miércoles, 15 de febrero de 2012

Panamá - Represion policial a Ngäbes buglés: mujeres y niñxs

15-2-12  Enviado por compañero desde Panamá- 
Saludos a continuación le envio extracto lo que salió en el periodico
del pais sobre los abusos que cometió la policia durante las
reprensión imperdonable que ordenara el presidente de este pais.

ZELIDETH CORTEZ
zcortez@laestrella.com.pa
Los excesos de los antimotines y el Senafront en el testimonio de
mujeres ngäbes. Golpes, manoseo y amenazas. A algunas las durmieron y
volvieron en sí en una cama, sin entender

DENUNCIAS. El maltrato a mujeres está siendo investigado. Evitamos
fotos de las mujeres maltratadas para protegerlas. Esta es una imagen
de archivo. Foto: Archivo | La Estrella

2012-02-14 — 12:00:00 AM — Los ngäbes buglés saben de sufrimiento.
Tienen experiencia, una que podría remontarse a la misma conquista
española y extenderse por la resistencia en mantener costumbres y
creencias, hasta la defensa continua de los recursos naturales en una
década en que el agua y el cobre se volvieron valiosas divisas. Ahora
el dolor aparece de nuevo, pero de forma diferente. Les ha pisoteado
algo que no se compra ni se vende: la dignidad.
Los testimonios de mujeres y hombres que fueron víctimas de agresiones
verbales y físicas se suceden sin cesar desde el momento mismo en que
fueron detenidos, tras los enfrentamientos de nueve días atrás en el
oriente chiricano.
En las últimas horas, a los relatos de golpes, balazos y agonías, se
sumaron otros que desentierran el costado más siniestro de la
situación: mujeres abusadas y maltratadas por la policía.
Cabizbajas, presas del pánico y con ojos llorosos, algunas de ellas
compartieron con La Estrella esas vivencias de horror, con la
esperanza de que se haga justicia.
He aquí algunos de esos testimonios, en primera persona. Casos reales
con nombres ficticios, para proteger a las víctimas. Historias que
duelen más porque ocurren en pleno siglo XXI, en una región donde las
autoridades se jactan y dicen al mundo que existe plena democracia y
que el crecimiento económico sobrepasa el todos los gobiernos
postdictadura.

ANA: ‘PEDÍAN QUE MAME’
‘A mí me agarraron en el Cruce de San Félix, en medio de la protesta.
Me cayó un perdigón en el pie izquierdo y me desplomé. Vi cómo venían
un montón de policías a atraparme: se tiraron encima de mí, comenzaron
a lanzarme gases lacrimógenos y me montaron en un bus. Yo trataba de
resistir pero eran muchos, se reían de mí y me gritaban todo tipo de
vulgaridades. Me pusieron en el último asiento y comenzaron a subirme
la ropa y a tocarme mis partes íntimas. Eran guardias hombres y
mujeres que me metían la mano hasta adentro de mis parte íntimas. Unos
me tocaban y el resto se reía. Yo lloraba, no podía parar de llorar, y
trataba de resistir. Nunca, en mis 24 años, había vivido algo igual.
Ellos me decían que tenía que quedarme callada y dejarme hacer todo lo
que ellos querían porque si no me pegaban con el tolete. E
ran diez. Yo
no paraba de llorar. Después quedaron solo dos conmigo y los dos
sacaron su cosa y querían metérmela en la boca. Me decían que probara,
que eso era rico. Yo le quitaba la cara y ellos me pegaban en la cara
porque yo no les quería mamar eso.... después se reían.
Cuando llegamos a la Sala de Guardia en David, me tenían en un cuarto
cercado y no nos dieron nada de comida, estuvimos ahí el domingo,
lunes y martes en la mañana, cuando nos llevaron a Dolega. Nunca había
aguantado tanta hambre. Luego, por los dolores que tenía en todas las
partes del cuerpo, me llevaron al Hospital Regional y cuando la
doctora me atendió ellos se pusieron alrededor de mí y le decían a la
doctora: ‘Atiéndala pero usted no está autorizada para preguntarle
nada a ella’.
En el helicóptero que nos trasladó a David venían cinco compañeros, no
veía que se movían, nada. A ellos se los llevaron a un lugar detrás de
la guardia en David. Y llevaron a otro grupo de compañeros que no se
movían a un monte’.

