jueves, 26 de julio de 2012

Arg- Reg Centro- Prov Bs As- ORGANIZACIONES SOCIALES RECLAMAN FONDOS ADEUDADOS POR LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES

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"Una situación de desprotección”

Diferentes entidades dedicadas a la atención de niños y adolescentes denuncian un “vaciamiento” de las políticas destinadas a la infancia y aseguran que desde octubre del año pasado no reciben los recursos convenidos con el gobierno bonaerense.
Por Ailín Bullentini
La Secretaría de Niñez y Adolescencia de la provincia de Buenos Aires es independiente de la cartera de Desarrollo Social desde diciembre de 2011, cuando adquirió rango ministerial. El cambio es la razón que los funcionarios del área interpusieron cada una de las veces que las organizaciones sociales que trabajan con chicos y chicas en situación de vulnerabilidad social se acercaron para reclamar los fondos que necesitan para seguir funcionando. Algunas de ellas, desde hogares hasta centros de día y espacios en los que se ofrece comida y apoyo escolar, no cobran desde octubre del año pasado los recursos que, por convenio, les otorga el gobierno provincial. “La falta de dinero es el síntoma de lo poco que a Scioli le interesan los pibes”, dijo Estela Rojas, referente de Chicos del Sur, una de las entidades afectadas por la deuda y que están denunciando el “vaciamiento” de las políticas de niñez y adolescencia en la provincia. Las autoridades de la secretaría se negaron a realizar declaraciones.
Hasta diciembre pasado eran unas 680 las organizaciones no gubernamentales cuyo trabajo se insertaba en el Sistema de Promoción y Protección Integral de Derechos del Niño, para cumplir un rol compartido con otras 160 instituciones y programas que dependen del gobierno provincial. Todas esas organizaciones son el brazo de aplicación del objetivo de ese sistema, creado por ley en 2005: “Promover, prevenir, asistir, proteger, resguardar y restablecer” los derechos de los niños y adolescentes. Para eso, necesitan recursos que, por convenio, el Ejecutivo provincial se comprometió a brindarles.
Según la Red de Hogares y Centros de Día de Buenos Aires (Redba), que nuclea a setenta de esas organizaciones, eran 15 mil los pibes y pibas conectados con esos espacios, pero “entre diciembre y ahora cerró una veintena, así que calculamos que unos 500 chicos están nuevamente en la calle”, reveló uno de los coordinadores de la red, Gustavo García.
“Nos faltan los recursos. Hay espacios que no cobran sus becas desde octubre de 2011; otros no vieron un peso correspondiente a 2012 y a algunos otros se les adeudan las becas del tercer bimestre actual. Reclamamos que paguen lo que les corresponde a los chicos”, explicó García, que además es referente del Hogar Don Bosco de La Plata.
Chicos del Sur no integra la Redba, pero su situación es la misma; para mayo recién recibió el pago correspondiente al primer bimestre de 2011: “La situación es de desprotección absoluta debido a la inexistencia del Estado”, sentenció Rojas. Pablo González, trabajador del Centro de Tratamiento y Atención Integral Ambulatorio (Cetai), uno de los programas que dependen de la secretaría, definió la situación como “gravísima”.
