16-1-12- Lydia Cacho, es la periodista mexicana que escribió el libro
“Esclavas del poder”, donde cita en un capítulo “El intocable” sobre el
actuar mafioso de Luis Martins en Cancún. La Alameda hizo contacto con
Cacho para que escriba las nuevas denuncias sobre Martins realizada por su propia hija,
Lorena. Por ello nace este excelente artículo publicado hoy en el diario
Universal de México.
http://www2.eluniversal.com.mx/pls/impreso/opinion.html?id=56630&t=1
El militar y sus esclavas ¿y SIEDO?
A Lorena Martins; sin miedo somos más fuertes.
La última vez que supe algo de él fue hace unos meses, cuando luego
de publicar su historia en mi libro “Esclavas del poder”, el tratante
argentino avecindado en Cancún me mandó decir con un reportero que si
volvía a abrir la boca aparecería muerta. Antier, por fin, logré hablar
directamente con Lorena Martins, la valiente hija de este mafioso, a
quien su padre intentó asesinar. Las dos nos preguntamos ¿dónde están
SIEDO e Interpol? y ¿qué opina la presidenta Cristina Fernández de
Kirchner con la cantidad de evidencia sobre esta red de trata de
exmilitares que recorre la ruta Buenos Aires-Cancún?
El exagente de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) de
Argentina, ex espía Raúl Martins Coggiola, acusado de ser miembro de los
grupos responsables del genocidio de la dictadura en ese país del cono
sur (1974-1987), maneja en su país una decena de prostíbulos disfrazados
de bares, en Cancún y Playa del Carmen, The One, Maxim y Mix Sky
Lounge. En ellos mujeres no mayores de 23 años víctimas de trata, de
origen argentino, colombiano, cubano y brasileño, son explotadas bajo un
fuerte dispositivo de seguridad. La oferta de prostitución está
supuestamente vetada por la ley en la Zona Hotelera de Cancún; sin
embargo, las amistades y redes de protección de Martins rebasan, o se
coluden según fuentes internas, con poderosos políticos cuyos nombres
publiqué desde el 2010. Martins está, según informes del Instituto
NacionCuando investigué personalmente a Martins (de 2008 a 2010) entrevisté
a una brasileña de 22 años traída a México desde los 17 bajo la falsa
promesa de convertirla en modelo; al The One llegaron varias chicas
enviadas por los operadores que controlan el circuito Buenos
Aires-Tijuana, controlado por Martins, aliado a políticos dedicados al
manejo de Casinos. Ya en los años 90 Martins fue investigado por
explotar sexualmente a menores en el bar Shampoo, pero la libró, como él
mismo dice en el video que está en nuestro poder, por sus buenos
abogados y clientes.
Ahora, gracias a la valentía de la hija de este capo que aún pasea
por Cancún como si nada hubiera sucedido, se cuenta con correos
electrónicos, grabaciones telefónicas y con un aparato celular de
Martins, en que aparecen mensajes y números de políticos argentinos y
mexicanos (policías, empresarios, jueces, alcaldes y gobernadores), que
ayudarán a Interpol a dilucidar el poder de este tratante que ha creído
que México sería su eterno paraíso de impunidad.
Está claro que el poder de Martins y su socio Gabriel Conde, no es
menor. Su tarea durante la dictadura consistía en seguir y fotografiar a
disidentes y defensoras/es de derechos humanos que serían secuestrados y
eventualmente desaparecidos. Su carrera como tratante surgió cuando
tenía un gran poder en el Ejército y desde hace una década ha pagado
campañas de alcaldes y gobernadores en ambos países.
Tanto México como Argentina tienen leyes y tratados para abatir la trata
de personas, y ahora suficiente evidencia contra esta red que incluye a
un puñado de políticos en ambos países. Este es un caso irrefutable,
una radiografía prístina del funcionamiento de las redes criminales
internacionales de trata de mujeres para la explotación sexual.
Dos cosas han de hacer los gobiernos mexicano y argentino, el primero
actuar ya con profesionalismo y rapidez. El segundo, proteger la vida e
integridad de la valiente Lorena, cuya fortaleza y entereza, al lado de
las y los derecho humanistas que la acompañan en esta batalla,
resarcirán el daño causado por Martins no sólo a las mujeres explotadas
hoy, sino por sus crímenes del pasado contra cientos de personas
asesinadas y desaparecidas de la dictadura que, del 76 al 84, dejó una
gran deuda con los derechos humanos y un recordatorio de la corrupción
militar, la censura, y su utilización de las mujeres y niñas como
esclavas en América Latina.
*Esto nos recuerda a Mario Marín, “El góber precioso”, protector de
tratantes y censor, ahora como emblema del PRI en campaña para senador.
¿No se arrepentirá el presidente Calderón de haberlo dejado impune?
http://laalameda.wordpress.com/2012/01/16/articulo-de-la-periodista-lydia-cacho-sobre-el-caso-martins/
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