MARÍA: MÁS DE 2 DÍAS DE PIE
‘Unas unidades de Senafront me agarraron por las greñas y me
arrastraron hacia un bus mientras me gritaban ‘¡Chola hija de puta,
sabes tirar piedra ahora sí vas a tirar piedra!’ Me arrastraron hasta
la misma vía Interamericana, junto a tres mujeres. Nos hacían meter la
cabeza entre las piernas y nos amenazaban con tirarnos gas. De repente
el bus comenzó a andar y llegamos a un aeropuerto y ahí estaba la
guardia de darienitas. Nos decían: ‘Nos las vamos a coger por delante
y atrás, vas a ver que vas a sentir un poquito de ardor’. Nos metieron
como en una caseta chiquita. Al día siguiente, ya nos habían llevado
al cuartel de David. Nos revisaron, nos quitaron la ropa y nos
pegaban. A mí me cachetearon varias veces. El lunes en la mañana nos
dieron una tortilla chiquita, como no quise me pegaron. Cuando usted
pedía agua, daban agua sucia. Era agua de trapeador.
Estuvimos de pie por más de 48 horas, si nos sentábamos nos pegaban.
Tengo la barriga toda inflamada. Estuve casi dos días sin dormir. Nos
levantaban pegándonos con un tolete. Recién el miércoles en la
madrugada fue que salimos rumbo a San Félix’.

CARLA: GAS EN LA CARA
‘A mí me agarraron en el cruce de Las Lajas con San Félix el domingo,
me amarraron las manos con una liga, me pegaron y me tiraron gases
lacrimógenos en la cara. Me metieron en un bus y nos decían: ‘Las
vamos a violar, vamos a hacer lo que nosotros queramos’. Nos
cacheteaban, nos pegaban con el tolete, nos agarraban por las greñas y
nos gritaban todo tipo de vulgaridades. Cuando llegamos al Aeropuerto
de Las Lajas, nos quitaron la cédula y todo lo que cargábamos. Después
nos llevaron a la Cárcel Pública de David en avión. Nos amenazaban
diciendo: ‘¡Te vamos a matar por andar cerrando calles’. Siempre
estuvimos amarradas, no nos dejaban ir al baño solas, nos acompañaba
una policía mujer y un hombre que a mí me subió la ropa y me tocó las
partes’.

NEIR: DE RODILLAS AL SOL
‘Yo estaba mirando la manifestación en el Cruce junto a mis dos hijas,
una de 13 y otra de 20 años. Cuando vimos que llegaron los
antimotines, salimos corriendo al baño del restaurante del Cruce y ahí
me agarraron. En eso vino un fronterizo y comenzó a tirarnos bombas
lacrimógenas, uno me mira a los ojos y apunta con el cacho de la
escopeta para pegarme. Yo alzé las manos y le dije: ‘Si me quieren
hacer daño háganmelo a mí, a ella no’. A las dos nos montaron en un
bus y luego nos llevaron al Aeropuerto de Las Lajas. Nos dejaron de
rodillas bajo el sol desde las once de la mañana hasta las dos de la
tarde. Éramos nueve mujeres. En todo ese tiempo nunca nos dieron
comida ni agua. A la niña se la llevó un helicóptero y a las mujeres
se las llevaron en otro. Cuando estábamos en el aeropuerto decían que
yo era terrorista y que estaba transportando droga y bala. Esto por
supuesto era falso. Cuando llegamos al cuartel de David, a unas nos
dejaron allí y a otras las mandaron para Dolega. Nos trataron mal. No
nos daban comida y al final, cuando nos iban a soltar nos decían:
‘Digan que las tratamos bien, nunca digan que las tratamos mal’. No
sabía si reír o ponerme a llorar ahí mismo’.
Estas y otras cosas terribles que ocurrieron que aún no ha salido a la
luz pública.

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