A través de la Secretaría de Niñez y Adolescencia, la administración de Daniel Scioli debería pagar una beca de 1300 pesos por chico y por bimestre a cada hogar convivencial –sitios en los que los chicos, literalmente, viven– y una beca de 700 pesos a cada centro de día –los que contienen a niños y adolescentes durante algunas horas–. En promedio, esas organizaciones deben alimentar, vestir, cuidar la salud de los chicos y mantener las condiciones de habitabilidad de sus espacios con 21 pesos por día en el caso de los hogares y 11 en el de los centros. En cuanto a las instituciones que dependen directamente del Estado, así como los espacios generados a partir de programas que nacen desde la secretaría misma –como el Cetai–, deberían recibir una caja chica mensual.
En mayo pasado, organizaciones sociales, gubernamentales y trabajadores y trabajadoras de los programas de la secretaría realizaron movilizaciones masivas en La Plata en reclamo de los recursos adeudados. Resumieron en una frase la protesta, que sigue vigente: “No al vaciamiento de políticas de Niñez y Adolescencia”. Para la referente de Chicos del Sur, el atraso en el pago de las becas no es el punto más importante, sino el “síntoma de la actitud de (el gobernador Daniel) Scioli frente a las políticas relativas a la infancia. No es ‘no hay plata’, es ‘los pibes no me importan’”. En ese marco, las organizaciones y los trabajadores dedicados al área señalaron que el incumplimiento relativo al Sistema de Promoción y Protección no es el único de la ley 13.298: “El desmantelamiento ha venido de la mano de medidas que refuerzan la función represiva del Estado, con lo cual aumenta la judicialización de la niñez pobre y su persecución”, denunciaron.
La movilización de mayo, no obstante, logró poco. “Están cancelando deudas de a puchitos y muy lento”, informó García. El Hogar Don Bosco, en donde trabaja, alberga a 19 chicos. “El más chiquito tiene cuatro años y le tiene miedo a la oscuridad. ¿Qué hago si me quedo sin luz? No podemos ser nosotros los espacios que reiteren la vulneración de los derechos de esos chicos que vienen a nosotros para estar mejor. El Estado no cuida a los pibes”, remarcó.
Tras los reclamos, Chicos del Sur cobró las becas de los 80 niños con los que trabaja, correspondientes al primer bimestre de este año. “Dijeron que el atraso se debió al cambio de rango, al traspaso de presupuesto entre Desarrollo Social y la secretaría, pero a esta altura esa excusa es inadmisible”, apuntó Rojas. Este diario intentó consultar por el atraso al secretario de Niñez y Adolescencia, Pablo Navarro, pero no tuvo éxito. “Por el momento, el funcionario no dará explicaciones al respecto”, dijo una vocera.
Los gastos para los niños en situación de emergencia social deberían ser una prioridad para el gobierno”, evaluó González, tallerista del Cetai, un programa que, a través de talleres de arte y juegos, intenta ayudar a cerca de 30 pibes y pibas. Deben recibir una caja chica mensual de cuatro mil pesos; en septiembre fue la última vez que cobraron durante 2011. En lo que va de 2012 recibieron los fondos una sola vez. “Hasta donde podíamos les dábamos de comer, pero a principios de año tuvimos que suspender el almuerzo y nos redujimos a tratar de garantizar el desayuno o la merienda con un sandwich”, destacó, aunque mencionó que el problema más grande aparece a la hora de solventar los materiales que requieren para los talleres.
Ante el atraso de los recursos estatales, principal y en la mayoría de las ocasiones único medio de subsistencia de estas organizaciones, mantenerlas en actividad es muy difícil, cuando no imposible. “Los hogares estatales cerraron 2011 con deudas muy graves con proveedores alimentarios; algunas llegan a los 70 mil pesos”, dijo González. “La deuda siempre la termina aguantando la organización –agregó Rojas–, pero los chicos no pueden perder estos espacios.”
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-199326-2012-07-23.html



