional podría ayudar más a su reintegración en sus comunidades, a saber: mediación y apoyo emocional, asistencia en educación, adiestramiento y empleo y cuidado médico para tratar las enfermedades transmitidas sexualmente y para fomentar la salud del sistema reproductor. Además, el informe concluye que los fondos deben continuar para apoyar la liberación de niños de los grupos armados inclusive durante conflictos; que el desarrollo de la comunidad fue esencial para el programa DDR para los niños; que un fondo especial debe estar dedicado a las necesidades específicas de las niñas y que sea independiente de cualquier DDR oficial o proceso político; y que "todos los estados deben aprobar, hacer cumplir, vigilar e informar sobre tratados internacionales para proteger a los niños", especialmente la reciente Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño y el Protocolo Opcional.47
Aunque el desarme de las niñas soldados es esencial, igual de importante para llegar a una solución, es la reintegración de antiguas niñas soldados en sus comunidades. Un primer paso importante es confrontar de frente los malentendidos y reconocer el papel principal que el sexo y el prejuicio basado en el sexo han desempeñado en el proceso. La imagen de niñas soldados ha recalcado la violencia basada en el sexo (ultraje y cautiverio sexual) y tiende a pasar por alto las investigaciones que muestran que en algunos países, especialmente en conflictos recientes en África, cifras significativas de que hasta la mitad de las niñas soldados han sido combatientes activas. Por otra parte, el problema de las niñas soldados también incluye niñas en funciones no combatientes y de apoyo militar—y cuando los fondos no son suficientes, estas en particular, al igual que las niñas en general, son las que más están en desventaja.48 El informe recomienda que un mínimo del 40% de los fondos se empleen para el DDR de niñas, y que las niñas en particular requieren y deben recibir asistencia especial fuera del proceso DDR oficial.49
Durante los últimos dos años, la campaña global para ponerle fin a la tragedia de las niñas soldados se ha intensificado. En octubre del 2006, un nuevo estudio por parte del Secretario General de las Naciones Unidas titulado, Ending Violence against Women: from Words to Action (Poniéndole fin a la violencia en contra de las mujeres: De palabras a acción), y la resolución de la Asamblea General de diciembre del 2006 de aumentar "los esfuerzos para eliminar toda forma de violencia en contra de las mujeres" constituyen pasos importantes. Además, en noviembre del 2007, cinco ex niñas soldados de Uganda, secuestradas en sus años de adolescentes y ahora con edades entre los 20 y 28 años, visitaron a Radhika Coomaraswamy, Representante Especial del Secretario General para Niños y Conflictos Armados en la Sede de las Naciones Unidas en Nueva York con el fin de exhortar más apoyo internacional para los programas de las mujeres. En calidad de líderes en una comunidad y una ONG basada en colegas, "Empowering Hands", que propició el regreso de las ex niñas soldados a sus comunidades y la vida civil, estas mujeres ex niñas soldados demostraron solidaridad no sólo con otras niñas soldados sino esperanza en una solución humanitaria.50
En el análisis final, la crisis de las niñas soldados es extensa, compleja y a largo plazo. Representa un componente esencial de la violencia basada en el sexo y la militarización de las sociedades. Ninguna comunidad ni sociedad está inmune; e inclusive países desarrollados y relativamente libres ha sido criticados por reclutar en las fuerzas armadas del estado a niñas menores de dieciocho años.51 La solución a la explotación de las niñas soldados requerirá no sólo sensibilidad y comprensión, sino también un cumplimiento y enjuiciamiento consistente y compromiso financiero, por parte de los gobiernos involucrados y la comunidad internacional más amplia. Además, en la raíz del problema de las niñas soldados se encuentran el conflicto endémico y la ausencia de alternativas en la vida; y hasta que no se logre una estabilidad socioeconómica en una mayoría de los países, la mayoría de las soluciones permanecerán provisionales.52
Notas:
1. Según el Child Soldiers: Global Report 2004, (London: Coalición para Acabar con el abuso de Niños y Niñas Soldados, 2004), http://www.child-soldiers.org/library/global-reports , los niños soldados están involucrados en conflictos activos en 28 países y territorios (territorios palestinos ocupados) con la mayoría en África (13), Asia (7), en el Oriente Medio y África del Norte (6), y solamente en Colombia en las Américas y el Caribe, y solamente en Rusia en Europa y Eurasia.
