viernes, 13 de julio de 2012- Argenpress
CONICET
La genealogía de los pueblos originarios de América fue objeto de debate por décadas, cuando se intentó dilucidar si el poblamiento del continente había sido producto de una o varias oleadas migratorias que cruzaron desde Asia por el estrecho de Bering, que hace 20 mil años era un puente de tierra.
Ahora, un consorcio
internacional del que participaron laboratorios, universidades y centros
de investigación de 17 países logró reconstruir esta historia a través
del estudio genético de las poblaciones actuales. Los resultados fueron
publicados en la versión online de la reconocida revista científica
Nature el 11 de julio.
“Este trabajo muestra que
casi todos los pueblos originarios americanos son descendientes de una
única población ancestral que entró al continente hace 15 mil años”,
comenta Claudio Bravi, investigador adjunto del CONICET en el Instituto
Multidisciplinario de Biología Molecular (IMBICE) de La Plata.
Esta
primera oleada migratoria habría cruzado desde Siberia y poblado
América. Sin embargo, otras dos corrientes migratorias siguieron a la
primera pero su aporte quedó acotado a tres grupos de poblaciones del
norte del continente: los esquimales, aleutianos y Na-Dene, que viven en
territorios que hoy pertenecen a Canadá, Groenlandia y Estados Unidos.
Cuando
se analizó su ADN se descubrió que “los dos primeros tienen un promedio
de 60% de (material genético perteneciente a) la primera migración y
40% de un segundo flujo asiático”, explica Bravi, “mientras que los
Na-Dene tienen un 90% de la primer migración y un 10% de un tercer flujo
asiático”.
Para reconstruir la historia de la
filogenética americana se analizaron más de 350 mil posiciones del ADN
de 52 poblaciones nativas de América, 17 grupos siberianos y 57
comunidades de otras partes del mundo. “El análisis de esta cantidad (de
material) permitió observar la ancestralidad de los pueblos originarios
y correlacionarla con los posibles tiempos de entrada” al continente,
dice Graciela Bailliet, investigadora independiente del CONICET en el
IMBICE.
No tan distintos
“En
América se dio una situación interesante: fue el último gran territorio
continental en ser colonizado y las poblaciones asiáticas que se
incorporaron lo hicieron perdiendo parte de su diversidad génica”,
explica Daniel Corach, investigador principal del CONICET del Servicio
de Huellas Digitales Genéticas de la Facultad de Farmacia y Bioquímica,
UBA.
La diversidad genética se refiere al número
de variables y características genéticas contenidas en un genoma.
Disminuye cuando las poblaciones se reducen o cuando se separan pequeños
grupos y se reproducen entre sí.
El consorcio,
del que participan Corach, Bravi y Bailliet, analizó muestras de cuatro
pueblos originarios de Argentina - Diaguita, Toba, Wichí y Chané - de
los más de treinta que existen en el país. Los resultados mostraron que
descienden de la misma población ancestral que entró a América durante
la primera oleada migratoria asiática.
De acuerdo
con Sergio Avena, investigador adjunto del CONICET en la Universidad
Maimónides y UBA y especialista en antropología de poblaciones
ancestrales y cosmopolitas, este trabajo “permite ver que hay una enorme
historia previa a la llegada de los conquistadores europeos y de la que
todavía nos falta conocer bastante”.
A futuro se
espera poder secuenciar el genoma completo de los pueblos originarios
americanos actuales y ancestrales para poder contar con más información
para poder estudiar la historia de los movimientos humanos en el
continente.
Sin embargo, para Avena los
conocimientos que aporta este estudio podrían además tener una
aplicación en otros campos. “Conocer la composición genética de una
población resulta de potencial utilidad en la práctica médica, pues
permite considerar factores de riesgo para determinados pacientes en
relación a patologías con bases genéticas”, concluye.
http://www.argenpress.info/2012/07/colaboracion-internacional-revelan-el.html
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