Seis meses para ponerse al día

Por Carlos Rodríguez- Pag 12-  23-7-12
En el marco del amparo presentado por la Asamblea Permanente por los Derechos de la Niñez ante el juez Luis Arias, la Municipalidad de La Plata admitió la presencia de al menos “120 casos de niños, adolescentes y madres con niños menores de 18 años en situación de calle” sólo en la capital bonaerense. La comuna dice que atiende 90 de esos casos. Al analizar el problema, se recuerda que datos del año 2002 señalaban que los hogares pobres en el Gran La Plata llegaban al 41 por ciento.
En el fallo de Arias que sanciona a las autoridades provinciales y municipales, se señala que no se cumplen las normas vigentes de protección de los menores. En ese sentido se señala la situación de la niña A. M. y de los chicos G. S. y J. G. A., quienes primero fueron detenidos “por conductas delictivas menores” y luego liberados “sin que se hubiera elaborado (...), en ninguno de los casos, una estrategia de abordaje integral con miras a la restitución de los derechos vulnerados”, más allá de derivarlos a su hogar o a un espacio de tránsito.
En el caso del niño C. G., no se hizo nada para buscar una salida a “la violencia que había entre el padre y la madre” y que provocó que el chico se fuera de su casa. Una madre adolescente, B. M., tuvo que abandonar el tratamiento de su bebé, en el Hospital Reencuentro, porque no tenía para viajar y porque no se le prestó ayuda alguna. Por problemas de dinero que le impedían viajar, otro niño, R. S., no pudo tramitar su D.N.I.
La trabajadora social Lucía Belaunzarán denunció el caso de Marcelo, un chico que vivía en la calle, en la esquina de 7 y 50. Al chico le dieron una puñalada, lo operaron y después volvió al mismo lugar, sin atención médica. Cuando la asistente lo volvió a ver, tuvo que atenderlo ella, porque se le había abierto e infectado la herida.
En un fallo de cien páginas, el juez Arias condenó a la provincia y a la municipalidad platense a que “dentro de un plazo de seis meses (vence el 22 de noviembre) procedan a realizar todas las acciones necesarias para la implementación efectiva del Sistema de Protección Integral de los Derechos del Niño en la ciudad de La Plata”.
La orden judicial dispone la creación de “uno o más paradores” con “suficiente infraestructura y personal idóneo para cubrir las necesidades básicas de alimento, higiene, descanso, recreación y contención” de los niños durante las 24 horas de cada día. Ordena la creación de un Servicio Hospitalario Especializado para la atención de la salud de niños con problemas de adicciones; disponer de la cantidad de automotores necesaria para evitar el uso de patrulleros; crear un servicio de atención telefónica para recepcionar denuncias sobre la situación de chicos en la calle; disponer de operadores de calle en cantidad suficiente; difundir ampliamente en los medios de comunicación los principios, derechos y garantías de los niños y poner en conocimiento de lo dispuesto a la Legislatura y al Concejo Deliberante.
http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/subnotas/3-59839-2012-07-23.html

UN PROGRAMA PARA FORMAR ABOGADOS COMPROMETIDOS CON LA REALIDAD DE LOS NIñOS POSTERGADOS

“Hay que hacer algo para rescatarlos”