2. Rachel Harvey, Children and Armed Conflict: A Guide to International Humanitarian and Human Rights Law, (Montreal: International Bureau for Children’s Rights, 2003), 25-35, http://www.essex.ac.uk/armedcon/story_id/000044.pdf. Tambien consultar los Protocolos Adicionales de 1977 a la Convención de Ginebra y la Convención de la ONU de 1989 sobre los Derechos del Niño.
3. En 2002, el Estatuto de Roma del Tribunal Penal Internacional entró en vigor convirtiendo "la conscripción, alistamiento o uso de niños menores de 15 en hostilidades por parte de fuerzas armadas nacionales o grupos armados un crimen de guerra", http://www.un.org/spanish/law/icc/.
4. Comité de Rescate Internacional http://www.theirc.org/resources/irc-cypd-child-soldiers-fact-sheet-august-2007.pdf y "Forced to Flee: Uganda’s Young ‘Night Commuters,’ " http://www.theirc.org/where/page-28828228.html.
5. Matt Hobson, Forgotten Casualties of War: Girls in Armed Conflict, (London: The Save the Children Fund, 2005), www.harare.unesco.org/women/2698_GAAF%20 report.pdf . A pesar que trescientos mil niños es la cifra provista por la mayoría de las Fuentes, estas cifras cambian continuamente a medida que los conflictos disminuyen o se intensifican.
6. Hobson, Forgotten Casualties of War, 1. También consultar Joe De Capua, "120,000 Girls Believed to Be Child Soldiers," April 25, 2005, Voice of America News, http://www.voanews.com/english/archive/2005-04/2005-04-25
-voa27.cfm (consultado el 13 de enero de 2008).
7. Susan McKay y Dyan Mazurana, "Girls in Militaries, Paramilitaries and Armed Opposition Groups," (Invited Background Paper for the International Conference on War-Affected Children, Winnipeg, Canada, 2000). También consultar a Susan McKay y Dyan Mazurana, Where are the Girls? Girls in Fighting Forces in Northern Uganda, Sierra Leone, and Mozambique: Their Lives during and after War, (Montreal: International Centre for Human Rights and Democratic Development, 2004), http://www.ichrdd.ca y http://uwacadweb.uwyo.edu/MCKAY/Documents/girls%20ang%20v5.pdf .
8. Hobson, Forgotten Casualties of War, vi and 1.
9. Child Soldiers: Global Report 2004, 78. El presidente de Liberia, Charles Taylor, fue acusado posteriormente de crímenes de guerra por la esclavitud y conscripción de niños soldados. El juicio en su contra comenzó en junio de 2007 en La Haya, y aún continúa; "War Crimes Trial Resumes for Former Leader of Liberia," New York Times, January 8, 2008, A8. Consultar también Human Rights Watch, How to Fight, How to Kill: Child Soldiers in Liberia, February 2004, http://www.hrw.org.
10. Michael N. Dobkowski, e Isidor Walliman, editores, On the Edge of Scarcity: Environment, Resources, Population, Sustainability, and Conflict, Syracuse, (N.Y.: Syracuse University Press, 2002); y Michael N. Dobkowski, e Isidor Walliman , editores, The Coming Age of Scarcity: Preventing Mass Death and Genocide in the Twenty-first Century, (Syracuse, N.Y.: Syracuse University Press, 1998).
11. Chris H. Lewis, "Paradox of Global Development and the Necessary Collapse of Modern Industrial Civilization," en Dobkowski, y Walliman, editores, The Coming Age of Scarcity, 50; y Hans Magnus Enzensberger, Civil Wars: From Los Angeles to Bosnia, (New York: The New Press, 1993).
12. Leon Rappoport, "Scarcity, Genocide, and the Postmodern Individual," en Dobkowski, y Walliman, editores., The Coming Age of Scarcity, 271.
