26-12-11
El fundador de
Educanepal hace un llamamiento a la sociedad e instituciones canarias para
mantener su proyecto
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La organización ha
retirado de las calles, formado y dibujado un futuro para más de cuatro mil
niños en Nepal
CIRA MOROTE
LAS PALMAS DE GRAN CANARIA
"En la India hay unas 200.000 niñas nepalíes trabajando en prostíbulos. Cuando una niña es vendida a un prostíbulo o un circo, se le rompen todos sus esquemas y se derrumban. Aun así, sobreviven al drama, siguen atendiendo clientes, pensando que eso es un castigo de los dioses por algún mal que cometieron. Los niños que acaban en la calle o siendo explotados en Nepal son pequeños hombres y mujeres que, con apenas ocho años, saben buscarse la vida, muchas veces delinquiendo o inhalando caucho para poder vencer el frío o el hambre".
Así define el grancanario José Díaz, fundador de Educanepal, la realidad contra la que lucha desde que fundó la ONG en 2003, con el objetivo de prevenir el tráfico de niñas y la explotación laboral de menores.
En estos años Educanepal, gracias a la solidaridad de muchos canarios y el apoyo institucional, ha logrado retirar de las calles a más de 4.000 niños, escolarizarlos y darles un futuro. Una labor que peligra debido a los recortes presupuestarios que sufre esta organización por parte de las instituciones públicas grancanarias que han venido apoyando este proyecto desde su creación.
"No todos creen en la solidaridad, en proyectos como el nuestro, o no creen que vale la pena asumir retos más allá de nuestras fronteras. Por ello agradezco cada vez más a las instituciones que nos siguen apoyando. En Nepal hay cerca de dos millones de niños entre 8 y 14 años que trabajan en cantinas, canteras, fábricas u hornos donde muchos solo trabajan por un plato de comida. ¿Qué hacemos? ¿Nos quedamos de brazos cruzados?", afirmó José Díaz.
Una de las principales causas que han desencadenado el tráfico y la explotación laboral de los menores es la pobreza extrema de la población rural de Nepal, donde casi un 50 % vive con menos de 1 euro al día. "Apenas les da para sobrevivir y los niños, desde edades muy tempranas, tienen que ayudar a sus padres a procurarse la comida del día ya sea picando piedras o recogiendo plástico por vertederos. La mayoría de la gente que apoyamos en las aldeas comen pasta de millo mañana y noche. Muchos niños y niñas abandonan sus aldeas y van a las ciudades en busca de trabajos que les proporcionen dinero para poder comer arroz, la base de la comida de la clase media".
Inocencia
Para Díaz, otro factor importante del drama infantil es la ingenuidad de esta gente, que trabajan de "de sol a sombra cavando la tierra, arándola o cargando cestos de estiércol y nunca tuvieron la oportunidad de ir a un colegio o saber qué hay más allá de las montañas que la rodean". El grancanario asegura que la inocencia de estas personas las hace presa fácil de gente sin escrúpulos que engañan a padres y niñas con promesas falsas de trabajo o matrimonio en la India. "Pero una vez que han cruzado la frontera, las niñas son vendidas a burdeles o circos donde son forzadas a realizar los números más arriesgados y sufren abusos sexuales. He conocido niñas que tras su rescate contaban que tenían que atender 30 o 40 clientes diarios. Algunas me enseñaban también marcas de quemaduras de cigarros en sus brazos y piernas por parte de los clientes".
Desde el Nepal rural donde trabaja actualmente, este licenciado en lenguas aplicadas hace un llamamiento a la sociedad canaria para continuar ayudando a los niños de Nepal. "Afortunadamente queda gente solidaria, gente que se siente feliz ayudando a los demás, y desde aquí, desde Nepal, apelo a todos a que se hagan socios o apadrinen un niño de Educanepal. Basta con 50 céntimos diarios, una cuota de 15 euros al mes, para poder escolarizar a unos 20 niños en estas aldeas, y así, permitirles que, por lo menos, puedan aprender a leer y escribir. Nos hemos propuesto una meta de cien nuevos socios para poder suplir el recorte de ayudas", apuntó José Díaz.
Actualmente existe un grupo de voluntarios en Gran Canaria inmersos en una campaña de captación de socios para poder ayudar a los niños del Nepal. Una actividad que se puede consultar en la página web www.educanepal.org.
La actividad de Educanepal se centra fundamentalmente en prevenir que se siga traficando con niños o que se les explote laboralmente en cantinas y fábricas a cambio de salarios ridículos que no pasan de los cinco euros mensuales. "Esto lo hacemos a través de la escolarización de niños en zonas marginales del Nepal rural con alto índice de tráfico y explotación infantil. Les damos el material escolar que necesitan, rehabilitamos o construimos escuelas, les dotamos de agua potable y baños según nos alcance el presupuesto. También realizamos campañas de sensibilización con padres y niños para alertarles sobre las falsas promesas de los traficantes de niños", aseguró Díaz.
A pesar de centrar sus esfuerzos en la prevención del tráfico infantil, también han contribuido al rescate de 12 niños en los últimos dos años, y colaborado con otras ONG como Maiti Nepal o Esther Benjamin Trust, que centran más su labor en el rescate de niñas de prostíbulos y circos en la India.
"Ellos nos asesoran sobre las áreas donde hay más incidencia de tráfico y nosotros colaboramos en la rehabilitación de niñas rescatadas. Gracias a nuestra labor conjunta hemos logrado pasar de un 30 % de niños escolarizados en el distrito de Makwanpur a un 80 % de escolarización. Aún quedan aldeas a las que llegar, pero para ello dependemos de contar con fondos para acometer la escolarización de los niños y la construcción de aulas, bebederos de agua potable y baños", subrayó José Díaz.