El Programa Niñez, Derechos Humanos y Políticas Públicas impulsa desde hace un año y medio el compromiso de abogados con la realidad social de los niños postergados. También promueve la inserción de la universidad platense en el medio social.
Por Carlos Rodríguez
En julio de 2008, los medios de prensa de La Plata instalaron la idea de que un grupo de veinte chicos que dormían en la glorieta de la Plaza San Martín, en pleno centro de la ciudad, eran responsables de por lo menos “150 asaltos” a personas que transitaban por los alrededores. Los llamaron La Banda de la Frazada, porque supuestamente utilizaban una de esas prendas de cama para “inmovilizar” a sus víctimas y robarles. “En ese momento, como integrantes de distintas organizaciones sociales, empezamos a tratar de ayudar y contener a esos chicos, para terminar con la estigmatización que había caído sobre ellos.” Carola Bianco, hoy directora del Programa Niñez, Derechos Humanos y Políticas Públicas, creado hace un año y medio en el ámbito de la Facultad de Derecho platense, señala que todavía siguen trabajando para “poner en crisis esa visión de la ‘seguridad’ que sigue señalando como victimarios a los chicos de la calle, cuando ellos son las víctimas”. Bianco, en diálogo con Página/12, sostiene que “no es tan difícil ver a un niño como un niño, si pensamos en las historias de violencia que han sufrido y sufre cada uno de esos pibes”.
El programa fue creado, recalca Bianco, para jugar un papel “impostergable y doble”. Hacia adentro de la universidad, sobre todo en Ciencias Jurídicas y Sociales, se busca “formar a los futuros profesionales promoviendo un perfil de graduado comprometido con su realidad social y con el bienestar de los sectores más postergados”. Y hacia afuera, “asumiendo el desafío de insertar a la universidad en el medio social, como actor relevante y activo del acontecer cotidiano” de la comunidad. Junto con Bianco trabaja un equipo integrado por Damián Lambusta, Paula Talamonti, María Isabel Busso, María Belén Niconi Salinas, Fernanda Anaya, Martín Menestrina y Lucía Battistuzzi, con la supervisión del secretario de Extensión Universitaria, Adolfo Brook.
La tarea se hace en forma conjunta con un grupo de organizaciones sociales y de DD.HH. que conforman, desde 2008, la Asamblea Permanente por los Derechos de la Niñez. Desde ese ámbito presentaron, a partir de ese año, planteos judiciales que, en mayo pasado, tuvieron como resultado un fallo que condena al Ejecutivo bonaerense y a la Municipalidad de La Plata a cumplir con las normas vigentes en materia de niñez y adolescencia. El juez Luis Arias les dio a las autoridades seis meses de plazo –vence el 22 de noviembre– para que lleven a la práctica “las acciones necesarias para la implementación efectiva del Sistema de Promoción y Protección Integral de los Derechos del Niño” en el ámbito provincial (ver aparte).
La situación de la niñez en La Plata se instaló en los medios el mes pasado, con la denuncia que hizo el defensor oficial Julián Axat acerca de la situación de A. D., un niño de 13 años con problemas de adicciones, que fue internado por decisión judicial y del Ejecutivo bonaerense en una clínica psiquiátrica de Junín, donde lo tuvieron encerrado en una celda de aislamiento, como en una cárcel. “En los medios salen estos temas como noticias, pero no se analiza el problema de fondo y a eso apuntamos, a que se trabaje con un nuevo concepto de la seguridad, para que los chicos que siguen viviendo en la calle no sean considerados ‘peligrosos’, sino que se tome conciencia de que son ellos los que están en peligro y que tenemos que hacer algo para rescatarlos.”
“Desde que existe el fuero de responsabilidad penal juvenil, los chicos no deben ser judicializados, pero siguen siendo detenidos por la policía. Entre los chicos de la calle y la policía hay una lucha territorial permanente. Los policías les quitan sus cosas, los golpean, los suben a un patrullero, pero nosotros no queremos quedarnos sólo con la crítica a la policía. El problema lo tienen que resolver las autoridades políticas del Estado, en colaboración con nosotros, con los organismos de derechos humanos y con las organizaciones sociales, que son las que trabajan en los barrios y las que tienen conocimiento de las situaciones familiares que viven estos chicos”, subraya Bianco.
Los responsables del programa subrayan que desde que las organizaciones sociales trabajan en los barrios “ya no es tan fácil criminalizar a los niños de la calle”, pero de todos modos los problemas subsisten. Bianco pone como ejemplo el caso de un chico que hoy tiene 11 años y cuya situación “venimos siguiendo desde que tenía cuatro años. A pesar de nuestras intervenciones, este chico ha tenido que pasar por todos los males de la calle, desde las detenciones, el maltrato y la indefensión, hasta la condena de tener hoy una enfermedad incurable con la que tiene que lidiar en las peores condiciones”.
Desde el programa, aunque ven como una buena iniciativa la Asignación Universal por Hijo, advierten que “en muchos casos esa asignación la reciben algunas madres cuyos hijos ya no viven con ellas, de manera que no reciben nada y siguen tan desvalidos como antes”. Para sacar a los chicos de la calle y de la adicción a las drogas, propician “una tarea conjunta, entre el Estado, las organizaciones sociales y de derechos humanos, para hacer un trabajo colectivo que fortalezca o establezca el vínculo con la familia y lograr que el propio pibe quiera curarse”.
La clave radica, aseguran, en “no dejar a los pibes solos y que el Estado se ocupe, por ejemplo, de acompañar también a la madre de A. D., el chico que habían internado en Junín, porque ella tiene otros tres hijos a cargo y está sola en esa lucha. Es el mismo problema que afrontan otras familias. El Estado tiene que intervenir y prestar ayuda concreta, pero después seguir de cerca el caso y ver si se cumple lo que se había decidido. Hubo casos en los cuales, para ayudar al chico, se le dio una casilla (prefabricada) a la madre, pero ella después vendió esa casilla y de nuevo el chico quedó en la calle”.
Por lo expuesto sostienen desde el programa que “la génesis de las nuevas prácticas” en relación con los niños, niñas y jóvenes debe pasar por “concepciones garantistas, democráticas y de participación de toda la sociedad en la toma de decisiones y el control de las políticas públicas”.
http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-199302-2012-07-23.html


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