13. Florence Tercier Holst-Roness, "Violence against Girls in Africa during Armed Conflicts and Crises," (Segunda Conferencia de Política Internacional sobre el Niño Africano: Violencia en contra de niñas en África), Ababa, 11-12 de mayo de 2006.
14. Hobson, Forgotten Casualties of War, 1, 7 y 11; y Beth Verhey, Where Are the Girls? Study on Girls Associated with Armed Forces and Groups in the Democratic Republic of Congo, (London: Save the Children UK and the NGO Group, November 2004). Tambien consultar a Lydia Polgreen, "Congo’s Death Rate Remains Unchanged since War Ended in 2003, Survey Shows," New York Times, January 23, 2008, A8; y "Congo Opens Talks on Ending Fighting in Eastern Region," New York Times, January 7, 2008, A10.
15. "Sudanese Soldiers Fire on U.N. Peacekeepers in Darfur," New York Times, January 9, 2008, A3, http://www .nytimes.com/2008/01/09/world/africa/09sudan.html?_r=1&ref=world&oref=slogin.
16. Child Soldiers: Global Report 2004, 291, y 318-320.
17. Hobson, Forgotten Casualties of War, 7; y Amnesty International, Liberia: The Promises of Peace for Over 21,000 Child Soldiers, May 17, 2004.
18. Jeffrey Gettleman, "Kenya, Known for Its Stability, Topples into Post-Election Chaos," New York Times, January 3, 2008, A1 y A6, http://www.nytimes.com/2008/01/ 03/world/africa/03kenya.html . y Jeffrey Gettleman, "Signs in Kenya That Killings Were Planned," New York Times, January 21, 2008, A1 y A9. Kenya cuenta con más de cuarenta tribus—las cuatro principales son la Luo, la Luhya, la Kikuyu y la Kalenjin. Desde la independencia, la Kikuyu ha sido la principal, generando celos étnicos y odio. La mayoría de los expertos opinan que los problemas son realmente políticos y culpan a los líderes políticos divididos que han manipulado las divisiones étnicas.
19. Gettleman, "Kenyan City Is Gripped by Violence," New York Times, January 6, 2008, A6, http://www.nytimes .com/2008/01/06/world/africa/06kenya.html; y Jeffrey Gettleman, "U.S. Envoy Calls Some Kenya Violence Ethnic Cleansing," New York Times, January 31, 2008, A3.
20. Lydia Polgreen, "Fighting in Chad Stirs Fears of Wider Conflict," New York Times, February 7, 2008, A1.
21. Child Soldiers: Global Report 2004, 21-22.
22. Hobson, Forgotten Casualties of War, 1, and 7-8. Desde 2006 cuando una guerra separatista de dos décadas reinició y el cese de fuego fue interrumpido, más de 5,000 han sido asesinadas, unos 70,000 desde que la guerra comenzó en 1983.
23. UNICEF, "Information: Impact of Armed Conflict on Children," http://www.unicef.org/graca/kidsoldi .htm y consultado el 18 de enero de 2008.
24. "Bombings Mar Sri Lanka’s 60th Anniversary of Statehood," New York Times, February 5, 2008, A9, http://www.nytimes.com/2008/02/05/world/asia/05Lanka .html.
25. Yvonne E. Keairns, The Voices of Girl Child Soldiers, (New York: Quaker United Nations Office, December 2002). Las experiencias de niñas soldados en Sri Lanka y las Filipinas fueron un tanto diferentes a las de las niñas en Angola y Colombia—por lo tanto, las situaciones pueden variar significativamente.
26. Child Soldiers: Global Report 2004, 21.
27. Child Soldiers: Global Report 2004, 190-192.
28. Consultar Keairns, in The Voices of Girl Child Soldiers, quien entrevistó a niñas soldados colombianas.
29. Estos son solamente los grupos armados irregulares principales; hay una cifra de fuerzas adicionales de la guerra que han operado en Colombia desde las últimas décadas, inclusive el Movimiento Revolucionario 19 de abril (M-19) y el Ejército Popular de Liberación (EPL); y varios escuadrones de la muerta de la derecha y grupos paramilitares.