LAS PALMAS DE GRAN CANARIA
"En la India hay unas 200.000 niñas nepalíes trabajando en prostíbulos. Cuando una niña es vendida a un prostíbulo o un circo, se le rompen todos sus esquemas y se derrumban. Aun así, sobreviven al drama, siguen atendiendo clientes, pensando que eso es un castigo de los dioses por algún mal que cometieron. Los niños que acaban en la calle o siendo explotados en Nepal son pequeños hombres y mujeres que, con apenas ocho años, saben buscarse la vida, muchas veces delinquiendo o inhalando caucho para poder vencer el frío o el hambre".
Así define el grancanario José Díaz, fundador de Educanepal, la realidad contra la que lucha desde que fundó la ONG en 2003, con el objetivo de prevenir el tráfico de niñas y la explotación laboral de menores.
En estos años Educanepal, gracias a la solidaridad de muchos canarios y el apoyo institucional, ha logrado retirar de las calles a más de 4.000 niños, escolarizarlos y darles un futuro. Una labor que peligra debido a los recortes presupuestarios que sufre esta organización por parte de las instituciones públicas grancanarias que han venido apoyando este proyecto desde su creación.
"No todos creen en la solidaridad, en proyectos como el nuestro, o no creen que vale la pena asumir retos más allá de nuestras fronteras. Por ello agradezco cada vez más a las instituciones que nos siguen apoyando. En Nepal hay cerca de dos millones de niños entre 8 y 14 años que trabajan en cantinas, canteras, fábricas u hornos donde muchos solo trabajan por un plato de comida. ¿Qué hacemos? ¿Nos quedamos de brazos cruzados?", afirmó José Díaz.
Una de las principales causas que han desencadenado el tráfico y la explotación laboral de los menores es la pobreza extrema de la población rural de Nepal, donde casi un 50 % vive con menos de 1 euro al día. "Apenas les da para sobrevivir y los niños, desde edades muy tempranas, tienen que ayudar a sus padres a procurarse la comida del día ya sea picando piedras o recogiendo plástico por vertederos. La mayoría de la gente que apoyamos en las aldeas comen pasta de millo mañana y noche. Muchos niños y niñas abandonan sus aldeas y van a las ciudades en busca de trabajos que les proporcionen dinero para poder comer arroz, la base de la comida de la clase media".
Inocencia
Para Díaz, otro factor importante del drama infantil es la ingenuidad de esta gente, que trabajan de "de sol a sombra cavando la tierra, arándola o cargando cestos de estiércol y nunca tuvieron la oportunidad de ir a un colegio o saber qué hay más allá de las montañas que la rodean". El grancanario asegura que la inocencia de estas personas las hace presa fácil de gente sin escrúpulos que engañan a padres y niñas con promesas falsas de trabajo o matrimonio en la India. "Pero una vez que han cruzado la frontera, las niñas son vendidas a burdeles o circos donde son forzadas a realizar los números más arriesgados y sufren abusos sexuales. He conocido niñas que tras su rescate contaban que tenían que atender 30 o 40 clientes diarios. Algunas me enseñaban también marcas de quemaduras de cigarros en sus brazos y piernas por parte de los clientes".
Desde el Nepal rural donde trabaja actualmente, este licenciado en lenguas aplicadas hace un llamamiento a la sociedad canaria para continuar ayudando a los niños de Nepal. "Afortunadamente queda gente solidaria, gente que se siente feliz ayudando a los demás, y desde aquí, desde Nepal, apelo a todos a que se hagan socios o apadrinen un niño de Educanepal. Basta con 50 céntimos diarios, una cuota de 15 euros al mes, para poder escolarizar a unos 20 niños en estas aldeas, y así, permitirles que, por lo menos, puedan aprender a leer y escribir. Nos hemos propuesto una meta de cien nuevos socios para poder suplir el recorte de ayudas", apuntó José Díaz.
Actualmente existe un grupo de voluntarios en Gran Canaria inmersos en una campaña de captación de socios para poder ayudar a los niños del Nepal. Una actividad que se puede consultar en la página web www.educanepal.org.
La actividad de Educanepal se centra fundamentalmente en prevenir que se siga traficando con niños o que se les explote laboralmente en cantinas y fábricas a cambio de salarios ridículos que no pasan de los cinco euros mensuales. "Esto lo hacemos a través de la escolarización de niños en zonas marginales del Nepal rural con alto índice de tráfico y explotación infantil. Les damos el material escolar que necesitan, rehabilitamos o construimos escuelas, les dotamos de agua potable y baños según nos alcance el presupuesto. También realizamos campañas de sensibilización con padres y niños para alertarles sobre las falsas promesas de los traficantes de niños", aseguró Díaz.
A pesar de centrar sus esfuerzos en la prevención del tráfico infantil, también han contribuido al rescate de 12 niños en los últimos dos años, y colaborado con otras ONG como Maiti Nepal o Esther Benjamin Trust, que centran más su labor en el rescate de niñas de prostíbulos y circos en la India.
"Ellos nos asesoran sobre las áreas donde hay más incidencia de tráfico y nosotros colaboramos en la rehabilitación de niñas rescatadas. Gracias a nuestra labor conjunta hemos logrado pasar de un 30 % de niños escolarizados en el distrito de Makwanpur a un 80 % de escolarización. Aún quedan aldeas a las que llegar, pero para ello dependemos de contar con fondos para acometer la escolarización de los niños y la construcción de aulas, bebederos de agua potable y baños", subrayó José Díaz.
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