30. Child Soldiers: Global Report 2004, 126-127.
31. Child Soldiers: Global Report 2004, 21 and 127.
32. Charles Bergquist, Ricardo Peñaranda, y Gonzalo Sánchez G., Violence in Colombia, 1990-2000: Waging War and Negotiating Peace, (Wilmington, DE.: Scholarly Resources, 2001), 251, y 253. Las FARC (al igual que los paramilitares) también han violado sus promesas a las Naciones Unidas de no reclutar niños, Child Soldiers: Global Report 2004, 18-19, and 126-130.
33. Bergquist, et al., Violence in Colombia, 22-23.
34. Fernando Cubides C., "From Private to Public Violence: The Paramilitaries," en Bergquist, et al, Violence in Colombia, 131.
35. Luis Alberto Restrepo M., "The Equivocal Dimensions of Human Rights in Colombia," en Bergquist, et al, Violence in Colombia, 95-126.
36. Según se informa, las FARC tiene 700 secuestrados en cautiverio por los que exigen un rescate, inclusive 40 rehenes políticos, entre ellos Ingrid Betancourt, una ex candidata presidencial. Recientes informes de noticias han abarcado esta noticia, inclusive Jenny Carolina González y Simón Romero, "Marches Show Disgust With a Colombian Rebel Group," New York Times, February 5, 2008, A3.
37. Hobson, Forgotten Casualties of War, 15. Uno podría definir la violencia basada en el sexo "como daño emocional, psicológico o físico, inclusive daño sexual o la amenaza de daño que es dirigido a un individuo o grupo de individuos (niños y adultos) con base en su sexo".
38. Child Soldiers: Global Report 2004, 25. De acuerdo al Estatuto de Roma de 1998 del Tribunal Penal Internacional puede enjuiciar como un crimen de guerra la conscripción o alistamiento de "niños menores de 15 años en las fuerzas armadas nacionales o grupos armados o utilizarlos para participar activamente en hostilidades" en conflictos armados tanto internacionales como no internacionales,
39. Hobson, Forgotten Casualties of War, 15. Además, a pesar de que no se informa lo suficiente, Save the Children ha documentado que el 32% de todas las niñas en grupos armados en el oeste de África admitieron haber sido ultrajadas, 38% recibieron atención médica por enfermedades transmitidas sexualmente y 66 % era madres solteras.
40. Jonathan Steele, "Armies of Girls Caught Up in Conflict," The Guardian, April 25, 2005.
41. Hobson, Forgotten Casualties of War, 12.
42. Donny Meertens, "Victims and Survivors of War in Colombia: Three Views of Gender Relations," en Bergquist, et al, Violence in Colombia, 157 and 168.
43. Meertens, "Victims and Survivors," en Bergquist, et al, Violence in Colombia, 162.
44. Meertens, "Victims and Survivors," en Bergquist, et al, Violence in Colombia, 165.
45. Hobson, Forgotten Casualties of War, 7; y Dyan E. Mazurana, y Khristopher C. Carlson, "From Combat to Community: Women and Girls in Sierra Leone," January 2004, http://www.womenwagingpeace.net/content/articles/SierraLeoneFullCaseStudy.pdf (consultado el 18 de enero de 2008).
46. Ibid, 1.
47. Ibid, 2.
48. Ibid, 21-22.
49. Ibid, 27.
50. "Former Girl Soldiers Bringing Hope to Their Peers in Uganda," Press Release, U.N. Office of the Special Representative of the Secretary-General for Children and Armed Conflict, (New York, November 9, 2007) http://www.un.org/children/conflict/pr/2007-11
-09171.htm (consultado el 18 de enero de 2008).
51. Por ejemplo, Alemania, Irlanda, los Países Bajos y el Reino Unido reclutaron en sus fuerzas armadas a personas menores de 18 años. Y unos cuantos países en el Occidente, incluyendo a Estados Unidos, no le han exigido a los gobiernos que reciben ayuda militar y de adiestramiento que le pongan fin al uso de niños soldados.
52. See, World Bank, Breaking the Conflict Trap: Civil War and Development Policy, World Bank Policy Research Report, (New York: World Bank/Oxford University Press, 2003).
 

http://www.airpower.au.af.mil/apjinternational/apj-s/2008/1tri08/morales.htm

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